TERCER MUNDO:
SIGNO DE LOS TIEMPOS
1. Signo de los tiempos
¿,Quién de nosotros no ha oído hablar de los signos de los
tiempos? Desde los años del Papa Juan XXIII, cualquier cristiano, y
muchos no creyentes, repite con frecuencia la famosa frase: «Hay
que auscultar los signos de los tiempos». Y sin embargo, es
posible que no nos hayamos puesto a meditar seriamente el
contenido de esa expresión. Sabemos que hace referencia a la
presencia y a la voz de Dios, que nos dirige la palabra en la
Historia. Pero aún así, ¿hemos ahondado en su profundidad?,
¿nos hemos dejado interpelar por ella'?
SITEM/QUE-SON: Signos de los tiempos son aquellos hechos
globales que caracterizan a una época, y a través de los cuales
Dios nos habla. Porque, efectivamente, esa expresión supone,
ante todo, que para un cristiano la palabra de Dios no está
solamente en la Biblia, sino también en la Historia, o, dicho de otro
modo, que los cristianos tenemos dos biblias: la biblia escrita y la
historia viva. Esto sólo es ya un gran descubrimiento. Pero, ¿no
será una llamada a observar con atención los grandes hechos
universales que marcan con sus trazos la realidad de nuestro
mundo?
Claro que lo es. Y, puestos a auscultar, a mirar el ancho mundo,
tendremos que convenir en que el Tercer Mundo es el gran
protagonista del momento presente, y, por tanto, el gran signo de
los tiempos actuales. La descolonización, el hambre, el
subdesarrollo y la explotación por parte del primer mundo son
realidades fuertes que hacen al Tercer Mundo el protagonista del
momento presente. Es cierto que a menudo aparecen más en la
prensa las tensiones Este-Oeste. Pero debajo de ellas está
siempre el mundo de la pobreza al que expolian unos y otros;
porque el Tercer Mundo es obra del primero.
Esta catequesis quiere ayudarnos a prestar atención a este signo
mayor del momento presente, para que seamos sinceros oyentes
de la Palabra de Dios, que no está encerrada en los limites de la
Biblia. Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en
práctica. Dichosos los que auscultan los signos de los tiempos, y
siguen la senda marcada por ellos. ¿,Queremos oir bien la Palabra
de Dios? Nosotros pensamos que Dios está preferentemente aquí.
Pero resulta que Dios rompe nuestros esquemas, y se le ocurre
situarse preferentemente allí. Vayamos a su busca. Vayamos al
Tercer Mundo. Nos acompaña Jesús, que quiere cruzar de nuevo
con nosotros la frontera del evangelio. Nos acompañan también los
misioneros, que fueron no sólo a cultivar la fe, sino a construir el
Reino de Dios. Dame tus ojos, Jesús, para ver en el subdesarrollo
el rostro del Padre y escuchar su voz.
A. PRIMERA PARTE:
¿QUE ES ESO DEL TERCER MUNDO?
2. Un caso de Filipinas
Un joven de 23 años está preso por subversión en las Islas
Filipinas. Es uno entre mil. Seis años hace que lo encarcelaron y
pronto será trasladado a la isla del Norte, cerca de Manila. Sus
padres y hermanos no han podido ir a verle todos estos años por
no tener 40 pesos (400 pesetas) para el viaje. Viven a 7 horas de
autobús, desde la carretera general hasta donde está el hijo preso
(antes de su traslado), y luego tienen que andar 25 kilómetros
atravesando montes y ríos, hasta llegar a su chabola. Todos ellos
delgadísimos, los hijos esqueléticos, de ojos vivos. Cuando
comprendieron que éramos sus amigos, nos dijeron literalmente:
«Somos trabajadores de una fábrica (250 en total). Desde enero
del 82 hasta julio no nos han pagado el sueldo (17 pesos diarios,
170 pesetas). El 7 de julio nos declaramos en huelga hasta hoy, 5
de abril del 83, que no hemos cobrado nada. Pero ahí seguiremos.
No nos da miedo el hambre nuestra, ni la de nuestros hijos. Somos
revolucionarios y lo seremos hasta el final, luchando por una vida
mejor para nuestra descendencia...» Viven en un clima de calor
sofocante; no ha llovido desde setiembre del 82. Sólo comen
alguna que otra patata reseca, pero se niegan en bloque a
trabajar para seguir en huelga, reivindicando sus derechos.
Después del encuentro con su hermano en la cárcel, uno de ellos
ha comentado: «Estoy orgulloso de mi hermano. Es un
revolucionario auténtico. No le importa morir en la cárcel, pues su
estar allá tiene sentido en el proceso revolucionario. A mi me han
entrado ganas de llorar, y por un rato no he hablado. Pero no
puedo llorar, soy un revolucionario» (Noticias obreras, N.° 859).
Así es el Tercer Mundo: pobreza, hambre y, a menudo, dictadura.
Este hecho vale por muchas consideraciones. ¿No sientes, al
leerlo, que la indignación te calienta las mejillas? Pero no nos
quedemos en anécdotas. Hagamos una indagación más seria.
3. Ubicación del Tercer Mundo (TM)
El TM corresponde a las tierras habitadas por ese 75 % de la
población, que sólo goza del 20 % de la renta mundial. Esta es la
información decisiva, que nos habla enérgicamente con el frío
lenguaje de las cifras. El otro 25 % de la población, donde
entramos nosotros, tiene a su disposición el 80 % de los bienes en
activo. Las tierras correspondientes a ese subdesarrollo son en
conjunto las tierras tropicales, por lo cual algunos se preguntan:
¿Será el subdesarrollo un "hecho natural", ligado al clima, al suelo,
a las enfermedades tropicales o al modo de ser de la gente?
4. Provocado por el desarrollo del primer mundo
Pero ocurre que los países del TM corresponden, a grandes
lineas, a los espacios «coloniales», antiguos o recientes, donde se
mantienen estructuras de dependencia vinculadas al proceso de
industrialización. Además, es un fenómeno prácticamente
contemporáneo. Porque resulta que, hasta mediados del siglo
XVIII, no se aprecia esta división por niveles de desarrollo, salvo en
grupos primitivos. Es el proceso de industrialización el que ha
provocado la situación actual, al permitir a los países maquinizados
no sólo abastecerse a si mismos, sino competir ventajosamente
con la artesanía no industrializada. Esto lleva a la decadencia de la
manufactura preindustrial bajo la potencia de la industrial, y da
comienzo la exportación de materias primas a los países
industriales, impulsada, además, por la dominación colonial. De
esta forma se introduce a los países no industrializados dentro del
circulo económico capitalista, con un papel parecido al de los
primeros obreros industriales ante la burguesía. es la división
internacional del trabajo y la producción, que provoca un proceso
de distanciamiento creciente.
Hay que decir, por lo tanto, que esta realidad llamada TM no es un
"hecho natural", sino que procede de "factores históricos".
5. Centro y periferia
Así se explica el avance espectacular de los países desarrollados
durante el siglo XX, a pesar de las dos guerras mundiales. Las
sociedades occidentales se convierten en el «centro» de la
economía mundial, de tal forma que las otras regiones quedan
orientadas a satisfacer su demanda, convirtiéndose así en
«periferia». Como dice un autor, el reparto del continente africano,
realizado a finales del siglo XIX, proporciona a los colonizadores
recursos centuplicados, porque permite explotar simultáneamente
el trabajo barato y los recursos naturales, derrochándolos,
saqueándolos, pagándolos a un precio que no permite la
reconstrucción de actividades de reemplazo cuando se agotan. La
distancia entre países desarrollados y subdesarrollados ha pasado
en un siglo (1870-1970) de la relación 3 a 1, a una diferencia diez
veces mayor.
6. Datos alarmantes
Lo peor del subdesarrollo no es el subdesarrollo mismo, sino la
dependencia, el ser «periferia» de un centro, que necesita
mantener esa periferia para seguir siendo centro. Sin embargo,
conviene que recordemos algunas cifras o datos secos, porque
suelen impresionarnos más fácilmente.
- Datos de 1980: 93 países subdesarrollados, con una población
de 2.541.000.000 habitantes, tenían una renta per cápita de 580
dólares, cuando el umbral mínimo de subsistencia se colocaba
entre 1.000 y 1.500.
- El 70 % de la población mundial poseía un consumo medio
inferior al limite más bajo de alimentación, colocado en 2.500
calorías por habitante y día.
- Además, la alimentación de estas personas es desequilibrada y
carente de calidad. Por ejemplo, el 60 % de la humanidad
consumía entre 14 y 15 gramos de proteínas animales por
habitante y día, casi cinco veces menos que en los países
desarrollados, sin contar la situación fluctuante de esa
alimentación, según la dinámica de los mercados internacionales.
- Todo ello ofrece gran vulnerabilidad a ciertas enfermedades
como el escorbuto, el beri-beri, la pelagra o el raquitismo, y
provoca incluso el retraso mental de los niños.
- Entre 1960 y 1980 el número de analfabetos ha pasado de 735 a
814 millones, aunque haya disminuido la proporción (de 39,3 a
28,9 %).
- Población analfabeta de más de 15 años en 1975: en Brasil, 26
% (población urbana), 59 % (rural); en Colombia, 11 y 35; en
Panamá, 8 y 36; en la R. Dominicana, 42 y 22.
- Gasto por persona en educación en 1980: países desarrollados,
287 dólares; países subdesarrollados, 17.
- En 1980, 38 estados no tenían establecida la enseñanza
obligatoria.
- Treinta países, la mayor parte de ellos africanos, escolarizan
menos del 50 % de los niños comprendidos entre 6 y 11 años.
Cuarenta y uno, entre el 50 y el 75 %.
- En Europa, 97 % de los niños acaban el ciclo primario. La media
del mundo subde- sarrollado es el 60 %; en América Central, 55 %,
y en África, 47 % (de los niños escolarizados).
- Las universidades del TM, con los defectos de la dominación
colonial, están orientadas a la formación de una élite privilegiada.
Pero suponen un gasto casi improductivo, porque la falta de
aparatos productivos provoca la emigración masiva de los
postgraduados.
Dejemos ya los datos.
7. Países pobres donde no hay hambre
No deja de ser llamativo -y para un cristiano, interpelante- el
hecho siguiente: en los países socialistas autoritarios todo el
mundo come, aunque sea con racionamiento. Los cercos del
hambre no están en los socialismos. Tampoco abundan los
analfabetos: los resultados en este terreno suelen ser rápidos y
espectaculares, y frecuentemente las cifras descienden a cero.
También la sanidad recibe una gran atención; por ejemplo, en
Cuba los sistemas de prevención y de asistencia primaria son
modélicos.
Esta alusión no significa un apoyo a las dictaduras comunistas. Es
un dato que tenemos delante y que debe hacernos reflexionar.
¿No habrá ahí una pista para los países del TM? Muchos técnicos
comienzan a hablar de «economía autocentrada» para los países
del TM como único medio contra la dinámica
desarrollo-subdesarrollo, que los conduce, irremisiblemente, a un
subdesarrollo mayor, como consecuencia de su condición de
periferia social.
8. Y ¿las ayudas al desarrollo?
Todo parece indicar que los países desarrollados se mueven por
su propio interés, incluso cuando prestan ayuda. La solución de
los problemas la conciben con esquemas occidentales
desarrollistas.
Para ellos el desarrollo es como un estadio previo al logro de una
situación superior, que se consigue por acumulación de capital. El
objetivo final es la integración en el círculo económico mundial. Los
países ricos pretenden levantar el TM en función de sus propias
ideas e intereses. «Así se explica que los países subdesarrollados
del «mundo libre» estén afectados por consumo desenfrenado, por
parte de sus élites, de aquellos bienes con que los países ricos los
bombardean sin cesar, impulsándoles a destinar a la compra de
artículos de lujo, recursos que podrían contribuir al desarrollo». (C.
H. Herman).
9. Iglesias vivas
Frente a esta dura realidad, está ocurriendo un hecho
sorprendente: en el TM se está gestando una Iglesia nueva.
Todo comienza por una nueva lectura del evangelio. Aquellos
cristianos leen la Biblia comunitariamente incluso sin sacerdotes, y
sacan de ella la luz y la fuerza para la lucha contra la opresión. La
Biblia se ha convertido en libro subversivo. Surge de ahí una
nueva experiencia religiosa, lejos de las devociones paganizantes
y descomprometidas, que une la fe con la justicia.
En segundo lugar, en África, en Latinoamérica, en todas partes,
se está produciendo la promoción del laicado, que asume
sencillamente la dirección de las comunidades, en comunión con
los sacerdotes, en el desarrollo normal de la vida cristiana. Son
comunidades con un sentido de la ayuda mutua, del amor y de la
solidaridad que nos avergüenza a los cristianos europeos.
En el TM, allá donde la pobreza tiene mueca de miseria, está
naciendo una iglesia que, siendo la misma de siempre, podemos
calificar de nueva. Y éste no es un hecho menor, sino un
acontecimiento importante que nos da mayor convicción para
volver a lo del comienzo: el TM es el gran signo del tiempo
presente. Allá nuestros misioneros anuncian y aprenden evangelio;
allá dan y reciben. Allá aprenden, enseñando, fe encarnada, fe de
la tierra, donde crece el Reino de Dios con dolor y alegría. Por ello
recibimos nosotros, como miembros de la misma Iglesia, un viento
fresco de esperanza.
B. SEGUNDA PARTE:
¿QUE NOS DICE DI0S?
10. Invitación a escuchar a Dios
Hemos visto una BIBLIA abierta en el desierto del subdesarrollo, y
en ella aparecía velado el rostro de Dios: un Dios crucificado,
colgado por los nuevos sacerdotes y fariseos de Occidente, que
conocen de antiguo a la divinidad, y si no son creyentes, saben
mucho de ética civil, y hablan, y escriben, y gritan ante el
subdesarrollo en las convenciones internacionales. El Crucificado
está mal representado en ellas, porque probablemente su portavoz
es esa misma élite entregada al consumismo desenfrenado en el
oasis artificial del desierto. El verdadero Crucificado calla. Y ¿qué
nos dice ese pobre Dios crucificado, cuyo rostro acabamos de
entrever?
No es fácil saberlo. A veces, en la Biblia nos hacemos la ilusión de
que le oímos. Pero sus palabras no están en conserva, en la Biblia
tampoco. Dios es siempre otra cosa y nadie tiene nunca
seguridades respecto a él. Tendremos que acercarnos descalzos.
Y sin miedo, que Dios habla bajo; Dios es débil. Antes si, antes, al
revolver un poco las tripas del TM, podíamos hacer ruido y usar
muchas palabras, muchas explicaciones. Para escuchar, las
palabras estorban. Además de descálzanos, tendremos que hacer
silencio, que es más que callar. El silencio se hace, y está fuera y
dentro.
No le oiremos todos lo mismo a Dios; cada cual lo suyo, si la
escucha es verdadera y no es de nuevo reflexión. El mismo rostro,
la misma Biblia, el mismo análisis: pero luego para cada uno tiene
Dios una palabra virgen. Por eso ya no es tiempo de palabras, sino
de silencios. La escucha es mucho más simple. Y más personal. Se
escucha a alguien. Y en ese momento no se piensa.
11. ¿Qué me dice Dios?
Lo que viene a continuación son palabras que escucha a Dios
quien esto escribe. Pero nadie puede ahorrarse ese trabajo
personalísimo, contentándose con ideas ajenas.Cada cual, en
algún momento, tiene que encerrarse en su interior, y escuchar al
silencio. No esperes lujosos discursos; Dios habla simple, denso. Y
Dios me dice lo siguiente:
1.° No me des el beso de Judas ni el beso de cumplido. No le des
el beso de cumplido al TM. Estas son cosas demasiado serias para
jugar a cumplir. No hagas ahora esta catequesis porque toca
hacerla, y mañana otra, porque así está establecido. Escúchale al
TM hoy y mañana. Es el tema por excelencia, el centro del
Evangelio. Estás en el corazón del Gólgota y de la Resurrección.
Ten aquí tu experiencia pascual definitiva, pues nadie sabe de la
pascua, si no la experimenta personalmente.
Se calla Dios largamente, envuelto en un
silencio sonoro. Y luego prosigue.
2.° Tú también eres culpable. Tú también estabas con los que me
crucificaban y a veces me dabas con el martillo. Tú también has
pisado al TM.
Apoyaste a los explotadores una vez, y otra vez te has callado.
Diste un martillazo una vez, y otra te desentendiste. No sabías
nada de mí. Sabías de un hombre al que mataron hace dos mil
años. Aquello ya pasó. Meditar sólo en la cruz del pasado es como
«estudiar» temas de catequesis. Yo estoy crucificado hoy, y
podrías al menos acompañarme. Eres cómplice, aunque sea por
debilidad. No te excuses con la orgullosa Inglaterra, que inició la
industrialización y la competencia frente a los que no tenían
máquinas. Aquello te sirve para ver y entender mejor la tragedia.
Pero ya pasó. Interesa el TM de hoy. No llames cerdos a los
capitalistas, sin llamártelo a ti mismo. No te lamentes de mi rostro
herido, pues tú también has contribuido a ponerlo así.
Ya no habla Dios.
Pero su silencio grita más que las palabras.
Yo también he formado parte en este juego macabro.
Europa, España, Euskadi, también.
La revolución que yo tengo que hacer
empieza por mi cambio de postura y de bando...
Mientras doy vueltas a mi cabeza,
vuelve a hablar el silencio.
3.º Reconcíliate conmigo en tu casa y fuera de ella. No vale que te
reconcilies conmigo en tu casa, si no me das la mano fuera de ella.
No vale la reconciliación dentro de tu País, cuando no hay
reconciliación del mismo con los demás pueblos. Reconcíliate con
el TM. Dile a toda tu comunidad que se reconcilie. Pero de verdad.
La palabras no valen cuando no hay obras. Las vivencias son
vacías cuando no hay obras. Si no puedes hacer obras por el TM,
hazlas donde puedas.
Hacen falta palabras de paz, y obras. Hacen falta palabras de
justicia, y obras. Hacen falta denuncias. (...).
En tu propia tierra hay también TM. No se puede estar en el TM
lejano, si no se está en el cercano. No juegues a armas, que no es
lo mío. Apuesta por la paz activa, con métodos de paz activa. No
vaciles, aunque te llamen ambiguo o vendido. Reconcíliate desde
ahora mismo. Yo he vencido.
Me resulta ridícula la última frase, en boca del Crucificado.
Me resisto a creerla. Creer es difícil a veces.
Después del análisis anterior,
creer que el Crucificado -el TM vence,
me resulta ridículo, imposible, casi una frivolidad.
Yo estoy con los que van a perder. Y vencemos, grita EL.
Me quedo mudo...
4.º Y salte de la Iglesia
Al oír esta frase siento una sacudida terrible.
Sí; estáis demasiado metidos en la Iglesia los cristianos. Con
catequesis no se arregla mi rostro, el TM, si sólo sirven para hacer
a continuación otra catequesis, y no para salir a la calle. Las
iglesias son para la calle, o no son nada. El TM se arregla con
técnicos, con agricultores, con sindicalistas, con economistas, con
políticos, con currantes, que se decidan a pasarse al bando de los
que van a perder, como hice Yo. Entonces, aunque os venzan,
ganáis vosotros, y gano Yo, digo el TM. La Iglesia se lleva en el
corazón. Las iglesias y las comunidades son como el reposo del
guerrero. La oración es imprescindible, pero luego hay que salir.
Sal a la calle, y díselo a todos los de tu comunidad. Salid a la calle
aunque os manchéis, y sumaros a todos los que siguen la misma
causa, aunque sean samaritanos, digo comunistas... Vuestros
misioneros salieron hace tiempo, en buena hora.
Yo estaba asustado y me decía a mi mismo:
¿Será la voz de El?
Pero al escuchar la alusión al samaritano,
me quedé en silencio, entre sus palabras...
Nuevamente resonó su voz.
5.° Y cuando salgáis de la Iglesia, acordaros de cambiarla de sitio
entre todos, aunque pese mucho, porque está un poco ladeada
hacia la derecha... Yo estoy en el TM.
Soltó un sollozo, y no pudo seguir. Yo tampoco...
C. TERCERA PARTE:
¿QUE PODEMOS HACER?
12. Invitación a la acción
Entramos a la tercera parte de nuestra catequesis. Seria quizás
mejor dejarla enteramente a las comunidades. Los puntos de
acción debe estudiarlos cada comunidad. Quede aquí, al menos,
en esas notas, el recordatorio de que toda catequesis culmina en
una postura como la de Abraham o Zaqueo: ponerse en pie, dar la
mitad de los bienes a los pobres, y salir de la propia tierra, hacia la
Tierra Prometida. Los que estén dispuestos a hacer por su cuenta
esta tercera parte, que no sigan leyendo; que hagan esta lectura
después de su trabajo comunitario. La mejor catequesis es la que
nosotros mismos construimos y ponemos en práctica.
He aquí, pues, algunas sugerencias, deliberadamente
esquemáticas, derivadas de los apartados anteriores.
13. Es preciso que los cristianos tomemos partido por la
justicia aquí
Es preciso que tomemos partido por los pobres aquí, que son
muchos y están mal, aunque no tanto como en el TM. Es preciso
que tomemos partido por la justicia aquí, abiertamente,
reflexivamente, combativamente. Es preciso que tomemos partido
aquí por la paz, contra la muerte, contra la tortura, contra la
explotación, contra la violencia. Tenemos que tomar partido por el
cambio social, y de estructuras, sobre todo económicas.
Más aún: es necesario que personas de las comunidades entren
progresivamente a tomar parte en entidades sociales orientadas a
la justicia estructural (sin dejar la comunidad, por supuesto). No
podemos incurrir en el error de enclaustrarnos en las iglesias,
puesto que la misión de los cristianos consiste en ser fermento del
Reinado de Dios, fermento total (fe y justicia, justicia y fe) en la
sociedad civil.
14. Tomemos partido, abiertamente, por los procesos de
liberación del TM
La prensa internacional, controlada por las grandes potencias,
nos presenta deformada la realidad de tales procesos, y no oculta
la verdad de otros países que viven bajo la bota de la dictadura.
No podemos aceptar el modelo desarrollista propugnado por los
poderes monopolísticos de Occidente, donde siempre llevan las de
perder los países pobres. Pero desde la toma de partido, hemos
de promover y apoyar el desarrollo.
15. Es urgente la formación social
Hay que tener conocimientos y criterio para el compromiso, y
saber lo que es democracia política y económica, reconversión
industrial, paro, solidaridad social. La falta de formación se paga
con el fanatismo o la derechización. No podemos pensar en
posicionarnos correctamente a favor del TM, sin formación social.
Se está dando nuevamente un gran interés por la interiorización, el
silencio y la oración. Pero esa tendencia en sí misma positiva
encierra el peligro de una vuelta al interior de la Iglesia, una vuelta
a la fe intimista y comunitaria ajena al compromiso social. Muchos
de los movimientos católicos y protestantes que triunfan hoy por el
mundo están tocados por esa ausencia de compromiso social. Es
preciso reaccionar enérgicamente frente a estas consientes, en
actitud fraternal, para mostrarles y exigirles el compromiso
estructural con los pobres, que es un punto nuclear del evangelio
de Jesús. Las catequesis, sin dejar los aspectos vivenciales, tienen
que volver a los temas centrales del compromiso cívico, que
traducen la dimensión social de la parábola del samaritano.
16. Estrechemos los lazos con los misioneros
Los misioneros son la avanzadilla de la Iglesia en el TM. No pocas
diócesis han tomado territorios a su cargo para trabajar en la
evangelización, el desarrollo y el cambio social hacia la justicia.
Frecuentemente miramos su trabajo como asunto de ellos y no
nuestro. Estamos más que equivocados.
Todas las actividades de la Iglesia son comunitarias, y más
expresamente las misiones. Cuando una diócesis envía misioneros
o asume un territorio, toda la diócesis se hace corresponsable de
esa tarea. Nuestros misioneros son la avanzadilla de nuestra
Iglesia Local o Diocesana en el TM. Su obra es la nuestra.
Pero es que, además, tenemos mucho que recibir de ellos.
Tenemos que aprender de su sacrificio personal y de su
conocimiento de la realidad. Podemos recibir de ellos estímulo,
capacidad de sacrificio, y esa rabia positiva que engendra en
corazones generosos el contacto directo con el sufrimiento.
Es fácil entablar relaciones con misioneros. Todas las
comunidades deben hacerlo, con objeto de escuchar sus
experiencias y enseñanzas. En el momento actual, los misioneros
son, en conjunto, los que más y mejor trabajan por el TM, como
reconocen hasta los no creyentes comprometidos. Estrechemos
nuestros lazos con ellos.
17. Construir la iglesia de los pobres y alumbrar una nueva
aurora
POBRES/OPCION-PORLOS: Con nuestros misioneros y con
nuestro firme compromiso, debemos ayudar a la Iglesia a alumbrar
una nueva aurora. Pero esta nueva aurora eclesial hay que
alumbrarla no sólo allá, sino también aquí, donde predomina la
Iglesia burguesa. El TM no puede ser un recurso evasivo para no
construir aquí la Iglesia de los pobres. Los tiempos no son fáciles.
La tensión internacional se refleja dentro de la Iglesia con posturas
encontradas. Pero hay entre los cristianos juventud y
potencialidades inéditas que necesitan ayuda para nacer. La
construcción de la Iglesia de los pobres no es para los cristianos
un problema entre otros, sino el centro del evangelio. Los pobres
son el criterio supremo para conocer cuál es y dónde está la
verdadera familia de Jesús. Allá donde nos encontremos dentro de
la Iglesia, hemos de influir, con la palabra, con la acción, con la
pluma, para que la Iglesia se coloque en su verdadero lugar. Será
una acción importante hacia adentro, influyente hacia afuera.
18. Dichosos los pobres. ¡Ay de vosotros, los ricos!
Los cristianos no podemos olvidar la necesidad de pobreza
personal junto al compromiso estructural. Una pobreza digna pide
Jesús a todo cristiano. Cuando las diferencias son tan
escandalosas, la riqueza y el lujo es como una blasfemia contra el
evangelio y los pobres. No se puede luchar coherente y
eficazmente por el TM y el cambio social, sin empezar por sí
mismo. La pobreza digna es imprescindible para seguir a Jesús,
ser coherente con la fe, realizar un compromiso sincero y trabajar
eficaz y sinceramente por el cambio social. Este es uno de los
mayores signos de conversión real. A través del TM, Dios nos lo
dice más claramente.
19. Existen en Occidente organismos cristianos de ayuda al
TM
Efectivamente, existen organismos diversos, algunos muy
importantes, por el volumen de dinero que manejan, como en
Alemania. Una información sobre estas cuestiones a las parroquias
y comunidades sería muy conveniente, porque a veces esos
fondos van a parar a los grupos más reaccionarios de las iglesias
del TM. Más de una vez se ha podido comprobar que en puestos
claves para la canalización de esas ayudas colocaban a personas
conservadoras cuidadosamente elegidas. La información puede
servir al menos para formar opinión. Ese es el primer paso para
luchar por que ese dinero se canalice hacia la justicia y el
desarrollo, y no como ocurre a veces, hacia una causa inoperante,
controlada por los intereses imperialistas occidentales. De esto
pasa más de lo que pensamos. Es bueno enterarse y luchar.
20. Acoger a cristianos comprometidos, comisionados por
grupos de liberación
Efectivamente, con mucha frecuencia, aprovechando a veces los
viajes de las misiones que visitan sus lugares de origen, suelen
llegar a Europa personas comisionadas por grupos de liberación,
para contactar con las Iglesias y comunidades del primer mundo, y
para pedir ayuda. Es positivo estar al tanto de estos viajes, acudir
a las charlas a informaciones de esas personas, recibirles en las
casas, ofrecerles ayuda para sus gastos. Muchas veces lo que
necesitan es acogida y contactos con la prensa para dar
información. Todos nosotros recibimos más de lo que damos en
tales casos, sobre todo cuando se trata de enviados de
comunidades martiriales, o Iglesias de alto nivel de testimonio. Son
ocasiones extraordinarias que debemos aprovechar en tres
direcciones: nuestro propio estímulo y formación; la presencia de
talos comisiones, a veces clandestinas, en los medios de
comunicación social, con objeto de que den información a la
sociedad europea; la ayuda económica que debemos prestarles.
Nuevamente insistimos en que las comunidades deben salir de sí
mismas y estar atentas a estas visitas, para aprovecharlas de la
forma indicada.
21. Que surjan laicos para el TM
¿Qué hacer si surgen en la diócesis y en sus comunidades laicos
dispuestos a ir al TM para unos años? Habría que pensar que es
una bendición de Dios; esto lo primero. Son un don para las
comunidades y para toda la iglesia diocesana. Al principio es mejor
alentar las iniciativas que poner reparos. Luego habrá que probar
esa vocación buscar un equipo, conseguir ayuda económica y,
finalmente, organizar la marcha para un tiempo no inferior a cinco
años. Habrá que facilitarles además la formación adecuada, en la
que entrará como capitulo importante la humildad y el servicio. Hoy
no se va al TM a ser protagonista, sino a servir humildemente a los
nativos, y dar testimonio de Jesús. Con estas condiciones, ojalá
suscite Dios en nuestras comunidades vocaciones misioneras
laicas, como las está suscitando abundantemente entre los
sacerdotes.
Debemos acabar. El contacto directo de nuestras comunidades
con el TM es una gracia de Dios; un germen de juventud, de
evangelio encarnado, de vitalidad, de nuevo empuje para nuestras
iglesias.
Gracias a nuestros misioneros, nosotros tenemos la posibilidad de
entrever desde un poco más cerca el verdadero rostro de Dios, un
rostro crucificado, ayer en el Gólgota, hoy en el TM. Pero también
un Dios que está venciendo en el compromiso, en la Biblia leída
con otros ojos, en la solidaridad compartida, en la revolución que
se vislumbra, y en la nueva Iglesia que amanece. Porque Yo, dice
el Señor, estoy venciendo, desde el TM
GUÍAS DE PROFUNDIZACIÓN
GUÍA Nº. 1
A. Grupo pequeño
Comentar lo que más le ha llamado la atención a cada uno: las
llamadas e interpelaciones que ha sentido.
B. Oración comunitaria
Con /Lc/19/25-37.
Breve explicación de este pasaje
Este pasaje es fundamental para captar la experiencia religiosa
nueva que nos trae Jesús. Podemos resumir su contenido en cinco
grandes enseñanzas.
* Primero: es preciso unir a Dios y al prójimo. El que no ama al
prójimo, no tiene verdadera experiencia religiosa. El que no ama al
prójimo de forma práctica, no ama a Dios. Esto ya lo decía el
Antiguo Testamento, como recuerda el jurista, contestando a una
pregunta de Jesús. El evangelio lo reafirma. Subrayar el v. 27,
desde «amarás» hasta «como a ti mismo».
* Segundo: Jesús cambia completamente nuestra idea sobre
quién es el prójimo. El jurista le pregunta a Jesús: ¿Quién es mi
prójimo? PROJIMO/QUIEN-ES: Este le da la vuelta a la pregunta y
la pone al revés, preguntando a su vez: ¿Cuál de estos tres se
hizo prójimo del herido? Fíjate en la palabra «se hizo». Jesús nos
dice que prójimo no es para mi el otro? sino que prójimo soy yo,
cuando me acerco al otro y le ayudo. Este planteamiento es
revolucionario, porque cambia completamente el concepto de
prójimo. Subrayar: ¿quién es mi prójimo? (29); ¿cuál de los tres se
hizo prójimo (36).
* Tercero: además, Jesús me dice de quién debo hacerme prójimo
en primer llegar; a quién' debo acercarme y ayudar ante todo. La
respuesta es clara: al caído y herido o sea, al necesitado. Nosotros
decimos: primero, los de casa. Jesús, sin negar que debamos
hacernos prójimos de los de casa, dice: primero, los necesitados.
Son, pues, dos cambios revolucionarios: uno en el concepto de
prójimo; otro, en el orden de preferencia. Subrayar: lo desnudaron,
lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto (30).
* Cuarto: Jesús hace una critica durísima de la religiosidad sin
prójimo. La dureza de esta critica aparece en los personajes que
elige: un sacerdote y un clérigo. Ambos son representantes del
culto, de los actos religiosos. Quizás no le atendieron al herido
porque tenían que ir al templo. Jesús los descalifica
completamente a los dos. Su experiencia religiosa es falsa.
Estos personajes están elegidos provocativamente para que la
parábola tenga más fuerza. No es que Jesús pretenda descalificar
la condición de sacerdote o de clérigo. Pero al tomar esos
personajes su enseñanza queda más clara para todos, sean
sacerdotes o laicos. La religiosidad sin prójimo es falsa. Subrayar:
bajaba un sacerdote por aquel camino (31); dio un rodeo y pasó
de largo (31); lo mismo hizo un clérigo (32).
* Quinto: Jesús abre la puerta a los herejes, heterodoxos y ateos
que ayudan al necesitado. Para esto, elige otro personaje
provocativo: un samaritano, es decir, un judío considerado hereje y
mal judío, un marginado religioso y social. Al jurista le sentó tan
mal esta elección que, al contestar a la pregunta de Jesús, no
quiso decir la palabra «samaritano». sino que respondió: El que
tuvo compasión de él (37). Subrayar esta frase, y también: un
samaritano, le dio lástima; se acercó; le vendó las heridas (33); lo
montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó
(34); Pues anda, haz tú lo mismo (37).
El amor y ayuda al necesitado adquiere en esta página la máxima
altura. Y es mucho lo que nos exige, porque amar a los
necesitados, y en general a los demás, como a sí mismo, supone
un nivel altísimo.
Para orar puedes tomar dos caminos distintos. El primero es
seguir el método «Inteligencia-Corazón-Voluntad» o el de
Aplicación personal (números 7 y 11 del tema ORA/REUNIONES
«Iniciación a la oración profunda». Pide mucha ayuda a Dios,
porque amar como enseña Jesús es un camino largo y difícil. El
segundo, ver a Jesús como buen samaritano. El, que fue
considerado hereje y liquidado por los ortodoxos, fue el buen
samaritano que tuvo -y tiene- lástima de todos los heridos,
dolientes y oprimidos, y se acercó -se acerca para curarlos, para
curarnos, para curarme. Mejor si haces dos ratos, uno con cada
método. Ora con mucho corazón.
GUÍA N.° 2
A. Repaso de la catequesis
Leer los números 1-9. Lectura atenta, con notas, en clima de
oración.
Para comprobar el grado de asimilación, contestar a las siguientes
cuestiones.
1. ¿A qué llamamos signos de los tiempos? ¿Cuál es actualmente
el mayor signo de los tiempos?
2. Resumir los datos principales sobre la situación del TM.
Escríbelos.
3. El subdesarrollo del TM ¿es porque son menos inteligentes o
vienen más atrasados, o bien hay otras causas? ¿Cuáles son las
verdaderas causas? ¿Qué pruebas tenemos de esto?
B. Aplicación personal
Con el Nº. 11l de la catequesis.
- Leo en oración esas dos páginas y reviso con ellas mi vida.
Escucho lo que Dios me dice personalmente.
- Sigo el método del mismo nombre, (como se explica en
ORA/REUNIONES, Iniciación a la Oración, Nº. 11).
C. Oración
Con /Lc/04/31-37.
Breve explicación del pasaje
Este pasaje nos muestra que Jesús no sólo es un anunciador del
Reino de Dios y de la Salvación, sino también un realizador, un
hombre de acción. No es sólo un maestro que da enseñanzas, sino
que además actúa y lucha por hacer realidad el Reino de Dios.
La acción de Jesús comienza por la lucha contra el mal, y continúa
con las curaciones físicas y el compromiso con los pequeños,
oprimidos, pobres y dolientes.
En este pasaje vemos que la lucha contra el mal es una lucha
contra el Mal con mayúscula, personificado en el demonio; contra
el pecado, que mancha, rompe y derriba en tierra al ser humano;
contra las estructuras sociales injustas, que son producto del
pecado y se materializan luego en leyes y prácticas sociales que
es preciso cambiar. Subrayar: un hombre que tenía un demonio
(33).
Jesús se enfrenta al Mal, pero éste se enfrenta a Jesús y opone
resistencia. Y lo hace a gritos: grita su nombre como para
dominarlo. ¿Quién te mete a ti en esto, Jesús de Nazaret? (34;
subrayar esta frase). En la Antigüedad creían que se podía
dominar a una persona conociendo su nombre.
Es dramático el caso, si lo miramos con profundidad. El pasaje
está redactado con el ropaje literario del exorcismo. Pero nos
revela que si el Mal resiste tanto, es porque tiene fuerza en el
corazón del ser humano y en las estructuras de la sociedad,
montadas sobre el pecado de desigualdad, explotación y opresión.
De ahí nacen las dificultades para vencer y expulsar el mal, tanto
de nuestra propia vida como de la sociedad. Así lo expresa este
pasaje, cuando nos dice que el demonio «tiró al hombre por tierra»
(35; subrayar esta frase). Pero el evangelio destaca el poder del
Señor, no sólo para enseñar, sino también para vencer al mal. La
orden de Jesús está llena de imperio y eficacia: ¡Cállate la boca y
sal de ese hombre! (35). Subrayar esa frase, así como las
palabras «Con autoridad y poder» (36).
El texto sugiere abiertamente que con Jesús ha comenzado el
Reinado de Dios -la victoria sobre el mal personal y estructural-
cuando pone en boca del demonio estas palabras: Has venido a
destruirnos (34; subrayarlas). La admiración de los presentes es
otro componente de esta actuación liberadora de Jesús. Subrayar:
estupefactos (36).
Todos nosotros, tú y yo, tenemos experiencia personal del mal -el
pecado y necesitamos ser liberados por Jesús: tiene que
liberarnos de los dioses falsos o demonios que tantas veces nos
sacuden, derriban y dominan.
Para orar me meto en la escena y me identifico con aquel pobre
hombre dominado por el demonio. Me presento a Jesús y le pido
que me libere del mal. Se lo pido con mucha confianza. Y no pierdo
la esperanza, aunque a veces me cueste y me sienta sacudido por
las debilidades, porque El me ayudará a vencer. Confío en el
poder de Jesús. Un segundo paso puede ser la contemplación del
amor y valentía de Jesús, que lo llevaron a enfrentarse con fuerzas
altamente peligrosas: el demonio se materializó en personas y
estructuras político-religiosas, que lo llevaron a la cruz. Admiro a
Jesús y deseo seguirle. El tercer paso es decidirme para trabajar y
luchar con él y procurar que sea una oración muy cálida. Si Jesús
te llama, quizás al TM, ten confianza, como El la tiene en ti.
D. Otra oración
Si quieres o debes orar más, lo mejor es repetir el pasaje anterior.
Si deseas materia diferente, utiliza el caso de Filipinas (Nº. 2 de la
catequesis) y déjate interpelar por él ante Jesús.
GUÍA N.° 3
A. Aplicación personal
Con los números 13, 14, 15.
¿Qué puedo y debo hacer por el TM y la justicia aquí y hoy?
¿Siento alguna llamada especial de Dios?
¿Qué debo hacer para merecer la bienaventuranza de Jesús:
dichosos los pobres?
Seguir el método del mismo nombre.
B. Oración
Con /Lc/l4/01-14.
Breve explicación del pasaje
Este pasaje contiene tres hechos distintos, cosidos artificialmente
por el marco del banquete: la curación en sábado; el consejo de
no ocupar los primeros asientos; el consejo de invitar a nuestra
mesa, no a quienes puedan agradecernos, sino a quienes no
puedan hacerlo.
* Curación en sábado. Notemos que era sábado y que le estaban
acechando. Jesús no rehuye a quienes le son hostiles ni se achica
en las situaciones difíciles. El argumento que emplea para la
curación es doble, el mismo de otras veces: a) Se puede hacer el
bien en sábado; b) si permitís rescatar en sábado a un animal
caído al pozo, con más razón se puede curar a un ser humano.
Este segundo argumento es débil, cuando se trata de un enfermo
crónico que puede esperar un día más. Así ocurría probablemente
en este caso de hidropesía, que es la acumulación de sueros u
otros líquidos en el vientre. Pero la falta de urgencia es lo que da
mayor fuerza a la actuación de Jesús. Con ella mostraba el escaso
valor de la casuística farisea, y el valor supremo de la persona
humana, que pasa por encima de las leyes rituales. ¿Qué nos dice
hoy Jesús, cuando unos países nadan en la abundancia, mientras
el hambre y la opresión se ceban en más de media Humanidad?
Subrayar: ellos lo estaban acechando (1); ¿Está permitido curar
los sábados o no? (3); lo curó y lo despidió (4); desde «Si a uno de
vosotros» hasta «aunque sea sábado? (51; sin respuesta (6).
* Los primeros asientos. El argumento de Jesús, si se toma al pie
de la letra, deja mal sabor de boca, porque parece una soberbia
más refinada. Pero es sólo una impresión superficial. Jesús ha
dado un salto desde el banquete hasta Dios y ha visto lo ridículos
que son los honores humanos. Él no habla del honor ante los
hombres, sino del honor ante Dios. Y nos dice dos cosas: 1) Los
honores humanos no valen nada. Sólo vale el honor ante Dios. 2)
Y ¿cuál es el honor ante Dios? Pues es... ser humilde. Ante Dios,
los soberbios están abajo, los humildes, arriba. Y claro: aquí no
vale ser humilde para conseguir un puesto más alto, porque esa
soberbia refinada la ve Dios. Ante El cuenta ser humilde, sin más.
Subrayar el versículo 11: a todo el que se encumbra, etcétera.
* Invitar a los pobres e inválidos. Esta exhortación entra
perfectamente en la lógica de Jesús: no invites a quienes pueden
pagártelo; invita a quienes no te lo pueden agradecer, porque así
te lo pagará Dios. La referencia final a la resurrección tiene gran
importancia aquí. La resurrección de Jesús significa la inversión de
los valores frente al mundo: Jesús, el fracasado en la cruz, el
humillado, es el vencedor, el triunfador. Pues bien: esa misma
inversión o cambio radical es el que El nos aconseja para nuestras
relaciones humanas Los pobres tienen gran relación con la
resurrección y con la inversión de valores del evangelio. El
compromiso con los pobres, con el TM, es un compromiso de
resurrección actual y futura. Gran mensaje bajo la extraña
sugerencia de invitar a los pobres y comprometerse con ellos.
Subrayar: no invites a tus amigos ni a los vecinos ricos (12); invita
a los pobres, lisiados, cojos y ciegos (13); dichoso (14); cuando
resuciten los justos ( 141.
Para orar puedes repasar sucesivamente los tres trozos. Los tres
mensajes son claros. Y los tres, que a primera vista parecen
distintos, tienen dos nexos de unión: el primero es la unión entre
los pobres y necesitados y la humildad; el segundo es la persona
de Jesús, que invitó a quienes no podían agradecérselo, que se
comprometió con ellos y que por eso se quedó en el último puesto;
pero ante Dios, el primero. La contemplación amorosa de Jesús te
ayudará a asimilar este fuerte mensaje.
GUÍA Nº. 4
A. Repaso de la catequesis
Leer con mucha atención los números 12-21 de la Catequesis
(=Tercera parte); anotar todas las ideas principales y señalar
cuáles me afectan más personalmente. Hacer esta lectura en clima
de oración, despacio.
B. Aplicación personal
Con el conjunto de la catequesis.
Pregunta fundamental: Desde hoy tengo que hacer algo por el
TM, allá o aquí. ¿Qué es lo que voy a hacer? ¿A qué me llama
Dios? Otra pregunta: ¿Podría ir personalmente para unos años al
TM?
Probablemente me vendrá muy bien volver a leer los números
10-11.
Seguir el método del mismo nombre. (ORA/REUNIONES: Iniciación
a la oración, N.° 11).
C. Oración
Con /Mt/25/31-46
Breve explicación de este pasaje
Este pasaje es una enseñanza profética acerca de lo esencial del
evangelio. Esta enseñanza se nos presenta como un juicio de los
pueblos, juicio universal y definitivo, con la intención de situarnos
en la hora de la verdad, y mostrarnos así cuál es la verdad
suprema del evangelio de Jesús.
Está dirigida sobre todo a los cristianos y a la Iglesia, y tiene un
estilo tan directo y una estructura tan simétrica y simple que
muchos entendidos ven en todo ello las marcas casi directas de
Jesús.
Y ¿cuál es el objetivo de esta enseñanza? Atención: no es
hablarnos de los que se salvan o no se salvan, sino mostrarnos
quiénes son los verdaderos cristianos y cuál es la verdadera
Iglesia.
En ambas cuestiones, la respuesta es la misma.
- Verdadero cristiano es el que da de comer a los pobres.
- Verdadera Iglesia es la que da de comer a los pobres.
Increíble respuesta. La parábola no menciona la oración, ni la
comunidad, ni la eucaristía. Ni siquiera cita la fe en Jesucristo. Lo
cual no quiere decir que tales puntos no sean importantes, más
aún: necesarios. Significa otra cosa: significa que, puestos a dar la
nota más definitiva, o puestos a reducir al mínimo fundamental lo
que es esencial del verdadero cristiano y de la verdadera Iglesia,
resulta que esa nota mínima y fundamental es... los pobres.
Aplicada esta parábola al mundo actual, es evidente que se
refiere no sólo a las obras de caridad, sino también al compromiso
social, tendente a construir una sociedad libre, democrática,
igualitaria. Porque puede ocurrir -y ha ocurrido muchas veces que
uno haga por un lado muchas obras de caridad, y por otro explote
a los trabajadores, o posea bienes que suponen mucha
desigualdad, o apoye situaciones contrarias a la libertad y a la
justicia, o lleve un tren de vida indignante para los pobres. Todo
esto es una absoluta falsedad; es contrario a esta página del
evangelio.
Esta página, una de las más grandiosas del evangelio, es una
invitación a la verdad, a poner las cosas en su sitio, a poner en
primera fila lo primero, sin descuidar lo demás. Y resulta que'
según nos dice el mismo Jesús, el punto fundamental, el primero
de todos, no es el culto, ni la moral sexual, ni la limosna; sino los
pobres, el compromiso con los pobres, la toma de partido por los
pobres y por la justicia social. Y eso, no con bellas teorías, sino
con hechos prácticos, empezando por la propia vida. Jesús habla
de práctica. Tuve hambre y me disteis de comer; tuve hambre y no
me disteis de comer.
Subrayar:
-Venid, benditos de mi Padre (v. 341. Esta expresión significa: Dios
está con los que dan de comer a los pobres; tienen el favor de
Dios.
-Tuve hambre y me disteis de comer (v. 35). Pobres = Jesús.
-¿Cuándo te vimos con hambre? (v. 37). E1 amor al prójimo, en
concreto a los pobres, vale aunque no se conozca a Jesús,
aunque no se piense expresamente en El.
-Os lo aseguro: cada vez que lo hicisteis con un hermano mío de
esos más humildes, lo hicisteis conmigo (40). Lo de «humildes» no
se refiere a la virtud de la humildad, sino a la condición social baja.
Esta frase es de las más llamativas de todo el evangelio! Jesús se
identifica con los más pobres. Al amar y ayudar a éstos, se le ama
y ayuda a El; diríamos que se tiene fe en El, aun sin saberlo,
incluso siendo ateos.
-Apartaos de mí, malditos (v. 41). Frase terrible, la máxima
condena que aparece en el evangelio.
-Tuve hambre y no me disteis de comer (v. 42).
Este pasaje desmitifica nuestra fe, la Iglesia, y muchas obras y
grupos de la Iglesia. Que no nos falte lo esencial; porque, si nos
falta, ¿de qué vale el resto?
Para orar, repetir muchas veces las frases principales, como
oyéndoselas a Jesús, que me las dice a mí personalmente. Pedir
mucha ayuda a Jesús. Darle gracias. Pedirle el gozo de estar con
los pobres, de compartir con ellos, es decir: el gozo de estar de
verdad con El.
GUÍA N.° 5
A. Balance personal del mes
1. Mi trabajo en la comunidad durante este mes. ¿Ha sido
suficiente, alto. bajo?
2. Mi esfuerzo de conversión y compromiso. ¿Cómo va esto? ¿Ha
habido avances durante este mes? Responder con datos.
3. El impacto de la catequesis de este mes. ¿Realmente te ha
llegado dentro? ¿Has sentido que te hablaba Dios? ¿Te ha hecho
pensar y tomar alguna decisión?
4. Repaso de un punto de insistencia, indicado previamente por el
responsable.
5. Estado de ánimo, en general y en la comunidad. ¿Cómo me
encuentro? ¿Estado de ánimo alto, bien, bajo?
B. Balance de la comunidad
Ver la marcha de los grupos pequeños y del conjunto de la
comunidad, organización, funcionamiento, responsabilidades,
etcétera.
C. Oración
Con /Lc/02/01-20.
Breve explicación de este pasaje
Este pasaje es fundamentalmente teológico y tiene poco valor
histórico. Pretende comunicarnos no los detalles externos del
nacimiento de Jesús, sino su verdad profunda, su gran significado
para toda la Humanidad. Es un relato de gran belleza y plasticidad,
que ha tenido gran influencia en la liturgia, la literatura, el arte e
incluso en la vida social, en el mundo entero, aunque sea de forma
secularizada, bajo el ideal de la paz y la convivencia.
* La teología mesiánica de promesa y cumplimiento aparece en los
cuatro detalles siguientes: tres alusiones a David; la alusión a la
llegada del tiempo, que significa cumplimiento del tiempo preciso.
¿Qué nos quiere decir el evangelista? Que las promesas de Dios,
esperadas en el Antiguo Testamento, se han cumplido en Jesús.
Este es, pues, el Mesías. Subrayar: estirpe y familia de David (4),
ciudad de David (4), ciudad de David (11), le llegó el tiempo (6).
* Teología pascual. El evangelista, lo mismo que los primeros
cristianos, está viendo el nacimiento de Jesús desde la perspectiva
de la Pascua. Por ese motivo hay en este pasaje una
concentración de rasgos pascuales, superior a la que tienen los
relatos de la vida pública de Jesús.
-Títulos de Salvador, Mesías, Señor (11), concentrados en un solo
versículo. Subrayarlos.
Dos veces la palabra gloria, que en el Antiguo Testamento
envuelve solamente a Dios y que se aplica a Jesús después de la
resurrección. Subrayar: la gloria del Señor los envolvió de claridad
(9), Gloria a Dios en el cielo (14).
-También los ángeles son uno de los elementos de la
manifestación de Dios, y de la Resurrección, que aquí aparecen
anticipadamente. Subrayar: El ángel del Señor (9), apareció una
legión del ejército celestial (14).
-Rasgos pascuales como: una gran alegría (10); para todo el
pueblo (10), es decir, universalidad de la Salvación de Jesús; la
paz (14), saludo de Pascua, puesto aquí en boca de los ángeles.
Subrayar también estos rasgos.
Estos elementos literarios y teológicos dan al relato del nacimiento
una gran solemnidad como queriendo decirnos lo siguiente: Aquel
nacimiento fue la pascua anticipada. En aquel nacimiento pobre y
desconocido, como de hecho lo fue sin duda, estaba en germen el
amor y la salvación universal de Dios. Subrayar también: a los
hombres, que él tanto quiere (14). O sea, a toda la Humanidad.
Esta es la gran revelación que nos hace el pasaje. Pero contiene
otros datos importantes, que debemos meditar.
* Nacimiento pobre, «en un pesebre, porque no encontraron sitio
en la posada» (7, subrayar). Destaca todavía más esta pobreza
por el paralelismo que se observa en estos dos primeros capítulos
entre Juan Bautista y Jesús. El nacimiento de aquél aparece
brillante y conocido. ¡Realmente misterioso el nacimiento del
mesías en tales condiciones! No era esto lo que los judíos
esperaban. Los caminos de Dios no son nuestros caminos. En la
referencia a la falta de sitio podría verse además una alusión al
rechazo sufrido por Jesús en su propia nación. * Invitados
pobres. Los pastores eran uno de los grupos sociales peor vistos,
una casta considerada pecadora, no sabemos bien por qué. Pues
bien: éstos son los invitados a ver y conocer a Jesús. No nos
interesa demasiado el valor histórico de este dato. Hemos
comentado antes que se trata de una página más bien teológica.
La colocación de los pastores en este relato anticipa lo que será la
vida entera de Jesús: con quiénes estuvo El preferentemente; a
quiénes se revela Dios; quiénes escucharon a Jesús y le escuchan
hoy.
La respuesta inmediata de los pastores queda destacada en estas
dos frases: Vamos derechos a Belén (15), fueron corriendo (16).
Subrayar: conservaba el recuerdo de todo esto, meditándolo en su
interior (19). Desde los primeros capítulos, el evangelista destaca
la fe de María, que escucha a Dios en los acontecimientos y medita
su palabra. Así nos presenta este evangelio a María como el
modelo del discípulo de Jesús.
Oración. Este pasaje se presta para hacer oración en navidades y
fuera de ellas, porque nos presenta un resumen de todo el
evangelio. El método de los personajes puede dar mucho juego:
ver, contemplar, meditar el acontecimiento desde dentro de María,
desde dentro de un pastor, y revivir así todo el pasaje: admiración
de un misterio tan hondo en un marco tan pobre; amor a ese Niño;
deseos de ir a E1 como los pastores; vivencia de la pascua,
anticipada para todos; admiración de los caminos de Dios,
etcétera.
PATXI-LOIDI
TERCER MUNDO: SIGNO DE LOS TIEMPOS
Cuadernos FE Y JUSTICIA 9
Ediciones EGA. Bilbao-1987