Kyrie Eleison
EnciCato

 

Kyrie Eleison (griego: "Señor ten piedad"; la transliteración latina supone una pronunciación como en griego moderno) es una expresión muy antigua, incluso pre-cristiana, expresión utilizada constantemente en todas las liturgias cristianas. Flavio Arriano la cita en el siglo II: "Invocando a Dios decimos Kyrie Eleison" (Diatribae Epicteri, II, 7). Un precedente más obvio de uso cristiano es la ocurrencia de dicha fórmula en el Antiguo Testamento (Salmo 4:2, 6:3, 9:4, 25:11, 121:3; Isaías 33:2; Tobit 8:10; etc, en la Septuaginta). En estos lugares parece ya una exclamación cuasi-litúrgica. También en el Nuevo Testamento la forma aparece repetidamente (Mt 9:27, 20:30, 15:22; Mc 10:47; Lc 16:24, 17:13). La única diferencia es que en todos los casos tiene un acusa- tivo después del verbo: Kyrie eleison me, o eleison hemas. La fórmula litúrgica es abreviada de éstas.

Historia

No es mencionada por los Padres Apostólicos o los Apologistas. El primer ejemplo seguro de su uso en la liturgia está en el octavo libro de las "Constituciones Apostólicas". Aquí está la respuesta del pueblo a las diversas Synaptai (Letanías) cantadas por el diácono (Brightman,"Eastern Liturgies", pp. 4 y 5; cf. "Ap.Const", VIII, vi, 4). Este aún es el uso normal en los ritos orientales. El diácono canta varias cláusulas de una letanía, a cada una de las cuales el pueblo responde, Kyrie Eleison. De los Padres Griegos del siglo IV, Eusebio, Atanasio, Basilio, Cirilo de Jerusalén y los dos Gregorios ninguno la menciona. Pero aparece a menudo en S. Juan Crisóstomo. Su inclusión en la Misa Romana ha sido muy discutida. Es cierto que la liturgia en Roma fue en un tiempo dicha en griego (aparentemente hasta finales del siglo II). Es tentador considerar nuestro Kyrie Eleison como un fragmento sobreviviente de esa época. Sin embargo, no parecer ser tal el caso. Más bien la forma fue pedida prestada de Oriente e introducida en la Misa Latina más tarde. Los Padres Latinos más antiguos, Tertuliano, Cipriano, etc., no la mencionan. Etheria (Silvia) la oyó cantada en Jerusalén en el siglo IV. Es evidentemente una forma extraña para ella., y la traduce: "A medida que el diácono dice los nombres de varias gentes (la Intercesión) un grupo de muchachos permanece de pie y responden siempre, Kyrie Eleison, como si nosotros dijéramos, Miserere Domine" (ed. Heraeus, Heidelberg, 1908, XXIV, 5, p.29). La primera evidencia de su uso en Occidente es el tercer canon del Segundo Concilio de Vaison (Vasio en la provincia de Arlés, Francia), en el 529. De este canon parece que poco después fue introducida en Roma y en Italia (Milán): "Puesto que tanto en la Sede Apostólica como en todas las provincias de Oriente y en Italia se ha introducido la dulce y devota costumbre de que el Kyrie Eleison sea dicho con gran insistencia y compunción, nos parece bueno que también esa santa costumbre sea introducida en los Maitines, en Misa y en Vísperas" (cf. Hefele-Leclercq, "Histoires des Conciles", Paris, 1908, pp.1113-14; Duchesne, "Origines", p.183). El concilio nada dice de África o España, aunque menciona a África en otros cánones acerca de prácticas litúrgicas (Can. v). Parece querer decir que el Kyrie Eleison debería ser cantado por el pueblo cum grandi affectu. E.Bishop (en el "Downside Review", 1889) nota que este concilio representa un movimiento romanizador en Galia.

El siguiente testigo famoso de su uso en Occidente es San Gregorio I (590-604). Él escribe a Juan de Siracusa para defender a la Iglesia Romana de imitar a Constantinopla por el uso de esta forma, y hace un esfuerzo especial en señalar la diferencia de su uso en Roma y en Oriente: Ni hemos dicho ni decimos el Kyrie Eleison como es dicho por los griegos. Entre éstos, todos lo dicen juntos; con nosotros, es dicho por el clero y contestado por el pueblo, y nosotros decimos muchas veces Christe Eleison, lo que no es el caso con los griegos. Además en las Misas diarias algunas cosas que se dicen usualmente, son excluidas por nosotros; decimos Kyrie Eleison y Christe Elei-son, de modo que podamos detenernos más en esas palabras de la oración" (Ep.ix in P.L., LXXVII, 956). Las últimas palabras parecen significar que algunas veces otras oraciones son excluidas de modo que pueda haber más tiempo para cantar el Kyrie Eleison. También vemos de este pasaje que en tiempos de San Gregorio existía el uso especialmente romano de la forma alternativa de Christe Eleison (desconocida en los ritos galicano y oriental). Parece inevitable conectar el Kyrie Eleison en la Misa Romana con una letanía original. Su lugar corresponde exactamente a donde ocurre como parte de una letanía en la Liturgia Sirio-Bizantina; aun es cantado siempre al inicio de las letanías en el Rito Romano también, y San Gregorio se refiere a "algunas cosas usualmente dichas" en conexión con él. ¿Cuáles pueden ser esas cosas sino cláusulas de una letanía, cantada, como en Oriente, por un diácono? Adicionalmente hay aun ciertos casos en el Rito Romano, obviamente de una naturaleza arcaica, donde una letanía ocurre en el lugar del Kyrie. Así la última cláusula (Kyrie Eleison, repetido tres veces; Christe Eleison, repetido tres veces; Kyrie Eleison, repetido tres veces) es cantada a medida que el celebrante dice las primeras oraciones de la Misa, y corresponden en cada caso a nuestro usual Kyrie. Así también en las ordenaciones de la Letanía es cantado hacia el inicio de la Misa. En esta conexión puede notarse que hacia fines de la Edad Media el Kyrie de la Misa era excluido cuando justo había sido cantado en una Letanía antes de la Misa, como en los días de Súplica (e.g. Ordo Rom., XI, lxii). Podemos suponer entonces, que en algún tiempo la Misa Romana comenzaba (después del Introito) con una letanía de peticiones generales muy parecida en naturaleza a la tercera parte de nuestra Letanía de los Santos. Esto correspondería exactamente a nuestra gran Synapte en el Rito Sirio. De lo que hemos dicho, solamente concluimos que la respuesta del pueblo era en latín -el Miserere Domine" de Etheria, o "te rogamus, audi nos", o alguna de tales formas. Alrededor del siglo V el Kyrie Eleison griego fue adoptado por Occidente, y en Roma con la forma alternativa Christe Eleison. Éste era cantado, no como en Oriente sólo por el pueblo, sino alternadamente por los cantores y el pueblo. Desplazó así a las exclamaciones latinas más antiguas y eventualmente permaneció solo como el único vestigio de la antigua letanía.

El primer Ordo Romano (siglos VI-VII) no describe todavía un número fijo de Kyries cantados en lo que aun es su lugar en la Misa: "El coro [schola, coro] habiendo terminado la Antífona [el Introito] comienza el Kyrie Eleison. Pero el líder del coro mira al Pontífice, que debería darle una señal si desea cambiar el número de la letanía" (Ordo Rom.primus", ed.Atchley, London, 1905, p.130). En el "Ordo de St.Amand", escrito en el siglo VIII y publicado por Duchesne en sus "Ori- gines du culte" (p.442), tenemos ya nuestro número de invocaciones: "Cuando el coro ha terminado la Antífona, el Pontífice hace una seña de que debería decirse el Kyrie Eleison. Y el coro lo dice [dicit siempre se refiere al canto en el latín litúrgico; cf. las rúbricas del Misal actual: "dicit cantando vel legendo" antes del Padrenuestro] y los Regionarii que permanecen al pie del ambón lo repiten. Cuando lo han repetido por tercera vez, el Pontífice de nuevo indica que el Christae [sic] Eleison debe decirse. Y cuando lo han completado nueve veces, él indica que deben detenerse". Así tenemos, al menos desde el siglo VIII, nuestra práctica actual de cantar inmediatamente después del Introito tres veces el Kyrie Eleison, tres veces el Christae Eleison, tres veces el Kyrie Eleison, haciendo nueve invocaciones en total. Obviamente el primer grupo está dirigido a Dios Padre, el segundo a Dios Hijo, y el tercero a Dios Espíritu Santo. Los comentadores medievales eran propensos a conectar la invocación nónuple con los nueve coros de ángeles (Durandus, "Ra tionale", IV, xii). Desde una época muy temprana la solemnidad del Kyrie estuvo marcada por un largo y ornado canto. En los ritos Orientales, también, siempre es cantado con largos neumas . Es aun el más elaborado de todas nuestras melodías de canto llano. En la Edad Media el Kyrie era acompañado con otras palabras para rellenar los largos neumas. Los nombres de los diversos Kyries en el Gradual Vaticano (por ejemplo, el Kyrie Cunctipotens genitor Deus del siglo X, el Kyrie magnae Deus potentiae del siglo XIII, etc.) son todavía vestigios de esto. Como un ejemplo de estos innumerables y a menudo largos acompañamientos, éste comparativamente breve del Sacro Misal [el original dice Sarum Missal, pienso que quisieron poner Sacrum Missal] puede servir:

Kyrie, rex genitor ingenite, vera essentia, eleyson.
Kyrie, luminis fons rerumque conditor, eleyson.
Kyrie, qui nos tuæ imaginis signasti specie, eleyson.
Christe, Dei forma humana particeps, eleyson.
Christe, lux oriens per quem sunt omnia, eleyson.
Christe, qui perfecta es sapientia, eleyson.
Kyrie, spiritus vivifice, vitæ vis, eleyson.
Kyrie, utriqusque vapor in quo cuncta, eleyson.
Kyrie, expurgator scelerum et largitor gratitæ; quæsumus propter nostrasoffensas noli nos relinquere, O consolator dolentis animæ, eleyson (ed. Burntisland, 929).

[Señor, Rey y Padre no engendrado, Verdadera Esencia de Dios, ten piedad de nosotros.
Señor, fuente de luz y Creador de todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Señor, Tú que nos has marcado con el sello de Tu imagen, ten piedad de nosotros.
Cristo, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, ten piedad de nosotros.
Cristo, Sol Naciente, a través de quien son todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Cristo, Perfección de la Sabiduría, ten piedad de nosotros.
Señor, Espíritu vivificador y poder de vida, ten piedad de nosotros.
Señor, Aliento del Padre y el Hijo, en Quien son todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Señor, Purificador del pecado y Limosnero de la Gracia, te rogamos no nos abandones a causa de nuestros pecados, Consolador del alma adolorida, ten piedad de nosotros.].

Nótese la mayor longitud del último acompañamiento para ajustarlo a los neumas del último Kyrie, el cual siempre es más largo. Algunas veces las palabras esenciales están revueltas en el acompañamiento en una muy curiosa mezcla de latín y griego: "Conditor Kyrie onmium ymas creaturarum eleyson" (Ib., 932*). El Misal Reformado del Papa Pío V felizmente ha abolido éstos y todos los demás acompañamientos del texto litúrgico.

En el Rito Romano

En la Misa, los tres grupos de invocaciones son cantados por el coro inmediatamente después del Introito. Forman los inicios de la parte del coro del Ordinario. Una multitud de Misas de canto llano son proporcionadas en el Gradual, cada una caracterizada y nombrada a partir del Kyrie con el cual comienza. Aunque cada Misa está designada para cada ocasión (e.g., para fiestas solemnes, dobles, Misas de la Bendita Virgen María, etc.) no hay una ley contra usarlas sin consideración a este ordenamiento. Adicionalmente, excepto en fiestas, que mantienen sus cantos muy simples, las diversas partes (Kyrie, Gloria, etc.) de diferentes Misas pueden combinarse (véase rúbrica luego del cuarto Credo en el "Gradual" Vaticano). La nueva edición vaticana también proporciona una serie de otros cantos, incluyendo once Kyries, ad libitum . El Kyrie Eleison (como todo el Ordinario y el propio del coro) puede también ser cantado dado que la música no vaya contra las reglas del "Motu proprio" del Papa San Pío X sobre música sacra (22-Nov-1903). Mientras tanto, el celebrante, habiendo inciensado el altar y leído el Introito en el lado de la Epístola, con las manos juntas dice el Kyrie alternadamente con el diácono, subdiácono y servidores circundantes. En la Misa rezada el celebrantes después del Introito viene a la mitad del altar y allí dice el Kyrie alternadamente con el servidor ("Ritus celebr." en el Misal, iv, 2, 7). El Kyrie es dicho de ese modo en cada Misa con la excepción del Sábado de Gloria y también en la Misa de Vísperas de Pentecostés en la cual las profecías y la letanía son cantadas. En estas ocasiones los cantores terminan la letanía cantando las nueve invocaciones del Kyrie. Después de las oraciones al pie del altar, el celebrante se pone de pie e inciensa el altar, y entonces al mismo tiempo entona el Gloria. Pero debería decir primero el Kyrie en voz baja para sí mismo. Aparte de la Misa, el Kyrie aparece repetidamente en otros oficios del Rito Romano, siempre en la forma Kyrie Eleison, Christe Eleison, Kyrie Eleison (cada invocación una sola vez). Inicia las preces feriales en Laudes, Tercia, Sexta, Nona y Vísperas; comienza las preces en Prima y en Completas. Es cantado después del Responsorium en funerales, dicho en bodas y en muchas otras ocasiones para bendiciones y consagraciones. En estos casos generalmente precede al Padrenuestro. También inicia y termina la Letanía de los Santos. Como imitación de esto, siempre es colocado al inicio de otras varias letanías privadas que son imitaciones de la oficial.

En Otros Ritos

En primer lugar, la invocación Christe Eleison es puramente romana. Con una excepción, obvia-mente una interpolación romana en el Rito Mozárabe, no ocurre en ningún otro uso. Los usos locales medievales lo tienen, por supuesto; pero son sólo ligeras modificaciones locales del Rito Romano, no realmente ritos diferentes. En la Misa Galicana, como es descrita por Germanus de París, tres muchachos cantan el Kyrie Eleison tres veces después del Trisagio que sigue a la Antífona en la entrada, luego sigue el Benedictus. Estos cantos representan el inicio de la Misa (Duchesne, "Origines du Culte", pp.182-83). Después del Evangelio y la Homilía viene una letanía cantada por el diácono como la synaptai siria y bizantina. El pueblo responde en latín: Precamur te Domine, miserere; pero al final vienen tres Kyrie Eleison. El Rito Milanés muestra su origen galicano por su uso del Kyrie. Aquí también, la forma siempre es Kyrie Eleison tres veces (nunca Christe Eleison). Ocurre después del Gloria, que ha reemplazado el antiguo Trisagio, después del Evangelio, donde estaba la Letanía Galicana y después la Postcomunión, siempre dicha solamente por el celebrante. También ocurre a través de todos las dependencias milanesas, más o menos como en Roma, pero siempre en la forma de Kyrie Eleison tres veces. La Liturgia Mozárabe no conoce la forma en absoluto, excepto en un caso aislado. En la Misa de Difuntos, después de cantar el llamado Sacrificium (correspondiente al Ofertorio Romano) el celebrante dice Kyrie Eleison, y el coro responde Christe Eleison, Kyrie Eleison ("Missale mixtum" en P.L., LXXXV, 1014, 1018, 1021, 1024, etc. - las diversas Misas para Difuntos). Ésta es obviamente una interpolación romana.

Todos los ritos Orientales usan la forma Kyrie Eleison constantemente. Es la respuesta usual de la gente del coro a cada cláusula de las diversas letanías cantadas por el diácono a través de todo el servicio (variado, sin embargo, por el paraschou Kyrie y por una o dos jaculatorias similares). También ocurre muchas otras veces, por ejemplo, en el Rito Antioqueno que es cantado doce veces, en Alejandría tres veces justo antes de la Comunión. En el Rito Bizantino viene una y otra vez, casi siempre en la forma triple, entre la Troparia y las otras oraciones dichas por diversas gentes a lo largo del Oficio también como en la Liturgia. Un lugar conspicuo de este rito es la despedida (Brightman, 397). En general puede decirse que ocurre más frecuentemente en la familia Sirio-Bizantina de Liturgias. En las liturgias siríacas es dicho en griego, escrito con caracteres siríacos Kurillison, así también en las liturgias coptas (en caracteres griegos, por supuesto -casi todo el alfabeto copto es griego); y en el Rito Abisinio es escrito como Kiralayeson. Los Nestorianos lo traducen al siríaco y los Armenios al idioma armenio. Todas las versiones del Rito Bizantino utilizado por las diversas Iglesias Ortodoxas o Católicas Orientales (Antiguo Eslavónico, Arabe, Rumano, etc.) también traducen Kyrie eleison.


ADRIAN FORTESCUE
Transcrito por Christine J. Murray
Traducido por Eduardo Torres