NO TE HARÁS IMÁGENES DE DIOS

D/IMAGENES-FALSAS D/SORPRENDENTE MANIPULACION/D
Tenemos que convertirnos de Dios. Más exactamente: de 
nuestras imágenes de Dios. A Dios nunca acabaremos de conocerlo 
y siempre tendremos que estar revisando y mejorando nuestra 
relación con El; una relación que pasa por la imagen que nosotros 
nos hacemos de Dios.
Por otra parte, no vale decir que da igual una imagen que otra, o 
que podamos prescindir de nuestras imágenes de Dios para 
acercarnos a El. Nuestras imágenes sobre El nos son necesarias, 
pero siempre las debemos tomar como imágenes; Dios siempre 
estará más allá de lo que nosotros nos imaginemos de El. Y en esa 
dialéctica nos tenemos que mover: necesidad de esas imágenes al 
mismo tiempo que necesidad de relativizarlas y trascenderlas.
"La idea que una persona tiene de Dios es el compendio de su 
propia vida". Esta sencilla pero importante afirmación la hace Carlos 
G. Vallés en "Dejar a Dios ser Dios", libro sencillo, breve y 
clarificador, cuya lectura no está reservada a privilegiados y 
entendidos.

-"NO TE HARÁS IMÁGENES DE DIOS". MDT-01
"No te harás escultura ni imagen alguna de lo que hay arriba en 
los cielos..." (/Ex/20/04-05). Este mandamiento prohíbe y prescribe 
para siempre imágenes de Yahvéh. Nosotros nos hemos fabricado 
imágenes de Dios mucho más peligrosas que el oro y la plata, 
porque son imágenes sutiles, conceptos mentales, definiciones 
escolásticas, jaculatorias encendidas que atesoramos y usamos, 
ideas necesarias y expresiones inevitables sin las cuales no 
podemos gobernar nuestra conducta ni dirigir nuestro pensar, pero 
que, al ser limitadas, desdicen de su objeto y estrechan nuestras 
miras.
No se trata de perder confianza en la inteligencia humana, y 
menos aún de evitar el dogma que define la verdad necesaria; pero 
sí de ser conscientes de la limitación inherente a la palabra, para 
saber usarla con delicadeza y trascenderla con abnegación. Hay 
que concebir el concepto y vivir la realidad de Dios de la manera 
que nos sea dada; y hay que estar dispuestos también a ir más allá 
de ella, por grata que nos sea y por familiar que se nos haya hecho 
para ampliar vivencias y ensanchar miras sobre lo que nunca 
acabaremos de abordar" (o c., págs. 31-35).
Es una seria llamada, basada en un mandato bíblico, a renunciar 
a aferrarnos a nuestras imágenes de Dios, incluso aunque éstas 
sean válidas.

-DIOS ES DIOS DE VIDA Y DE VIVOS.
"Las memorias están muertas, mientras que Dios no es Dios de 
muertos, sino un Dios de vivos. Dios es eternamente nuevo.
IDOLATRÍA:Convéncete de que no lo conoces y de que puede 
traer hoy un rostro distinto del que tú te imaginas. No pongas en 
lugar de Dios la imagen de Dios que tú te has elaborado en el 
pasado: eso es idolatría espiritual. Repite la oración: "Señor, 
líbrame de todos los conceptos pasados que he formado de ti".
Lo que hemos de hacer al acercarnos a Dios es recoger todos los 
conceptos pasados que de él tenemos, almacenarlos en la bodega 
de nuestra mente, y luego acercarnos a Dios, conscientes de que 
estamos cara a cara con un Dios cercano y a la vez desconocido, 
infinitamente sencillo e infinitamente complejo. ¿Cómo podría 
repetirse el Infinito? Todo el espacio y todo el tiempo del mundo no 
le bastan para expresarse a sí mismo una sola vez, ¿y queremos 
que se repita? Dios no se repite. Dios no responde nunca a un 
procedimiento fijo, no se ata a tiempo y lugar, no acata pronósticos, 
no repite caminos.
Dios nunca "vuelve"; Dios siempre "viene". Cada vez es un 
camino nuevo, un rostro nuevo... Dios no copia... , ni siquiera se 
copia a sí mismo. Puede permitirse el lujo infinito de ser 
perpetuamente diferente, y en eso está precisamente su ser" (o, c., 
págs. 39-43).

-"NO TOMARAS EL NOMBRE DE DIOS EN FALSO"
"El Dios cercano da lugar a un concepto y una familiaridad que 
nos pueden llevar a la tentación de manipularlo. El Dios "amigo" 
puede pasar a ser el Dios "camarada", y la confianza puede llegar a 
ser abuso. Si manipular a un hombre es el último ultraje contra la 
dignidad de la persona, intentar manipular a Dios es blasfemia en 
acción. A Jesús, la gente quiso manipularlo en su vida una y otra 
vez. Le pedían signos, milagros. La reacción de Jesús fue llamar 
"generación perversa y adúltera"(/Mt/12/39. /Mt/16/04./Lc/11/29) a 
los que eso pedían. La promesa inaudita de Jesús, "pedid y 
recibiréis", pone en nuestras manos un instrumento privilegiado de 
fe y de abundancia en todos los órdenes para obtener cualquier 
cosa que deseemos, y en su misma generosidad abre el peligro de 
la manipulación, que más tarde o más temprano queramos forzar la 
mano de Dios valiéndonos de su promesa para conseguir que nos 
dé algo que él sencillamente no quiere darnos. El peligro no es que 
Dios sea de hecho manipulado, que nunca lo será ni puede serlo, 
sino que nosotros lo pretendamos y, al hacerlo, rebajemos otra vez 
el concepto de Dios a niveles humanos" (o.c., págs. 53-55).

-"EL QUE NO ADELANTA, RETROCEDE"
"Cuesta vaciar la mente. Cuesta silenciar el pensamiento.
RL/IGNORANCIA.IGNORANCIA/RELIGIOSA.Cuesta despedir la 
imagen. La imagen no muere. Asentimos a la trascendencia, 
reconocemos el misterio, apreciamos el silencio. Pero la imagen 
persiste y el concepto se agarra y la idea no cede. Hay en nosotros, 
bien en el fondo del alma y de la conciencia, una mezcla de rutina, 
miedo, superstición, resistencia al cambio y comodidad en lo 
aprendido, que repite valores iniciales y proyecta imágenes de 
infancia a lo largo de toda la vida. El peligro es que la continuidad 
se haga estancamiento. Me atrevo a decir que una de las causas de 
la desorientación religiosa que se observa hoy en España en 
familias tradicionales en materia de creencia y práctica religiosa es 
precisamente ésta: la generación adulta de hoy no ha desarrollado 
un entendimiento inteligente del catolicismo paralelamente al 
conocimiento de su especialidad y al ejercicio de su profesión. 
Hemos dado a luz una generación de excelentes técnicos, grandes 
médicos e ingenieros, economistas y empresarios que eran 
autoridades en su terreno... y carboneros en religión. Hay que 
negociar con el tesoro mayor que tenemos: el concepto de Dios. 
Hay que avanzar en su conocimiento. Cuando digo "concepto", digo 
"experiencia". No se trata de conceptos abstractos, sino de 
experiencia vivida.
O más bien de todo junto, ya que la idea influye en la conducta, y 
la conducta moldea la idea" (o. c., págs. 99-109).

-LA CONVERSIÓN DE LOS 
"BUENOS".D/CONTROLADO.CV/BUENOS.CR/CV.
No hemos pretendido hacer publicidad más o menos encubierta 
del libro citado; nos ha parecido interesante escoger unos 
fragmentos en los que se expone con claridad y autoridad la 
necesidad que tenemos de convertirnos de Dios; los creyentes, 
claro, los que nos sentimos demasiado seguros de nuestra 
condición, los que pensamos que a Dios ya lo tenemos "controlado". 
Porque las dificultades aquí comentadas son dificultades de quienes 
creen, no de quienes no creen; es claro que no basta con 
confesarse creyente. Creyente, ¿en qué Dios? ¿En el de la Biblia?; 
pero, ¿cómo entendemos e imaginamos al Dios de la Biblia? Que 
esta Cuaresma nos traiga una sincera conversión; de nuestras 
imágenes de Dios, sobre todo. Entonces, probablemente, muchas 
otras cosas cambiarán por sí solas. Y si no, hagamos la prueba.

LUIS GRACIETA
DABAR 1988, 16