Notas introductorias

Ángel Gil Modrego


1) La Biblia, libro muy sugestivo, pero no siempre de fácil 
lectura
Libro viejo y siempre nuevo, «best-seller» de todos los tiempos, 
la obra literaria más estudiada. La publicación Elenchus Biblicus, 
dirigida durante años por P. Nober y hoy por R. North, que recoge 
los libros y artículos que anualmente se hacen de todos y cada uno 
de sus libros, necesita dos gruesos volúmenes. Imposible leer todos 
los títulos. Pero... 
¿Qué es la Biblia? BI/QUE-ES: Muchos no saben responder. Una 
respuesta frecuente: el libro sagrado de judíos y cristianos, como el 
Corán lo es del Islam o Vedas de los hindúes. Por eso, el judío y el 
cristiano deben leerlo, actualizarlo, hacerlo vida: 

«Me gusta remojar la palabra divina, amasarla de nuevo, ablandarla con 
el vaho de mi aliento, humedecer con mi saliva y con mi sangre el polvo 
seco de los Libros Sagrados y volver a hacer marchar los versículos 
quietos y paralíticos con el ritmo de mi corazón. Me gusta desmoronar 
esas costras que han ido poniendo en los poemas bíblicos la rutina 
milenaria y la exégesis ortodoxa de los púlpitos, para que las esencias 
divinas y eternas se muevan otra vez con libertad. Después de todo, digo 
otra vez que estoy en mi casa. El poeta, al volver a la Biblia, no hace más 
que regresar a su antigua palabra, porque ¿qué es la Biblia más que una 
gran Antología Poética hecha por el Viento y donde todo poeta legítimo se 
encuentra? Comentar aquí, para este poeta, no es más que recordar, 
refrescar, ablandar, vivificar, poner de pie otra vez el verso suyo antiguo 
que momificaron los escribas. Cristo vino a defender los derechos de la 
Poesía contra la intrusión de los escribas, en este pleito terrible que dura 
todavía, como el de los Sofistas contra la Verdad» 81. 

«Dios no nos ha dado palabras muertas que debamos encerrar en cajas 
grandes y pequeñas y conservar en aceite rancio como las momias de 
Egipto. Dios no nos ha dado palabras en conserva para que las 
custodiemos, sino palabras vivas para alimentarnos y alimentar a 
otros»82. 

Pero... ¿entendemos la Biblia los cristianos? La respuesta no 
puede ser apodíctica. Hay textos muy claros, otros resultan más 
complicados. Veamos algunos ejemplos: 

—Is 58: disputa judicial en la que el profeta denuncia los pecados 
de Israel (v.1). El pueblo presenta su pliego de descargos: 
consultan a Dios, cumplen con sus deberes religiosos, y... creen 
tener derecho a exigir su respuesta (vs.2-3a). El Señor rebatirá sus 
argumentos (vs. 3b ss). 

¿Para qué ayunar, si no haces caso? 
¿Mortificarnos, si tú no te fijas? 
Mirad: el día de ayuno 
buscáis vuestro interés, 
y apremiáis a vuestros servidores; 
mirad: ayunáis entre riñas y disputas, 
dando puñetazos sin piedad. 
Mover la cabeza como un junco, 
acostarse sobre estera y ceniza, 
¿a eso lo llamáis ayuno, 
día agradable al Señor? 
El ayuno que yo quiero es éste: 
abrir las prisiones injustas, 
dejar libres a los oprimidos.
Partir tu pan con el hambriento, 
hospedar a los pobres sin techo, 
vestir al que ves desnudo.
Entonces clamarás al Señor, 
y te responderá 83. 

—Mt 5,1ss: Al ver a la multitud, subió al monte... Tomó la palabra y los 
instruyó..: 
Dichosos los pobres de corazón, 
porque el reinado de Dios les pertenece. 
Dichosos los afligidos, 
porque serán consolados. 
Dichosos los desposeídos, 
porque heredarán la tierra. 
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia 
porque se saciarán... 84. 

—En la teofanía de Ez 1 y 10, el profeta contempla la gloria del 
Señor (=símbolo de la divinidad) que, elevándose del Templo, 
abandona la ciudad de Jerusalén y procesionalmente se dirige a 
Babilonia donde moran los desterrados. El texto ha sufrido tantos 
retoques que resulta complicado incluso al especialista. Sólo a los 
amantes de los «ovnis», les parecen claras las ruedas del carro. 
Como muestra, unos pocos versículos del cap.1: 

... Y vi que venía del norte un viento huracanado, una gran nube y un 
zigzagueo de relámpagos... 
En medio de éstos aparecía la figura de cuatro seres vivientes; tenían 
forma humana, (cuatro rostros) y cuatro alas cada uno. 
Sus piernas eran rectas, y sus pies como pezuñas de novillo... No se 
volvían al caminar... Su rostro tenia esta figura: rostro de hombre, y rostro 
de león... rostro de toro... 
Miré y vi en el suelo una rueda al lado de cada uno de los cuatro seres 
vivientes. El aspecto de las ruedas era como el brillo del crisólito... Su 
hechura era como si una rueda estuviera encajada dentro de la otra... 
Tenía pinas y llantas, y vi que la circunferencia de las cuatro llantas 
estaba llena de ojos. 
Al caminar los seres vivientes, avanzaban a su lado las ruedas; cuando 
los seres vivientes se elevaban del suelo, se elevaban también las 
ruedas... 
Sobre la cabeza de los seres vivientes había una especie de 
plataforma... Y por encima de la plataforma... había una especie de zafiro 
en forma de trono; sobre esta especie de trono sobresalía una figura que 
parecía un hombre... 
... Al contemplarla, caí rostro en tierra... 

—Ap 12: Una gran señal apareció en el cielo: una mujer revestida del 
sol, la luna bajo los pies y en la cabeza una corona de doce estrellas. 
Estaba encinta y gritaba de dolor en el trance del parto. Apareció otra 
señal en el cielo: un dragón rojo enorme, con siete cabezas y diez 
cuernos y siete turbantes en las cabezas... El dragón estaba frente a la 
mujer en parto, dispuesto a devorar a la criatura en cuanto naciera. Dio a 
luz un hijo varón, que ha de apacentar a todas las naciones con vara de 
hierro... 85. 

Por este camino de la facilidad o dificultad en la lectura de los 
textos no solucionamos nada. Cualquier cristiano puede entender 
muchas de sus páginas, para ello sólo se requiere saber escuchar; 
pero para una lectura más fácil y provechosa se precisa una 
orientación ya que la Biblia, en muchos aspectos, difiere de la obra 
literaria moderna. 
Una novela, una composición teatral, un poema actual... es fruto 
de un tiempo más o menos largo en la vida de su autor. Hay quien 
escribe directamente en el ordenador, sin necesidad de pruebas, 
otro llena de tachones su manuscrito hasta casi ser ilegible... En su 
gestación, existe el buen literato y, en el polo opuesto, el modesto 
artesano... Es posible que, al escribir, use un lenguaje simbólico, 
pero abierto a toda mente medianamente cultivada... El lector es 
más o menos contemporáneo del escritor, con la misma o parecida 
cultura... 
Desde los primeros hasta los últimos escritos bíblicos, han 
transcurrido más de mil años. Sus autores son muchos y de variado 
gusto: el fino poeta (Isaías, Jeremías...) convive con el humilde 
escritor que suda para componer un pobre poema (vg. el autor del 
Sal 119), el sutil leguleyo da la mano al ampuloso predicador, el 
soñador de un mundo universal y unido soporta al pobre 
provinciano, dogmático y, con frecuencia, racista... Muchos de los 
acontecimientos narrados se escriben cuando han pasado años, tal 
vez siglos...; sus escritores no son reporteros directos sino 
intérpretes, y, a veces, reintérpretes de lo interpretado. Así un texto 
puede tener un sentido primero y otro/s más profundo/s: el oráculo 
del Enmanuel en Is 7,10-17 se refiere al hijo del monarca, pero en el 
contexto de este libro adquiere un nuevo significado (Is 11,1-9 no se 
puede predicar de ningún mortal); Mt 1,20ss lo aplicará a Jesús de 
Nazaret. Y lo que narran estos reporteros no tiene por qué ajustarse 
a la exactitud histórica en todos y cada uno de sus detalles, basta 
que su testimonio sea real o verdadero. La Biblia recoge la vida del 
pueblo de Dios: muchos de sus acontecimientos se entienden mejor 
en su etapa de su madurez, la del NT; otros sólo podrán ser 
entendidos en la era escatológica ya que todo hecho humano, 
mientras dura la existencia, está abierto a nuevos significados. 
Las páginas bíblicas se hacen eco de situaciones históricas y 
culturales... muy diversas. Es preciso estudiar Arqueología, 
Geografía, Historia de Israel y pueblos limítrofes... 


II) Significado de «Biblia»

Biblia < gr. «Biblía» (españ. «la biblia»—s.f.—< latín) es un plural 
que indica libros (74 = 47 + 27; protestantes: 66 = 39 + 27) 86; junto 
al articulo «ta» designa los libros sagrados de los cristianos, 
divididos en dos grandes partes: AT y NT. El término «testamento» 
traduce el hebreo «berît»: «alianza» de Dios con el pueblo israelita 
y cristiano (nada tiene que ver con nuestro lex. «testamento»). 

Lenguas usadas: hebreo, griego y arameo (pocos textos) para el 
AT; griego, NT 87. 

Orden de aparición de los libros en las biblias: no es uniforme. 
Unas siguen la clasificación judía: ley, profetas (anteriores y 
posteriores) y escritos; otras prefieren la traducción griega y latina: 
ley, libros históricos (=profetas anteriores), profetas (=profetas 
posteriores) y sapienciales (=escritos). Las Biblias protestantes 
omiten los libros deuterocanónicos o los colocan al final con la 
denominación «apócrifos», según su nomenclatura. 

1) Diversidad de los libros bíblicos

—Por su forma y contenido: Prosa y poesía. Sus géneros 
literarios son muy numerosos, según las diversas necesidades por 
las que atravesó la comunidad que los creó: historia, leyes, 
literatura parenética, discursos, cantos de vendimia y de siega, 
epopeyas, oráculos de salvación y de condena, acertijos, 
proverbios, cantos amorosos, cartas... 

a) Género histórico. No hay que buscar en este género bíblico 
los principios de objetividad y fidelidad de los que se precian, no 
siempre con acierto, los historiadores modernos. Ya la biblia griega 
llamaba «históricos» a obras, como Josué, Jueces.., que la biblia 
judía tenia por «profetas anteriores» por no ser reportajes del 
acontecer humano sino sólo interpretación: Josué no relata la 
ocupación de Palestina, sólo intenta demostrar cómo los esforzados 
de cualquier época, como Josué y los suyos, son los únicos que 
ocuparán la tierra; Dios marcha a su lado. Por eso no hay que 
asustarse de que la arqueología refute la descripción precisa bíblica 
de la ocupación de Ay (Jos 7) al mostrarnos cómo esta ciudad había 
sido destruida con anterioridad. 
b) Con frecuencia, el hilo histórico de un libro se interrumpe y 
se intercala un código de leyes. Muchas son aburridas, inútiles88, 
con frecuencia injustas89, propias de una cultura menos refinada 
que la nuestra 90; pero otras rezuman un profundo humanismo. 
Junto al mandato aparece la razón o motivo para cumplirlo, algo 
ajeno a nuestros códigos occidentales de leyes precisas, pero 
asépticas y, con harta frecuencia, poco humanas. Algunas son tan 
revolucionarias que ni el más lanzado partido político o sindicato del 
s. XX se atrevería a defenderlas. Muchas sólo se proponen como 
ideal —que nunca se alcanzó— pero revelan a gente soñadora y 
utópica. Veamos algunas: 

Ex 22,20-25: No oprimirás ni vejarás al emigrante, porque emigrantes 
fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque 
si les explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé... Si tomas en prenda 
la capa de tu prójimo, se la devolverás antes de ponerse el sol, porque no 
tiene otro vestido para cubrir su cuerpo y para acostarse. Si grita a mí, yo 
lo escucharé, porque yo soy compasivo. 

Ex 23, 7s: Abstente de las causas falsas: no harás morir al justo ni al 
inocente ni absolverás al culpable, porque yo no absuelvo al culpable. No 
aceptarás soborno, porque el soborno ciega al perspicaz y falsea la causa 
del inocente. 

Lv 25,8-17 habla 91 del año jubilar que se celebraba cada 
cincuenta años y en el que cada uno debía recobrar, al menos 
teóricamente, su propiedad, perdida y vendida a terceros, la mayor 
parte de las veces por apuros económicos. La injusticia que sufrió el 
suelo pasando a manos extrañas queda así, de alguna forma, 
reparada. La tierra, don divino, sólo le pertenece a él y a quien la 
distribuyó, no a los poderosos que se han aprovechado de los 
desfavorecidos. «La tierra no se venderá sin derecho a retracto, 
porque es mía, y en lo mío sois emigrantes y criados. Daréis 
posibilidad de rescate a todas las tierras de vuestra propiedad» (Lv 
25,23). 

Lv 25, 35-38: Si un hermano tuyo se arruina y no puede mantenerse, 
tú lo sustentarás para que viva contigo como el emigrante o el criado. No 
le exijas ni intereses ni recargo. Respeta a tu Dios, y viva tu hermano 
contigo. No le prestarás dinero a interés ni impondrás recargo a su 
sustento. Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os saqué de Egipto para 
daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios. 

Lv 25,39-42: Si un hermano tuyo se arruina y se te vende, no lo 
tratarás como esclavo, sino como jornalero o criado... Porque son mis 
siervos a quienes saqué de Egipto, y no pueden ser vendidos como 
esclavos. No lo tratarás con dureza. Respeta a tu Dios. 

Dt 15, 7s: Si hay entre los tuyos un pobre, un hermano tuyo, en una 
ciudad tuya, en esa tierra tuya que va a darte el Señor, tu Dios, no 
endurezcas el corazón ni cierres la mano a tu hermano pobre. Ábrele la 
mano y préstale a la medida de su necesidad... Dale y no de mala gana, 
pues por esa acción bendecirá el Señor, tu Dios, todas tus obras y todas 
tus empresas...

c) Son abundantes los proverbios, máximas morales, acertijos, 
consejos... El maestro se dirige al discípulo como padre que orienta 
a su hijo. Algún refrán nos evoca a nuestra abuela, con refajo y 
toca, que, al calor del hogar, nos da variados consejos para saber 
desenvolvernos en la vida (alguien ha definido el refrán como 
píldora de filosofía). En las cosas ordinarias de la vida también 
topamos con Dios 

No deseches al amigo viejo, porque al nuevo no lo conoces; 
amigo nuevo es vino nuevo: deja que envejezca y lo beberás
(Eclo 9,10)

Fuelle para las brasas y leña para el fuego 
es el pendenciero para atizar la riña
(Prov 26,21)

No te aficiones al sueño, que te empobrecerás; 
despega los ojos y te saciarás de pan«
(Prov 20,13)

La puerta da vueltas en el quicio, 
el perezoso en la cama
(Prov 26,14)

Perro que vuelve a su vómito 
es el necio que insiste en sus sandeces
(Prov 26,11 )

Agarra un perro por las orejas 
quien se mete en riña ajena
(Prov 26.17)

No pelees con un hombre rico:
pesará tu precio y estás perdido.
No disputes con un malhablado,
que es echar leña al fuego
(Eclo 8,2-3)

El rico ofende y encima se ufana, 
el pobre es ofendido y encima pide perdón
(Eclo 13,3)

A quien toca la pez se le pega la mano, 
quien se junta con el cínico aprende sus costumbres
(Eclo 13,1)

El necio ríe sonoramente, 
el cauto apenas sonríe
(Eclo 21.20)

Los hijos y una ciudad perpetúan el nombre:
mejor que los dos el que encuentra sabiduría.
La prole y un plantío hacen florecer el nombre:
mejor que los dos una esposa enamorada.
El vino y el licor alegran el corazón:
mejor que los dos es gozar del amor.
Belleza y hermosura atraen los ojos:
mejor que los dos un campo que verdea.
Riqueza y poder alegran el corazón:
mejor que los dos el temor de Dios
(Eclo 40,18-27)

No seas celoso de tu propia mujer, 
para que no aprenda a maltratarte; 
no tengas celos de la mujer que amas, 
y no te pisoteará.

No te enredes con la ramera, 
y no le cederás tu fortuna:
sus miradas te enloquecerán 
y te arruinarán frecuentando su casa
(Eclo 9,1-2.6-7)

Gobernante prudente educa a su pueblo. 
A tal gobernante, tales ministros; 
a tal alcalde, tales vecinos«.
(Eclo 10,1s)

Hay tres cosas que me rebasan 
y una cuarta que no comprendo:
el camino del águila por el cielo, 
el camino de la serpiente por la peña, 
el camino de la nave por el mar, 
el camino del varón por la doncella
(Prov 30,18s)

d) Existe poesía dramática, como Job, con tal fuerza y pasión... 
que no envidia a ningún libro actual, ni siquiera al gran A. Camus. 
Género lamentación, como Lamentaciones: canta el dolor de una 
ciudad, Jerusalén, que ha perdido a sus hijos que han marchado al 
destierro e invita a todo mortal a contemplar y no ser insensibles a 
esta realidad, espina dorsal de la humanidad. En la Biblia, vibra el 
alma del poeta lírico (Jr 11,18ss; 15,10-21; 17,14-18; 18,18-23; 
20,1-18: confesiones); escoge con mimo, casi cincela sus palabras, 
el excelso poeta Is l; declama sus versos el barroco Ezequiel; hace 
uso de imágenes vivas Amós, el poeta social. Un puesto de honor 
ocupa el poeta del amor, Oseas; el surrealista Zacarías aviva 
nuestra fantasía... Escuchemos algún trozo: 

¡Muera el día que nací, 
la noche que dijo: «Han concebido un varón»! 
Que ese día se vuelva tinieblas, 
que Dios desde lo alto se desentienda de él 
porque no me cerró las puertas del vientre 
¿Por qué al salir del vientre no morí 
o perecí al salir de las entrañas? 
¿Por qué me recibió un regazo 
y unos pechos me dieron de mamar? 
Ahora reposaría tranquilo y dormiría en paz.
(Job 3,3-4. 10-13)

Me sedujiste, Señor.
y me dejé seducir; 
me forzaste, me violaste.
Yo era el hazmerreír todo el día, 
todos se burlaban de mi.
la palabra del Señor se me volvió 
escarnio y burla constantes, 
y me dije: No me acordaré de él.
Pero la sentía dentro como fuego 
ardiente encerrado en los huesos.
(Jr 20,7ss)

...Mi amigo tenía una viña 
en fértil collado.
La entrecavó, la decantó 
y plantó buenas cepas.
(Is 5,1ss)

Tu madre es como vid sarmentosa 
plantada al pie del agua:
produjo fronda y fruto 
por la abundancia de agua.
Echó vástagos robustos 
para cetros reales; 
se elevó su estatura 
hasta tocar las nubes. 
Pero la desceparon con rabia 
y la tiraron por tierra 
y el viento solano secó su fruto.
Ahora está plantada en la estepa, 
en terreno calcinado y sediento.
(Ez 19,10-13)

Os acostáis en lechos de marfil, 
arrellanados en divanes 
coméis carneros del rebaño 
y terneras del establo. 
Pues encabezaréis la cuerda de cautivos 
y se acabará la orgia de disolutos.
(Am 6,4ss)

Me dijo el Señor: Vete otra vez, 
ama a una mujer 
amante de otro y adúltera, 
como ama el Señor a los israelitas.
(Os 3.1 ss)

e) Existe literatura parenético/exhortativa (Dt..), amorosa 
(Cantar), apocalíptica (parte de Daniel); abundan oráculos de 
salvación y condena.., cartas, relatos litúrgicos..; existen libros con 
fuerte carga de racismo (Macabeos; Esdras)..., sensibleros 
(Tobías), poco religiosos (Lv, pura ceremonia, salvo cap.19 y poco 
más), aburridos (Crónicas)... El pueblo se dirige a su Dios dándole 
gracias, haciendo peticiones... (Salmos) 

Tu talle es de palmera; tus pechos, los racimos.
Yo pensé: treparé a la palmera a recoger sus dátiles; 
son para mí tus pechos como racimos de uvas; 
tu aliento, como aroma de manzanas.
!Ay, tu boca es un vino generoso que fluye acariciando 
y me moja los labios y los dientes!
(Cant 7,8-1 0)

Más adelante se me acercaron las autoridades para decirme: 
— El pueblo de Israel, los sacerdotes y los levitas han cometido las 
mismas abominaciones que los pueblos paganos..; ellos y sus hijos se 
han casado con extranjeras, y la raza santa se ha mezclado con pueblos 
paganos. Los jefes y los consejeros han sido los primeros en cometer 
esta infamia (Esd 9,1-2). 

Los cielos proclaman la gloria de Dios, 
pregona el firmamento la actividad de sus manos.
Sin que hablen, sin que pronuncien, 
sin que se oiga su voz, 
a toda la tierra alcanza su discurso, 
a los confines del orbe su lenguaje.
(Sal 19, 2ss)

¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado? 
Te queda lejos mi clamor, el rugido de mis palabras.
Dios mío, te llamo de día y no respondes, 
de noche, y no me doy tregua.
(Sal 22,2ss)

f) La lista no es exhaustiva. Los géneros literarios bíblicos son 
más abundantes.
—Por su mentalidad: la Biblia no recoge un único pensar; sin 
excluirse, conviven progresistas y conservadores. Su contenido no 
siempre es santo ni edificante: el rey David, se enamora de 
Betsabé, una casada, y ordena colocar a su marido Urías en 
primera fila de batalla para que muera y pueda casarse con ella (2 
Sm 11); Jacob es un trapacero que engaña a su padre, hermano... 
y a quien se ponga por delante... (Gn 25-27); violencia y guerra 
llenan muchas de sus páginas..., pero también existen pasajes muy 
duros contra la guerra civil (Jue 19-21). La Biblia no es un 
devocionario o libro piadoso; presenta al hombre como es, con sus 
cualidades y defectos, con sus frecuentes caídas y su capacidad de 
levantarse... El AT y NT revelan mentalidades de épocas diversas, 
con mayor o menor sensibilidad ética, y el Señor sabe amoldarse a 
las coordenadas socio-culturales de la historia humana. Con mucha 
gracia, Fray Luis de Granada afirmaba que Dios ha peinado a la 
humanidad, a lo largo de ios siglos, con peines de púas más o 
menos espesas, según su sensibilidad histórica. El hombre de cada 
época tiene su idea de la divinidad, por eso San Juan de la Cruz 
afirma: «Dios es como la fuente, de la cual cada uno coge como 
lleva el vaso...». La forma ordinaria de actuar Dios es la 
encarnación; y si se encarnó en la pobre carne humana haciéndose 
hombre con todas sus limitaciones, ¿por qué su palabra no había 
de encarnarse en cada sociedad concreta con todas sus 
deficiencias? No pidamos milagros, al Señor le gustan poco, aunque 
cada vez hilará más fino a la humanidad hasta llegar a la plenitud de 
los tiempos con la venida del Mesías. Y tras su llegada, ya no 
podemos volver los ojos atrás: no podemos añorar las guerras 
santas (cruzadas a Tierra Santa, nacionales...), hay que eliminar 
todo fundamentalismo o fanatismo religioso que intenta eliminar o, al 
menor, desacreditar al que no piensa de la misma manera, no se 
puede caer en la esclavitud de la ley habiendo alcanzado la libertad 
de los hijos de Dios (el hombre está por encima del sábado), no... 

—Por sus autores: anónimos los unos, siendo sus escritos fruto 
más de una escuela que de un individuo: J, E, P, Dtr; otros tienen 
nombre concreto. En ocasiones el libro atribuido a un autor no sólo 
es de él: en Is se distinguen al menos tres, pertenecientes a la 
misma escuela, pero de distintos siglos. Unos son grandes poetas 
que pulen y cincelan el lenguaje, otros, pobres artesanos del 
lenguaje, dedicados a recoger material muy antiguo y poniendo muy 
poco de su propia cosecha... 

—Por su influjo literario: mesopotámico (relatos de creación con 
la planta de la vida..., diluvio, entronización del rey con ocasión del 
Año Nuevo...), egipcia (proverbios, refranes, acertijos...), ugarítica, 
griega (dicotomía de alma y cuerpo, inmortalidad..)... 
Si todo lo agitamos en un cubo y lo vertemos sobre el papel... el 
resultado es ese libro tan extraordinario, Ilamado Biblia. 

2) Unidad de sus libros
A pesar de tanta variedad, los libros bíblicos forman una unidad. 
Los principios de unidad son variados me contentaré con citar tres.

1 ) Dios, autor principal 
Prescindo de él; cfr. cualquier Introducción a la Biblia 92. 

2) Libro con unidad de sentido 

a) En su estructura actual, la Biblia se abre con el comienzo del 
mundo: creación de cielo y tierra (Gn 1,1), y su último libro, el 
Apocalipsis, nos lleva a un nuevo comienzo: «Vi un cielo nuevo y 
una tierra nueva...» (Ap 21,1). Comienzo y final de la historia, origen 
del hombre y fin al que tiende; sólo el final del camino ilumina la 
ruta. La perspectiva no puede ser más universal: todo el mundo 93, 
todos los pueblos. 
En su última sección (21,1-22,5), Apocalipsis se da la mano con 
Génesis: 
a) Si la primera palabra de Dios en Gn era un eficaz «hágase» 
(Gn 1,3), la primera del sentado en el trono es «todo lo hago 
nuevo» (=«renuevo», Ap 21,5); 
b) desaparece el primer cielo y tierra (v.1) dejando paso a una 
nueva creación o sociedad (hasta 4x se recalca el lex. «novedad»: 
21,1 bis. 2.5) 94; 
c) también el mar, símbolo del caos o fuerzas adversas (Gn 1), 
deja de existir. Dios, a través de Jesús, ha destruido, de forma 
definitiva, a las dos fieras y a Satán (20,1-10; cfr. Is 27,1; 51,8s; Sal 
74, 13ss; Job 26,12s). 
Abatido el enemigo, se instaura el nuevo reino de Dios, la nueva 
humanidad sin pecado. La Jerusalén nueva, imagen de la ciudad de 
los salvados, no está construida con material inanimado sino con 
humanos. Con su bajada de lo alto, todo el cosmos se eleva a los 
cielos, reiniciándose un nuevo noviazgo, gozoso y alegre, de Dios 
con el pueblo (Os 2,16-25; Is 61,10; 62,4ss; Jr 2,1-3). La novia, la 
nueva Jerusalén, es la morada de la divinidad. En el AT, la nube 
(=símbolo divino) bajaba a la morada, aquí el símbolo se hace 
realidad: la morada es el nuevo pueblo, y Dios en persona está 
presente para protegerle. Eliminado ya todo atisbo de dolor, guerra, 
persecución y muerte (22,3-5 añade nuevos datos), la felicidad 
reina por doquier (v 4). El libro llega a su punto culminante al narrar 
la lucha entre Satán y el Señor en la que éste vencerá a pesar de 
las dificultades por las que atraviesa la comunidad. Dios creador es 
la meta última de todo hombre. Las fuentes humanas de felicidad no 
calman la sed. «Nos hiciste, Señor, para ti, e inquieto está nuestro 
corazón hasta que descanse en ti» (S. Agustín). 

b) Entre este pórtico y final universal, se abre un particularismo 
mas o menos cerrado y angosto que llega a acongojarnos, a no 
dejarnos respirar..., y del que nos ocuparemos después. Muchas 
páginas de la Biblia están consagradas a un solo pueblo, el elegido. 
Son abundantes las miras estrechas de muchas de sus gentes, el 
sectarismo, a veces el racismo..., pero tampoco faltan textos con 
una clara perspectiva universal. Ya en el texto programático de Gn 
12,1ss, en Abrán, padre del pueblo hebreo, «... se bendecirán 
todas las familias del mundo», (v.3). Isaías proclama la conversión 
de Egipto y Asiria, sus enemigos tradicionales, e Israel será su 
mediador (Is 19)... Y este universalismo llegará a su culmen con la 
llegada de Jesús de Nazaret, el Salvador de toda la humanidad 95. 
A Pedro, en la visión de Hch 10, Dios le enseña a «... no considerar 
profano o impuro a ningún hombre» (v.28). Los textos que podrían 
citarse son muchos; por seguir con el Ap, me ceñiré al análisis del 
texto que habla de la nueva ciudad, Jerusalén (=Iglesia), donde 
caben todos los hombres sin excepción: Ap 21,9-27. Uno de los 
ángeles, asociado a las siete plagas anteriores a la caída de la 
ciudad prostituta (Roma), es el que muestra al vidente de la novia la 
ciudad santa (v. 9). El autor resalta el contraste entre la ciudad 
santa (21,9-22,5) y la prostituta (17,1ss). Al lamento por la 
destrucción sigue el gozo de la nueva esperanza. Y para describir, 
de algún modo, esta realidad celeste el autor echa mano de 
imágenes humanas, tomadas, en gran parte, de Ez 40ss: 1) como 
Moisés (Dt 34,1), el vidente es transportado a la cima del monte 
para contemplar la nueva Jerusalén, la gloria divina que mora en la 
nueva humanidad (cfr. Ez 43,2-5). Por el resplandor que irradia se 
asemeja al trono divino (v.11; cf. 4,3): el Señor mora en medio de 
los suyos. 2) Marco de la ciudad (vs.12-14): vista desde lejos, 
Jerusalén es una ciudad bien amurallada, con diversas puertas. 
Estas, de tres en tres (simbolismo divino), están orientadas a los 
cuatro puntos cardinales y abiertas (21,25) a todo el que la 
contempla como firme promesa. El nº total de puertas es 12, 
recibiendo cada una el nombre de una de las 12 tribus de Israel (cfr. 
Ez 48,30-35); sobre cada uno de los 12 basamentos, que dan 
cohesión a la muralla, el nombre de un apóstol. Así, con la 
realización de todas las promesas, quedan unidos los dos 
testamentos (nº 12 =plenitud). Sobre las 12 puertas montan guardia 
12 ángeles (¿alusión a Gn 2-3? No es extraño que aparezca 
también el motivo paradisíaco del árbol de la vida: 22,1-2; cfr. ls 
11,ó-9; 51,3). 3) Tras darnos sus medidas (vs 15-17) y explicar el 
material con que está construida la ciudad y la muralla (vs 18-21 a), 
el autor describe el interior de la Nueva Jerusalén (vs. 21 b-27). En 
la ciudad antigua, el templo era su centro, en la nueva ya no existe 
porque toda la ciudad es morada de Dios. El sol y la luna de la 
primera creación son superfluos ya que la luz de la presencia divina 
ilumina continuamente la nueva Jerusalén. 4) La descripción que 
hace de la nueva ciudad es extensa; al parecer, el autor no se 
cansa nunca de contemplar este cuadro idílico que alimenta su 
esperanza en medio de las persecuciones desencadenadas contra 
la Iglesia. 
c) Pero esta etapa no es la definitiva sino intermedia ya que, en 
medio del dolor, esperamos con ansiedad una nueva manifestación 
divina, la definitiva. Por eso concluye así el Apocalipsis: «... Ven, 
Señor Jesús...» (22,20). 

3) Historia de un pueblo que se perpetúa 
Principio provisional que sólo sirve para hilvanar los diversos 
textos bíblicos. No busquemos tras ellos un bonito bordado, ni tan 
siquiera un impecable zurcido que nos impida ver las diversas 
fuentes, escuelas, tradiciones, autores... de los escritos. No. Pero 
detrás de cada libro, de cada puntada, de cada autor... Iate una 
vida, y toda vida es historia. Al estar escrita por judíos, para 
conocer la Biblia es preciso conocer la historia de Israel. Con la 
venida de Jesús, ¿se rompe esta linea histórica? Para los cristianos, 
el NT continúa el AT y lo perfecciona. La cristiandad es la nueva 
creación salida de las manos divinas (2 Cor 5,17). La historia de 
Israel continúa, pues, con el nuevo pueblo de Dios. 
Una breve historia de este pueblo de Dios en el AT y NT, sus 
momentos estelares es lo que desarrollaremos en capítulos 
sucesivos. Y toparemos con un protagonista que no cesa de 
intervenir en esta historia: el Señor. Aceptarlo, es objeto de nuestra 
fe.

Ángel Gil Modrego

....................
1. ABBA EBAN, Legado. La civilización y los judíos, Sheva Publicaciones, 
Madrid 1987, pgs. 13-15. He modificado algo su traducción por resultar, a 
veces, ininteligible. 
2. Idem, pg. 41. 
3. Idem, pg. 44.
4. Heb 1 1-2 Las citas bíblicas están tomadas de La Biblia del Peregrino, 
Ega-Mensajero, Bilbao 1993. 
5. PG 33,920.
6. PL 14,940. 
7. Garnier, Sermón sexto de ia Navidad, PL 205, 609s; cfr. ALONSO 
SCHOKEL, L., La Palabra Inspirada, Ed. Herder, Barcelona 1966, pgs. 39-44. 
8. Gál 6,16. 
9. 2 Cor 5, 17. 
10. 1 Cor 10,1-1. 
11. Heb 11,20-38. 
12. Heb 11,39-40. 
13. Para el gran público, es interesante la lectura de Los Hechos de los 
Apóstoles, Cuadernos Bíblicos, n.° 21, Ed Verbo Divino, Estella 1990. Siempre 
resultan originales las ideas de J M. Cabodevilla, Cristo Vivo, BAC 232, Madrid 
1970, pgs. 875ss. Me parece inútil citar aquí los grandes comentarios a 
Hechos: son muy conocidos pero inaccesibles a la mayoría de los lectores de 
esta publicación. 
14. Hech 2. 
15. Hech 2,42-47; 4,32-35; 5,12-16. 
16. Cfr. Ios relatos sobre Ananías y Safira, el mago Elimas... (Hech 
5,1-11;13,8-12...). 
17. PAUL, A., Intertestament Cahiers Evangile, n.° 14. Editions du Cerf, pgs. 
49-50 (ed. española, Intertestamento. Cuadernos Bíblicos, n.° 12, Ed. Verbo 
Divino...). 
18. Hech 1,1-11. 
19. 2 Rey 2. 
20. Hech 2. 
21. Viento o aliento que sopla sobre las aguas dando vida (Gn 1), sobre el 
Mar Rojo y salva (=nueva vida) al pueblo de Israel, arrojando al mar al ejército 
del faraón (Ex 15,8ss). 
22. Jr 31,31-34 
23. Lc 24,49; Hech 1,5-8. 
24. Hech 2,39. Esta universalidad de la Iglesia aparece con claridad a partir 
del cap. 6: predicación de Felipe, uno de los helenistas, a los samaritanos; 
Pedro bautiza a un pagano sin cumplir los requisitos exigidos por la ley judía; 
los helenistas en Antioquía y Pablo con Bernabé predican el evangelio a los 
gentiles. Acalorado y esclarecedor Concilio de Jerusalén. 
25. Hech 5,38-39. La actitud del rabino Gamaliel es encomiable: no es 
fanático o fundamentalista ante la nueva secta (por tal tenían a los cristianos), 
es comprensivo, se fía del Espíritu.... Además goza de un gran prestigio ya que 
le hacen caso, aunque luego las autoridades de su pueblo azoten y prohíban a 
los discípulos predicar a Jesús.
26. Sobre el poder eficaz de la palabra en el A y NT, cfr. ALONSO SCHOKEL, 
L., La Palabra Inspirada, Ed Herder; Barcelona 1966, pgs. 303-339, donde se 
estudian muchos textos de ambos testamentos. 
27. Hch 3, 6.
28. 1 Cor 1,23-24. 
29. Lexicon der biblischen Personen. Mit ihrem Fortieben in Judentum, 
Christentum, islam Dichtung, Musik und Kunst, Stuttgart 1989 (vers. italiana: 
Grande Dizionario llustrato dei Personaggi Biblici. 
Storia-Letteratura-Arte-Musica. Edizioni Piemme, 1991). 
30. Resulta indignante que en su elenco tan amplio no recoja a ningún 
compositor español, ni siquiera a Tomás Luis de Victoria. 
31. Is 6; Ez 1-3; Sir 49,7. 
32. IS 49,1.5; Lc 1,15; Gál 1,15. 
33. Ex 4,10. 
34. Jr 15,17; 20,7ss. 
35. Jr 18,18;20,2ss;37,15;38,4ss... 
36. Jr 1,10.
37. Jr 1,6; 20,7. 
38. Jr 1, 10. 
39. Am 1,1.
40. Am 3,15; 5,11; 6,1ss...
41. Jr 34,1-7; 37,3-16.17-21; 38,24-28. 
42. Jr 37,15s. Ya en tiempos del perverso rey Joaquín, hijo de Josías 
(609-597), Jr había pronunciado en el atrio del templo de Jerusalén, un 
discurso tremendamente comprometido (7,1-15;26) contra el recinto sacro y 
contra la fe mágica del pueblo. El templo es morada de Dios, pero el Señor 
sólo puede habitar en él si la conducta humana es íntegra. Con sus robos, 
adulterios, injusticias... Ios hombres han convertido el lugar sacro en cueva de 
bandidos; templo y ciudad serán arrasados. Este discurso le acarreó ser 
encarcelado por el sacerdote Pasjur, jefe de policía (19,14-20,6; 29,26...). 
Paradoja: ¡En aras del orden público se prohibe escuchar la palabra de Dios 
en el templo! A Jr se le impidió la entrada, acusado de alta traición y falta de 
patriotismo. 
43. Jr 37,17-21.
44. Jr 38,4.6. 
45. Jr 15,17. 
46. Lc 12,51. 
47. Is 6,10.
48. Ex 15,22-17,16; Nm 11-16;20.
49. Puede verse el gran ensayo de E. FROMM, El Miedo a la libertad, Ed. 
Paidós, Buenos Aires 1968.
50. 1Cor 10,4. 
51. Jn.4,13s; 7,37ss; Ap.7,17; 21,6; 22,17... 
52. Jr.2,13; 17,13... 
53. Jr 11,18-12,6;15,10-21;17,14-18:18 18-23.
54. Jr 29,26ss; 38,4ss. 
55. Jr 16.1-13. 
56. 2 Rey 18,13-16. 
57. En el texto primitivo sólo se leía Efrata, nombre de clan (1 Crón 2,19-24) 
que luego vino a designar una ciudad que se identifica, a veces, con Belén (Gn 
48,7; Jos 15,59...). La adición de Belén, aquí, se explica por su clara alusión a 
las promesas dinásticas de David, originario de Belén (1 Sam 17,22). 
58. Mt 2, 6. 
59. Miq 4,3s. 
60. 2 Cron 32,8. 
61. Sal 118,8;146,3.
62. Cfr Sal 2,12,34,9;40,5;146,5.
63. Ez 47,12, /Sal/001/E-CARDENAL, Salmos. Ed. Carlos Lohlé, Buenos 
Aires, 1973,5, hace esta adaptación:
«Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido 
ni asiste a sus mítines 
ni se sienta en la mesa con los gansters 
ni con ios Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano 
ni delata a su compañero de colegio. 
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales 
ni escucha sus radios 
ni cree en sus slogans 
Será como árbol plantado junto a la fuente».
64. Jr 23, 6s; Is 43,18-21. 
65. Sal 126,5s. 
66. Is 43 20; 48,21; 49,10. 
67. Is 43,19; 49,11. 
68. Is 35,5s; 42,7.16. 
69. Asi se dice: «El Señor es mi pastor...», Sal 33. 
70. Sal 78,71; en Is.44,18 se refiere a Ciro. 
71. Jr 23,1-8.
72. RIGHETTI, M., Historia de la Liturgia, t. Il, BAC, n° 144, Madrid 1956, pgs. 
198s. 
73. Manuale Theologiae Moralis, t. II, Ed. Herder, Barcinone-Friburgi 
Brisg-Romae 1961,15, nos. 476-478, pgs. 390ss.
74. «... Qui integrae missae assistere nequit, tenetur saltem parti essentiali 
interesse, e. gr. consecrationi communioni, si hoc est possibile. Qui autem soli 
parti accidentali, e. gr. usque ad Evangellum, assistere valet, ad nihil 
tenetur...«. Más adelante, «Omissio levis censetur: omnia ab initio missae 
usque ad offertorium exclusive; pariter omnia post communionem...». 
«Omissio gravis censetur: omnia ab initio usque ad offertorium inclusive...», n° 
478. 
75. RIGHETTI, oc., pg. 241. El nuevo código de Derecho Canónico, en el 
apartado «De los dias de fiesta», habla del domingo «como fiesta primordial 
de precepto» que debe observarse en toda la Iglesia porque en él se celebra 
el misterio pascual; los fieles tienen obligación de participar en la misa 
dominical y de otras fiestas de precepto. No entra en casuísticas. Se 
recomienda que los fieles participen en la liturgia de la palabra, en caso de 
falta de ministro o por otra causa grave que imposibilite la participación en la 
celebración eucarística (Libro IV, parte III, titulo Il, cap. Il, cánones 1246-1248). 
76. Dei Verbum, Vl 
77. PL 12,1078 
78. Puede consultarse ALONSO SCHOKEL, L., «Pan de Vida», en Alonso 
Schökel, L.-Artola, A., La palabra de Dios en la historia de los hombres, Ed. El 
Mensajero-Universidad de Deusto, Bilbao 1991, pgs.587-595: raíces bíblicas y 
patrísticas; sacramentalidad de la palabra; presencia litúrgica. 
79. Cuarto tratado, cap. Xl: «Que el Cuerpo de Jesucristo y la Sagrada 
Escritura son muy necesarios al ánima fiel», Colección Crisol, Ed. Aguilar, 
México 1976. 
80. Puede verse BOADA, R., La lectura de la Biblia, en «Concilio Vaticano II, 
Comentarios a la Constitución Dei Verbum sobre la divina revelación», ed. 
dirigida por Luis Alonso Schökel, BAC, n° 284, Madrid 1969, pgs. 765-780: la 
lectura de la Biblia y los Santos Padres; la lectura de la Biblia en la Edad 
Media; documentos de la Iglesia en relación con la lectura de la Biblia.
81. León FELIPE, ¿Qué es la Biblia?, en Obra Poética Escogida. 
Selecciones Austral 25. Espasa-Calpe, Madrid 1977, pg. 99. 
82. Charles PEGUY, El pórtico del misterio de la segunda virtud...
83. /Is/58/03-09 AYUNO-BÍBLICO: Citas de Biblia del Peregrino... El texto no 
precisa comentario; expone con claridad: 1°) en qué no consiste ayunar (vs. 
3b-5). Practicar el ayuno y cometer injusticia contra el hermano es pura farsa. 
Bajo capa de práctica piadosa se esconde una vida hipócrita y falsa. b) Ayuno 
que Dios quiere (vs.6-7): con los términos «abrir, hacer saltar, romper, dejar 
libre, partir, hospedar, vestir..» el poeta recuerda el peligro de encerrarse en sí 
mismo. Querer a Dios es liberarse del egoísmo para ofrecerse como don a 
los demás. El ayuno bíblico es imagen plástica del hombre indigente que se 
abre a Dios y al hermano, nunca exigencia moral («do ut des»). Ayunar es 
compartir el pan con el hambriento, dar trabajo al parado, conformarse con 
ganar «algo menos» para que otros logren ganar, al menos, «algo», abrir, 
aunque sea un poco, tu mente al razonar del otro... Ayunar es... practicar la 
justicia y el amor.
84. Un buen comentario sería ver la película de Passolini: «EI Evangelio de 
Mateo». 
85. Con frecuencia se aplica el texto a María. En sentido recto, el dragón se 
refiere al imperio romano que trata de devorar a la Iglesia, mujer encinta, a 
punto de dar a luz a las nuevas criaturas, Ios cristianos. 
86. Los judíos sólo admiten los libros del AT escritos en hebreo, según el 
canon o norma de fe de los rabinos de Palestina (alr. del 90 d. C.), no en 
griego: Judit, Tobías, 1-2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico, y los pasajes 
griegos de Ester, Baruc y carta de Jeremías (estos dos últimos van unidos en 
alguna edición) Los textos griegos del AT fueron admitidos por los judíos de 
Alejandría, donde se tradujo por primera vez la Biblia al griego a partir del s. lIl 
a. C (LXX); éstos se denominan deuterocanónicos por haber sido admitidos 
como norma de fe en segundo lugar. El Concilio de Trento los tiene por 
divinos, siguiendo la tradición alejandrina. Los cristianos aceptamos el AT y 
NT: los católicos todos los libros, los protestantes los admitidos por el canon 
judío del AT preferido también por Jerónimo (llaman apócrifos a los libros 
deuterocanónicos, y «pseudoapócrifos», a nuestros apócrifos). 
87. Cada libro se divide en capítulos y versículos. Estas divisiones no son 
originales: los capítulos los introdujo, en 1226, E. Langton; en 1551, R. 
Estienne atribuyó a cada frase un número (=versículo). Finalidad: facilitar la 
búsqueda y hallazgo de una frase o cita. Todas las Biblias las han aceptado. 
Hoy resultan necesarias, aunque no siempre sean ajustadas o acertadas (así 
el cap. 1 de Génesis se extiende hasta el cap. 2,4a). 
Para citar se usa la abreviatura del libro (aparecerán en la 
presentación de cada uno. Para el Eclesiástico se usan Eclo y Sir; para el 
Eclesiastés, Ecl y Qoh), seguida de dos números separados por una coma: el 
1° indica el capitulo (=cap.), el 2°, el/los versiculo/s (=v/vs): vg. Gn 1,2: Génesis, 
cap. 1, v. 2. Para citar diversos capítulos se separan con punto y coma (vg. Gn 
4; 8;16: Gn, cap. 4, 8 y 16). Si los cap. llevan vs. se escriben separados por una 
coma (vg. Gn 1,2; 3,4: Gn, cap. 1, v. 2; y cap. 3, v. 4). Si los cap. están 
separados por un guión, la cita abarca todos esos cap. (vg. Gn 2-16: Gn, cap. 
2; 3; 4; 5... hasta el 16 inclusive). Si se citan varios vs. seguidos, se separan 
entre si por un guión (vg. Gn 1,2-4: Gn, cap. 1, vs. 2 al 4 inclusive). Si los vs. no 
van seguidos, se separan con un punto (vg. Gn 1,2-4.8: Gn, cap. 1, vs. 2 al 4 y 
8). La cita Gn 1,2s indica Génesis, cap 1, v. 2 y siguiente; Gn 1,2ss: Gn, cap. 1, 
vs. 2 y siguientes. Para dividir un versículo se le añade una letra (a, b, c, d...), 
vg. Gn 2,4a: Gn, cap 2, v. 4, 1a parte. 
Salmos suele tener diversa numeración en hebreo y en griego-latín. 
Ordinariamente se da la numeración griega-latina, y entre paréntesis la 
hebrea. 
Así, pues, tras el término «histórico», se esconden nociones muy 
diversas: desde una concepción casi moderna de la Historia (2a parte de 2 
Sm y 1-2 Re) hasta una interpretación casi folclórica de la misma (vg. 
narraciones de Gedeón, Sansón..: historietas de mozos de pueblo o sagas de 
héroes donde datos históricos se mezclan con otros fantasiosos y milagreros) 
pasando por la así llamada «historia popular primitiva» (Gn 1-11) o la 
interpretación teológica del libro de Crónicas... 
88. Así, las que se refieren a los diversos tipos de sacrificio (Lv 1-7), las de 
la pureza ritual y expiación: animales comestibles e inmundos, 
contaminaciones y expiación (Lv 11-16)... Algún ejemplo: 
«Si tu ofrenda es a la sartén, ésta será de flor de harina ázima 
amasada con aceite. La migarás y le echarás encima aceite. Es una ofrenda», 
(Lv 2,5s). 
«Si es un cordero lo que ofrece... Pondrá la mano sobre la cabeza 
de la víctima y lo degollará ante la tienda del encuentro... Del sacrificio de 
comunión ofrecerán en oblación al Señor la grasa, la cola entera cortada 
desde la rabadilla, la grasa que envuelve las vísceras y sus gorduras, los 
riñones... El sacerdote la dejará quemarse sobre el altar. Es comida en 
oblación al Señor» (Lv 3,7-11). 
«De los animales terrestres podéis comer todos los rumiantes, 
bisulcos, de pezuña partida; se exceptúan sólo los siguientes: el camello, que 
es rumiante, pero no tiene la pezuña partida..; el tejón..; la liebre...» (Lv 
11,3-8).
«Cuando uno tenga una úlcera ya curada y se le produzca sobre la 
úlcera una inflamación blanquecina o una mancha rojiza clara, se hará 
examinar por el sacerdote... Si la mancha aparece hundida y el pelo se ha 
vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro. Pero si...» (Lv 13,18-23). 
89. Baste con citar la exigencia de virginidad sólo para la mujer que se casa. 
Es una posesión más del marido y puede exigirla. Así, si uno se casa y 
después la aborrece denunciando que no era virgen cuando cohabitó con ella, 
puede ocurrir: a) que la denuncia sea falsa. En ese caso los padres de la 
joven muestran a los ancianos de la ciudad las pruebas pertinentes de su 
virginidad: la sábana. El marido no podrá despedirla sólo será multado. b) 
«Pero si su denuncia era verdadera, si la joven no era virgen, la sacarán a la 
puerta de la casa paterna y los hombres de la ciudad la apedrearán hasta que 
muera...» (Dt 22,13-20). 
90. En casuística criminal, todo se soluciona con la pena capital: «El que 
hiere a su padre o a su madre, es reo de muerte. El que secuestra a un 
hombre, para venderlo o retenerlo. es reo de muerte» (Ex 21,15s). 
91. El texto es muy largo para citarlo, Puede leerse en una buena traducción. 
Sólo explico su contenido. 
92. ALONSO SCHÖKEL, L., La palabra inspirada. Herder, Barcelona 1966. A 
las clásicas imágenes de «instru- mento, dictado y mensajero» de cualquier 
Introducción a la Biblia para explicar la inspiración, este autor añade otra de 
origen literario: «la del autor y sus personajes».
93. Los hebreos no tienen palabra para designar el «cosmos» griego, por 
eso recurren a cielos y tierra (=todo io que se ve arriba y abajo). 
94. Esta nueva creación nos hace olvidar la presente: «... Con la esperanza 
de que esa humanidad se eman- ciparía de la esclavitud de la corrupción para 
obtener la libertad gloriosa de los hijos de Dios» (Rm. 8,20s; cfr. Is 65,17; 
66,22). 
95. Cfr. Westermann. Cl.. Mille ans et un jour. Les Éditions du Cerf. París 
1975, pgs 19ss.
......................
Bibliografía
Arqueología 
ALBRIGHT, W. F., Arqueología de Palestina. Garriga, Barcelona 1962.
KENYON, K., Arqueología en Tierra Santa. Garriga, Barcelona 1963.
PARROT, A., Mundos sepultados, Garriga, Barcelona 1961.
WRIGHT, G. E., Arqueología Bíblica. Cristiandad, Madrid 1975.

Atlas
FRAINE, J. de, Atlas histórico y cultural de la Biblia. Taurus, Madrid 
1963. 
GROLLENBERG, L., Panorama del mundo bíblico. Guadarrama, Madrid 
1966. 
LION PUBLISHING, Atlas Bíblico. Verbo Divino-Paulinas, Madrid 1983. 
PRITCHARD. J. B.. The Times Atlas de la Biblia. Plaza & Janes, 
Barcelona 1991. 

Biblias
Además de las clásicas Bover-Cantera (Cantera-Iglesias) y 
Nácar-Colunga: 
Biblia de Jerusalén. Desclée de Brouwer, Bilbao 1966 (lo mejor, sus 
notas. Nueva edición,1995). 
Biblia del Peregrino. Mensajero-Ega, Bilbao, 1995 (actualización del AT 
y nueva versión del NT de Nueva Biblia Española. Excelente versión; 
introducciones y notas abundantes, incorporadas en el texto en la última 
reimpresión). 
La Biblia. Casa de la Biblia. Sígueme... Verbo Divino, Madrid 1992. 
Nueva Biblia Española. Cristiandad, Madrid 1977 2. 

Historia del AT y NT
ALBRIGHT, W., De la Edad de Piedra al Cristianismo. Marco histórico y 
cultural de la Biblia. Sal Terrae, Santander 1959. 
Id., La vida de cada día en tiempos del Antiguo Testamento. Taurus, 
Madrid 1959.
BRIGHT, J., La Historia de Israel. Desclée de Brouwer, Bilbao 1970, 8 
(arqueología).
CASTEL, F., Historia de Israel y de Judá. Verbo Divino, Estella 1992 
(sencilla).
CAZELLES, H., Historia política de Israel (desde los orígenes a 
Alejandro Magno). Cristiandad, Madrid 1984. 
HERRMANN, S., Historia de Israel en la época del Antiguo Testamento. 
Sígueme, Salamanca 1979 (densa y clara). 
JEREMIAS, J., Jerusalén y el pueblo judío en tiempos de Jesús. 
Estudio económico y social del mundo del Nuevo Testamento. 
Cristiandad, Madrid 1977. 
LEIPOLDT, J.-GRUNDMANN, W., El mundo del Nuevo Testamento, 3 
vol. Cristiandad. Madrid 1973-1975. 
NOTH, M., Historia de Israel. Garriga, Barcelona 1966 (estudio de las 
tradiciones).
SAULNIER, C-ROLLAND, B, Palestina en tiempos de Jesús. Cuadernos 
bíblicos 27. Verbo Divino, Estella 1979 (Historia, sociedad, instituciones, 
grupos políticos y religiosos).
SCHURER, Emil, Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús: 175 a. 
C.-135 d. C., 2 vol. Cristiandad, Madrid 1985 (magistral). 
VAUX, R. de, Historia Antigua de Israel, 2 vol. Cristiandad, Madrid 1975 
(excelente; sólo hasta Jueces). 

Obras de iniciación
CHARPENTIER, E., Para leer la Biblia. Cuadernos bíblicos 1. Verbo 
Divino, Estella 1980, 4 (contexto histórico; textos principales). 
CHARPENTIER, E., Para leer el Antiguo Testamento. Verbo Divino, 
Estella 1994,4.
CHARPENTIER, E., Para leer el Nuevo Testamento. Verbo Divino, 
Estella 1994,3. 
DODD, C. H., La Biblia y el hombre de hoy. Cristiandad, Madrid 1973. 

EVANGILE ET VIE-CENTRE ST. DOMINIQUE, Iniciación a la Biblia. 
Verbo Divino, Estella 1980 (fichas para estudiar el AT y NT). 
GROSS, H. NEUENZEIT, P., Iniciación bíblica. Herder, Barcelona 1970. 

MOULE, Ch., El nacimiento del Nuevo Testamento. Verbo Divino, 
Estella 1973. 
SÁENZ URANGA, J. R.-MUÑoz, J. M., Vive la Biblia. Ega-Mensajero, 
Bilbao 1993 (suscita preguntas desde la misma lectura del texto). 
SCHREINER, J., Forma y propósito del Nuevo Testamento. Herder 
1973. 
SCHREINER, J. Palabra y Mensaje del Antiguo Testamento. Herder, 
Barcelona 1972.
VARIOS, Primeros pasos por la biblia. Cuadernos bíblicos 35. Verbo 
Divino, Estella 1988.