Concilios Lateranos
EnciCato
Desde los siglos doce a dieciséis, se convocaron en Roma una serie de cinco
importantes concilios. El palacio Laterano y su basílica sirvieron a los Obispos
de Roma como residencia y catedral desde los tiempos de Constantino el Grande
hasta que fue removida la corte papal en Avignon. Durante este largo período los
papas tuvieron ocasión de convocar varios concilios generales, y para este
propósito, escogieron ciudades situadas de tal forma que se redujesen, tanto
como fuera posible, los inconvenientes que debían presentarse con los Obispos
llamados a esas asambleas, dada la larga y costosa ausencia de sus sedes. Cinco
de esos concilios fueron sostenidos en el palacio Laterano, y son conocidos como
el Primer (1123), Segundo (1139), Tercer (1179), Cuarto (1215) y Quinto
(1512-1517) concilios Lateranos.
En el Laterano se desarrollaron otros concilios no ecuménicos; entre los mejor
conocidos están el del 649 en contra de la herejía Monofisista, en el 823, 864,
900, 1102, 1105, 1110, 1111, 1112 y 1116. En 1725, Benedicto XIII llamó al
Laterano, a los Obispos que dependían directamente de la sede de Roma, por
ejemplo a los Obispos diocesanos o que estaban directamente sometidos a la Santa
Sede. Y a los abades con jurisdicción casi episcopal. Se desarrollaron siete
sesiones entre el 15 de Abril y 29 de Mayo, promulgándose varias regulaciones
acerca de los deberes de los Obispos y otros Pastores, respecto a la residencia,
ordenación y los períodos para los sínodos. Los principales objetivos fueron la
supresión del Jansenismo y la confirmación solemne de la bula "Unigenitus" que
se había declarado como dogma de fe y a la que se solicitaba completa
obediencia.
H. LECLERCQ
Traducido por Hugo Barona Becerra