7- " Acción Cultural y Concienciación "

"Existir" es un modo de vida propio del ser que es capaz de transformar, de producir, de decidir, de crear y comunicarse. Mientras que el ser que simplemente "vive" no es capaz de reflexionar acerca de sí mismo y de saberse viviendo "en" el mundo, el sujeto existente reflexiona acerca de su vida dentro del territorio mismo de la existencia y cuestiona su relación con el mundo.

Su territorio existencial es el trabajo, la historia, la cultura, los valores, el territorio en el cual los hombres experimentan la dialéctica entre el determinismo y la libertad. Sólo los seres que pueden reflexionar acerca del hecho de que están determinados, son capaces de liberarse. "La conciencia de" y la"acción de" son constituyentes del acto transformador, mediante el cual los hombres se convierten en seres de relación.

La conciencia se constituye en la dialéctica de la objetivación y la sobre el mundo. Aunque la conciencia nunca es mera reflexión acerca "de", sino una reflexión "sobre" la realidad material. La praxis sólo es posible allí donde se mantiene la dialéctica objetivo-subjetivo. Los hombres son capaces de establecer metas y de concebir un resultado, aún antes de iniciar la acción propuesta. (Hasta el peor de los arquitectos, se diferencia de la mejor de las abejas, en que el arquitecto crea su estructura en la imaginación antes de erigirse en la realidad).

Mientras los animales se adaptan al mundo para sobrevivir, los hombres modifican el mundo para " ser más". para los hombres, en tanto "seres de praxis", transformar el mundo es humanizarlo, aun cuando esto no implique la humanización de los hombres. La transformación del mundo, puede conducir a la humanización, como a la deshumanización., a su crecimiento , como a su reducción. la humanización es su utopía, que anuncian al denunciar procesos de deshumanización.

Los hombres no sólo constituyen la historia que los constituye, sino que pueden dar cuenta de esta historia de creación mutua. Al "homonizarse" , los hombres adquieren la capacidad de disponer de una biografía. Otra distinción, es que los hombres trabajan. la acción es trabajo, el sujeto posee la conciencia de su propio esfuerzo, crea y utiliza herramientas para llevar a cabo esas acciones.

" Condicionamiento histórico y niveles de conciencia "

"La cultura del silencio" nace de la relación del tercer mundo y la metrópolis. Es el resultado de las relaciones estructurales entre "los dominados y los dominadores". La sociedad metropolitana y la sociedad dependiente son parte de un todo mayor: el contexto económico, histórico, cultural y político de un país. La calidad de relación es diferente en cada caso y está determinada por el rol de cada uno.

Las relaciones entre el dominador y los dominados reflejan el contexto social más extenso. El dominado incorpora los mitos culturales del dominador. La sociedad dependiente, incorpora los valores y el estilo de vida de la sociedad metropolitana, ya que ésta forma a la primera. Hay una dualidad de la sociedad dependiente, su ambigüedad, el hecho de ser y no ser ella misma, la ambivalencia de su larga dependencia, en una mezcla de atracción y rechazo a la sociedad metropolitana.

La dominante moldea a la dependiente. La sociedad dependiente es una sociedad silenciosa. Su voz no es auténtica, sino el eco de la voz de la metropolitana, una habla, la otra escucha. Las elites de poder silenciosas, de cara a la metrópolis silencian a su vez a sus propios miembros.

Si un grupo toma el poder por medio de un golpe de estado, genera una contradicción. Puede romper con la cultura del silencio, o temiendo el ascenso del pueblo, puede retroceder y volver a imponer el silencio. También puede auspiciar un nuevo tipo de populismo. Estimuladas por las primeras medidas nacionalistas, las clases sometidas vivirían la ilusión de estar participando en transformaciones sociales, cuando de hecho se las estaría manipulando.

Las sociedades latinoamericanas son sociedades cerradas, la cultura del silencio tomó forma desde la época de la conquista española. A excepción de Cuba, siguen dependientes, aunque han cambiado el polo al que están sujetos, antes España, ahora EE.UU.

La conciencia sometida no posee la suficiente distancia respecto de la realidad como para objetivarla y abordarla de modo crítico. A este modo de conciencia, lo llamaremos semiintransitivo.

Conciencia Semiintransitiva.

Es típica de estructuras cerradas, este modo de conciencia no puede objetivar los hechos y situaciones problemáticas de la vida cotidiana. Los hombres carecen de percepción estructural y atribuyen los hechos y situaciones de sus vidas a algo externo. La explicación de las situaciones reside en un poder superior, su acción tiene carácter de magia protectora. Antes de la siembra o de la cosecha , los campesinos de tercer mundo llevan a cabo ritos a menudo de naturaleza religiosa.

Una vez que las rupturas comienzan a aparecer en la estructura, las sociedades entran en un período de transición, empiezan a manifestarse los primeros movimientos de emergencia de las masas hasta entonces sumergidas y silenciosas. Esto fuerza a las elites de poder a experimentar nuevas formas de mantener a las masas en silencio.

El silencio, sólo es roto por rebeliones ocasionales. Si ese silencio coincide con una percepción fatalista de la realidad, las elites que imponen el silencio, no son cuestionadas. Cuando la sociedad comienza a quebrarse es porque empiezan las demandas de las masas. El silencio no se concibe como algo inalterable, sino que la realidad puede transformarse. Esta transición histórica fue vivida por todas las sociedades latinoamericanas en mayor o menor grado, naciendo una nueva fase de la conciencia popular: la transitividad ingenua"

La Conciencia Ingenua Transitiva

Al emerger del silencio, la capacidad de la conciencia popular se amplía de modo que los hombres comienzan a ser capaces de visualizar y distinguir lo que hasta entonces no estaba claramente delineado. La conciencia Semiintransitiva sigue presente en la conciencia ingenua transitiva. Muchos mitos de la primera siguen estando presentes en la segunda. Emerge ingenua por estar tan sometida como la anterior.

La aparición de la conciencia popular implica la presencia de las masas en el proceso histórico que presiona a la elite en el poder. En una estructura de dominación , el silencio de las masas no existirían sin una elite que las silenciara, ni habría elite de poder sin masas. Las masas ansían la libertad por superar el silencio y las elites ansían conservar el status quo permitiendo sólo cambios superficiales.

Comienzan a aparecer intelectuales de la sociedad dominante que se implican en la realidad social. Las artes encuentran inspiración en la dura vida del pueblo. Los poetas no sólo escriben sobre el amor, sino hablan del campesino labrador como un hombre con vida concreta.

En Brasil, los líderes políticos paternalistas son dueños de la tierra y de las masas populares silenciosas y obedientes bajo su control. En los centros urbanos surgió un nuevo tipo de liderazgo: el populista. Como las masas aún no son capaces de hablar por sí mismas, el liderazgo populista es una respuesta adecuada, pero es manipulador. Mantiene la ingenuidad de la conciencia emergente por un lado y por el otro, es factor de la movilización democrática, ya que el pueblo protesta y va aprendiendo a descubrir la realidad.

Los grupos de jóvenes e intelectuales promueven la participación política junto con el pueblo., aunque es paternalismo con manipulación, ayuda a que las masas tomen conciencia de su estado dependiente. Es un despertar de la conciencia de las elites, momento decisivo para la conciencia crítica de los grupos progresistas, alienados por la formación universitaria. logran mayor comunión con el pueblo a través de la literatura, teatro, música, educación, deportes, etc.

Respuestas Políticas a una nueva conciencia

La conciencia cada vez más crítica de estos grupos progresistas, es un desafío para las elites del poder. Viven en un clima de prerrevolución cuya contradicción dialéctica es el "golpe de Estado". En América Latina, el golpe de Estado es la respuesta de las elites a las crisis de origen popular. Los golpes rememoran o reactivan la cultura del silencio, eso puede explicar la pasividad del pueblo cuando se enfrentan a la arbitrariedad de los golpes militares.

Las sociedades latinoamericanas se ven enfrentadas a dos posibilidades contradictorias: revolución o golpe de Estado. El golpe se confirma como poder arbitrario y antipopular, frente a la posibilidad continua de revolución se convierte en más rígido.

En Brasil el golpe de estado estableció, la entrega de la economía nacional a intereses extranjeros, la idea de la gran empresa internacional reemplaza a la idea del monopolio de Estado como base del Desarrollo. En esta ideología es necesario el silencio de los sectores populares y su expulsión de la esfera de la toma de decisiones. La represión impuesta por el golpe, lleva a las fuerzas populares a actuar en silencio, lo que exige un aprendizaje difícil.

" Acción Cultural y Revolución Cultural "

La verdadera utopía implica la denuncia de una realidad injusta y la proclamación de un preproyecto, el liderazgo revolucionario no puede, desconocer la realidad, tener un proyecto viable, estar en comunión con el pueblo para que se concrete. Debe denunciar y proclamar. El liderazgo revolucionario se contradice cuando cae en contradicciones y trata de domesticar al pueblo. Un verdadero proyecto revolucionario, familiarizado con la dimensión utopista, es un proceso en el cual el pueblo asume el rol de sujeto para transformar la realidad.

Según Erich Fromm la utopía revolucionaria es biofílica y tiende a ser dinámica, en tanto la derecha, es estática y en su rigidez es necrofílica, pues se ha convertido en burocrático. A los valores que se viven antes que a los mitos que se imponen.

La derecha es violenta, aristocrática y con mitos. Deben proporcionar cada vez más testimonios de la diferencia que los separa de la elite de derecha, no sólo condenar su postura aristocrática. Los revolucionarios deben mostrar su respeto por el pueblo, de que creen y confían en él, no como estrategia, sino como algo implícito. Este compromiso con el pueblo es necesario es la transición, después de un golpe de Estado.

Las señales que necesita el pueblo para reconocer quién está con él, se dan a través de proyectos propuestos por hombres en relación dialéctica con la estructura. El proyecto revolucionario, lucha contra estructuras opresivas y deshumanizadoras. Los hombres pueden cometer errores, pero no pueden actuar como reaccionarios y llamarse revolucionarios. Su rol es ayudar al pueblo a moverse de la conciencia Semiintransitiva o transitiva ingenua al nivel de conciencia crítica.

Todo proyecto revolucionario es básicamente "acción cultural", en proceso de convertirse en "revolución cultural". Guevara es un ejemplo que el liderazgo brinda al diálogo con el pueblo. A pesar de los riesgos que implicaba para su propia vida y la de sus compañeros, justificaba la guerrilla como introducción a la libertad, como una invitación a la vida para los muertos en vida.

Los revolucionarios deben luchar por alcanzar la comunión con el pueblo, sólo los utopistas lo harán, es el fundamento, de la acción cultural para la libertad. Hay concientización cuando hay denuncia contra las estructuras injustas.

 

Las dos formas de acción cultural son antagónicas entre sí:

 

 

La acción cultural para la libertad se caracteriza por el diálogo y su objetivo principal es concientizar al pueblo.

Intenta problematizar. Invita a los demás a captar la verdad de su realidad.

Utilizan la ciencia y la filosofía para la concientización. Implica denuncia y anunciación de una nueva realidad.

Auténtica unión de acción y reflexión. (praxis)

 

La acción cultural para la dominación se opone al diálogo y sirve para domesticar a la gente.

Crean slogans. Adoctrinan al pueblo según su versión mitificada de la realidad.

Intentan adaptar a las personas a la realidad mostrada en " los medios de comunicación".

 

 

" El rol Continuo de Concientización "

Para expulsar los mitos culturales que persisten en el pueblo a pesar de su nueva realidad. Según Goldman, avanzar de la conciencia ingenua a la conciencia crítica, "el máximo de conciencia potencial". En las sociedades de masas, las formas de pensar se estandarizan, como las formas de vestir y los gustos alimenticios que recibimos diariamente a través de los medios de comunicación. No se piensa en la dirección a seguir, se sigue lo que está indicado.

Acción cultural y revolución cultural son momentos distintos dentro del proceso revolucionario. La primera se opone a la elite de poder dominante, la segunda está en armonía con el régimen revolucionario pero no subordinada a él. Toda revolución cultural propone la libertad como objetivo, en cambio la acción cultural si la auspicia el régimen opresor puede ser estrategia de dominación y jamás llegará a ser revolución cultural.

Tanto la acción cultural como la revolución cultural implican comunión entre los líderes y el pueblo, ambos forman un solo cuerpo que se autoindagación.

Apéndice: Explicación del método, leer del libro

 

8- " El Proceso de Alfabetización Política "

"El Proceso de Conocer "

El hecho de conocer, supone un "nosotros pensamos". Ante este ensayo, hay que ser crítico. Leer no es memorizar, sino rescribir los contenidos de lo que se está leyendo, no consumir lo que leemos. Sartre decía que muchos leen y estudian para convertirse en "intelectuales gordos". (hambrientos de conocimientos).

 

Ese concepto artificial anima actualmente aquella práctica educativa en la que el conocimiento es un acto de transferencia. Educadores poseedores, educandos como continentes "vacíos" . No necesitan formular preguntas ni desafíos, sólo recibir pasivamente lo que se deposita en ellos.

El conocimiento no es algo que esté hecho y acabado. Según términos humanistas, el conocimiento implica una unidad constante entre acción y reflexión en torno a la realidad. Nuestra conciencia transforma el conocimiento.

Debemos utilizar nuestra experiencia como centro de nuestra reflexión, a medida que aumentamos nuestra comprensión. hay diferentes prácticas en el campo de la alfabetización de adultos, según la manera de percibirlos: Domesticación o liberación.

" La Domesticación y la Liberación como Modos Educativos "

En forma intencional o no, a veces los educadores convierten a los educandos en objetos pasivos de su acción. Los educandos no participan creativamente en su proceso de aprendizaje, sino que se los"rellena" con las palabras de los educadores. En estos casos las estructuras sociales no se discuten jamás, como un problema que necesite ser revelado

Sería ingenuo pretender que las clases dominantes desarrollen un tipo de acción educativa que permitiera a las clases sometidas percibir críticamente las injusticias sociales. NO EXISTE UNA EDUCACIÓN VERDADERAMENTE NEUTRAL.

 

 

Un estilo educativo basado en la domesticación

       

    • Los educadores no respetan la expresividad de los educandos.

       

       

    • El proceso de domesticación prescribe.

       

       

    • Transfiere conocimientos.

       

       

    • Los educandos deben ser "devueltos a la salud" o ser "salvados"

 

En una educación de carácter liberador

     

  • El educador invita a los educandos a reconocer y descubrir críticamente la realidad.

     

     

  • El proceso es dialógico.

     

     

  • La educación para la libertad es un acto de conocimiento y un proceso de acción transformadora que debería ejercerse sobre la realidad.

     

     

  • Los educandos operan junto a los educadores.

     

     

  • Construirán una historia que actualice sus vidas.

 

 

Un analfabeto político es aquel que tiene una concepción ingenua de las relaciones de la Humanidad con el mundo y una visión ingenua de la realidad social. Desde allí, podremos abordar la sociedad que estudiamos sin ser partícipes en ella.

El futuro como algo preestablecido e inexorable, o como preservación del status quo presente, son visiones domesticadas del futuro. Ambos niegan la condición de las personas como seres de praxis, ambas sufren una falta de esperanza.

Es necesario concebir a las personas como una presencia en el mundo, como seres de praxis, de acción y de reflexión acerca del mundo.

Creencias proclamadas por la conciencia ingenua del analfabeto político:

       

    1. Dicotomía entre teoría y práctica.

       

    2. Conocimientos sin relación histórica-sociológica.

       

    3. Filosofía como instrumento destinado a la aceptación del mundo.

       

    4. Educación como transferencia de hechos y valores abstractos que se heredan.

       

" Educación para la Alfabetización Política "

Desde un punto de vista crítico, lo que debería hacer la educación es desmitificar la realidad, para que educadores y educandos puedan superar el analfabetismo político. n una praxis verdaderamente liberadora, es imposible para el educador, seguir un modelo de domesticación. La educación siempre exige la presencia de un educador, pero hay que superar la relación unívoca, educando educador.

Hay una diferencia entre "estar presente "y "ser la presencia" en sí. Freinet, jamás exageró su presencia para que los educandos sean sólo una sombra. Cuando el educador inicia el proceso, debe estar dispuesto a morir en tanto educador exclusivo de los educandos.

Al perpetuar la escuela como instrumento de control social y dicotomizar la enseñanza del aprendizaje, los educadores olvidan la advertencia de Marx: "El educador también debería ser educado". Los educadores generan analfabetismo político al producir un pensamiento antidialéctico.

La creación de un nuevo mundo exige la participación consciente de todo el pueblo, la superación de la dicotomía entre trabajo manual e intelectual, y una forma de educación que no reproduzca las formas burguesas.

" El Proceso de Concientización "

Es imposible separar ingenuamente la conciencia del mundo. La visión de la "concienciación" es dialógica, es provocar un reconocimiento del mundo, no como mundo "dado", sino como mundo que está dinámicamente en "proceso de creación". La "concienciación" implica una constante clarificación de lo que está oculto en nuestro interior mientras circulamos por el mundo.

Sustituir una percepción ingenua de la realidad por otra crítica, no es suficiente para que los oprimidos se liberen, para lograrlo necesitan organizarse de un modo revolucionario. Esto exige una acción consciente para aclarar lo que no resulta evidente. La concienciación debería continuar allí donde y cuando la realidad transformada asuma un nuevo aspecto. El proceso de concienciación es permanente.

 

9- " Educación Humanista "

" Materialización de un tema "

Para abordar este ensayo no hay que cometer el error socrático de considerar la definición de un concepto como si fuera el conocimiento de la cosa definida. No tomarlo como un hecho dado. Para llegar a conocer el mundo real tal y como es, esta actitud de compromiso hacia las cuestiones incluidas en nuestro tema no debe defender nuestros preconceptos, es decir, aquellos que puedan distorsionar e inclinar la balanza de los hechos en nuestro beneficio.

A medida que profundizamos y revelamos nuestra comprensión de un tema, también revelamos su contrapartida, lo que nos permite una elección que a su vez exige que nos comprometamos con una forma de acción coherente con las metas implícitas en el tema.

Cuando más lleguemos a conocer la realidad sociohistórica de las cuestiones incluidas en nuestros temas, más imposible nos resultará permanecer neutrales, pues la neutralidad proclamada siempre implica una elección oculta.

La deshumanización y la educación humanística no pueden producirse al margen de la historia de hombres y mujeres, al margen de las mismas estructuras sociales que hemos creado y por las cuales estamos condicionados.

"Modos Educativos Opuestos"

La deshumanización es una expresión concreta de alineación y dominación, la educación humanística es un proyecto utópico de los dominados y los oprimidos. Ambas implican la actividad de personas en una realidad social: en el primer caso, en el sentido de mantener el status quo; en el segundo, en el de una transformación radical del mundo opresor. En ambos casos, es necesaria la actividad de hombres y mujeres para mantenerlo o modificar sus respectivas realidades.

No existe dimensión humanista en la opresión, así como no existe deshumanización en la verdadera liberación. Pero la liberación no prende en la conciencia de las personas si están aisladas del mundo. La liberación se produce en su praxis histórica cuando incluye una conciencia crítica de la relación implícita que existe entre la conciencia y el mundo.

Otra imposibilidad es la llamada neutralidad de la educación. En tanto opuestos, asignan tareas educativas que también resultan necesariamente opuestas o antagónicas. El educador que ha hecho una elección humanista, y por lo tanto liberadora, estará menos inclinado a comprometerse con preconceptos, y consecuentemente, en su práctica, será capaz de apreciar la relación dialéctica entre conciencia y el mundo o entre el hombre y el mundo.

En esencia, una de las diferencias radicales entre la educación entendida como una tarea dominante y deshumanizadora y la educación entendida como tarea humanista y liberadora es que la primera es un puro acto de transferencia de conocimiento, mientras que la última constituye un acto de conocimiento. Ambas tares tan opuestas exigen procedimientos opuestos en la relación entre la conciencia y el mundo.

La educación como tarea liberadora y humanista concibe la conciencia como una "intención" respecto al mundo. Propone una "arqueología" de la conciencia. En la educación dominante, la educación implica "domesticar" la conciencia transformándola en un receptáculo vacío que hay que rellenar. Tomando al educador como "el que sabe" que transfiere conocimiento "al que no sabe".

En la educación humanista, verificamos nuestra naturaleza inquisitiva como buscadores de conciencia reflexiva, y una vez que accedemos al conocimiento, automáticamente afirmamos nuestra capacidad para reconocer o rehacer el conocimiento existente. Continuamos buscando conocimientos nuevos, identificándolos y evaluándolos.

Educadores y educandos se unen en la búsqueda de nuevos conocimientos. En el acto de hominización, en el cual se establece la reflexión, es posible percibir el "salto individual e instantáneo desde el instinto al pensamiento". La conciencia reflexiva caracterizaba al ser humano como a un animal capaz, no sólo de conocer sino de conocerse en el proceso de conocer. De ese modo, la conciencia emerge como "intención" y no sólo como "receptáculo" a rellenar.

Cuanto más "anestesiada" tenga el hombre su "poder de reflexión" más obstáculos encuentran en el proceso de verdadera autoliberación. Le es crucial a la educación dominante, evitar que los hombres se perciban en tanto seres reflexivos, activos, creadores y transformadores del mundo. Como es imposible eliminar la capacidad humana de pensar, condicionan el razonamiento acerca de la gente y el mundo, haciendo que parezca distinto de lo que es en realidad.

Para falsificar el mundo real (en tanto real de la conciencia) hay que falsificar la conciencia sobre el mundo real. No prohíbe a la gente pensar; más bien dificulta su pensamiento crítico ilusionándolos de que piensan correctamente. Se indignan ante un orden social "subversivo y peligroso para el bienestar común". Se castiga a aquel que cuestione el orden social.

" Sociedad y Educación "

En la búsqueda de una educación permanente, cuanta más libertad se posee para criticar, más necesario es el control del orden social que impone la domesticación para preservarse. Todos los intentos son totalitarios, nada escapa a la falsificación del orden establecido. Todos los niveles de escolaridad representan eficientes mecanismos de control social. Esos educadores creen que la educación consiste en "adaptar el educando a su entorno".

El "buen estudiante" no es el que rompe con los modelos establecidos, sino el que repite, el que se ajusta a los modelos y se resiste al pensamiento crítico. El educador aparece sacralizado e intocable. La internalización de los mitos fosiliza a los seres humanos.

(Mitos como : los blancos son superiores a los negros, la universidad sólo debe ocuparse del estudio no de la política, el mundo se divide entre los que saben y los que no saben, etc.)

Muchos se declaran revolucionarios, pero no confían en los oprimidos que pretenden liberar. Una gran contradicción. Temen la liberación y no se atreven a construirla junto a los que se ven privados de la libertad.

 

     

  1. " La Educación, La Liberación y la Iglesia."

     

Las iglesias no son entidades abstractas; son instituciones inscritas en la historia. Para comprender su rol educativo, debemos considerar la situación concreta en la que existen. No se puede hablar de la neutralidad de las iglesias o de la neutralidad de la educación. Al decir que son neutrales se favorece a las elites de poder.

"Lavarse las manos" entre los poderosos y los desposeídos no es ser neutral, es ponerse del lado de los poderosos. Las prácticas anestésicas mantienen el status quo. Para cambiar es necesario que cada uno experimente su propia Pascua, que mueran, en tanto elitistas para resucitar del lado de los oprimidos.

La verdadera Pascua no es retórica, sino verdadera praxis, es inserción histórica. Sólo puedo experimentar el renacimiento del lado de los oprimidos, naciendo nuevamente con ellos, en el proceso de la liberación. Renacimiento que no es posesión del mundo, sino transformar el mundo. La conciencia se modifica a través de la acción de los seres humanos, no a través de sermones.

" Concienciación "

Se puede intentar curar a la humanidad si se cambian las estructuras sociales. La concienciación, tiene contenido dialéctico. No es posible modificar la conciencia al margen de la praxis. Con una praxis de acción y reflexión se puede modificar la conciencia. Práctica y teoría se construyen y reformulan continuamente.

La praxis teórica es la que se produce cuando nos alejamos de la praxis alcanzada, para verla con mayor claridad. Es necesaria para alcanzar la comprensión crítica. Según Sartre, la reflexión es real cuando nos devuelve a la situación concreta en la cual actuamos.

La concienciación, asociada o no, a la alfabetización, debe ser un intento crítico de revelar la realidad. Es decir, que debe estar relacionada con la inserción política. No existe concienciación si no finaliza en la acción consciente de los oprimidos, en tanto clase social explotada, que lucha por la liberación. No se puede concienciar a otro.

El educador y el pueblo se conciencian juntos, por la dialéctica que relaciona la reflexión crítica sobre una acción pasada, con la lucha que continúa.

" Educación para la Liberación "

Una educación para la liberación tiene contenido político, no es un método neutral. Reducirla a métodos y técnicas es domesticarla. la educación para la liberación, al igual que la praxis social, se ocupa de ayudar a liberar a los seres humanos de la opresión que los estrangula de su realidad objetiva. Por lo tanto es una educación política. Sólo puede ponerse en práctica de manera sistemática, cuando la sociedad se transforma radicalmente.

La educación verdaderamente liberadora, sólo puede ponerse en práctica al margen del sistema ordinario, por parte de aquellos que superan su ingenuidad y se comprometen con la auténtica liberación.

En Latinoamérica se está tomando conciencia. Renunciar a la domesticación de las clases dominantes es un nuevo aprendizaje que supone un desafío y descubre riesgos impensados. Muchos cristianos pensaban que " la familia que reza unida permanece unida", ahora se da cuenta que la familia que reza unida también necesita una casa, un trabajo, pan, ropa, salud, educación para sus hijos y expresarse a sí mismo. Que sus cuerpos, almas y dignidad deben respetarse para superar la miseria y el sufrimiento. Al darse cuenta, cuestionan la fe que tenían en los poseedores de mayor poder.

Al revelar la situación dramática en que viven, se los considera diabólicos. Sienten mucho temor y pierden el coraje de afrontar el riesgo existencial del compromiso histórico. Regresan y necesitan declarar que las masas incultas necesitan de la protección contra el mal subversivo de los falsos cristianos. (los que están a favor de la revoluc. china y cubana) Defienden la fe, pero en realidad defienden sus propios intereses de clase.

Deben insistir en la neutralidad de la iglesia. Pero la iglesia que rechaza el compromiso histórico se encuentra igualmente inscrita en la historia. Aquellos que predican que la Iglesia está al margen de la historia se contradicen en la práctica, porque se sitúan automáticamente al lado de los que se resisten a permitir la existencia de las clases oprimidas. La iglesia pierde su rumbo cuando no puede denunciar un mundo injusto, ni puede anunciar que uno más justo debe edificarse por medio de la praxis sociohistórica de los oprimidos.

Toma el camino del formalismo, donde la esperanza, separada del futuro, es una abstracción alienante. En vez de estimular al peregrino, le propone que se detenga. Incapaz de responder a las aspiraciones de una juventud problemática, utopista y biófila, a la que ya no le interesa discutir el sexo de los ángeles, sino que se enfrenta al drama de su propia historia.

Esos jóvenes se dan cuenta que el problema en Latinoamérica, no es la ociosidad del pueblo, ni su falta de educación. Es el imperialismo, que no es un slogan, sino una realidad tangible, una presencia invasora. Latinoamérica y el resto del tercer mundo, no podrán desarrollarse hasta que no se supere esa contradicción. Sin liberación no hay verdadero desarrollo de las sociedades dependientes.

" Una Teología de la Liberación "

Muchos teólogos comprometidos hablan de una teología política de la liberación. De una generación que elige el camino revolucionario antes que la reconciliación irreconciliable. Saben que el futuro de los oprimidos es materializar su liberación. En el avance podrán morir como clase oprimida y renacer a la liberación. Es un viaje que debe realizarse históricamente y socialmente, no sólo en su interior.

Muchos cristianos saben que ser revolucionarios no significa ser demoníaco, sino que implica luchar contra la opresión y la explotación, por la libertad y la liberación de los oprimidos, no de manera idealista sino de forma concreta. Ayudarles a experimentar lo que significa " ser personas". Por medio de una praxis histórica, se conquistan las trivialidades de la vida cotidiana, que no es individual sino social.

No puedo ser un mero espectador, debo exigir mi lugar en el proceso de cambio. Es un desafío permanente al cual debo responder. Mi respuesta no puede ser otra que mi praxis histórica, en otras palabras, mi praxis revolucionaria. La revolución no elimina la tensión dramática de nuestra existencia. Resuelve las contradicciones antagonistas, porque participa de dicha tensión.

Es impensada históricamente una paz imperturbable. La historia es "devenir". es acontecimiento humano. Ante el crítico hallazgo de la tensión en que se sitúa mi humanidad, descubro en dicha tensión, la alegría de ser. Mi existencia cobra sentido en la intersubjetividad. El "YO EXISTO" adquiere plenitud frente al " NOSOTROS EXISTIMOS".

El concepto burgués individualista de la existencia no capta la baso social e histórica de la existencia humana. Es propio de la humanidad que hombres y mujeres creen sus propias existencias, en un acto creativo que es siempre social e histórico, aun cuando tiene sus dimensiones personales específicas.

La existencia implica riesgo, si no existo peligrosamente, no puedo ser. Existir es ante todo, arriesgarse. La forma y efectividad del riesgo es distinta según el lugar y la circunstancia histórica. En Brasil, no es lo mismo que en Suiza. La realidad sociohistórica condiciona la forma que asume el riesgo. No se puede universalizar el riesgo existencial.

El pensamiento dialéctico es un desafío para los que toman esta opción. No es fácil superar la educación pequeñoburguesa individualista e intelectual que dicotomiza teoría y práctica, trabajo intelectual y trabajo manual.

" El Rol de la Iglesia"

Al analizar el rol educativo de la Iglesia ya mencionamos que no puede ser políticamente neutral. Su elección condicionará su enfoque de la educación y también sus efectos. En una sociedad de clases, la elite en el poder determina cómo ha de ser la educación y sus objetivos. Objetivos que no se opondrán a sus propios intereses. Jamás promoverá alguna forma de educación que lleve a los oprimidos a descubrir la razón de ser de la estructura social. Lo máximo permitido, es poder hablar de este tipo de educación, pero nada que viese amenazado a su "status quo".

La Confederación Episcopal de América Latina (CELAM) puede hablar de Educación Liberadora en todos sus documentos oficiales, mientras no se ponga en práctica no sucederá nada grave. La iglesia antiprofética no puede tolerar ninguna idea, que la elite considere diabólica. El rol de la Iglesia en la educación, debería contar con la coherencia entre la Iglesia y el Evangelio. Sus roles difieren, hasta se contraponen, dependiendo de la línea política ( que suelen ocultar) de las diferentes iglesias.

La Iglesia tradicionalista es intensamente colonialista. Es una iglesia necrofílica, conquistadora de almas. Es masoquista al subrayar el pecado, el infierno y la perdición eterna. Cuanto más sufran, más se purificarán para alcanzar el cielo y el descanso eterno. Para ellos, el trabajo no es una actividad transformadora y recreativa propia de hombres y mujeres, sino el precio que ha de pagarse por ser humano. Lo que el sociólogo suizo Lalive denomina "el paraíso de las masas".

Esta concepción del mundo satisface y atemoriza a los oprimidos. Cuanto más se ahogan las masas en su cultura del silencio, más se refugian en las iglesias. Sumergidos en esta cultura del silencio, (la única voz que escuchan es la de las clases gobernantes) ven que en esta Iglesia, pueden ocultarse de una sociedad agresiva. Ven el mundo del pecado, y a sus opresores como dueños del mundo. Al no poder alzar su voz como clase social, se engañan pensando que las plegarias que pronuncian son su forma de decir lo que piensan.

Desean la salvación, sin conocer la liberación. La dominación, los hace aceptar esta anestesia histórica, combatiendo el pecado pero sin saber las verdaderas causas de su opresión. Esta clase de Iglesias se encuentra en sociedades cerradas, atrasadas, mayormente agrícola. La iglesia tradicional no cambia, a pesar de la modernización de las sociedades. Necesitan de un cambio cualitativo en la conciencia del pueblo para superar la visión de la Iglesia como el paraíso de las masas.

Más aún, la modernización tecnológica, no hace que la gente se vuelva más crítica en su análisis. Depende de la ideología que la dirige. Por todo esto, la línea tradicionalista es una aliada incuestionable de las clases gobernantes, lo sepa o no. El rol que estas iglesias pueden desempeñar, en el campo de la educación se ve condicionado por su propia concepción del mundo, de la religión y de los seres humanos y su destino.

" La Iglesia Modernizadora "

La historia demuestra que la nueva posición de algunas iglesias, comienza a surgir cuando los elementos de modernización reemplazan a las estructuras tradicionales de la sociedad. Los intereses imperialistas recurren a varias formas de penetración y control sobre la sociedad dependiente. El énfasis puesto en la industrialización da lugar a una ideología nacionalista de desarrollo, generando pactos entre la burguesía nacional (clase media acomodada) y el naciente proletariado (trabajadores).

Los economistas, sociólogos y educadores, analizan este proceso. Obvio que nada de esto sucede por casualidad. Es un proceso que forma parte de la historia de las sociedades Latinoamericanas. Este complejo movimiento, en respuesta al llamado retraso de Latinoamérica, no es accidental.

Se busca reformar estructuras arcaicas sin frustrar sus intereses. Para el imperialismo y sus aliados nacionales, lo importante es que este proceso reformista, llamado desarrollo, no afecte la relación básica entre la sociedad madre y sus sociedades dependientes. Nada debe alterar el estado de dependencia. Todas las transformaciones serán tomadas en la sociedad dominante. Latinoamérica podrá desarrollarse cuando la decisión de cambio corra por cuenta de las masas populares oprimidas, e independiente de una elite burguesa impuesta.

El desarrollo es liberación en dos niveles:

  1. La sociedad dependiente se libera del imperialismo.

  2. Las clases sociales oprimidas se liberan de la elite opresora.

El desarrollo es imposible en una sociedad de clases. El paso de un estado a otro no es automático, ambos coexisten durante la transición. El proletariado de la etapa de modernización vive una nueva experiencia histórica, que da lugar a un nuevo estilo de acción política: el populismo. Sus dirigentes son los mediadores entre los gobernantes y las emergentes clases populares. El populismo surge con las clases populares, con más frecuencia en los centros urbanos que en los latifundios, donde los campesinos siguen sometidos.

El populismo ofrece beneficencia y manipulación. Tras la etapa populista puede sobrevenir una nueva fase de regímenes militares violentos. La represión los retrotrae a la cultura del silencio y los obliga a refugiarse en las Iglesias. La aparición de las masas, no implica la toma de conciencia crítica. El pase de las iglesias hacia la modernización, no se traduce en compromiso histórico con el pueblo oprimido que lo conduzca a la liberación del mismo.

La Iglesia modernista se torna más eficiente en sus actividades sociales (beneficencia) y en sus actividades pastorales. Los antiguos Centros de Caridad dirigidos por laicos, pasan a ser Centros Comunitarios dirigidos por trabajadores sociales. Se pierde el contacto personalizado con la gente. La Iglesia se hace presente en los medios de comunicación de masas.

Al igual que las Iglesias tradicionales, no están comprometidas con los oprimidos sino con la elite en el poder. Por eso se reforma pero no se transforma su estructura. Hablan de humanización del capitalismo antes que de su eliminación. Alienan a las clases oprimidas defendiendo las reformas que mantienen el status quo. Las iglesias la impresión de estar en marcha, cuando en realidad permanecen inmóviles.

Las iglesias tradicionalistas alienan a las clases oprimidas concibiendo al mundo como algo maligno. En una sociedad de clases toda humanización es imposible, la liberación se concreta, sólo cuando la sociedad se modifica.

La concepción que poseen las iglesias modernistas acerca de la educación, sus objetivos y su aplicación, debe ser coherente con su posición política, por eso aún cuando hablan de educación liberadora están condicionados por su concepción de la liberación como actividad individual que debería producirse por medio de un cambio de conciencia y no a través de la praxis histórico-social de los seres humanos.

Para la iglesia modernista, la educación liberadora se reduce finalmente a liberar a los estudiantes de pizarras, clases estáticas y currículos basados en libros de texto, y a ofrecerles proyectores y otros accesorios, clases dinámicas y una nueva enseñanza técnico-profesional.

" La Iglesia Profética "

En el tercer mundo ha ido surgiendo otro tipo de iglesia, la Iglesia Profética. Atacada tanto por las Iglesias tradicionales como por las Iglesias modernistas, así como por las elites en el poder. Este movimiento utopista, profético y esperanzado reniega de la beneficencia y de las reformas superficiales, para comprometerse con las clases sociales dominadas y con el cambio social radical.

Rechaza el pensamiento estático. Para "ser" acepta "devenir", piensa críticamente y no se piensa neutral. No oculta su elección. Sabe que lo que cuenta es el "Nosotros somos", "nosotros sabemos", "nosotros nos salvamos".

Esta línea profética surge cuando las contradicciones de la sociedad devienen obvias. Es en este momento cuando la revolución es concebida como el medio de liberación de los oprimidos. Los cristianos proféticos aún no están de acuerdo en lo que se refiere a la acción, pero se han unido a las clases oprimidas como un compromiso.

Han aprendido, como resultado de su praxis con la gente y del ejemplo de muchos jóvenes. Ven que la realidad es un proceso lleno de contradicciones y que los conflictos sociales son expresión histórica del enfrentamiento de dichas contradicciones.

Esta postura analiza críticamente las estructuras sociales en que se desarrolla el conflicto. Sus seguidores deben conocer de socio-política, lo que exige una elección ideológica. Una perspectiva profética exige un conocimiento científico del mundo, ya que denunciar la realidad presente y anunciar su transformación radical en otra realidad, capaz de dar origen a nuevos seres humanos implica alcanzar un nuevo conocimiento de la realidad a través de la praxis.

La postura profética no es pequeñoburguesa, es consciente de que es imprescindible la participación de las clases dominadas en esta denuncia y anunciación, no se puede hacer si se quedan al margen de la situación. La Iglesia profética, les invita a un nuevo éxodo. Para poder "ser", la Iglesia profética debe estar siempre " deviniendo" (en cambio). No existe profecía " sin riesgo".

Esta actitud profética se ve acompañada por una reflexión teológica rica y necesaria. La teología del desarrollo, deja paso a la teología de la liberación. Todavía no está bien sistematizada. No se trata de una actitud exótica del subdesarrollo.

El concepto de tercer mundo no es geográfico, sino ideológico y político. El tercer mundo tiene su primer mundo, representado por la ideología de la dominación. El tercer mundo es el mundo del silencio, de la opresión ejercida por las clases gobernantes. Europeos y norteamericanos, tienen su tercer mundo en las periferias de sus grandes ciudades.

El rol educativo de la Iglesia profética debe ser totalmente diferente a las otras iglesias. La educación debe ser un instrumento de acción transformadora, una praxis política al servicio de la libertad humana permanente. Supone un cambio radical en las estructuras, que ha de transformar, a su vez, la conciencia. La cuestión de la Iglesia, la educación y el rol de las Iglesias en la educación sólo puede discutirse históricamente. La humanidad debe responder al movimiento profético del tercer mundo en el marco histórico.

 

11- " Elogio de "A BLACK THEOLOGY OF LIBERATION" de James Cone "

Freire lee este libro, y se siente conmovido por la seriedad de su análisis y su compromiso con los oprimidos. Luego de releerlo por segunda vez, Freire le escribe a James Cone manifestándole sus impresiones y opinión acerca de la importancia de publicarlo inmediatamente en Latinoamérica, ya que la teología negra está incuestionablemente vinculada con la teología de la liberación.

La naturaleza profética de ambas teologías reside, en la lucha que realizan junto a aquellos que han sido silenciados, para que puedan decir su opinión transformando revolucionariamente la sociedad que los reduce al silencio. "Poder hablar" es construir una historia que pueda reformularse. Con una praxis revolucionaria y un liderazgo crítico y atento, aprenden a enunciar su mundo, descubriendo las razones de su silencio previo. De ahí se desprende el carácter político de la teología negra en EE.UU. y de la teología de la liberación en Latinoamérica.

La teología blanca tiende a defender los intereses de la clase dominante, y posee tanto carácter político como la teología negra o una teología de la liberación. Los teólogos de esta imposible neutralidad, tratan de suavizar el mundo real, duro y opresor. Exhortan a las clases dominadas (etiquetadas como pobres) a afrontar su sacrificio con resignación y la discriminación que sufren es una forma de purificar sus pecados. La fe que nace hoy, en el "hoy" de su lucha da sentido al futuro, como tarea de construcción, un "acto de libertad".

La teología blanca, supone un pacto, una reconciliación entre "ricos" y "pobres", acepta la continuidad de la realidad de los oprimidos, donde éstos reciben a cambio, asistencia social eficiente y moderna. Según Cone, toda reconciliación entre opresores y oprimidos, presupone liberación de los oprimidos, forjada por ellos mismos a través de su praxis revolucionaria. El libro de Cone surge en el mundo real del racismo en EE.UU..

 

12- " Diálogo con Paulo Freire "

Entrevista realizada a Paulo Freire por la gente del Instituto de Acción Cultural; realizada en Ginebra.(ver del libro, pero repite conceptos)

 

13- " Llamada a la concienciación y a la Desescolarización "

Una relación dialógica es una evidencia del acto cognitivo, donde el objeto de conocimiento (como mediador de los sujetos de conocimiento), se entrega a una revelación crítica. El ciclo epistemológico es visto como una totalidad, no dividido en dos momentos:

     

  1. Etapa de adquisición de conocimiento.

  2. otra de descubrimiento o creación de nuevos conocimientos.

     

En ambas etapas es necesaria una postura crítica e inquieta por parte de los sujetos de conocimiento respecto del objeto.

La palabra "concienciación " proviene de la palabra "conciencia". La comprensión del proceso de "concienciación" y su práctica está directamente vinculada a la propia comprensión de la conciencia en sus relaciones con el mundo. Cuando experimento con la dialéctica que existe entre Objetividad y subjetividad, realidad y conciencia, práctica y teoría; existe la concienciación.

El conocimiento de la realidad es esencial para desarrollar la autoconciencia y su subsiguiente aumento de conocimiento. Un auténtico acto de conocimiento exige el descubrimiento de su objeto. Para revelar la realidad social en el proceso de concienciación, se debe aprehender el mundo real, como algo que está siendo.

Existe concienciación cuando hay revelación d la realidad objetiva, como en el ciclo epistemológico, no se acaba en la etapa del conocimiento, la concienciación no puede detenerse en la etapa de la revelación de la realidad. Deviene auténtica cuando experimentamos la revelación del mundo real como una unidad dinámica y dialéctica con la transformación concreta de la realidad.

Mi experiencia más reciente está plasmada en ensayos como "Educación, Liberación e Iglesia" .Lo que ahora sé, supone un enfoque diferente al que sostenía en el libro "La Educación como práctica de libertad". Mi error fue no considerar las polaridades en su dialéctica (conocimiento de la realidad y transformación de la realidad). En realidad, el descubrimiento de la realidad no garantiza la transformación de la realidad.

Muchos autores, hablan de una concienciación estrictamente pedagógica, distinta de la de los políticos. Pensar en la educación como independiente del poder que la constituye, divorciada del mundo real en que se forja, nos lleva :

     

  1. o bien a reducirla a un mundo de valores e ideales abstractos (que el pedagogo construye dentro de su conciencia sin ni siquiera entender el condicionamiento que le lleva a pensar de ese modo),

     

  2. o a convertirla en un repertorio de técnicas de comportamiento,

     

  3. o a percibirla como un trampolín para modificar la realidad.

     

La educación no da forma a la sociedad, es la sociedad la que formula sus propias normas y crea una educación que se adapte a esos valores que la sustentan. Si una sociedad estructura una educación para beneficiar a los que detentan el poder, se autopreserva. Por eso, toda transformación radical y profunda de un sistema educativo sólo puede producirse, cuando la sociedad misma se encuentra también radicalmente transformada.

Los educadores que están comprometidos con una transformación radical, tienen mucho por hacer, deberían determinar sus objetivos ( que son políticos) y aprender a alcanzarlos ( reconociendo sus limitaciones) de acuerdo con las condiciones históricas concretas en que viven. No siempre hacemos lo que quisiéramos hacer sino lo que resulta históricamente posible.

Muchos educadores, oyen hablar de concienciación y sin comprender sus objetivos, abordan la concienciación como personas que siguen escuchando pasivamente, no como personas que se apropian de su verdadero significado. Mistifican el proceso de concienciación. Luego la magia desaparece llevándose toda esperanza ingenua. Al verse frustrados, estos educadores rechazan su rol como sujetos en la transformación de la realidad y se unen a los mecanicistas.

Hay que destacar el carácter político de la educación, que jamás puede ser neutral. No considero mis métodos como absolutos, sino como los medios para un fin en cuya persecución se hacen y rehacen constantemente. La concienciación ni es simplemente un privilegio del tercer mundo. Todos estamos en un proceso permanente de concienciación, en tanto seres pensantes en relación dialéctica con una realidad objetiva sobre la que actuamos. Varían en el tiempo y el espacio los objetivos y métodos.

Según Teilhard de Chardín denomina "hominización" a su fuente original, cuando los seres humanos devinieron capaces de revelar su realidad activa, conociéndola y comprendiendo lo que conocían. No se pueden transplantar ideas, resulta ideológicamente alienante y beneficia al grupo dominante.

Otro problema es la "burocratización de la concienciación", que al perder dinamismo, se fosiliza y se transforma en receta o mistificación. Lo que he aprendido a través de mi experiencia, no ha debilitado mis convicciones juveniles básicas: la creencia en la búsqueda permanente de conocimiento. He reemplazado mi ingenuidad por una visión más crítica de ciertos problemas surgidos del desafío planteado por las nuevas realidades humanas.

 

14- " Revisión de la Pedagogía Crítica "

Como adulto, al trabajar con obreros, campesinos y pescadores tomé nuevamente conciencia de las diferencias entre las clases sociales. De niño me había relacionado con hijos de obreros y campesinos. Descubrí que la cuestión más importante era la alfabetización, ya que el nivel de analfabetismo en Brasil seguía siendo sumamente elevado.

Más aún, parecía profundamente injusto que hubiese hombres y mujeres que no pudiesen leer o escribir. La injusticia que implica el analfabetismo de por sí, tiene implicaciones mucho más serias, tales como la inhabilitación de los analfabetos en la toma de decisiones propias, en el derecho a votar y a participar del proceso político.

Esto me parecía absurdo. Ser analfabeto no implica carecer del sentido común necesario para elegir lo que más conviene a cada cual, y para elegir a los mejores líderes (aunque sólo sea a los menos perjudiciales).Pasé mucho tiempo investigando estas preguntas, hasta que encontré una técnica pedagógica. Las preguntas eran ¿Qué es subdesarrollo? ¿Qué es disciplina?¿Por qué los niños debían empezar a leer de memoria y no la totalidad de la palabra?¿Cuál es la relación entre autoridad y libertad? etc.

Lo que tenemos que hacer es vivir cada día con los educandos y enfrentarnos con esta tensión que existe entre nosotros, tensión que es reconciliable (entre educando y educador y viceversa). Concebirla de este modo, y no como antagonista, nos califica como educadores democráticos, no elitistas y autoritarios.

La práctica misma de la enseñanza implica aprendizaje por parte de los educandos, y aprendizaje o reaprendizaje por parte de los que enseñamos. Creo que en el marco de una comprensión rigurosa del proceso de conocer, considerado como proceso social (no sólo como un momento individual) es imposible separar la enseñanza del aprendizaje.

Consecuencias políticas de este pensamiento y de esta práctica educativa:

Los educadores deben preguntarse para quién y en nombre de quién trabajan. A mayor grado de conciencia y de compromiso, mayor comprensión del hecho de que el rol el educador exige correr riesgos, incluida la posibilidad de arriesgar el propio trabajo. Los educadores que cumplen su tarea de forma acrítica, simplemente para conservar su trabajo, aún no han captado la naturaleza política de la educación.

Todo mi pensamiento y mi búsqueda, en realidad fueron y son parte de un marco político, sin el cual mis esfuerzos no tendrían sentido.

Experiencia en prisión:

Antes del exilio estuve dos veces en prisión, durante setenta y cinco días en total. Obviamente , fui encarcelado precisamente por la naturaleza política de la educación. Lo que necesitamos saber es el tipo de filosofía política que suscribimos y conocer los intereses para los cuales trabajamos. Afortunadamente mis ideas políticas nunca han beneficiado los intereses de la clase dominante, y siguen sin hacerlo.

Exilio e influencia sobre el desarrollo de un pensamiento crítico y pedagógico:

El exilio magnifica tus virtudes y defectos. Fue durante el exilio cuando me di cuenta que estaba realmente interesado en el aprendizaje. Lo que aprendí en el exilio es lo que recomendaría a todos los lectores de este libro: estar cada día abiertos al mundo, estar dispuestos a pensar; estar cada día preparados para no aceptar lo que se dice sencillamente porque se dice, estar predispuestos a releer lo que se lee; investigar, cuestionar y dudar cada día.

Creo que es sumamente necesario dudar. Pienso que siempre es necesario no estar seguro, es decir, exageradamente seguro acerca de ciertas "certezas". Mi exilio fue un largo período de continuo aprendizaje. Una de mis primeras lecciones fue que no debía emitir juicios de valor acerca de otras culturas. Desde mi juventud he estado abierto a diferentes culturas y este sentido de la apertura me ha ayudado a aprender muchísimo como maestro y educador, y he pensado acerca de mis opiniones, que no son transferibles a otras culturas.

Cada cultura debe llevar a cabo sus propias formas de educación, sólo podría ayudarles si empezaba a comprenderlos mejor. Y no podía hacerlo, si no entendía su cultura y su historia. El exilio me ayudó a revisar mis reflexiones, las diferencias culturales han ejercido una influencia directa en la profundización de mi desarrollo intelectual. En 16 años de exilio visité Europa, EE.UU. África y otros países de Latinoamérica.

Lenguaje y liberación:

En un momento concreto de la lucha por la autoafirmación, siendo sometidos y explotados por la clase gobernante, no hay grupo social ni clase, ni siquiera una nación entera que pueda emprender la lucha por la liberación si carece de un lenguaje.

Lenguaje, cultura y pensamiento:

Un acto educativo tiene naturaleza política, y un acto político tiene naturaleza educativa. Si esto es habitualmente así, sería erróneo decir que sólo la educación en Latinoamérica tiene naturaleza política. La educación tiene naturaleza política en todo el mundo. En términos metafísicos, la política es el alma de la educación, su mismo ser, sea en el primer mundo o en el tercer mundo.

Cuando un educador estudia una asignatura en particular, todas las instancias educativas devienen actos políticos. Ni yo, ni nadie puede, en modo alguno, contradecir esto. Por lo tanto, la naturaleza política de la educación no es exotismo de Paulo Freire perteneciente al tercer mundo.

Pedagogía del Oprimido surgió de una experiencia vital e insisto en el aspecto afectivo de las cosas, las dimensiones humanísticas e intuitivas del acto de conocimiento. Este libro es radical. Está saturado por el tiempo, la historia y la cultura.

Un consejo final para los lectores:

Relean este libro, la segunda lectura debe ser más crítica que la primera. Esta sugerencia es válida para todas las lecturas. Siempre debemos adoptar una visión crítica, la de una persona que cuestiona, que duda, que investiga y que quiere iluminar la propia vida que vivimos.

Mi sugerencia es que capturemos nuestra alineación cotidiana de la rutina, de repetir las cosas burocráticamente, de hacer todos los días a las diez lo mismo, porque "hay que hacerlo", sin preguntarnos por qué. Deberíamos hacernos cargo de nuestras vidas y comenzar a ejercer el control. Deberíamos tratar de incorporarnos y escapar a la opresión del tiempo.

Vivimos sumergidos en el tiempo, sin apreciar críticamente la historia, como si ésta nos pasara por encima, dirigiendo nuestras vidas inexorablemente. Este fatalismo ahoga y mata. La historia no tiene poder, como dijo Marx, "La historia no nos dirige, nosotros construimos la historia. La historia nos constituye mientras la construimos".

Intentemos salir de la rutina que se repite día a día. Tratemos de entender la vida, no como la repetición cotidiana de las cosas, sino como un esfuerzo por crear y recrear, también por rebelarnos. Necesitamos ser sujetos de la historia, aún cuando seamos objetos de la historia. Y para ser sujetos necesitamos dirigirnos críticamente a la historia. Como participantes activos y sujetos reales podemos construir historia, siendo permanentemente críticos con nuestras propias vidas.

Autor:

Paulo Freire

Trascripción:

Liliana H. Martínez

Texto Resumido textual, sin opinión personal de quien lo trascribe.

liliunica@hotmail.com

Post grado en Educación de Jóvenes y Adultos

Instituto Nuestra Sra. del Buen Viaje - Morón - Bs.As. - Argentina