Navidad en familia
para zonas populares 

José L. Caravias sj


Contenido

1 - La Encarnación: Dios se hace uno de nosotros
2 - María conoce y agradece el Proyecto de Dios
3 - Problemas entre José y María
4 - Jesús nace muy pobremente
5 - El nacimiento de Jesús es una gran noticia para los pobres
6 - Jesús es consagrado a Dios
7 - Unos sabios de otros lugares vienen a adorar a Jesús 
8 - Jesús es desalojado de su tierra
9 - La familia de Jesús
10.- Jesús quiere que nos llevemos como hermanos
11.- Desde joven Jesús fue un obrero

* * * * *

1 - La Encarnación: Dios se hace uno de nosotros

1. Canto para empezar
Cada día, el animador o animadora, consultando a su 
comunidad, seleccionará dos cantos de Navidad para empezar y 
terminar.

2. Oración para todos los días:
Niño Jesús, nuestras familias venimos en busca de comprensión, 

de consuelo y de ayuda.
Sabemos que tú nos comprendes, 
pues pasaste por muchos problemas parecidos a los nuestros. 
Tú sabes lo que es sufrir hambre, 
inseguridad, 
falta de techo, 
trabajo escaso. 
A ti también te despreciaron 
porque venías de un pueblito perdido de la campaña; 
y porque no hablabas como la gente estudiada; 
y porque eras pobre.
Jesús, sabemos que tú naciste en un sitio más pobre 
que nuestros barrios inundables de Asunción. 
Tu madre no tuvo ni dónde recostarte. 
Aquello sólo servía para animales.
Desde muy joven tuviste que ponerte a trabajar, 
para ayudar a tu familia. 
Al igual que nosotros, 
tus manos estaban llenas de callos 
y tu rostro comido por el sol y el sudor.
Siempre te dedicaste a dar esperanza tu pueblo
y a ayudarles en todas sus necesidades. 
Y tantas buenas noticias les diste, 
que las autoridades te calumniaron y te mataron.
Creemos que tú, nuestro amigo y compañero, eres Dios. 
Y por eso venciste a la muerte 
y hoy vives al lado nuestro. 
Donde alguien pasa hambre, ahí estás tú pasando hambre en él. 

Donde un hermano es despreciado, en él eres tú mismo 
despreciado. 
Tú vives en medio de los sin-techo y los sin-tierra.
Por todo ello, Niño-Dios, 
queremos acercarnos a ti con toda confianza. 
Con el corazón lleno de esperanza. 
Tú nos comprendes. 
Eres nuestro compañero de camino. 
Ayúdanos a luchar por unos barrios dignos de personas 
humanas.
Queremos tener trabajo honrado,
de forma que podamos vivir como hijos de Dios. 
Danos tu mano. 
Entra en nuestras familias y en nuestros barrios.
Ayúdanos a organizarnos, 
de modo que podamos vivir como hermanos. 
Hermanos tuyos; hermanos de todos.
Hijos todos de un mismo Padre.
Que así sea.

3. Presentación del tema
Los animadores verán si es más conveniente presentar el tema 
antes o después de la lectura bíblica. El ideal no es que la 
«Presentación del tema» se lea a los asistentes, sino que el 
animador lo diga con sus propias palabras, de modo que ayude a 
entenderr mejor el mensaje del evangelio. Para ello es 
imprescindible la preparación inmediata de cada tema.
Dios le anunció a María con todo respeto que quería que fuera 
su madre. Y ella aceptó de corazón. Sabía que era pequeña, pero 
con la ayuda de Dios sabía también que lo podría todo. Fue 
valiente en aceptar responsabilidad tan grande. Y toda su vida se 
mantuvo fiel a su compromiso de acompañar a su Hijo Jesús.
Hace casi dos mil años, pues, Dios se hizo hombre en el vientre 
de María. Se hizo uno más de nosotros. Se convirtió en compañero 
nuestro, en amigo nuestro. A este hecho tan importante de la 
historia se le llama la Encarnación de Dios.
Encarnación es una palabra que viene de «carne». Significa 
«hacerse carne». Dios, que es espíritu puro, se rebajó a sí mismo, 
haciéndose carne humana. Se convirtió en uno más de nosotros. Y 
eso lo hizo por amor a nosotros. Se hizo hombre por amor a los 
hombres.
Este gran misterio de la Encarnación de Dios es el misterio 
central de nuestra fe cristiana. Nunca acabaremos de entenderlo 
del todo, precisamente porque es consecuencia del amor de Dios, 
que es algo que nunca acabaremos de entender en esta vida.
Una de las consecuencias de la Encarnación es que, al hacerse 
Dios ser humano, nos dignificó a todos los seres humanos. Dios 
nos honró a todos al hacerse uno de nosotros. No deben contar 
las diferencias de trabajo, de educación o de riqueza entre los 
hombres. No deben existir diferencias de raza, ni de sexo. Todos 
merecemos el mismo respeto. 
El hecho de la Encarnación demuestra que Dios se interesa por 
todos los hombres y mujeres del mundo. Ninguno de nosotros le es 
indiferente. El respeta a todos. Quiere a todos. Y por eso hace 
suyos nuestros dolores humanos. Por solidaridad con toda la 
humanidad y con cada uno de los seres humanos. Se hace 
persona humana para amparar y defender la dignidad de toda 
persona.

4. Lectura del Evangelio: Lucas 1, 26-38
Leerlo hasta que seamos capaces de entenderlo bien. Se 
podrían hacer tres tipos de lecturas: 
- Proclamación de la Palabra (de pie, al frente, leer todo el 
texto)
- Leer cada uno un párrafo (en orden, uno tras otro)
- Cada uno lee o dice el párrafo que más le gustó.
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una 
joven virgen que vivía en una ciudad de Galilea llamada Nazaret, y 
que era prometida de José, de la familia de David. Y el nombre de 
la virgen era María.
Entró el ángel a su presencia y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, 
el Señor está contigo». María quedó muy conmovida por lo que 
veía y se preguntaba qué querría decir ese saludo.
Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado 
el favor de Dios. Vas a quedar embarazada y darás a luz a un hijo, 
al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande, y con razón lo 
llamarán: Hijo del Altísimo. Dios le dará el trono de David, su 
antepasado. Gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su 
reinado no terminará jamás».
María entonces dijo al ángel: «¿Cómo podré ser madre si no 
tengo relación con ningún hombre?»
Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el 
Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso tu hijo será 
Santo y con razón lo llamarán Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta 
Isabel: en su vejez ha quedado esperando un hijo, y la que no 
podía tener familia se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. 
Para Dios, nada será imposible».
Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí lo que 
has dicho». Después de estas palabras el ángel se retiró.

5. Diálogo comunitario
Es muy importante dar aquí cada uno su aporte y escucharnos 
unos a otros con respeto y atención, pues el Mensaje de Dios lo 
recibiremos como fruto del esfuerzo común. No discutir. 
a) Hagamos entre todos un resumen de lo leído en este 
evangelio. ¿Qué dice el ángel? ¿Qué dice María? ¿Cómo será el 
Hijo anunciado?
b) ¿Por qué la Encarnación nos lleva a respetarnos los unos a 
los otros?
c) ¿Nos sentimos nosotros inferiores a otras personas que viven 
en sitios mejores? ¿Nos sentimos las mujeres inferiores a los 
hombres? ¿Nos faltamos al respeto y nos despreciamos los unos a 
los otros? ¿Por qué?
d) ¿Qué hacer para que las instituciones oficiales respeten 
nuestra dignidad humana?
e) ¿En qué nos comprometemos a respetar un poco mejor a 
alguien? ¿Y en qué nos podemos hacer respetar mejor?

6. Oración comunitaria
- Creemos que Dios se hizo hombre de carne y hueso como 
nosotros. (Todos repiten).
- Creemos que todas las personas tenemos la misma dignidad 
humana.
- Creemos que la mujer tiene la misma dignidad que el hombre.
- Perdón porque tantas veces faltamos al respeto a los 
hermanos.
- Perdón porque nos dejamos faltar al respeto.
- Gracias, Padre Dios, por habernos dado a tu Hijo Jesús.
- Gracias, Señor Dios, por haberte hecho en todo semejante a 
nosotros.
- Te pedimos Jesús que aprendamos las lecciones de tu 
Encarnación. 
(Se pueden añadir las oraciones que cada uno quiera)
- Padre Nuestro, Ave María y Bendito. 

7. Canto de despedida

* * * * *

2 - María conoce y agradece el Proyecto de Dios

1. Canto para empezar

2. Oración para todos los días 
Como en el primer día. 

3. Presentación del tema
A la Virgen María la pintan como mujer rica, tipo extranjera. Pero 
ella era una mujer pobre, del pueblo. No vestía joyas, ni ropas 
costosas, ni coronas. Dios escogió por madre a una joven de un 
pueblito del interior. Fue una mujer de pueblo, sencilla, pero con 
un corazón maravilloso, lleno de Dios y de servicialidad.
Al elegirla, Dios está prefiriendo a los pobres. María representa 
el clamor y la esperanza de los sencillos que ponen su corazón en 
el Señor.
La Virgen María hizo suya la misión de su Hijo. Ella había 
meditado y dialogado tantas veces, junto con su familia, la Palabra 
de Dios, que la conservaba dentro de su corazón. Por eso, 
después de que quedó embarazada, no se preocupó sólo de sí 
misma. Fue a servir a una prima suya, Isabel, que también estaba 
esperando familia.
Y al encontrarse con ella y recibir sus alabanzas, supo 
aceptarlas con sencillez. Hizo un canto de bendición a Dios, en el 
que reconoce que todo lo bueno viene de Dios. Todo lo linda que 
ella era se lo debía a Dios. Y se alegra porque Dios está de parte 
de los pobres.
María cree que Dios echa abajo a los grandes y poderosos, 
mientras que levanta a la gente sencilla, los humildes de la tierra; 
colma de bienes a los pobres, mientras que a los ricos los deja 
«con las manos vacías». Ella comprende que los planes de Dios 
son completamente al revés de los planes del mundo. 
Dios es el Padre de todos los hombres. Y por eso, está a favor 
de todos. Pero la forma de ayudar a unos es levantándolos del 
polvo; mientras que a los otros les presiona para que dejen de 
pisotear a sus hermanos. Ese es el proyecto de Dios, que María 
quiere que se cumpla. 
María se manifiesta llena de la alegría de ser de Dios, de que 
Dios ha mirado «la condición humilde de su esclava». No es una 
chica ingenua. Ella conoce bien a Dios, se conoce a sí misma, y 
reconoce lo mucho grande que Dios hace en ella. Sin falsas 
humildades: «En verdad el Todopoderoso hizo grandes cosas en 
mí». 
Igual que Dios se había manifestado en ella mirando su 
pequeñez, María descubre la mano de Dios en la historia cuando 
los poderosos caen y los empobrecidos son levantados, cuando 
los hambrientos llenan su estómago y los ricos pierden 
propiedades. María ve a Dios en estos actos y se alegra por ello. 

4. Lectura del Evangelio: Lucas 1,39-55
Por esos días, María partió apresuradamente a una ciudad 
ubicada en los cerros de Judá. Entró a la casa de Zacarías y 
saludó a Isabel. Al oir Isabel su saludo, el niño dio saltos en su 
vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: 
«¡Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu 
vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi 
Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría 
en mis entrañas. ¡Dichosa por haber creído que de cualquier 
manera se cumplirán las promesas del Señor!»
María dijo entonces:
Celebra todo mi ser la grandeza del Señor
y mi espíritu se alegra en el Dios que me salva, 
porque quiso mirar la condición humilde de su esclava, 
en adelante, todos los hombres dirán que soy feliz.
En verdad el Todopoderoso hizo grandes cosas para mí, 
reconozcan que Santo es su Nombre,
que sus favores alcanzan a todos los que le temen 
y prosiguen en sus hijos.
Su brazo llevó a cabo hechos heroicos, 
arruinó a los soberbios con sus maquinaciones. 
Sacó a los poderosos de sus tronos 
y puso en su lugar a los humildes; 
repletó a los hambrientos de todo lo que es bueno 
y despidió vacíos a los ricos.
De la mano tomó a Israel, su siervo, 
demostrándole así su misericordia.
Esta fue la promesa que ofreció a nuestros padres 
y que reservaba a Abrahán y a sus descendientes para 
siempre.
María se quedó cerca de tres meses con Isabel, y después volvió 
a su casa.

5. Diálogo comunitario
a) ¿Qué sentía María ante la situación de los pobres y oprimidos 
de su tiempo? ¿Qué dice ella en este Evangelio?
b) ¿Está de acuerdo la Virgen María con que unos hombres se 
enriquezcan empobreciendo a otros? ¿Por qué? ¿Cuál es, según 
ella, el Proyecto de Dios?
c) ¿Cómo nosotros manifestamos nuestra devoción a la Virgen 
María?
d) ¿En qué sentido el amor a María ayuda a comprender nuestra 
responsabilidad ante los problemas de nuestro barrio?
e) ¿Cómo unir nuestra lucha por dignificar las zonas inundables 
de Asunción con nuestra devoción a la Virgen María?

6. Oración comunitaria
- Todos decimos que eres feliz, Virgen María. (Todos repiten).
- En verdad el Todopoderoso ha hecho grandes cosas para 
nosotros.
- Nuestro espíritu se alegra en el Dios que nos salva.
- Bendito seas, Dios, porque sacas a los poderosos de sus 
tronos y pones en su lugar a los humildes.
- Perdón, Virgen María, porque nos gusta vestirte como se visten 
las personas poderosas.
- Perdón porque a veces las mujeres no nos sabemos hacer 
respetar.
- Gracias, Jesús, porque nos entregas a tu madre como nuestra 
madre, esperanza nuestra.
(Cada uno añada la oración que le parezca conveniente)
- Padre Nuestro, Ave María y Bendito. 

7. Canto de despedida
Cantemos a la Virgen una canción de nuestros antepasados.

* * * * *

3 - Problemas entre José y María

1. Canto para empezar

2. Oración para todos los días 
Como en el primer día.

3. Presentación del tema
María, como era costumbre en aquella época, primero se 
comprometió y, más tarde, se casó, como todas las chicas de 
entonces, con un joven de su pueblo: José, de oficio carpintero, 
pobre, pero lleno de rica sabiduría popular, pues era de una familia 
muy antiguas.
Apenas comprometidos oficialmente a contraer matrimonio, antes 
de haber vivido juntos, María había quedado embarazada por obra 
del Espíritu Santo.
Lo del embarazo de María no se lo avisó el ángel a José, como 
normalmente se cree. Lo que le dice el ángel es que no tema tomar 
a María como esposa, señal de que ya lo sabía todo. 
No podemos suponer que María no quiso decir nada a José 
sobre lo de su embarazo. Ello supondría aceptar una imperfección 
en ella. Sería infidelidad al amor prometido a José, si le hubiera 
dejado sufrir solo en duda tan grave. Pues, según las leyes de 
entonces, cuando una desposada no casada quedaba 
embarazada, si el hijo era de su prometido, ello era considerado 
como falta grave, pero se solucionaba con el matrimonio. Pero si el 
hijo no era de su prometido, entonces la mujer era considerada 
adúltera y condenada a morir apedreada. Por eso el caso de José 
era durísimo, pues él sabía bien que aquel hijo no era suyo, y 
confesarlo suponía condenar a muerte a María.
La solución de este conflicto no sería nada fácil. Supone mucha 
oración y mucho diálogo, con respeto y mucho amor. Y después de 
ello, José decide divorciarse discretamente de María, pues piensa 
que ella es totalmente de Dios, y él se siente quizás como un 
estorbo. Pero un ángel le ataja, aclarándole que no estorba, sino 
que, por el contrario, Dios lo necesita para que eduque como 
padre al Niño que va a nacer. El ángel le ordena que le ponga 
nombre al Niño, lo cual quiere decir que se encargue de su 
educación como padre legal.
Con esta interpretación podemos ver a la pareja de José y María 
mucho más cerca de nosotros, pues ellos tuvieron problemas muy 
serios y supieron resolverlos a base de diálogo respetuoso, lleno 
de amor.

4. Lectura del Evangelio: Mateo 1,18-25 
El nacimiento de Jesucristo fue así. Su madre María estaba 
comprometida con José. Pero, antes de que vivieran juntos, quedó 
embarazada por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, era un hombre excelente y, no queriendo 
desacreditarla, pensó firmarle en secreto un acta de divorcio.
Estaba pensando en esto, cuando el Angel del Señor se le 
apareció en sueños y le dijo: «José, descendiente de David, no 
temas llevar a tu casa a María, tu esposa, porque la criatura que 
espera es obra del Espíritu Santo.
Y dará a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús, porque 
él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto ha pasado para 
que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta 
Isaías: Sepan que una virgen concebirá y dará a luz un hijo y los 
hombres lo llamarán Manuel, que significa: Dios-con-nosotros».
Con esto, al despertarse José, hizo lo que el Angel del Señor le 
había ordenado y recibió en su casa a su esposa.
Y sin que tuvieran relaciones dio a luz un hijo al que José puso el 
nombre de Jesús.

5. Diálogo comunitario
a) Intentemos aclararnos entre todos cuáles fueron los 
problemas que tuvieron José y María antes de casarse y cómo 
sería que lograron resolverlos.
b) ¿Conocemos algunos otros problemas graves que tuvieron 
José y María después de casados?
c) ¿Cuáles son los principales problemas que existen hoy acá 
entre las parejas de novios, de concubinos o casados?
d) ¿Cómo debemos intentar resolver los problemas que se 
presentan entre las parejas?

6. Oración comunitaria
- Creemos que María y José supieron resolver sus problemas 
dialogando con respeto y amor.
- Bendito seas, Jesús, Dios con nosotros, porque vienes a 
salvarnos de nuestros pecados.
- Gracias, José y María, por haber aceptado la responsabilidad 
de educar a Jesús.
- Perdón porque demasiadas veces no sabemos dialogar en 
nuestras familias.
- Te pedimos, Señor, que los hombres sepamos respetar a las 
mujeres y las mujeres a los hombres.
- Les suplicamos, María y José, que nos enseñen a superar los 
problemas de nuestra pareja a base de fe, amor y diálogo.
(Añada cada uno la oración que más necesite)
- Padre Nuestro, Ave María y Bendito. 

7. Canto de despedida

* * * * *

4 - Jesús nace muy pobremente

1.- Canto para empezar

2.- Oración para todos los días 
Como en el primer día

3.- Presentación del tema
Jesús no se presentó en la Historia como un gran potentado, que 
desde las alturas de su poder ordena a todo el mundo lo que tiene 
que hacer. El bajó al barro de la vida, se hizo pequeño y conoció 
en carne propia lo que es el sufrimiento humano.
La Madre de Jesús, María, era una mujer del pueblo, buena y 
sencilla, de corazón grande y con una inmensa fe en Dios. Su 
padre adoptivo era carpintero de pueblo. Jesús, como hijo de 
gente pobre, muy pronto, desde el nacimiento, conoce lo que son 
las privaciones de los pobres. No tiene ni dónde nacer.
Su familia no encuentra a nadie que los reciba en su casa. Ni 
tampoco hay lugar para ellos en la posada pública. El amor le hizo 
compartir el nacimiento de los más pobres de este mundo.
Jesús nació en la última miseria: en una caballeriza abandonada, 
con una batea por cuna. Al nacer mismo comienza a sentir en su 
carne el desprecio en que se tiene a los pobres, fruto amargo del 
egoísmo humano.
Nos cuesta entender bien lo que significa el hecho de que Jesús 
nazca tan pobremente. El es uno de los nuestros; tomó nuestra 
miseria para comprendernos y ayudarnos mejor. El ciertamente no 
se parecía a esas imágenes de niños blanquitos, de ojos azules, 
que a veces nos gusta tener. El era un niño judío, moreno, de ojos 
negros, como eran todos ellos... Y muy gordito no podría estar, 
puesto que sus padres, tuvieron que correr primero a Belén y 
enseguida se vieron obligados a irse a un país extraño, Egipto. Si 
queremos conocer cómo era Jesús cuando pequeño, no tenemos 
más que mirar a nuestros hijos cuando pequeños...
Este Niño que nace es el mismo que años más tarde ofrece su 
vida por nosotros en la cruz. El Niño-Dios y Ñandejara Guazu son 
una misma persona. Una imagen representa al Señor cuando era 
pequeño y la otra cuando era todo un hombre.
No pensemos nunca que el Niño-Dios puede castigarnos, si no le 
cumplimos la «promesa» de seguir haciendo el pesebre cada año. 
El es siempre comprensión, bondad y amor. Dios hecho Niño es la 
imagen viva del amor cercano de Dios, de su comprensión y 
perdón.

4.- Lectura del Evangelio: Lucas 2, 1-7 
En esos días, el emperador dictó una ley que ordenaba hacer un 
censo en todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino 
era gobernador de la Siria. Todos iban a inscribirse a sus 
respectivas ciudades. También José, como era descendiente de 
David, salió de la ciudad de Nazaret de Galilea y subió a Judea, a 
la ciudad de David, llamada Belén, para inscribirse con María, su 
esposa, que estaba embarazada.
Cuando estaban en Belén, le llegó el día en que debía tener su 
hijo. Y dio a luz su primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó 
en una pesebrera, porque no había lugar para ellos en la sala 
común.

5.- Diálogo Comunitario
a) ¿Por qué quiso Dios Padre que Jesús naciera tan pobre? 
¿Para qué?
b) Si Jesús nace pobre, ¿por qué nos gusta ponerle vestidos de 
lujo, como si fuera un niño rico?
c) ¿Jesús nos pide que hagamos muchos gastos para celebrar 
su nacimiento? ¿Cómo querrá El que celebremos la Navidad? 
¿Qué será lo que más le gusta?
d) ¿Cómo vamos a celebrar este año el nacimiento del Niño 
Jesús? ¿Qué podemos hacer para revivir algunas lindas 
costumbres de la Navidad de nuestra tierra?
e) ¿Cómo podemos ayudar a los niños de nuestro barrio para 
que sientan la alegría de que Jesús nace para ellos?

6.- Oración comunitaria
- Creemos que Jesús nació pobre por amor a los pobres.
- Creemos que Dios cumple sus promesas a través de los 
pobres.
- Perdón, Jesús, porque a veces pensamos que valemos menos 
porque somos pobres. 
- Perdón porque también nosotros algunas veces te cerramos la 
puerta de nuestra casa.
- Te damos gracias, Padre Dios, porque nos has dado a Jesús, 
tu único Hijo.
- Gracias por haber puesto tu confianza en los pobres.
- Te suplicamos, Jesús, que nazcas de nuevo en nosotros, en 
nuestras familias y en nuestros barrios.
(Cada uno añade la oración que le nazca del corazón)
- Padre Nuestro, Ave María y Bendito. 

7.- Canto de despedida

* * * * *

5 - El nacimiento de Jesús es una gran noticia para los pobres

1. Canto para empezar

2. Oración para todos los días 
Como en el primer día

3. Presentación del tema
Cuando Jesús nació, ese gran acontecimiento fue anunciado en 
primer lugar a unos pastores. Tenemos que saber que en aquella 
sociedad del tiempo de Jesús los pastores eran muy despreciados. 
Se los consideraba a todos ellos como bandidos, tramposos y 
mentirosos. Tanto, que no podían ser elegidos nunca como 
autoridad, ni presentarse como testigos en un juicio.
Pues bien, la gran noticia de la historia, que es el nacimiento del 
Redentor, no se comunicó en primer lugar a las autoridades, ni a 
los sacerdotes, ni a la gente estudiada, sino a los más 
despreciados de la sociedad.
El mensaje que se les da a aquellos pastores, representantes de 
todos los despreciados del mundo, está lleno de alegría y 
esperanza. En primer lugar se les pide que no tengan miedo. Y 
enseguida los ángeles les anuncian «una buena noticia, que será 
motivo de mucha alegría para todo el pueblo: Hoy ha nacido para 
ustedes un Salvador...» El nacimiento de Jesús tiene que ser 
motivo de una gran alegría para todo el pueblo. Ha nacido para 
ustedes, dice el ángel. Para ustedes, los despreciados y 
marginados de la sociedad... Gran noticia, porque comunica una 
gran esperanza...
Las señales que dan a los pastores para reconocer a su 
Salvador son las de la pobreza. Reconocerán a su Salvador 
justamente en que es pequeño, indefenso y muy pobre: Niño 
pequeño, envuelto en pañales y recostado en una pesebrera. 
Jesús no vino al mundo con señales de poder, ni de grandeza 
humana. Su nacimiento es pobre, entre pobres, y especialmente 
para los pobres.
La salvación del Niño-Dios viene en primer lugar para los 
despreciados y marginados de la sociedad. Se comunica desde 
abajo hacia arriba. El que va a destronar a los poderosos, no se 
presenta como un poderoso, sino como un indefenso.
Después que desapareció el miedo y se les llenó el corazón de 
esperanza, los pastores se animaron unos a otros para ir a 
encontrarse con aquel Niño, al que reconocieron como su Señor. 
Y después de encontrar a Jesús, los pastores transmitieron 
aquella buena noticia a todos los que encontraban.

4. Lectura del Evangelio: Lc 2,8-20
En la región había pastores que vivían en el campo y que por la 
noche se turnaban para cuidar sus rebaños. El ángel del Señor se 
les apareció y los rodeó de claridad la Gloria del Señor, y fueron 
presa del temor.
Pero el ángel les dijo: «No teman, porque yo vengo a 
comunicarles una buena nueva que será motivo de mucha alegría 
para todo el pueblo. Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de 
David un Salvador que es Cristo Señor. En esto lo reconocerán: 
Hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado 
en una pesebrera». De pronto una multitud de seres celestiales 
aparecieron en torno al ángel, y cantaban a Dios: «Gloria a Dios 
en lo más alto del cielo, y en la tierra, gracia y paz a los 
hombres».
Después que los ángeles los dejaron para volver al cielo, los 
pastores se dijeron unos a otros: «Vamos, pues, hasta Belén y 
veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos dio a conocer».
Fueron apresuradamente y hallaron a María y José, y vieron al 
recién nacido acostado en la pesebrera. Entonces contaron lo que 
los ángeles les habían dicho de este niño y todos se maravillaron 
de lo que decían los pastores.
María, por su parte, observaba cuidadosamente todos estos 
acontecimientos y los guardaba en su corazón.
Después los pastores se fueron glorificando y alabando a Dios, 
porque todo lo que habían visto y oído era tal como se lo habían 
anunciado.

5. Diálogo comunitario
a) Recordar entre todos los detalles de este evangelio de hoy.
b) ¿Por qué sería que la noticia del nacimiento de Jesús se dio 
en primer lugar a la gente más despreciada?
c) ¿El nacimiento de Jesús es realmente para nosotros motivo de 
gran alegría? ¿Por qué?
d) ¿Pensamos que la esperanza de un futuro mejor viene de los 
poderosos o de en medio de los pobres? ¿Por qué?
e) ¿Cómo hacer para que la fe en Jesús nos saque el miedo y 
nos llene de esperanza?

6. Oración comunitaria
- Creemos que el nacimiento de Jesús es motivo de gran alegría 
para todos nosotros.
- Te damos gracias, Jesús, porque anunciaste tu nacimiento en 
primer lugar a los más despreciados.
- Te pedimos, Madre María, que nos pongas al lado de tu Hijo.
- Te suplicamos, Jesús, nos ayudes a sacar de nuestros 
corazones los miedo que tenemos.
- Te rogamos que tu nacimiento nos llene de esperanza y 
alegría.
- Te glorificamos y te alabamos, Padre Dios, por todo lo que 
hemos visto y oído sobre el nacimiento del Niño Jesús.
(Se invita a participar en la oración a los asistentes)
- Padre Nuestro, Ave María y Bendito. 

7. Canto de despedida

* * * * *

6 - Jesús es consagrado a Dios

1. Canto para empezar

2. Oración para todos los días 
Como en el primer día.

3. Presentación del tema
María y José llevaron al Niño al Templo de Jerusalén para 
consagrarlo a Dios. Lo habían recibido de Dios y en manos de Dios 
lo ponían.
La ceremonia fue sencilla. No hubo gastos extraordinarios. Ellos 
dieron la ofrenda de los pobres: una pareja de tórtolas. 
Un anciano, llamado Simeón, había pasado su vida esperando el 
consuelo de encontrarse con el Salvador, luz y gloria de su pueblo. 
Y su fe fue tan grande, que lo consiguió. Para nosotros es modelo 
de la perseverante búsqueda del Señor. Todo el que lo busca con 
constancia, lo encuentra siempre. 
Simeón, inspirado por el Espíritu Santo, le dijo a María cosas 
duras: el Niño estaba destinado a ser «señal de contradicción» y 
motivo de conflictos; ella misma se vería traspasada por un 
sufrimiento mortal. El esperaba la salvación de Israel, pero, como 
creyente de experiencia, sabía que la salvación sólo vendría a 
través del dolor.
Simeón ve claro también que Jesús es el centro de la vida y de la 
historia. El Mesías-Luz viene a liberarnos de la obscuridad de la 
opresión. O estamos con El o contra El. Es señal de vida o de 
muerte; causa de caída o de vida plena. Bandera discutida: uno 
puede estar a su favor o en su contra, pero nunca indiferente. 
Ana, una anciana que también les encontró en el templo, 
simboliza a todas esas buenas mujeres serviciales que esperan 
sólo en Dios. Ellas merecen también, como Simeón, encontrarse 
con Jesús como Salvador. Ana daba gracias a Dios y hablaba del 
niño a todos los que esperaban la liberación de su pueblo. 
Un anciano y una anciana son los dos primeros que desde las 
profundidades de su fe se dan cuenta de que aquel niño pobre es 
mucho más de lo que aparece por de fuera: es el Salvador del 
mundo.

4. Lectura del Evangelio: Lucas 2,22-38
Asimismo, cuando llegó el día en que, de acuerdo a la Ley de 
Moisés, debían cumpir el rito de la purificación de la madre, 
llevaron al niño a Jerusalén. Allí lo consagraron al Señor, tal como 
está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al 
Señor. Además ofrecieron el sacrificio que ordena la Ley: una 
pareja de tórtolas o dos pichones.
Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era muy 
bueno y piadoso y el Espíritu Santo estaba con él. Esperaba los 
tiempos en que Dios atendiera a Israel y sabía por una revelación 
del Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Cristo del 
Señor.
Vino, pues, al Templo, inspirado por el Espíritu, cuando sus 
padres traían al Niñito para cumpir con él los mandatos de la Ley.
Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios con estas palabras: 
Señor, ahora, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz, 
como le has dicho.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador 
que tú preparaste para presentarlo a todas las naciones.
Luz para iluminar a todos los pueblos 
y gloria de tu pueblo, Israel.
Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que decía 
Simeón del Niño. Simeón los felicitó y, después, dijo a María, su 
madre: «Mira, este niño debe ser causa tanto de caída como de 
resurrección para la gente de Israel. Será puesto como una señal 
que muchos rechazarán, y a ti misma una espada te atravesará el 
alma. Pero en eso los hombres mostrarán claramente lo que 
sienten en sus corazones».
Había también una mujer de edad muy avanzada, llamada Ana, 
hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Tenía ochenta y cuatro años. 
Después de siete años de casada, había perdido muy joven a su 
marido y, siendo viuda, no se apartaba del Templo, sirviendo día y 
noche al Señor con ayunos y oraciones. Ella también tenía don de 
profecía. Llegando en ese mismo momento, comenzó a alabar a 
Dios y a hablar del niño a todos los que esperaban la liberación de 
Jerusalén.

5. Diálogo comunitario
a) ¿Esperamos, como Simeón y Ana, encontrarnos con Jesús? 
¿Quién es Jesús para nosotros? ¿Cuál es nuestra esperanza en 
El?
b) ¿Qué tipos de sufrimientos estamos dispuestos a pasar con 
tal de encontrarnos con Jesús? ¿En qué consiste eso de sufrir por 
Cristo?
c) A ejemplo de María, ¿sabemos guardar en el corazón todo lo 
que se dice sobre Jesús?
d) Los padres de Jesús ofrecieron a su Hijo a Dios, reconociendo 
con ello que venía de Dios y era para Dios. ¿Sabemos también 
nosotros ofrecer de veras a Dios a nuestros hijos?
e) ¿Mandamos a nuestros hijos a la catequesis? ¿Participamos 
los padres en la catequesis?

6. Oración comunitaria
- Creemos que nuestro encuentro personal con Jesús es lo más 
importante que nos puede pasar en nuestra vida.
- Que nuestros ojos vean a tu Salvador, Señor
- Tú eres, Jesús, la luz que ilumina a todos los pueblos.
- Perdón, Jesús, porque muchas veces no nos importa 
demasiado el encontrarnos contigo.
- Te rogamos que, a ejemplo de Simeón y Ana, también nosotros 
sepamos hablar del Niño a todos los que esperan la liberación.
- A ejemplo de María y José, te ofrecemos y te consagramos, 
Señor, a nuestros hijos.
(Se pueden añadir las oraciones que cada uno quiera)
- Padre Nuestro, Ave María y Bendito. 

7. Canto de despedida

* * * * *

7 - Unos sabios de otros lugares vienen a adorar a Jesús 

1. Canto para empezar

2. Oración para todos los días 
Como en el primer día.

3. Presentación del tema
El pasaje de los «Reyes Magos» es uno de los más populares en 
nuestro ambiente. Vamos hoy a reflexionar sobre ellos, prestando 
especial atención a lo que dice el evangelio y a lo que no dice.
En primer lugar tenemos que darnos cuenta de que el pasaje 
bíblico no dice nada de que fueran «reyes». Sólo habla de «unos 
magos de oriente». Se trata de astrólogos, que pretendían ver en 
los astros el destino del mundo. No se trata de gente 
especialmente rica, sino más bien de sabios de tipo popular. 
Al decir que vienen de oriente se quiere subrayar el hecho de 
que son extranjeros y, por consiguiente, paganos.
En la narración se presenta al rey Herodes, judío, 
supuestamente creyente en Dios, en contraposición con los 
magos, que no conocían directamente a Dios. Los habitantes de la 
capital, Jerusalén, no se dan cuenta del nacimiento del Salvador; 
los paganos, sí. La gente de Herodes se asusta del anuncio del 
nacimiento de Jesús; los magos extranjeros, se alegran. Los de 
Jerusalén no ven la estrella; los magos, sí. Herodes es un hipócrita 
malvado; los magos son sencillos y sinceros. Por todo ello, los 
magos encuentran al Niño con su madre, y Herodes nada.
El Niño-Rey Jesús se contrapone al Viejo-Rey Herodes. La 
debilidad triunfa frente al poder... Jesús es el verdadero jefe y 
pastor de su pueblo; Herodes es destructor del pueblo...
Los magos, representantes de los hombres capaces de 
reconocer la acción de Dios en la historia, vienen a aceptar a 
Jesús como rey universal. Los dones que le ofrecen, según las 
costumbres de entonces, oro, incienso y mirra, simbolizan sumisión 
y alianza. 
Como podemos ver, este pasaje evangélico no puede ser usado 
para legitimar ningún tipo de poder político. El cruel Herodes es 
presentado como enemigo radical de la venida del Mesías. Los 
Magos, en cambio, no son representantes de los reyes, sino 
justamente de la sabiduría popular y de los paganos de buena 
voluntad.

4. Lectura del Evangelio: Mateo 2,1-12
Habiendo nacido Jesús en Belén de Judá, durante el reinado de 
Herodes, vinieron unos Magos de Oriente a Jerusalén, y 
preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, 
porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo».
Herodes y todo Jerusalén quedaron muy intranquilos por la 
noticia. Reunió a todos los sacerdotes principales y a los maestros 
de la Ley para preguntarles dónde debía nacer el Cristo. Ellos le 
contestaron que en Belén de Judá, ya que así lo anunció el profeta 
que escribió: Belén en la tierra de Judá, tú no eres el más pequeño 
entre los principales pueblos de Judá, porque de ti saldrá un jefe, 
el pastor de mi pueblo, Israel.
Herodes, entonces, llamó privadamente a los magos para saber 
la fecha exacta en que se les había aparecido la estrella. 
Encaminándolos a Belén les dijo: «Vayan y averigüen bien lo que 
se refiere a este niño. Cuando lo hayan encontrado avísenme para 
ir yo también a adorarlo».
Después de esta entrevista, los magos prosiguieron su camino. 
La estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta 
que se paró sobre el lugar en que estaba el niño. Al ver la estrella 
se alegraron mucho, y, habiendo entrado en la casa, hallaron al 
niño que estaba con María, su madre. Se postraron para adorarlo 
y abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Luego regresaron a su país por otro camino, porque se les avisó 
en sueños que no volvieran donde Herodes.

5. Diálogo comunitario
a) Contemos entre todos la historia de los magos, procurando 
ser fieles a lo que dice la Biblia.
b) ¿A quiénes representan los magos y a quiénes representa 
Herodes y su corte?
c) ¿Por qué Herodes quiere matar a Jesús?
d) ¿Qué podemos nosotros aprender de los magos?
e) ¿Qué podemos ofrecer a Jesús? Cada uno podríamos ofrecer 
un pequeño símbolo y explicar lo que significa.

6. Oración comunitaria
- Queremos, Jesús, ver tu estrella, de forma que podamos 
buscarte y encontrarte.
- Nos postramos ante ti, Jesús, para adorarte.
- Te queremos ofrecer lo mejor de nuestras vidas.
- Te suplicamos que también nosotros, al ejemplo de los magos, 
te encontremos a través de la sabiduría popular.
- Enséñanos, Jesús, a desconfiar de la hipocresía y de las 
intrigas de los poderosos al estilo de Herodes.
(Cada uno añada con sencillez las oraciones que le nazcan del 
corazón)
- Padre Nuestro, Ave María y Bendito. 

7. Canto de despedida

* * * * *

8 - Jesús es dasalojado de su tierra

1. Canto para empezar

2. Oración para todos los días 
Como en el primer día.

3. Presentación del tema
A poco tiempo de nacer Jesús, se enteraron sus padres de que 
el rey Herodes buscaba al Niño para matarlo. El rey sospechó que 
aquel Niño pudiera alguna vez hacerle sombra. Y decidió matarlo. 
Con lo que la familia de Jesús tuvo que salir de su tierra, 
compartiendo así la vida de los desalojados y los exiliados. Ellos 
también sufrieron persecución política; y el tener que verse como 
emigrantes en un país desconocido.
Recordemos que aquella familia había tenido que salir 
apresuradamente de su pueblo, Nazaret, para ir a censarse en el 
pueblo de sus antepasados, Belén. Allí nació Jesús. Y después de 
una pequeña temporada que pasan en Belén, tienen que correrse 
porque el rey busca al Niño para matarlo. Salen a media noche, 
apresuradamente, camino de un país lejano, Egipto. Sin ningún 
tipo de ahorros. Eran varios días de viaje, por una zona desértica. 
Además, al llegar allá, ¿qué comerían?; ¿dónde podría José 
encontrar un trabajo rentado? No sería nada fácil a aquella familia, 
en un país de idioma desconocido, tradicionalmente enemigo, 
poder alimentar debidamente a aquel Niño. Quizás, por solidaridad 
con tantos niños desnutridos, Jesús también fue un niño 
desnutrido...
Después de la muerte del cruel Herodes, José se siguió sintiendo 
amenazado por su sucesor, Arquelao. Por ello no volvió a Belén, 
sino a su antiguo pueblo, Nazaret. 
Este evangelio de la huida a Egipto está lleno de referencias al 
Exodo. San José, como el antiguo patriarca José, salva a su familia 
llevándola a Egipto. La cólera de Herodes se parece a la del 
faraón, que ordenó matar a todos los recién nacidos varones. 
Herodes, al estilo de los faraones, aparece como celoso de su 
poder, mentiroso, hipócrita y asesino. Pero, por contraste, la tierra 
de opresión es ahora Israel. 
Pero la oposición de los poderes enemigos no podrá impedir la 
realización de los planes de Dios. Con Jesús comienza el nuevo 
Pueblo de Dios. El poder violento de Herodes no podrá vencer al 
nuevo rey no-violento, Jesús. 

4. Lectura del Evangelio: Mateo 2, 13-23
Después que partieron los Magos, el Angel del Señor se le 
apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a 
su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, 
porque Herodes buscará al niño para matarlo».
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre y se retiró a 
Egipto.
Permaneció allí hasta la muerte de Herodes. De este modo se 
cumplió lo que había dicho el Señor por boca del Profeta: Yo llamé 
de Egipto a mi hijo.
Entre tanto Herodes, al ver que los Magos lo habían engañado, 
se enojó muchísimo y mandó matar a todos los niños menores de 
dos años que había en Belén y sus alrededores, de acuerdo con 
los datos que le habían proporcionado los Magos.
Entonces se vio realizado lo que anunció el Profeta Jeremías: En 
Ramá se oyeron gritos, grandes sollozos y lamentos. Es Raquel 
que no quiere consolarse porque llora a sus hijos muertos.
Después de la muerte de Herodes, el Angel del Señor se 
apareció en sueños a José, en Egipto. Le dijo: «Levántate y 
regresa con el niño y su madre a la tierra de Israel, porque ya han 
muerto los que querían matar al niño».
José, pues, se levantó, tomó al niño y a su madre, y se vino a la 
tierra de Israel. Pero temió ir a Judea, sabiendo que allí reinaba 
Arquelao en reemplazo de Herodes, su padre. Siguiendo un aviso 
que recibió en sueños, se retiró a Galilea y fue a vivir en un pueblo 
llamado Nazaret. Así había que cumplirse lo que dijeron los 
profetas: Lo llamarán Nazareno.

5. Diálogo comunitario
a) Recordemos entre todos cómo y por qué fue la ida de la 
familia de Jesús a tierras lejanas.
b) ¿Recordamos algunos personajes de la historia semejantes a 
Herodes? ¿En qué se parecen?
c) ¿También nosotros hemos tenido que emigrar de una tierra a 
otra? ¿Cómo? ¿Por qué no hay hoy tierras suficientes para los 
sin-techo y los sin-tierra?
d) ¿Qué problemas nuevos hemos encontrado en los barrios 
donde vivimos ahora?
e) ¿Cómo debemos organizarnos para que, aunque hayamos 
venido de sitios diferentes, podamos volver a ser hermanos 
unidos?

6. Oración comunitaria
- Creemos que, por presión de los poderosos, también Jesús 
tuvo que irse lejos de su tierra.
- Creemos que la pequeñez de Jesús vence a la violencia de 
Herodes.
- Perdón porque nos ayudamos poco unos a otros en nuestros 
problemas.
- Gracias por el compañerismo y la hospitalidad que muchas 
veces se da entre nosotros.
- Te rogamos, Jesús, que nos ayudes a ser más unidos.
(Se ruega añadir nuevas oraciones)
- Padre Nuestro, Ave María y Bendito. 

7. Canto de despedida
Podríamos cantar algunas canciones de las zonas de donde 
venimos...

* * * * *

9 - La familia de Jesús

1. Canto para empezar

2. Oración para todos los días 
Como en el primer día.

3. Presentación del tema
La vida en familia de Jesús, José y María, en cuanto a lo exterior, 
no se diferencia mucho de cualquier otra familia pobre. José en su 
carpintería y María en sus quehaceres domésticos. Vida sencilla, 
con sus alegrías y sus penas.
José y María vivieron dedicados siempre a la educación de su 
Hijo. Le enseñaron a rezar y a conocer la Santa Biblia. Ellos, 
respetando el modo de ser y la misión que tenía que cumpir su 
Hijo, supieron educarle para que en todo fuera servidor de Dios y 
del prójimo.
Era la familia de un carpintero-albañil del interior del país. Saben 
del sufrimiento de los que salen en busca de trabajo. Supieron lo 
que es el hambre, la sed, el cansancio; la vida insegura, falta de 
trabajo y sin techo. Sufrieron en carne propia lo que es el 
desprecio.
Jesús, ya jovencito ayudaría en la carpintería, y más tarde, 
cuando murió José, tuvo que trabajar para alimentar a su mamá.
No pensemos que la Sagrada Familia era una familia sin 
problemas. Ellos, como nosotros, tuvieron toda clase de 
problemas. Pero supieron resolver sus problemas a base de 
diálogo, con mucho respeto y amor mutuo.
En aquella familia estuvo presente lo mejor que puede haber en 
una casa: el favor de Dios, su gracia y su palabra. El centro de 
aquella familia fue JESUS. Esto quiere decir que la presencia de 
Jesús no excluye los problemas. La familia ideal no es la familia 
donde no hay problemas, sino la que, teniendo a Dios como 
centro, está unida por un auténtico amor. Pues donde hay amor, 
allí está Dios.
Todo esto se simboliza en el extraño episodio del Niño cuando se 
quedó en el templo sin decir nada a sus padres. El Evangelio 
señala expresamente que ni María ni José comprendieron lo que el 
joven Jesús hizo y dijo en aquella ocasión, pero supieron 
respetarlo. Jesús puso la voluntad del Padre Dios por encima de 
las costumbres y la autoridad familiar de este mundo. Dios es el 
centro y la norma suprema de todo. 
Pero Jesús volvió con ellos a su casa y siguió viviendo bajo la 
autoridad de sus padres. Y así fue adelantando en saber, en 
madurez y en favor ante Dios y los hombres.

4. Lectura de la Palabra de Dios: Lucas, 2, 39-52
Una vez que cumplieron todo lo que ordenaba la Ley del Señor, 
volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el niño crecía, se 
desarrollaba y estaba lleno de sabiduría. Y la gracia de Dios 
estaba con él.
Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la 
fiesta de la Pascua y, cuando cumplió doce años, fue también con 
ellos para cumplir con este precepto. Al terminar los días de la 
fiesta, mientras ellos regresaban, el niño Jesús quedó en Jerusalén 
sin que José lo supiera, ni tampoco su madre. Creyendo que se 
hallaba en el grupo de los que partían, caminaron todo un día y, 
después, se pusieron a buscarlo entre todos sus parientes y 
conocidos. Pero, como no lo hallaron, prosiguiendo su búsqueda, 
volvieron a Jerusalén.
Después de tres días lo hallaron en el Templo, sentado en medio 
de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles 
preguntas. Todos los que lo oían quedaban asombrados de su 
inteligencia y de sus respuestas. Al encontrarlo, se emocionaron 
mucho y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué te has portado así? Tu 
padre y yo te buscábamos muy preocupados». El les contestó: «¿Y 
por qué me buscaban? ¿No saben que tengo que estar donde mi 
Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que les acababa de decir. Volvió 
con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndoles. Su madre 
guardaba fielmente en su corazón todos estos recuerdos
Mientras tanto, Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, 
tanto para Dios como para los hombres.

5. Diálogo comunitario
a) ¿Cómo nos imaginamos la vida en familia de María, José y 
Jesús? ¿Cómo pensamos que educarían José y María a su Hijo?
b) ¿Por qué dijo Jesús que tenía que obedecer a Dios antes que 
a sus padres?
c) ¿Qué entendemos por educar a los hijos? Pongamos algunos 
ejemplos concretos.
d) ¿Cómo podemos resolver los problemas que están impidiendo 
la paz en nuestras familias?
e) ¿Sería bueno continuar reflexionando la Biblia en nuestra 
comunidad o barrio? ¿Cómo?

6. Oración comunitaria
- Creemos que Jesús, José y María comprenden los problemas 
de nuestras familias.
- Creemos que, aunque pobres, con la ayuda de Dios, podemos 
educar bien a los hijos.
- Perdón por la mala educación que a veces damos a nuestros 
hijos.
- Gracias, Jesús, por nuestras familias y por el amor que hay en 
ellas.
- Gracias por los juegos y las risas de los niños.
- Te pedimos, Señor, que nos enseñes a respetar la vocación de 
nuestros hijos.
- Les pedimos, Jesús, José y María, que nos ayuden a seguir 
reflexionando la palabra de Dios en nuestros barrios.
(Añadir oraciones concretas)
- Padre Nuestro, Ave María y Bendito. 

7.- Canto de despedida

* * * * *

10 - Jesús quiere que nos llevemos como hermanos

1. Canto

2. Oración para todos los días 
Como en el primer día

3. Presentación del tema
Sabemos que toda la vida de Jesús fue una entrega generosa al 
servicio de los demás. Por eso cuando iba a morir nos dejó un 
encargo. Este fue su testamento. Nos manda querernos de verdad 
y sin límites. Esta fue su última voluntad antes de morir.
Nos pide comprometernos por los demás hasta el grado de 
poner en peligro nuestra comodidad, nuestras ocupaciones y toda 
nuestra existencia. Nadie puede decir que ama a Dios, si es que no 
se lleva con sus hermanos. El que ama a Dios tiene que luchar por 
mejorar la vida de los más pobres y oprimidos. Si queremos seguir 
a Jesús, tenemos que estar dispuestos a trabajar por la justicia del 
Evangelio hasta la muerte.
Al Señor no le podemos engañar. El no vino al mundo y murió 
sólo para que le encendamos velas. El murió para que seamos 
capaces de unirnos y vivir como hermanos. El que no está 
dispuesto a salir de su egoísmo y cambiar su vida, miente si dice 
que es cristiano.

4. Lectura de la palabra de Dios: Juan 15, 9-17
Les dijo Jesús:
Yo los he amado a ustedes como el Padre me ama a mí: 
permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandatos, 
permanecerán en mi amor, así como yo permanezco en el amor del 
Padre, guardando sus mandatos.
Yo les he dicho todas estas cosas para que en ustedes esté mi 
alegría, y la alegría de ustedes sea perfecta. Mi mandamiento es 
éste: Amense unos con otros, como yo los he amado. No hay amor 
más grande que éste: dar la vida por sus amigos. 
Ustedes son mis amigos si cumplen lo que les mando. Ya no les 
diré servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. 
Les digo: amigos, porque les he dado a conocer todo lo que 
aprendí de mi Padre.
Ustedes no me eligieron a mí. Soy yo quien los elegí a ustedes y 
los he puesto para que vayan y produzcan fruto, y ese fruto 
permanezca. Y quiero que todo lo que pidan al Padre en mi 
Nombre, él se lo dé. 
Yo les ordeno esto: que se amen unos a otros.

5.- Diálogo comunitario,
a) ¿Cuál es el mandamiento nuevo que nos da Jesús?
b) ¿Hasta dónde tenemos que servir a los demás?
c) Cuál es la mejor manera de saber que amamos a Dios?
d) ¿Cómo lograremos una buena amistad en nuestras familias?
e) ¿Cómo vamos a servirnos los unos unos a los otros?

6. Oración comunitaria
- Creemos que las buenas obras son la medida del amor a 
nuestra familia.
- Sólo amando y sirviendo a los demás, amamos y servimos a 
Dios.
- Perdón por no querer vivir el mandamiento de Jesús
- Gracias Jesús por tu amistad.
- Gracias por que tu amor llegó hasta la muerte.

7. Canto de despedida

* * * * *

11 - Desde joven Jesús fue un obrero

1. Canto

2. Oración para todos los días 
Como en el primer día

3. Presentación del tema
Jesús era un hombre sencillo. No era más que un carpintero del 
campo. Hombre habilidoso conocía bien los problemas de la 
siembra y la cosecha. Sabía bien de albañilería, pues habla de 
cómo se construye una casa. Sabe del sufrimiento de los que salen 
en busca de trabajo. En su forma de hablar demuestra que conoce 
bien la vida de los pastores. Y le gusta llamarse a Si mismo el Buen 
Pastor.
Supo lo que es el hambre, la sed, el cansancio. La vida insegura, 
falta de trabajo y sin techo. Sufrió en carne propia lo que es el 
desprecio; sus mismos parientes le tenía por loco. A pesar de todo 
no dio nunca un paso atrás: sabía que trabajando bien 
perfeccionaba la creación de su Padre Dios.
Nunca pensó que el trabajo era un castigo o una maldición. Lo 
que está maldito el el egoísmo del que trabaja sin preocuparse de 
sus hermanos y el sistema económico que explota el trabajo 
humano.
Si el Señor trabajó con sus manos es porque el trabajo manual 
no es ninguna deshonra, como piensan algunos. Acerquémonos a 
Jesús Obrero con entera confianza.

4. Lectura de la palabra de Dios: Mateo, 13, 53-57.

5.- Diálogo comunitario.
a) ¿Qué oficio tenía Jesús? ¿Se avergonzó alguna vez de su 
trabajo?
b) ¿ Cómo quiere Jesús que sea nuestro trabajo?
c) ¿ Por qué algunos se conforman con lo poco que le pagan?
d) ¿Qué podemos hacer para continuar la Creación de Dios?
e) ¿Debemos organizarnos para trabajar mejor?

6. Oración comunitaria
- Creemos que Jesús fue un obrero.
- Creemos que todo trabajo tiene derecho a un salario justo.
- Perdón porque despreciamos, nuestro trabajo campesino.
- Perdón porque no nos organizamos, para reclamar precios 
justos.
- Gracias, Padre Dios, por la tierra que cultivamos.
- Gracias por la veces. que nos unimos en el trabajo.

7. Canto de despedida
a) ¿En qué se parecen los problemas de entonces a los 
problemas que tenemos nosotros hoy?
b) ¿Qué nos enseña este texto sobre la manera de ser y 
comportarse Dios?