OBJETIVO
Descubrir que por el sacramento del bautismo nos incorporamos a la Iglesia,
Cuerpo de Cristo para que encontremos y desarrollemos la forma personal de
participación activa en la vida de la Iglesia
"Todos nosotros, . ..hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un
único cuerpo" (1 Co 12, 13).
NOTAS PEDAGOGICAS
El catequista debe partir del hecho de la pobre conciencia de pertenencia y
participación en la Iglesia de parte de muchos bautizados.
Por una parte es cierto que las personas estamos llamados a vivir y a
desarrollarnos en comunidad. Se dice inclusive que somos seres sociables, pero
también es cierto que en nuestro tiempo hay una tendencia a pensar y actuar
marcada por un fuerte individualismo. Tendencia que se presenta al interior de
la misma Iglesia, sobre todo en las grandes ciudades donde mucha gente no tiene
conciencia de pertenencia a la comunidad cristiana. El sacramento del Bautismo
no es sólo purificación, es también incorporación y vinculación a una comunidad
cristiana.
Se les sugiere a los papás y padrinos con anticipación que traigan una foto
donde aparezca el niño que se bautizará con su familia. Por su parte, el
catequista tratará de traer fotos de la comunidad cristiana.
VEAMOS
Dialoguemos un poco sobre el acontecimiento que nos ha reunido: tenemos en
familia un nuevo miembro.
Cuando llega un nuevo hijo a la familia hay actitudes y comportamientos diversos
ante el acontecimiento. Durante esta reflexión los papás y padrinos estarán
observando la fotografía del hijo que se bautizará:
¿De quién depende la vida futura del niño?
¿Qué pasa con los niños que carecen de una vida familiar?
¿Qué diferencia hay cuando se tiene una familia que lo quiere y cuando se carece
de ella?
Se puede dar tiempo para hacer comentarios.
PENSEMOS
Así como las personas al nacer, para crecer y desarrollarse necesitan vivir en
una familia, en una sociedad, así también el cristiano, que en el sacramento del
Bautismo recibe una vida nueva, necesita acogerse, incorporarse vitalmente al
Pueblo de Dios, la Iglesia, para Vivir plenamente la vida que ha recibido.
"El Bautismo hace de nosotros miembros del Cuerpo de Cristo. “Por tanto... somos
miembros los unos del los otros’ (Ef 4, 25). El Bautismo incorpora a la Iglesia"
(CIC 1 267) de todos los tiempos y lugares de la tierra. Dicha incorporación al
Cuerpo de Cristo encuentra su expresión concreta en la pertenencia y
participación en una comunidad cristiana, nuestra parroquia. Por esta razón, el
Bautismo debe tener lugar en la parroquia donde vivimos y dentro del marco de la
celebración del domingo (ver CDC 856; 857.2; II SDG 14).
Con la incorporación a la Iglesia, toda la comunidad cristiana es responsable de
la fe del nuevo bautizado. Sin dejar de ser especial la responsabilidad de los
papás y padrinos (ver CIC 1255).
Por el sacramento del Bautismo todos somos hermanos y hermanas. Esta unión
fundamental de todos los bautizados, por encima de los "límites naturales o
humanos de las naciones, las culturas, las razas y los sexos ´porque en un solo
Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo´ (1 Co
12, l 3)" (CIC 1 267), debe manifestarse concretamente en la ayuda mutua y en el
intercambio de dones materiales y espirituales (ver He 2, 44-45).
ACTUEMOS
Se reúnen en pequeños grupos los papás y padrinos de cada niño y dialogan a
partir de las siguientes preguntas:
¿Me siento identificado con mi comunidad parroquial?
¿Participo activamente en la celebración dominical de la Eucaristía en mi
parroquia?
¿Conozco al sacerdote y a los agentes que trabajan en la evangelización en mi
parroquia?
¿Participo en algún grupo pastoral de mi parroquia?
Ahora tratan de llegar a un compromiso concreto a partir de esta pregunta y lo
anotan en una hoja de papel:
¿Qué vamos a hacer como papás y padrinos para ir integrando al hijo que traemos
a bautizar en la comunidad parroquial?
CELEBREMOS
El catequista prepara un cartel con las fotografías o imágenes de la comunidad
parroquial procurando dejar algunos espacios en blanco (tantos como niños se
vayan a bautizar), en su parte superior coloca bien claro el nombre de la
parroquia. Coloca el cartel al frente del grupo y al lado pone cinta adhesiva.
El catequista les presenta y explica el cartel en que vemos representada nuestra
comunidad parroquial.
Se lee del capitulo 2 del libro de los Hechos de los Apóstoles los versículos
del 42 al 47.
Se deja un momento de reflexión en silencio.
Los papás y padrinos de cada niño expresan en voz alta, juntos, el compromiso
que formularon. Una vez dicho el compromiso pasan y colocan la fotografía del
niño en algunos de los espacios vacíos del cartel y regresan a su lugar. Así
hasta pasar todos los grupos.
Terminamos cantando:
IGLESIA PEREGRINA
Todos unidos formando un solo cuerpo
un pueblo que en la Pascua nació,
miembros de Cristo en sangre redimidos,
Iglesia peregrina de Dios.
Vive en nosotros la fuerza del Espíritu,
que el Hijo desde el Padre envió.
El nos empuja, nos guía y alimenta,
Iglesia peregrina de Dios.
Somos en la tierra semilla de otro reino,
somos testimonio de amor
paz para las guerras y luz entre las sombras,
Iglesia peregrina de Dios,
paz para las guerras y luz entre las sombras,
Iglesia peregrina de Dios.
Rugen tormentas y, a veces , nuestra barca
parece que ha perdido el timón.
Miras con miedo no tienes confianza,
Iglesia peregrina de Dios.
Una esperanza nos llena de alegría,
presencia que el Señor prometió.
Vamos cantando, él viene con nosotros,
Iglesia peregrina de Dios.
Todos nacidos en un solo Bautismo,
unidos en la misma Comunión.
Todos viviendo en una misma casa,
Iglesia peregrina de Dios.
Todos prendidos en una misma suerte,
ligados a la misma salvación.
Somos un cuerpo y Cristo es la Cabeza,
Iglesia peregrina de Dios.