Cristóbal Colón
EnciCato
(Italiano.- CRISTOFORO COLOMBO)
Nació en Génova o en territorio Genovés, probablemente en 1451; murió en
Valladolid, España el 20 de Mayo de 1506. Su familia era respetable, pero de
medios limitados, así que la educación primaria de Colón fue deficiente. Hasta
su llegada a España (1485) solo una fecha ha sido preservada. Su hijo Fernando
citando de los escritos de su padre dice que en Febrero de 1467, navegó los
mares alrededor de "Tile" (probablemente Islandia). Colón mismo en una carta al
Rey Fernando dice que empezó a navegar a la edad de 14 años, aún cuando en el
diario de su primer travesía (ya no en vida), en 1493, dijo haber estado en el
mar treinta y tres años, lo cual hubiera tenido 19 años cuando primero llegó a
ser un marinero.
La edad temprana a la que empezó su carrera como marino no es sorprendente para
un nativo de Génova, ya que el Genovés fue el mas emprendedor y temerario hombre
de mar. Colón dijo en sus primeros días haber sido un corsario, especialmente en
la guerra contra los Moros, ellos mismos unos piratas inmisericordes. También
supuso haber navegado tan lejos al Sur como la costa de Guinea antes que tuviera
16 años de edad. Cierto es que mientras muy joven llegó a ser un completo y
práctico navegante, y adquirió un claro conocimiento de astronomía. También
logró un amplio conocimiento en trabajos sobre cosmografía tal como Ptolomeo e "Imago
Mundi" del Cardenal d ´Ailly, además entra en comunicación con los cosmógrafos
de su tiempo. El fragmento de un tratado escrito por él y llamado por su hijo
Fernando "Las Cinco Zonas Habitables de la Tierra" muestra un grado de
información poco usual para un marino de sus días. Como en el caso de los mas de
los documentos relatando la vida de Colón la autenticidad de las cartas escritas
en 1474 por Paolo Toscanelli, un físico afamado de Florencia, para Colón y un
miembro de la familia del Rey Alfonso V de Portugal, ha sido atacado sobre la
base de la juventud de Colón, sin embargo ellos muestran señales de
autenticidad. Las experiencias e investigaciones mencionadas ajustan
satisfactoriamente con los logros subsecuentes de Colón. Por lo demás, la parte
primaria de la vida de Colón está vinculada con incidentes, los mas de los
cuales son sin apoyo de evidencia, aunque del todo posible. Su matrimonio
alrededor de 1475 con una dama Portuguesa cuyo nombre es citado algunas veces
como Doña Felipa Moniz y a veces como Doña Felipa Perestrella parece evidente.
Colón parece haber llegado a Portugal alrededor de 1471 aún cuando 1474 es
también mencionado y soportado por cierta indicaciones. Vanamente trató de
obtener el apoyo del Rey de Portugal para su proyecto de descubrir el lejano
oriente navegando al poniente, un proyecto tentativo y siendo sugerido por su
hermano Bartolomé, quien dijo haber estado devengando su existencia en Lisboa a
través del diseño de cartas de navegación. Colón fue a España en 1485, y
probablemente la primera ayuda que obtuvo allá fue del duque de Medina Céli, Don
Luis de la Cerda, para quien realizó algunos servicios que le aportaron una
compensación de 3000 maravedíes en Mayo de 1487. Vivió cerca de dos años en la
casa del duque e hizo esfuerzos sin éxito para interesarlo en su proyecto de
exploración marítima. Sus intentos para obtener la ayuda del duque de Medina
Sidonia fueron igualmente improductivos de resultados. No atribuye la culpa a la
nobleza por declinar al compromiso de una empresa que sólo gobernantes de
naciones podrían propiamente llevar a cabo.
Entre 1485 y 1488 Colón empezó sus relaciones con Doña Beatriz Enriquez de Arana
o Harana, de una buena familia de la ciudad de Córdova, del cual nació su muy
amado hijo Fernando, junto a Cristóbal y su hermano Bartolomé el mas talentoso
de los Colón.
A finales de 1485 o principios de 1486, Colón apareció dos veces ante la Corte
para presentar sus planes y mientras el duque de Medina Céli pudo haberlo
ayudado en algún punto, el principal apoyo vino del tesorero real, Alonzo de
Quintanilla, Fray Antonio de Marchena (confundido por Irving con el Padre Perez
de la Rábida), y Diego de Deza, Obispo de Placencia. Colón mismo declaró que
estos dos sacerdotes fueron siempre sus fieles amigos. Marchena también obtuvo
para él la valiosa simpatía del Cardenal González de Mendoza. A través de la
influencia de éstos hombres el Gobierno ordenó una asamblea o comisión de
eclesiásticos que se encontraron en Salamanca a fines de 1486 o principios de
1487, en el Convento Dominicano de San Esteban para investigar el proyecto, el
cual finalmente rechazaron. La comisión no tuvo contacto con la famosa
Universidad de Salamanca, pero fue bajo la guía del prior de Prado. Parece ser
que Colón dio solamente información limitada e insatisfactoria a la comisión,
probablemente por el temor a que pudieran hacer uso impropio de sus ideas y así
fuera robado de la gloria y ventajas que esperaba obtener de sus propuestas. El
prior de Prado era un Jerónimo, mientras Colón estaba bajo la especial
protección de los Dominicanos. Entre sus primeros amigos en España estaba Luis
de Santangel, a quien Irving llama "recibidor de las rentas públicas
eclesiásticas de Aragón", y quien después adelantó a la reina los fondos
necesarios para el primer viaje.
Si Santangel fue recibidor de las rentas de la iglesia y probablemente tesorero
y administrador, fue la Iglesia que aportó los medios (17000 ducados) para el
primer viaje del almirante.
Sería injusto censurar al Rey Fernando por declinar las propuestas de Colón
después del adverso reporte de la comisión de Salamanca, el cual estuvo basado
sobre objeciones indecisas de Séneca y Tolomeo en vez de la opinión de San
Agustín en el "De Civitate Dei". El Rey estuvo entonces preparando negociar el
golpe final a la dominación Morisca en España después de la pugna de siete
siglos, y sus recursos financieros fueron gravados a lo último. Por otra parte
él no fue llevado fácilmente por el entusiasmo y, aún cuando nosotros
reconocemos ahora el valor práctico de los planes de Colón, en el final del
siglo quince pareciera dudoso decir al menos, para un gobernante sereno y
acostumbrado a atender primero las necesidades inmediatas. El quebrantamiento
del poder Morisco en la península fue entonces de mayor momento que indagar
tierras distantes para lo cual además, no habían los medios en el tesoro real.
Bajo éstas condiciones Colón siempre en finanzas estrechas él mismo y apoyado
por la liberalidad de amigos, hizo memoria de los gobernantes de Francia e
Inglaterra. En 1488 su hermano Bartolomé, tan fiel como sagaz trató de inducir
uno u lo otro de ellos para aceptar los planes de Cristóbal, pero falló. La idea
fue demasiado moderna para excitar a uno u otro. Enrique VII de Inglaterra fue
demasiado precavido para tomar en consideración propuestas de un navegante
comparativamente desconocido de una nación extranjera, y Carlos VIII de Francia
estuvo demasiado involucrado en el asunto italiano. La perspectiva fue
desalentada. A pesar de eso Colón con la asistencia de sus amigos, concluyó
hacer otro intento en España. Marchó a la Corte de nuevo en 1491, llevando con
él a su hijo Diego. La Corte estando entonces en campamento frente a Granada, la
última fortificación Morisca, el tiempo no pudo haber sido tan inoportuno. Otra
asamblea fue llamada ante Granada mientras el cerco continuaba, pero la comisión
de nuevo reportó desfavorable. Esto no es sorprendente, ya que Fernando de
Aragón no podía comprometerse en proyectos que pudieran involucrar un gran
dispendio, y desviar su atención de los momentos fuertes en que estaba ocupado.
Colón siempre dirigió su propuesta al rey y como todavía la reina no había
tomado nota oficial de ello, ya que ella era también corazón y alma en la
empresa destinada a restaurar España totalmente al reinado cristiano.
La asamblea ante Granada tomó lugar hacia finales de 1491, y su decisión fue tal
golpe a Colón que salió de la Corte y se retiró lejos con su hijo. Antes de
salir, sin embargo atestiguó la caída de Granada el 2 de Enero de 1492. Su
intención fue regresar a Córdova y luego tal vez, ir a Francia. Caminando y
reducido casi a la pobreza absoluta, llegó al Convento Dominicano de la Rábida
probablemente en Enero de 1492. El Prior era el Padre Juan Pérez, confesor de la
reina, frecuentemente confundido con Fray Antonio Marchena por historiadores del
siglo diez y nueve quien también erróneamente colocan el arribo de Colón a la
Rábida en la parte inicial de su permanencia en España. Colón suplicó al fraile
actuar como portero para dejar a su hijo descansar en el Convento durante la
noche. Mientras él estaba alegando su causa el prior estaba de pie próximo y
escuchando. Algo descubrió en él en la apariencia de este hombre, con un acento
extranjero quien parecía ser superior a su condición actual. Después de
proporcionar sus necesidades inmediatas el Padre Pérez lo llevó a su celda,
donde Colón platicó a él todas sus aspiraciones y esperanzas marchitas. El
resultado fue que Colón y su hijo permanecieron en el Convento como invitados y
el Padre Pérez salió de prisa a Sta. Fe cerca de Granada con el propósito de
inducir a la reina a tomar un interés personal en la empresa propuesta por el
navegante Italiano. Las circunstancias habían cambiado con la caída de Granada,
y la súplica del Dominicano fue favorablemente recibida por Isabel quien a su
vez influyó en su esposo. Colón fue llamado a la Corte una vez más, y le fueron
asignados 20,000 maravedíes de los recursos privados de la reina que podía
presentar en condición adecuada ante el monarca. Algunos historiadores aseguran
que Luis de Santangel influyó en la reina para abrasar la causa de colón, pero
el crédito parece un poco pertenecer al prior de la Rábida. El camino había
estado bien preparado por los otros amigos resueltos de Colón, nada difícil
entre otros el Cardenal Mendoza. En todos los eventos de negociaciones
progresaron tan rápidamente que el 17 de Abril el primer acuerdo fue firmado con
la Corona, y el 30 de Abril el segundo. Ambos mostraron una imprudente
liberalidad por parte de los Monarcas quienes hicieron el mas alto oficio en lo
que fue por mucho tiempo la herencia de las Indias Occidentales en la familia de
Colón. Las preparaciones empezaron inmediatamente por el equipo de la
expedición. La flota con la que Colón emprendió su primer viaje consistió de
tres embarcaciones--- La Santa María, completamente ataviada, la cual portaba
encima la bandera de Colón como almirante, La Pinta y La Niña, ambas carabelas,
es decir, no ataviadas, con camarotes y castillos de proa. Estas tres naves
transportaban en total 120 hombres. Dos marinos de reputación, Martín Alonso
Pinzón y su hermano Vicente Yañez Pinzón, residentes acomodados de la Capitanía
de Palos, el primero de la Pinta, el segundo de la Niña, y pilotos
experimentados fueron colocados en ambas naves. Antes de salir Colón recibió los
Sacramentos de la Penitencia y Sagrada Eucaristía, de las manos (estaba
establecido) del Padre Juan Pérez, los oficiales y tripulantes de la pequeña
flota siguieron su ejemplo.
El 3 de Agosto de 1492, la gente de Palos con gran corazón vieron salir en ellos
una expedición de muchos temerarios. Las Casas demanda haber usado el Diario del
primer viaje de Colón, pero admite que hizo una copia resumida de el. Qué y
cuanto omitió, por supuesto no se supo, pero es bueno llevar en mente que el
diario, como se publicó no es el original en su totalidad. Las embarcaciones se
aproximaron a las Canarias, y luego continuaron su ruta. Las condiciones eran
bastante favorables. Escasamente un viento encrespaba las aguas del océano. El
dramático incidente del amotinamiento, en el cual el desaliento de la
tripulación se dijo haber terminado antes que la tierra fuera descubierta, fue
puro invento. Parece ser cierto que hubo disgusto y queja en el suspenso para
llegar a tierra, pero no se mencionan actos de insubordinación ya sea por Colón,
su comentador Las Casas o por su hijo Fernando. Tal vez el mas importante evento
durante el viaje fue la observación del 17 de Septiembre por el mismo Colón de
la desviación de la aguja magnética, lo que atribuye Las Casas a un movimiento
de la estrella polar. El mismo autor insinúa que los diarios distintos fueron
guardados en secreto por el almirante, "porque siempre representó (aparentó) a
la gente que estaba haciendo poco avance para que el viaje no pareciera largo
para ellos, así que guardó en secreto un registro para dos rutas, la mas corta
era una ficticia, y la mas larga la verdadera". Debió por tanto ya sea haber
guardado dos cuadernos de bitácoras, o haber hecho dos anotaciones en el mismo
cuaderno. De cualquier manera Las Casas parece haber tenido a su cargo ambos
juegos de datos, desde que da con ellos casi día con día. Esta medida preventiva
indica que Colón receló insubordinación y aún sublevarse por parte de la
tripulación, pero no hay evidencia que algún amotinamiento estalló realmente.
Finalmente a las 10 en punto de la noche del 11 de Octubre, Colón mismo describe
una luz que indicaba tierra y fue tan reconocida por la tripulación de su
embarcación. Reapareció varias veces, y Colón se sintió seguro que las playas
tan ansiosamente esperadas estaban próximas. A las 2 de la madrugada del 12 de
Octubre la tierra fue vista plenamente por uno de la tripulación de la Pinta, y
en la mañana Colón desembarcó sobre lo que es ahora llamado Isla Watling en el
grupo de las Bahamas, Indias Occidentales.
Los descubridores la llamaron la Isla de San Salvador. Los Indios residentes
pertenecieron a la raza diseminada de los Arawakas y dijeron haberle llamado la
Isla Guanahani, inmediatamente después que Colón desembarca toma posesión de la
Isla para la soberanía Española.
Los resultados del primer viaje, además del descubrimiento del que el almirante
consideró como estar mas cercano a la India y China, puede ser resumido como
sigue:- Reconocimiento parcial de las Bahamas, descubrimiento y exploración de
una parte de Cuba, y el establecimiento de una Colónia Española sobre la costa
de lo que es ahora la Isla de Haití o Santo Domingo. A Cuba Colón la llamó Juana
y a Santo Domingo, Española.
Fue sobre la costa Noreste de la gran Isla de Santo Domingo que Colón se
encontró con el único contratiempo serio del viaje. Habiendo establecido el
núcleo de la primera Colónia Española permanente en las Indias, dejó cerca de
tres hombres para apoyarlo. La vecindad fue relativamente bien poblada por
nativos Arawakas como aquellos de las Bahamas, pero ligeramente mas avanzada en
cultura. Unos cuantos días previos a la fundación Martín Alonso Pinzón
desapareció con la carabela La Pinta la cual el capitaneó y sólo volvió a
reunirse al almirante el 6 de Enero de 1493, una acto, por decir el último de
desobediencia, sino de deslealtad. La primera Colónia fue oficialmente
establecida en el día de la Navidad de 1492, y por consecuencia bautizada "La
Navidad". En el mismo día la embarcación del almirante encalló. Fue una pérdida
total y Colón estuvo reducido por la ocasión a estar en La Niña ya que la Pinta
estuvo temporalmente desolada. Afortunadamente los nativos fueron amigables.
Después del aseguramiento, tan bien como él podía, la seguridad de la Colónia en
el establecimiento de relaciones amables con los Indios, Colón partió para
España, donde después de una alteración climatológica por una terrible tormenta
durante la cual estuvo de nuevo alejado de La Pinta, arribó a Palos el 15 de
Marzo de 1493.
Del diario mencionado nosotros aumentamos (que no está establecido en las cartas
de Colón) que mientras en el litoral Noreste de Santo Domingo (La Española) el
almirante "aprendió que detrás de la Isla Juana (Cuba) hacia el Sur hay otra
Isla grande en la cual hay mucho mas oro. Ellos llaman a esa isla Yamaye.... Y
que la Isla Española o la otra Isla Yamaye estaba cerca la tierra firme a diez
días de distancia por canoa, que podrían ser de sesenta a setenta leguas, y que
allá la gente andaba vestida. Yamaye es Jamaica, y la tierra firme aludida como
a sesenta o setenta leguas al sur (por sur se quiere decir oeste), o 150 a 175
millas inglesas (la legua en ese tiempo se contaba en cuatro millas de 3000 pies
españoles) eran ya sea Yucatán u Honduras. Por tanto el almirante llevó las
noticias de la existencia del Continente Americano a Europa a principios de
1493. Lo que el creyó que el continente era Asia Oriental no desacredita la
importancia de su información.
Colón había sido cuidadoso al cargar su embarcación con todo género de productos
de los países recién descubiertos y también llevó algunos de los nativos. Sea
que entre las muestras del reino vegetal, se incluía el tabaco, no es
determinado satisfactoriamente. Tampoco es cierto que cuando a su regreso él
mismo se presento a los monarcas de Barcelona, una imponente demostración
pública se llevó a cabo en su honor. Que fue recibido con la debida distinción
en la Corte y que mostró las pruebas de su descubrimiento no puede haber duda.
La mejor evidencia de la alta apreciación del Rey y la Reina de España es un
hecho que las prerrogativas concedidas a él fueron confirmadas, y todo lo
posible fue hecho para permitirle continuar sus exploraciones. El hecho que
Colón haya encontrado un país que aparentó ser rico en metales preciosos fue de
suma importancia. España era pobre, habiendo sido robada en épocas anteriores su
tesoro metálico por los Romanos. Como el oro era necesitado al descubrirse una
nueva fuente de ése metal precioso causó una impresión fuerte en la gente de
España, y era inevitable una tierra rica en las nuevas regiones.
Colón empezó su segundo viaje a las Indias desde Cádiz, el 25 de Septiembre de
1493, con tres grandes embarcaciones y trece carabelas, llevando por todo cerca
de 1500 hombres. En su primer viaje, él había escuchado acerca de otras islas
mas pequeñas establecidas a alguna distancia al sur de la Española, y decía
estar habitadas por tribus feroces quienes tenían la ventaja sobre los Arawakas
de ser intrépidos corsarios, y quienes hicieron guerra constante a los
habitantes de las antillas mayores y las Bahamas, Llevándose cautivos a mujeres
y niños. Se creía que ellos practicaban el canibalismo. Estos eran los Caribes
(cuanto se quiera) y los reportes acerca de ellos eran verdaderos, ajeno de
algunas exageraciones y fábulas como la historia de las amazonas. Antes del
arribo de Colón los Caribes habían echado a los Arawakas hacia el norte, algunas
de las islas mas pequeñas y despobladas, y estuvieron enconadamente presionando
a la gente de la Española, parte de Cuba, Puerto Rico y aun Jamaica. Colón deseó
aprender mas acerca de éstas gentes. La condición de impotencia de los Arawakas
lo hizo a él mas impaciente a protegerlos contra sus enemigos. La primer tierra
vista el 3 de Noviembre, fue la isla ahora conocida como Dominicana, y casi al
mismo tiempo fue descubierta María Galante. Geográficamente el resultado del
segundo viaje fue de las Islas Caribe (incluyendo las antillas Francesas),
Jamaica y grupos menores. Colón había obtenido evidente conclusión de las
costumbres de ferocidad de los Caribes, observando en ellos como peligrosos para
las fundaciones que propuso hacer entre los Arawakas y como obstáculos a la
Cristianización y civilización de ésas islas. Lo posterior que intentó hacer uso
de mano de obra, pues pronto se dio cuenta que si alguna vez venían pobladores
Europeos serían demasiado pocos en número y demasiado nuevos al clima para tomar
ventaja de los recursos de la Isla.. Los Caribes le propusieron convertirse
temporalmente, pero por el momento ellos debían ser considerados como enemigos,
y de acuerdo a las costumbres de su época, sus aprehensores tenían el derecho de
someterlos a ellos a la esclavitud. Los Arawakas tuvieron que ser tratados de
manera conciliatoria, tanto como no mostraran enemistad abierta, antes de
tiempo, sin embargo, hubo un cambio en estas relaciones.
Después de una rápida supervivencia de Jamaica, Colón apresuró a la costa
Noreste de Haití, donde hubo establecido la Colónia de La Navidad. Para su
sorpresa el pequeño fuerte había desaparecido. Había por verse sólo ruinas arder
humeando y algunos cadáveres que fueron identificados como Españoles. Los
nativos anteriormente tan amigables, eran tímidos, y hasta siendo cuestionados
fueran ya sea mudos o contradictorios en sus respuestas. Fue finalmente
descubierto que otra tribu mas alejada del país y hostil a aquellos en la costa
habían caído hasta el fuerte, matando a los mas de los residentes, e incendiando
la mayoría de los edificios. Aquellos que escaparon habían sucumbido en su
carrera. Pero también sucedió que la gente misma de la costa había tomado parte
en la matanza. Colón mientras aparentemente en buenos términos con ellos estuvo
en su custodia y a consecuencia de la antipatía de su gente para un lugar donde
sólo habían sobrevivido al desastre, se mudaron a alguna distancia mas lejos al
Este y establecieron en la costa la mas grande Colónización de Isabel. Estos
quedaron a diez leguas al Este de Cabo Monte Cristo, donde aún pueden ser vistas
todavía las ruinas.
La existencia de oro en Haití, habiendo sido demostrado ampliamente en el primer
viaje, Colón empezó una investigación diligente para lugares donde podía ser
encontrado. Las brujerías de oro usadas por los Indios fueron lavamientos o
lavados de oro, pero también se hace mención, sobre el primer viaje, de rocas de
cuarzo conteniendo el metal precioso. Pero es probable que el mineral amarillo
fuera marcasita, probablemente aurífero pero, en el estado atrasado de la
metalurgia, sin valor en el tiempo. Poco después la Colónización fue hecha en
Isabel, los Colónos empezaron a quejarse que el mineral de opulencia de las
tierras recién descubiertas había sido ampliamente exagerado y una persona , que
acompañó la expedición como experto en metalurgia, reclamó que las grandes
pepitas conservadas por los nativos habían sido acumuladas en el transcurso de
un período largo de tiempo. Esta muy sensible suposición fue criticada
injustamente por Irving, desde el tiempo de Irving ha sido claramente probado
que piezas de metal de tamaño y forma poco usual eran a menudo conservadas por
generaciones por los Indios como fetiches.
Un factor muy importante que alborotó a los Españoles fue lo poco saludable del
clima. Los Colónizadores tuvieron que ir a través de un lento y casi proceso
fatal de aclimatación. Mismo Colón sufrió considerablemente de mala salud. De
nuevo la Isla no estaba bien surtida con alimento conveniente para los recién
llegados. La población, no obstante las exageraciones de Las Casas y otros,
estuvo esparcida. Isabel con sus 1500 inmigrantes Españoles fue ciertamente la
Colónia mas populosa. Al principio no había choque con los nativos pero partidas
enviadas por Colón al interior llegó al contacto con las tribus hostiles. Para
la protección de los Colónos Colón construyó en el interior un pequeño fuerte
llamado Santo Tomás. También envió productos de las Indias Occidentales y
algunos prisioneros Caribes de regreso a España en una embarcación bajo la
Capitanía de Antonio de Torres. Colón sugirió que los Caribes se vendieran como
esclavos para que ellos pudieran ser instruidos en la Fe Cristiana.
Esta sugerencia no fue aceptada por los monarcas Españoles, y los prisioneros
fueron tratados bondadosamente en España, como los amigables Arawakas quienes
habían sido enviados antes. El convenio de negocios sobre Española (Haití) no
era prometedor. En Isabel y en la costa había descontento contra el almirante,
en el cual el Benedictino Padre Buil (Boil) al que se le unieron otros
Sacerdotes, o que, al menos ellos no desaprobaron. En el país había problema con
los nativos. El comandante en Santo Tomas, Pedro Margarita, se le acusa
constantemente de crueldad a los Indios, pero el mismo Colón en acto
conmemorativo del 30 de Enero de 1494, comenta la conducta de ese oficial. Por
tanto, tuvo que enviarle refuerzos que fueron capitaneados por Alonzo de Ojeda.
Impacientemente continuó su teoría que las islas nuevamente descubiertas fueron
sino pilares distantes de Asia oriental y que futuras exploraciones pronto los
enviarían a la costa de China o de las Molucas, Colón, no obstante la condición
precaria de la Colónia, la dejó a cargo de su hermano Diego y cuatro consejeros
(uno de los cuales fue el Padre Buil), y con tres embarcaciones partió hacia
Cuba, descubrió la Isla de Pinos y varios grupos de pequeñas islas, e hizo el
circuito de Jamaica, desembarcando allá casi a diario. Cuando regresó a Isabel
(29 de septiembre de 1494), estuvo gravemente enfermo y en un estupor. Mientras
tanto su hermano Bartolomé había llegado de España con una pequeña flota y
abastecimientos. Demostró una auxiliar bienvenida al débil Diego, pero no pudo
prevenir problemas serios. Margarita, enojado por interferencia en su
administración en el país, regresó a la costa y allá se unió al Padre Buil y
otros inconformes, Ellos capturaron las tres carabelas que habían llegado bajo
el mando de Bartolomé Colón, y partieron en ellas para España para calmar el
Gobierno que consideraban el motivo de queja contra Colón y su administración.
Que fueron causa para queja no parecía haber duda, pero es casi imposible ahora
determinar quien tuvo la culpa, Colón o sus acusadores. El no era capaz
ciertamente como administrador como lo era de navegante. Además, tomando en
consideración las dificultades, la novedad de las condiciones y la clase de
hombres, Colón tuvo que manejar y colocarse enfrente de esto que él había ya
realizado en Haití, no hay demasiada razón para crítica. Los cargos de crueldad
contra los nativos están basados sobre bastante suspicacia de autoridad, Las
Casas siendo el principal motivo. Hubo errores y delitos en ambos lados, lo cual
sin embargo, podía no haber llevado hasta una crisis, no había contratiempo por
los Colónizadores enojados, quienes habían basado sus expectativas en los
reporte resplandecientes del mismo Colón, y dispusieron atribuir todos sus
problemas a sus oponentes.
Antes del retorno de Colón a Isabel, había repelido un intento de sorpresa de
los nativos a Santo Tomás. Por consiguiente los Indios de varias tribus del país
ahora formaron una confederación y amenazaron Isabel. Colón por lo tanto a su
regreso, con la ayuda de armas de fuego, diez y seis caballos y cerca de veinte
sabuesos, fácilmente disolvió la liga de los Indios. Ojeda capturó al líder y la
policía amablemente hasta ahora continuó alrededor de los nativos, fue
substituido por represión y castigo. De acuerdo a las costumbres de los tiempos,
los prisioneros de guerra fueron considerados como rebeldes, reducidos a
esclavos y quinientos de éstos fueron enviados a España para ser vendidos. Es
cierto que la condición de los Indios llegó a ser muy difícil después de eso
pues fueron forzados a labores no acostumbradas, y que sus cifras empezaron a
disminuir rápidamente. Que éstas medidas desagradables fueron autorizadas por
Colón no cabe la menor duda.
Mientras los monarcas Españoles en sus comunicaciones a Colón continuaron para
mostrar la misma confianza y amistad, ellos no podían ayudar oyendo las
acusaciones hechas contra él por el Padre Buil, Pedro Margarita y los otros
inconformes, hasta que regresaran a España. Estaba claro que había dos bandos
entre los Españoles en Haití, uno encabezado por el almirante, el otro compuesto
de tal vez una mayoría de los Colónos incluidos los eclesiásticos.
Continuaban los monarcas ordenando por carta a los Colónos obedecer a Colón en
todo y confirmada su autoridad y privilegios. Las incriminaciones, sin embargo
continuaban, y se hacían cargos de nepotismo y despojo en los supuestos
impuestos públicos reales. Había probablemente algún fundamento para estos
cargos, aunque también falta de representación premeditada. Incapaces de acertar
en la condición verdadera de los negocios, los soberanos decidieron finalmente
enviar a las Indias un comisionado especial para investigar y reportar. Esta
oportunidad recayó en Juan de Aguado quien fue con Colón en su primer viaje y
con quien siempre había estado en términos amigables. Aguado llegó a Isabel en
Octubre de 1495, mientras Colón estaba ausente en una jornada de exploración a
través de la Isla. Parece no haber ocurrido oposición entre Aguado y Bartolomé
Colón, quien estaba encargado de la Colónia durante la ausencia de su hermano,
mucho menos con el mismo almirante a su regreso mas tarde. Poco después,
reportes importantes de descubrimientos de oro vinieron de una cuarta parte de
la isla acompañada por muestras. La llegada de Aguado convenció a Colón de la
necesidad de su apariencia en España y que esos nuevos descubrimientos de oro
podrían afianzar su posición allá. Así que acondicionó dos embarcaciones, una
para el mismo y una para Aguado, colocando en ellas doscientos Colónos
insatisfechos, un jefe Indio cautivo (quien murió en el viaje), y treinta Indios
prisioneros y partió para España el 10 de Marzo de 1496, dejando a su hermano
Bartolomé en Isabel como gobernador temporal. Un tráfico entre España y las
Indias era ahora en intervalos casi regulares. Bartolomé estaba en comunicación
con la Madre Patria y era reconocido tácitamente como el substituto de su
hermano en el gobierno de las Indias. Colón llegó a Cádiz el 11 de Junio de
1496.
La historia de su desembarco es muy dramático. Se le reportó haber ido a tierra
ataviado en traje Franciscano y haber manifestado un desaliento el cual fue
inmerecido totalmente. Su salud, es cierto, fue grandemente perjudicada, y sus
compañeros las señales del gran sufrimiento físico. La impresión creada de su
apariencia fue por supuesto no favorable y se inclinó a confirmar los reportes
de los opositores de Colón acerca de la naturaleza del nuevo país, esto también
como los resultados frustrados de la búsqueda por metales preciosos no dejó de
tener su influencia.
Los monarcas vieron que los primeros reportes entusiasmados habían sido
exagerados y que la empresa posiblemente poco lucrativa en el extremo,
ocasionaría grandes gastos por algún tiempo mas. El Obispo Fonseca quien estaba
a la cabeza de los negocios Colóniales, urgió que debería ejercerse una gran
cautela. Lo que fue atribuido al Obispo Fonseca como celos fue solo el sincero
deseo de un funcionario honesto por conservar los intereses de la Corona, sin
obstaculizar el camino de un entusiasta pero genio algo visionario quien había
sido poco exitoso como administrador. Expresiones posteriores (1505) de Colón
indican que las relaciones personales para Fonseca estaban a la vez lejos de
pocos amigos. Pero el hecho que Colón había propuesto el avasallamiento de los
nativos Americanos y que realmente envió un número de ellos para España, habían
robado la simpatía de la reina hasta un cierto grado, y esto, debilitó su
posición en la corte.
Sin embargo, no fue difícil para Colón organizar una tercera expedición. Colón
inició su tercer viaje desde Sevilla con seis embarcaciones el 30 de Marzo de
1498. Dirigió su curso mas al Sur que antes, debido a que reportes de un gran
territorio localizado al Oeste y Sur de las Antillas y su creencia de que era el
Continente Asiático. Hizo escala en la Isla de Madeira y después en Gomera, una
de las Islas Canarias (cuanto se quiera), desde allí envió a Haití tres
embarcaciones. Navegando hacia el Sur, fue al Cabo Islas Verde, y volteando
desde allí casi poniente derecho, llegó el 31 de Julio de 1498, a vista de lo
que es ahora la Isla de Trinidad que fue llamada así por él. Opuesto, en el otro
lado de un canal caudaloso, se localizan las tierras bajas del Nordeste de Sud
América. Alarmado por la agitación causada por la confluencia de las aguas del
Orinoco (el cual desemboca a través de varios canales en el Atlántico opuesto a
Trinidad) con la Guayana común, Colón se mantuvo cerca al litoral Sureste de
Trinidad tan lejos como el extremo Sur-Oeste, donde encontró el agua aún mas
caudalosa. Por lo tanto, dio a ese lugar el nombre de Boca del Drago o Boca del
Dragón. Antes de arriesgarse dentro de las aguas agitadas, Colón cruzó al otro
lado y ancló. Estuvo bajo la impresión que esto era un isla, pero una gran
corriente de agua fresca le dio la evidencia de un continente.
Colón desembarcó, él y su tripulación, siendo éstos los primeros Europeos de
poner pie sobre terreno sudamericano. Los nativos fueron amigables y agradecidos
intercambiaban perlas por dijes Europeos. El descubrimiento de perlas en aguas
Americanas fue importante y muy bien venidas.
Unos pocos días después, el almirante, embarcado de nuevo, fue llevado por las
corrientes seguras a la Isla de Margarita, donde encontró los nativos pescando
perlas, de las cuales obtuvo tres bolsas en barata.
Algunas de las cartas de Colón relacionadas con su tercer viaje están escritas
en un tono de desaliento. Debido a su condición física, él contempló cosas con
un disgusto lejos de justificable. Y como ya se dijo, sus perspectivas de la
situación geográfica fueron algo fantásticas. El gran chorro contrario a
Trinidad el precisamente lo atribuyó al vaciamiento de un importante río
llegando del Oeste, un río, tan grande que sólo un continente podía ofrecer su
espacio. En esto estuvo correcto, pero en sus ojos, ese continente era Asia, y
las fuentes de ese río deben estar sobre el punto mas alto del globo. El estaba
ratificando ésta idea por su creencia que Trinidad estaba mas cercana al Ecuador
que actualmente lo es y que esa cercanía al Ecuador debería encontrarse el lugar
más alto del Globo Terráqueo . Pensó también que el nacimiento del Orinoco se
localiza en el Paraíso Terrenal y que el gran río fue una de las cuatro
corrientes que de acuerdo a la Biblia manaba del jardín del Edén. No tenía
conocimiento preciso de la forma de la tierra, y presumió que era en forma de
pera.
El 15 de Agosto, temiendo una falta de abastecimientos, y sufriendo severamente
de lo que sus biógrafos llaman Gota y de empeorar la vista, dejó sus nuevos
descubrimientos y navegó para Haití. En Agosto 19 observó ésa Isla algo distante
al Oeste donde la actual Capital de la República de Santo Domingo se localiza.
Durante su ausencia su hermano Bartolomé había abandonado Isabel y estableció su
oficina general en Santo Domingo, así llamada después por el Padre Domingo.
Durante la ausencia de Colón, eventos en Haití habían estado en alto grado de
satisfactorio. Su hermano Bartolomé quien era entonces conocido como el
adelantado, tuvo que contender contra varios ataques Indios, los cuales sometió
parcialmente por la fuerza, y parcialmente por ganar tiempo prudentemente. Estos
ataques fueron al menos en parte, debido a un cambio en la clase de Colónos por
quienes la Colónia fue reforzada.. El resultado de la primera Colónización lejos
de justificado las esperanzas campantes basadas en los reportes exagerados del
primer viaje, y el ir y venir de la opinión pública giró al extremo opuesto. El
clamor de la oposición a Colón en las Colónias y los reportes desanimados
ampliamente aumentados en España y los desengaños con las nuevas adquisiciones
territoriales. Que el clima no era saludable pareció probado por la apariencia
de Colón y sus compañeros a su regreso del segundo viaje. Por lo tanto nadie
estaba disponible a ir al nuevo país descubierto, y convictos, sospechosos y
caracteres dudosos en general quienes estaban agradecidos a escapar las reglas
de la justicia, fueron los únicos refuerzos que podían se obtenidos para la
Colónia Española. Como resultado hubo conflictos con los aborígenes, sedición en
la Colónia, y finalmente rebelión abierta contra la autoridad del adelantado y
su hermano Diego. Colón y sus hermanos eran Italianos, y este hecho revelado
contra ellos entre los inconformes y oficiales menores, pero eso influenciado en
los monarcas y en las autoridades de la Corte, es un cargo gratuito.
Tan pronto como ellos no tuvieron un líder común Bartolomé tuvo algo de temor de
los inconformes, quienes se separaron del resto de la Colónia y formaron una
comunidad aparte. Maltrataron a los Indios, causándoles problemas continuamente.
Sin embargo, pronto encontraron un líder en la persona de un Roldan, a quien el
almirante había confiado un cargo importante en la Colónia. Deben haber tenido
alguna razón para quejarse contra el gobierno de Bartolomé y Diego, mas Roldan
no podía tener tan aumentado el número de sus seguidores como para hacer él
mismo formidable a los hermanos, debilitando la autoridad de ellos en sus
propias oficinas generales y aún entre la guarnición de Santo Domingo. Bartolomé
fue forzado a comprometerse en términos desfavorables. Así cuando el almirante
llegó de España encontró a los Colónizadores españoles en Haití divididos en dos
bandos, el mas fuerte de los cuales, encabezados por Roldan, era hostil a su
autoridad. Ese Roldan era un hombre totalmente sin principios, pero enérgico y
sobre todo astuto e ingenioso, surgir del siguiente episodio.
Poco después del arribo de Colón la tres carabelas que había enviado desde
Gomera con provisiones y pertrechos golpeó la costa Haitiana donde Roldan se
había él mismo establecido. Lo siguiente significó a los comandantes de la
carabela que él estaba ahí por órdenes de Colón y fácilmente obtuvo de ellos
provisiones militares así como refuerzos en hombres.
A su arribo poco después a Santo Domingo las carabelas fueron regresadas a
España por Colón. Alarmado en la perspectiva de los negocios y su propia
importancia, informó a los monarcas de su situación crítica y pidió ayuda
inmediata. Entonces entró en negociaciones con Roldan. Lo posterior no sólo
mantuvo control completo en la Colónia la que él comandó, sino tuvo la simpatía
de los mas de los militares de las guarniciones que Colón y sus hermanos
relevaron casi tan bien como la mayoría de los Colónos. Como Colón y su hermano
pudieron haberse hecho ellos mismos tan impopulares se explica en varias formas.
Hubo ciertamente mucha maldad injustificable contra ellos, pero hubo también
causa legítima por el descontento, que fue altamente explotado por Roldan y sus
seguidores.
Estando él mismo casi sin fuerzas contra sus oponentes en la Isla, el almirante
se sometió a un arreglo. Roldan, finalmente impuso sus propias condiciones. Fue
reinstalado en su cargo y todos los ofensores fueron perdonados; y un número de
ellos regresó a Santo Domingo. Colón también exentó a muchas de las tribus
Indias del impuesto, pero para después apaciguar a aquellos amotinadores,
instituyó el sistema de repartimientos, por el cual no sólo concesiones de
tierra fueran hechas a los blancos, sino los Indios posesionados de las tierras
o viviendo en ellas, fueran siervos de por vida de los nuevos dueños, y una
completa potestad sobre vida y propiedad de éstos Indios, llegarían a estar en
posesión de los Colónizadores blancos. Esta medida tuvo el mas desastroso efecto
sobre los aborígenes, y Colón había severamente culpado por ello, pero él estaba
en tales aprietos que tuvo que ir a cualquier extremo para pacificar a sus
oponentes hasta recibir apoyo de España.
En la mitad del Año 1500 reinó aparentemente la paz en al Colónia, aunque en
gran manera a costa del prestigio y autoridad de Colón. Mientras tanto reportes
y acusaciones habían llegado a la corte de España, de ambas partes en Haití.
Constantemente llegó a ser mas evidente que Colón fuera no mas dueño de la
situación en las Indias, y que algunas medidas fueran necesarias para salvar la
situación. Podría decirse que la Corte tenía simplemente que apoyar a Colón
estuviera correcto o equivocado. Pero la Colónia del oeste Indio fue creciendo,
y sus Colónizadores tenían sus contactos y partidarios en España, quienes
reclamaban alguna atención y consideración prudente. El Clero quien estaba
consiente con las circunstancias a través de la experiencia personal por lo
actual de la situación, desaprobó el manejo de las negociaciones por Colón y sus
hermanos. El enojo de la Reina Isabel en el envío de Indios cautivos para venta
que como esclavos había en este tiempo sido apaciguado por una señal de la
costumbre entonces en boga de esclavizar rebeldes o prisioneros de guerra
entregados a las costumbres especialmente inhumanas, como fue el caso de los
Caribes.
Deseosos de ser justos los monarcas decidieron entonces enviar un oficial a
Haití para investigar y castigar a todos los ofensores. Este visitador fue
conferido con todo el mando, y era como tener la misma autoridad de los monarcas
mismos por el tiempo asignado, substituyendo al mismo Colón, aún cuando lo
siguiente fuera el Virrey de las Indias. La visita fue un modo de procedimiento
empleado por los monarcas Españoles para el ajuste de problemas críticos,
principalmente en las Colónias.
El visitador fue seleccionado sin considerar el rango del cargo, únicamente
desde el punto de vista de aptitud, y no rara vez su misión sería mantenida en
secreto del Virrey u otro alto oficial cuya conducta se le enviara a investigar;
existen indicaciones que algunas veces habían acumulado fuerza sobre vida y
muerte. Una visita era una medida bastante temerosa, y por muy buenas razones.
La investigación en las Indias occidentales no era llamada una visita a la vez,
pero como tal era un hecho.
El visitador escogido fue Francisco de Bobadilla, a quien ambos Las Casas y
Oviedo (amigos y admiradores de Colón) hablan en términos favorables. Sus
instrucciones fueron, como su cargo lo requería, amplias en sus facultades, por
supuesto, discrecional; no hay necesidad de suponer órdenes secretas y hostiles
a Colón para explicar qué sucedería después. El almirante fue instruido, en una
carta dirigida a él y entregada a Bobadilla, para transferir en lo siguiente, al
menos temporalmente, los fuertes y toda la propiedad pública de la Isla. No debe
ser anexado reproche a los monarcas por ésta medida. Después de una experiencia
de cinco años la capacidad administrativa de Colón había fallado para
acreditarla satisfactoria.
No obstante, el mando del Virrey había sido investido en él como un derecho
hereditario. Para continuar unido a ésa cláusula del contrato original era
impráctico, debido a que la Colónia rechazó hacer caso a Colón y sus
disposiciones. Por tanto la suspensión de autoridad de Colón por el Virrey fue
prolongada por tiempo indefinido, así que el cargo se redujo a un mero título y
finalmente cayó en desuso. La reducción de beneficios resultado de eso fue
comparativamente pequeño, ya que todas las utilidades procediendo de sus otros
títulos y prerrogativas fueron dejadas intactas. El cuento de haber sido
reducido a indigente es una obra sin fundamento.
Un hombre repentinamente investido con facultades poco usuales y discrecionales
está expuesto a ser conducido por el mal camino por circunstancias inexplicables
y tentado a ir a los extremos. Bobadilla tuvo un derecho a esperar obediencia
implícita por órdenes reales en la parte de todo y sobre todo de Colón como el
jefe servidor de la Corona.
Cuando en Agosto 24 de 1500, Bobadilla desembarcó en Santo Domingo y demandó de
Diego Colón cumplir con las órdenes reales, lo siguiente declinó obedecer hasta
ser instruido por el almirante quien entonces estaba ausente. Bobadilla,
posiblemente prevenido contra Colón y sus hermanos por reportes de otros y por
la escena de los cuerpos de Españoles suspendidos del patíbulo en vista completa
de la entrada, consideró el rechazo de Diego como un acto de directa
insubordinación.
La acción de Diego fue ciertamente imprudente y dio entrada a una suposición
para Colón y sus hermanos que se consideraban ellos mismos dueños del país. Esto
implicó rebelión y proporcionó un pretexto para Bobadilla para medidas
injustificablemente desagradables. Como visitador tuvo autoridad absoluta para
hacer como mejor pensara, especialmente contra los rebeldes, de quienes Colón
aparecía ante sus ojos como el jefe.
Pasados pocos días después del desembarque de Bobadilla, Diego y Bartolomé Colón
fueron puestos presos tras las rejas. El almirante mismo, quien regresó lo mas
rápido posible, compartió su destino con ellos, los tres hermanos fueron
separados y mantenidos en total confinamiento, pero podían escuchar desde sus
celdas las maldiciones de la gente contra su gobierno. Bobadilla los acusó con
ser sujetos insubordinados y apoderarse de propiedades privadas para pagar sus
deudas personales, él liberó prisioneros, redujo o abolió impuestos, en suma
hizo todo lo que pudo para colocar el nuevo orden de las cosas en contraste
propicio al gobierno anterior. No se dio explicación a Colón por el tratamiento
desagradable al cual fue sujeto, para un visitador había que rendir cuentas solo
al Rey o de acuerdo a sus órdenes especiales. A principios de Octubre de 1500,
los tres hermanos aún prisioneros fueron puestos a bordo de una embarcación, y
enviados a España, llegando a Cádiz a finales del mes.
Su tratamiento a bordo, parece haber sido considerado; Villejo, el comandante,
ofreció quitar las esposas de las manos de Colón y retirarle las cadenas, una
oferta, sin embargo, que Colón rechazó aceptar. Parece no obstante, que él no
permaneció esposado, mas no podría haber escrito la larga y lastimosa carta a la
enfermera del Príncipe Juan, relatando sus desgracias en la embarcación. El
envió su carta a la Corte en Granada antes que el reporte de Bobadilla fuera
mandado.
Las noticias de la llegada de Colón como prisionero fueron recibidas con
verdadera indignación por los monarcas, quien vio que su agente Bobadilla había
abusado de la confianza colocada en él. La gente también vio la injusticia, y
todo fue hecho para mitigar a Colón de su condición humillante y asegurarle del
favor real, esto es, todo excepto reinstalarle como gobernador de las Indias.
Este hecho es principalmente responsable por la acusación de duplicidad y
traición la cual es hecha contra el Rey Fernando. Los críticos observaron el
hecho que en suma a las razones ya mencionadas nuevos Colónizadores no podrían
ser obtenidos de España, si Colón tuviera que continuar en el cargo, y que el
expediente de envío de convictos para Haití había fallado desastrosamente. Sin
embargo, La remoción de Colón fue prácticamente implícita en las instrucciones y
mandatos dados a Bobadilla, y la conducta del almirante durante la misión de
Aguado no dejó lugar a duda que él debió proponer en la segunda investigación.
El lo habría hecho así, pero Bobadilla ansioso de hacer una exhibición y enojo
en el retraso de Diego Colón, excedió el espíritu de sus instrucciones,
esperando con eso levantarse en magnánimo así como a favor popular.
Respecto a lo primero él pronto descubrió su error. Su sucesor en el gobierno de
Haití fue pronto señalado en la persona de Nicolás de Ovando. Bobadilla fue
condenado a reintegrar a Colón la propiedad que le había confiscado y fue
revocado. La mas grande flota antes enviada a las Indias en ese tiempo embarcó
bajo las órdenes de Ovando el 13 de Febrero de 1502. No es sin sentido que 2500
gentes, algunas de alto rango se congregaron en las embarcaciones que eran para
transportar al nuevo gobernador de las Indias.
Esto muestra que con el cambio en la administración de la Colónia, la fe en su
futuro, fue restaurada entre la gente Española. Por éste tiempo la condición
mental de Colón había llegado a estar grandemente perjudicada. Mientras en la
Corte por diez y ocho meses vanamente intentó la restauración a una posición
para la cual él estaba llegando a ser mas y mas incapaz, estuvo planeando nuevos
proyectos. Convencido que su tercer viaje la había llevado mas cerca de Asia,
propuso a los monarcas un proyecto para recobrar el Sagrado Sepulcro por la ruta
de Oeste, que dirigiría a través de América del Sur al Océano Pacífico. El
imaginó que el gran río que había descubierto al oeste de Trinidad fluía en
dirección opuesta a su curso real, y pensó que siguiéndolo podría llegar al mar
Rojo y entonces cruzar hasta Jerusalén. Así preocupado estuvo con sus ideas que
hacía arreglos para depositar parte de sus ingresos con el Banco de Génova para
ser usados en la conquista de la Tierra Santa. Esto solo dispone de los alegatos
que Colón había dejado sin recursos después de la libertad de su cautiverio. Fue
capaz de mantener una posición en la Corte correspondiente a su rango elevado,
que favores y privilegios fueron concedidos a ambos de sus hijos. El proyecto de
probar las visiones de Colón en considerar a dirigir comunicación con Asia fue
seriamente tomado en cuenta, y finalmente un cuarto viaje de exploración en el
gasto del Gobierno Español fue concedido a Colón. Para eso hubo alguna
desconfianza respecto a su condición física y mental, es familiar por el hecho
que estuvo dando como acompañantes a su hermano Bartolomé quien tuvo gran
influencia con él y su hijo favorito Fernando.
Cuatro embarcaciones llevó, además de estas tres y una representativa de la
Corona para recibir cualquier tesoro que pudiera ser encontrado, con cerca de
150 hombres, embarcó a San Lucar a principios de Mayo de 1502. Colón fue
advertido no detenerse en Haití, una medida inteligente, el almirante hubiera
desembarcado allá poco antes del arribo de Ovando, habiendo peligro de nuevos
disturbios. Desobedeciendo éstas instrucciones, Colón intentó entrar al puerto
de Santo Domingo, pero fue rechazada su admisión. Dio prueba de su conocimiento
y experiencia como marino para prevenir a Ovando de la aproximación de un
huracán, pero no fue escuchado, él mismo refugió sus embarcaciones a alguna
distancia del puerto. El castigo por desatender el aviso amigables vino
prontamente; la gran flota que había llevado Ovando de nuevo fue, en navegación
para España, alcanzada por la tempestad, veinte embarcaciones se perdieron, con
ellas Bobadilla, Roldan y el oro destinado a la Corona. La parte del oro del
almirante obtenido en Haití, cuatro mil piezas directamente enviadas a él por su
representante en la Isla, no se perdió y al ser entregada en España, no fue
confiscada. Por tanto es difícil ver como Colón hubiera estado en necesidad
durante los últimos años de su vida. Las embarcaciones de Colón habiendo sufrido
comparativamente poco de la tempestad, dejó la costa de Haití en Julio de 1502,
y fue llevado por el viento común a la costa de Honduras. Desde Julio 30 de
1502, al final del siguiente Abril, navegó a lo largo de las costas de América
Central mas allá hasta Cabo Tiburón en el Continente de América del Sur. En sus
desembarcos frecuentes encontró muestras de oro, escuchó reportes de mas tribus
civilizadas de nativos, mas allá del Continente y relatos persistentes acerca de
otro océano al Sur del continente, fue navegando por la costa, lo siguiente
siendo representado a él como una faja angosta dividiendo dos grandes mares.
La condición mental de Colón, acoplado con sus incapacidades físicas, impidió a
él interpretar éstas indicaciones importantes de otra manera que como
confirmaciones de sus vagas teorías y visiones fatales. En lugar de enviar una
partida de exploración a través del Istmo para convencerse él mismo de la verdad
de éstos reportes, aceptó este testimonio de la existencia de un mar mas allá,
lo que él firmemente creyó ser el Océano Indico, basando su confianza en un
sueño en el que había estado en un estrecho y supuso sería el estrecho de
Malaca. Como su tripulación estaba irritada por los trabajos y decepciones, sus
naves deterioradas y corroídas, y él mismo extenuado, regresó hacia Haití con lo
que reflexionó serían las noticias de una cercana aproximación al Continente
Asiático. había sido un viaje desastroso; tormentas violentas continuamente
desolaban la pequeña flota, dos barcas habían sido perdidas, y el tesoro
obtenido lejos de compensar las penas y el sufrimiento soportado. Esto fue lo
mas exasperado cuando llegó a ser evidente que una recompensa mas abundante
podría ser obtenida al penetrar al continente, el cual, sin embargo, Colón no
quisiera o tal vez no podía permitir.
En Junio 23 de 1503, Colón y sus hombres amontonados en casi dos carabelas
hundiéndose, finalmente desembarcó en la inhospitalaria costa de Jamaica. Antes
de desmantelar su inservible barca, y usar el material para un refugio temporal,
envió un bote a Haití para pedir ayuda y para despachar desde allí a España una
embarcación con una pobre carta señalando una cuenta fantástica de sus
sufrimientos la cual en la misma dio evidencia de una mente sobreexcitada y
desordenada. Ovando a quien la solicitud de Colón para ayuda fue entregada en
Jaragua (Jamaica), no puede ser absuelto de retrazo injustificable de tardar en
enviar asistencia al desamparado y náufrago almirante. No hay fundamento para
suponer que él actuó bajo órdenes o en acuerdo con los deseos de los soberanos.
Colón había llegado a ser un inútil, los Colónizadores de Haití no podían
tolerar su presencia allí. La única manera práctica era llevarlo de regreso a
España directamente y removerlo para siempre de los territorios, el
descubrimiento de los cuales lo habían hecho inmortal. A pesar de sus muchos
sufrimientos, Colón no estuvo totalmente sin ayuda. Su mas grande problema vino
del espíritu amotinado de sus hombres quien vagando por todos lados, robando y
maltratando a los nativos, quienes en consecuencia llegaron a ser hostiles y
rechazaron proporcionarle abastecimientos. Un eclipse de luna pronosticado por
Colón finalmente los llevó a ellos a mutuas relaciones y así previnieron la
inanición.
Ovando, aún cuando informado de la condición crítica del almirante, hizo nada
por su auxilio excepto permitir al representante de Colón en Haití a
acondicionar una carabela con provisiones con cargo al almirante y enviarlo a
Jamaica; Pero aún ésta ayuda atrasada no llegó a Colón hasta Junio de 1504.
También se le permitió a Mendez quien había sido el jefe de mensajeros de Colón
en Haití, viajar a España, donde él informara a los soberanos dela condición
desdichada del almirante. Parecía no tener excusa la conducta de Ovando en ésta
ocasión. La expedición de ayuda finalmente organizada en Haití, después de un
viaje peligroso y cansado desembarcaron al almirante y a sus compañeros en
España el 7 de Noviembre de 1504.
Unas cuantas semanas después la Reina Isabel murió, y dificultades graves
acosaron al Rey. Colón, ahora en muy débil salud, permaneció en Sevilla hasta
Mayo de 1505, cuando estaba en la última capacidad de asistir a la Corte en
Valladolid. Su recepción por el Rey fue con decoro, pero sin calor. Sus
importunidades a ser restituido a su posición como gobernador fueron evadidas
con promesas futuras de hacerle justicia, pero no fueron tomadas medidas
inmediatas. La historia de la total miseria en la cual se dijo que el almirante
había muerto es una de las muchas leyendas con las que su biografía ha sido
desviada. Colón se dijo había sido sepultado en Valladolid. Su hijo Diego como
autoridad para afirmar que sus resto fueron sepultados en el Convento Cartujano
de las Cuevas en Sevilla, al cumplir tres años de su muerte.
De acuerdo a los registros del Convento, los restos fueron exhumados para
trasladarlos a Haití en 1536, aún cuando otros documentos colocaron este evento
en 1537. Se presumió, sin embargo, que el levantamiento no tomó lugar sino hasta
1541, cuando la Catedral de Santo Domingo fue terminada, aún cuando no hay
registro de ésta sepultura. Cuando en 1795, Haití pasó bajo el control Francés,
las autoridades Españolas removieron los supuestos restos de Colón a la Habana.
Cuando la ocupación de Cuba por los Estados Unidos, nuevamente fueron removidos
una vez mas a Sevilla en 1898.
Colón fue sin cuestionamientos un hombre genio. Fue un navegante experto y
temerario, el mejor conocido con los conocimientos de Cosmografía y Astronomía
que el promedio de marineros de su tiempo, un hombre de ideas originales,
fecundo en sus planes, y persistente en llevarlos al cumplimiento. La huella que
él dejó en aquellos con quienes entró en contacto aún en los días de su
juventud, tal como Fray Juan Pérez, el tesorero Luis de Santangel, el Duque de
Medina Sidonia, y la misma reina Isabel, muestra que él tuvo gran fuerza de
convencimiento y estuvo posesionado de magnetismo personal. Sus éxitos en
sobreponerse a los obstáculos de sus expediciones y remontando las dificultades
de sus viajes lo muestran a él como un hombre de recursos inusuales y de
determinación firme. Colón fue también de una naturaleza profundamente
religiosa. Sin importar la influencia de sus teorías científicas y la ambición
por la fama y opulencia debían haber tenido sobre él, en intercediendo por su
empresa nunca dejó de insistir en la conversión de las gentes paganas que él
había descubierto como uno de los objetivos primarios de su acometida. Aún
cuando difamaciones se habían posesionado sobre su carrera, después de su
regreso como un prisionero de los territorios que él había descubierto, estuvo
listo a consagrar todos sus bienes y los años restantes de su vida a volver a
navegar con el propósito de rescatar el Sepulcro de Cristo de las manos de los
infieles.
Otros miembros de la familia de Colón que también obtuvieron fama:
DIEGO, primer hijo de Cristóbal y heredero de sus títulos y prerrogativas, nació
en Lisboa, en 1476, y murió en Montalvan, cerca de Toledo, el 23 de Febrero de
1526. Fue hecho escudero de la Reina Isabel en 1492, permaneció en la Corte
hasta 1508. Habiendo obtenido confirmación de los privilegios originalmente
concedidos a su padre (el título de Virrey de los países en espera de nuevo
descubrimiento), fue a Santo Domingo en 1509 como almirante de las Indias y
Gobernador de la Española. La autoridad de Diego Velazquez como gobernador, no
obstante, había llegado a estar establecido muy firmemente, y Diego estuvo
luchando por una abierta y secreta oposición, especialmente desde la audiencia
real. En visita a España en 1526 fue recibido favorablemente y nuevos honores
otorgados para él. Sin embargo, en 1523, tuvo que regresar de nuevo a España
para contestar cargos contra él. El resto de su vida fue ocupada por el pleito
de la herencia de Colón contra el tesoro real, un pleito legal memorable
solamente terminado en 1564. Diego parece haber sido un hombre de no
extraordinarias dotes, pero de considerable tenacidad de carácter.
FERNANDO, mejor conocido como Fernando Colón, segundo hijo de Cristóbal y de
Doña Beatriz Enríquez, una dama de noble familia de Córdoba en España, nació en
Córdoba el 15 de Agosto de 1488; murió en Sevilla el 12 de Julio de 1539. Como
él fue naturalmente mas agraciado que su medio hermano Diego, fue el favorito de
su padre, a quien acompañó en su último viaje. A principios de 1498 la Reina
Isabel lo nombró uno de sus escuderos y Colón en su Testamento (1505) le dejó a
él un amplio ingreso, que fue subsecuentemente aumentado por concesiones reales.
Fernando había decidido por ensayos literarios y escribió bien en Español.
Mientras se supo que escribió una historia de las Indias Occidentales, se
conservan ahora dos trabajos solamente desarrollados por él: "Descripción y
Cosmografía de España", un itinerario detallado geográficamente empezado en
1517, publicado en Madrid en el "Boletín de la Real Sociedad Geográfica" (1906 –
07); y la vida del almirante su padre, escrito en 1534, la versión en Español ha
sido perdida. Fue publicada en traducción Italiana por Ulloa en 1571 como "Vita
dell`ammiraglio", y de nuevo traducida al Español por Barcia. "Historiadores
primitivos de Indias" (Madrid, 1749). Como debía de esperarse, ésta biografía es
algunas veces parcial, aún cuando Fernando a menudo participaba con los monarcas
Españoles contra su padre. De lo mas alto del valor es el reporte de Fray Roman
Pane sobre las costumbres de los Indios Haitianos que está incorporado en el
texto. (Ver ARAWAKS) Fernando dejó a la Catedral Confraternidad de Sevilla una
Librería de 20,000 volúmenes, una parte de los cuales aún existen y se conocen
como la Biblioteca Columbina.
BARTOLOME, hermano mayor de Cristóbal , nació posiblemente en 1445 en Génova;
murió en Santo Domingo en Mayo de 1515. Igual que Cristóbal llegó a ser un
marino a una edad temprana. Después de sus intentos para interesar a los Reyes
de Francia e Inglaterra en los proyectos de su hermano, su vida estuvo ligada
con la de su hermano. Fue durante su tiempo que los sabuesos fueron introducidos
en las Indias Occidentales. Fue un hombre de gran energía y algo de talento
militar, y durante el último viaje de Cristóbal tomó el liderazgo en momentos
críticos. Después de 1606 probablemente de fue a Roma y en 1509 regresó a las
Indias Occidentales con su sobrino Diego.
DIEGO, hermano menor de Cristóbal y su compañero en su segundo viaje, nació
probablemente en Génova y murió en Santo Domingo después de 1509. Después de
retirarle las cadenas en España (1500) llegó a ser un Sacerdote y regresó a las
Indias Occidentales en 1509.
El tratado de CRISTOBAL Colón, De prima in mari indico lustratione, fue
publicado con el Bellum Chritianorum principum de ROBERT ABBOT OF SAINT-REMI (Balse,
1533).
Códice diplomático-Colombo-Americano, ossia Racollia di documenti spettanti a Cr.
Col., etc. (Génova, 1823). ANON., Cr. Col. aiutato dei minorite nella scoperta
del nuovo mondo (Génova, 1846). SANGUINETTI. Vita di Colombo (Génova, 1846.
BOSSI. Vita di Cr. Col. (Milan, 1818).
SPOTORNO. Della origine e della patria di Cr. Col. (Génova, 1819) NAVARRETE.
Colección de los viajes y descubrimientos... desde fines del siglo XV (Madrid,
1825). I, II. AVEZAC-MACAYA. Annee veritate de la naissance de Cr. Col. (París,
1873). ROSELLY DE LORGNES. Vie et voyages de Cr. Col. (París, 1804). del cual
fue compilado por BARRY, Vida de Cr. Col. (N.York 1869) COLUMBUS, FERDINAND.
French tr. By. MULLER, Hist. de la vie et des decouvertes de Cr. Col. (Paris)
MAJOR (tr.) Cartas selectas de Cr. Col. (Londres, 1847 y 1870) HARRISSE.
Fernando Colón historiador de su padre (Sevilla, 1871). VIGNAUD. La maison dÀlba
et les archives colombiennes (Paris, 1901) HAGON. La Patria de Colón según los
documentos de las órdenes militares. (Madrid, 1892). UZIELLO. in Congresso
geográfico italiano; Atti for April 1901, Toscanelli, Colombo e Vespucci (Milan,
1902). WINSOR. Cristóbal Colón (Boston, 1891). ADAMS. Cristóbal Colón, in Makers
of America (New York, 1892) DURO. Colón y la Historia Póstuma. (Madrid, 1885)
THACHER. Christopher Columbus: His Life, His Work, His Remains. (3 vols. New
York, 1903- 1904).
IRVING. Life and Voyages of Christopher Columbus (3 vols. New York 1868). PETER
MARTYR. Dr. orbe nova (Alcalá, 1530) LAS CASAS Historia de las Indias en
documentos para la Historia de España. OVIEDO. Historia general (Madrid, 1850).
Los últimos tres autores tuvieron intercomunicación personal con Colón, y sus
trabajos son la fuente básica de la información relacionada a él. CLARKE.
Christopher Columbus in the Am. Cath. Quart. Rev. (1892)
SHEA. Columbus, This Century`s Estimate of His Life and Work (Ibid.) U. S. CATH.
HIST. SOC.. The Cosmographier Introductio of Martin Waldseemiller (New York,
1908).
AD. F. BANDELIER
Transcrito por Janet van Heyst
Traducido por Ramón Terrazas Ch.