Introducción

El tema de la evangelización, que había adquirido un claro protagonismo en la Iglesia desde el Concilio Vaticano II, se ha convertido en un tema estrella de la actualidad eclesial tanto a nivel de reflexión teológica como a la hora de la puesta en marcha de planes pastorales a todos los niveles (1).

Es obligado señalar un precedente sumamente significativo -por la oportunidad y la influencia posterior- en el Sínodo de los Obispos de 1974 unido a la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi ofrecida por Pablo VI. Se puede considerar que en este Sínodo queda consagrado oficialmente el concepto de evangelización.(2)

Actualmente, a la palabra evangelización se le añade el calificativo de "nueva". Fernando Sebastián (3) recoge la pequeña y reciente historia del concepto nueva evangelización, que Juan Pablo II acuña y comienza a difundir desde el 9/3/1983 en Puerto Príncipe, Haití, en un discurso al CELAM. Desde entonces es frecuente en el Magisterio Ordinario del papa el tratamiento de este tema en discursos a obispos de los cinco continentes, así como en sus continuos viajes. La Exhortación Apostólica Christifideles Laici (4) aportará un análisis más amplio y profundo del concepto de nueva evangelización. Finalmente, la Carta Encíclica Redemptoris Missio constituye en esta línea el último hito destacable, publicada en coincidencia con el XXV aniversario de la promulgación del decreto Ad gentes del Vaticano II y quince años después de la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi.

Supuesto lo anterior, nada más oportuno que revisar las realidades antiguas y nuevas que tienen un propósito evangelizador. Por eso me ha parecido muy conveniente seguir los antecedentes y los pasos iniciales de un Movimiento que desde su nacimiento apunta precisamente como intuición fundamental a la dimensión evangelizadora de la Iglesia.

Nace en Mallorca, en enero de 1949, en unas circunstancias religiosas que ha descrito certeramente Monseñor Capmany:

En un momento histórico en que aparentemente parecía no haber en España problemas de fe, pues todos se manifestaban creyentes, el Movimiento de Cursillos intuyó que el problema básico de una cristiandad que no funcionaba con coherencia, era la falta de una verdadera aceptación del anuncio básico de la fe: una aceptación con clara percepción de lo que constituye el núcleo de la fe cristiana, con respuesta clara a la interpelación del gran acontecimiento de Jesús Redentor, y con vivencias a fondo de esta aceptación y respuesta fundamentales (5).

Por eso el presente trabajo quiere hacer en lo posible la historia de la preparación y el nacimiento del primer Cursillo de Cristiandad y comprobar si nos encontramos ante un Movimiento evangelizador. Asimismo, pretendemos adentrarnos en el entramado doctrinal del Cursillo en sus inicios con el fin de llevar a cabo una descripción teológica del mismo, señalando las claves de su nervio doctrinal y aportando una valoración crítica de sus contenidos.

El trabajo se compone de dos partes bien diferenciadas. Primeramente estudiaremos la historia resumida de la génesis del Cursillo. Eso implica un análisis del ambiente de los años 40 en España y Mallorca, así como la descripción de los antecedentes próximos, la ocasión, la peregrinación a Santiago y el nacimiento del Cursillo. Por último, la consideración de si es un Movimiento evangelizador. En segundo lugar procederemos a la descripción teológica del Cursillo analizando sus fundamentos doctrinales, sus medios y técnica, para llegar a la descripción teológica propiamente dicha con su consiguiente valoración crítica.

Por último, estableceremos las conclusiones pertinentes.

Finalmente, dejar constancia de mi agradecimiento a don Sebastián Gayà por el asesoramiento siempre cordial y el material de incalculable valor que me ha facilitado; a monseñor Josep Capmany Casamitjana por el interés y apoyo manifestados; y, por último, al Dr. Josep María Rovira Belloso por haber aceptado dirigir el presente trabajo, por su estímulo constante y por haber podido gozar de su magisterio teológico.

 

Cerdanyola del Vallès, 25 de julio de 1993


Nota_1 Como muestra, baste señalar el Congreso sobre la parroquia evangelizadora celebrado en Madrid los días 11, 12 y 13 de noviembre de 1988 con su publicación posterior Parroquia evangelizadora, Madrid 1989; el Pla Pastoral de l´Arquebisbat de Barcelona del 24/9/1992, está centrado en la evangelización prioritariamente; el Congreso Internacional de Teología celebrado en Barcelona del 3 al 6 de mayo de 1993 en conmemoración de los 25 años de la fundación de la Facultad de Teología de Catalunya, ha tenido como lema: Misión y Encarnación. La Iglesia catalana y el reto de su labor evangelizadora; El Concilio Provincial Tarraconense tiene también como uno de sus objetivos prioritarios el tema de la evangelización, y así se percibe en los cuestionarios previos que se están trabajando en la Iglesia catalana.

Nota_2 Cf. J. Guiteras, Evangelització, Barcelona 1985, pp. 85-148.

Nota_3 Cf. F. Sebastián, Nueva evangelización, Madrid 1991, pp. 18-21. De la bibliografía que aporta el autor, recogemos la siguiente muestra: Discurso al CELAM, 9-III-1983, AAS 75 (1983-I) pp. 775-779; Discurso a los fieles en Santo Domingo, AAS 77 (1985) pp. 354-361; Discurso a los fieles de Viedma, 7-IV-1987, AAS 80 (1988-I) pp. 186-193; Homilía en Salta, 8-IV-1987, AAS 80 (1988-I) pp. 193-200; Alocución al Consejo General de la Pontificia Comisión para América Latina, 28-IV-1987, AAS 79 (1987-II) pp. 1320-1322; Carta del Santo Padre a los participantes en la XV Asamblea general ordinaria de los religiosos de Brasil, 11 de julio de 1989; Discurso de la primera reunión de la Pontificia Comisión para América Latina, 7-XII-1989, AAS 82 (1990) p. 763; Los Caminos del Evangelio. Carta del Santo Padre a los religiosos de América Latina con ocasión del V Centenario de la Evangelización del Nuevo Mundo (26-VII-1990); Carta a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de Europa, 2-I-1986, AAS 78 (1986) pp. 454-457; Discurso a la Asamblea Plenaria del consejo Pontificio para la Cultura, 13-I-1986, AAS 78 (1986) pp. 655-658; Discurso a los Obispos de Umbría, 19-IV-1986, AAS 78 (1986) pp. 1131-1137.

Nota_4 Cf. ChL nn. 34 y ss.

Nota_5 J. Capmany, En la línea del kerigma en "Imágenes de la fe", n. 254, (1991) p. 5.