Escuela Cínica de Filosofía
EnciCato
La escuela cínica, fundada en Atenas alrededor del 400 a.C., continuó en
existencia hasta el 200 a.C. aproximadamente. Se formó a partir de la doctrina
ética de Sócrates acerca de la necesidad de moderación y negación de uno mismo,
y combinó este elemento ético con los métodos dialéctico y retórico de los
eleáticos y los sofistas. Los usos primitivos de estas influencias, sin embargo,
fueron desvirtuados; la ética socrática fue interpretada por los cínicos como un
tosco y hasta vulgar desprecio del conocimiento, refinamiento y convenciones
sociales, mientras que los métodos de los eleáticos y los sofistas se
transformaron en manos de los cínicos en un instrumento de disputa (método
erístico) más que en un medio de alcanzar la verdad. El menosprecio cínico de la
afectación y las convenciones de la sociedad refinada se alude como explicación
del nombre perros (kúnes), con el cual se designó a los primeros representantes
de la escuela; si bien, según algunos entendidos, la denominación cínico
proviene del hecho de que aquellos acostumbraban reunirse en el gimnasio de
Cinosargo.
El fundador de la escuela fue Antístenes, un ateniense nacido aproximadamente en
el 436 a.C., y discípulo de Sócrates. Los más conocidos de sus seguidores son
Diógenes de Sínope, Crates, Menedemo y Menipo. El mismo Antístenes parece haber
sido un pensador serio y un hábil escritor. En su teoría del conocimiento
defendió el sensualismo individualista en oposición a la teoría de las ideas
intelectualista de Platón; es decir, enseñó que solo existe el individuo que
percibe por los sentidos y que no hay objetos universales de conocimiento. En
ética, sostuvo que la virtud es el único bien, y que el placer es siempre y en
toda circunstancia un mal. El dominio de uno mismo, decía, es la esencia de la
virtud, y el sabio aprenderá por sobre todas las cosas a despreciar las
necesidades materiales y las comodidades artificiales en que los hombres
mundanos hallan felicidad.
Diógenes, llamado generalmente "Diógenes el Cínico", es una de las figuras más
notables en la historia griega; al menos, su personalidad con sus
excentricidades, su humor basto, su originalidad y su desafío de los lugares
comunes ha atraído contundentemente la imaginación popular. Su encuentro con
Alejandro, cuya versión más simple se encuentra en Plutarco, fue en gran medida
exagerado por la tradición posterior. Los seguidores de Diógenes, en especial
Crates, Manedemo y Menipo, imitaron todas sus excentricidades, exagerando de tal
modo los elementos antisociales del sistema cínico que la escuela finalmente
sucumbió en el descrédito. Con todo, hubo constituyentes de la filosofía cínica,
principalmente el elemento ético, que luego se convirtieron en una fuente de
genuina inspiración en la escuela estoica. Aquel elemento, en combinación con la
idea estoica más abierta de la utilidad del cultivo intelectual y el concepto
estoico más civilizado del campo de la discusión lógica, reapareció en la
filosofía de Zenón y Cleantes, y fue la doctrina ética central del último gran
sistema filosófico de Grecia.
WILLIAM TURNER
Transcrito por Rick McCarty
Traducido por Emilce S. Fékete