Advocatus Diaboli
("Abogado del Diablo")
EnciCato

Un título popular dado a uno de los oficiales más importantes de la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos (originalmente en la Sagrada Congregación de Ritos, dividida en 1969 por Pablo VI en la Congregación para el Culto Divino y la Congregación para la Causa de los Santos), establecido en 1588, por Sixto V, para tratar jurídicamente con los procesos de beatificación y canonización. Su título oficial es el de Promotor General de la Fe (Promotor Fidei). Su labor requiere que prepare por escrito todos los posibles argumentos, inclusive los aparentemente más insignificantes, en contra de la elevación de cualquiera a los altares. El interés y el honor de la Iglesia podría quedar en entredicho si cualquiera que recibiese dichos honores no hubiera sido jurídicamente probado de haber sido "Precioso a la vista de Dios" (ver BEATIFICACIÓN y CANONIZACIÓN). Prospero Lamertini, después el Papa Benedicto XIV (1740-58), fue promotor de la fe por veinte años y tuvo la oportunidad de estudiar los trabajos de la Iglesia en esta importantísima función; estaba, por lo tanto peculiarmente cualificado para realizar su monumental obra "Sobre la Beatificación y Canonización de los Santos," la cual contiene la justificación completa de la Iglesia en este asunto y establece históricamente su extremo cuidado del uso de este derecho. Ningún acto importante en el proceso de beatificación o canonización es válido a menos que se realice en la presencia del Promotor de la Fe formalmente reconocido. Su labor es protestar en contra de las formas impuestas e insistir en la consideración de cualquier objeción. La primera mención formal de dicho oficial se encuentra en la canonización de Sn. Lorenzo Justiniano bajo el pontificado de León X (1513-21). Urbano VIII, en 1631, hizo necesaria su presencia, por lo menos mediante un delegado, para la validez de cualquier acto conectado con el proceso de beatificación o canonización.

BENEDICT XIV, De Beat. et Canon. Sanctorum, I, xviii.

R.L. BURTSELL
Transcrito por las Religiosas Dominicas Enclaustradas del Monasteroa del Niño Jesús, Lufkin, Texas
Traducido por Antonio Hernández Baca