Notas introductorias
Ángel Gil Modrego
1) La Biblia, libro muy sugestivo, pero no siempre de fácil
lectura
Libro viejo y siempre nuevo, «best-seller» de todos los tiempos,
la obra literaria más estudiada. La publicación Elenchus Biblicus,
dirigida durante años por P. Nober y hoy por R. North, que recoge
los libros y artículos que anualmente se hacen de todos y cada uno
de sus libros, necesita dos gruesos volúmenes. Imposible leer todos
los títulos. Pero...
¿Qué es la Biblia? BI/QUE-ES: Muchos no saben responder. Una
respuesta frecuente: el libro sagrado de judíos y cristianos, como el
Corán lo es del Islam o Vedas de los hindúes. Por eso, el judío y el
cristiano deben leerlo, actualizarlo, hacerlo vida:
«Me gusta remojar la palabra divina, amasarla de nuevo, ablandarla con
el vaho de mi aliento, humedecer con mi saliva y con mi sangre el polvo
seco de los Libros Sagrados y volver a hacer marchar los versículos
quietos y paralíticos con el ritmo de mi corazón. Me gusta desmoronar
esas costras que han ido poniendo en los poemas bíblicos la rutina
milenaria y la exégesis ortodoxa de los púlpitos, para que las esencias
divinas y eternas se muevan otra vez con libertad. Después de todo, digo
otra vez que estoy en mi casa. El poeta, al volver a la Biblia, no hace más
que regresar a su antigua palabra, porque ¿qué es la Biblia más que una
gran Antología Poética hecha por el Viento y donde todo poeta legítimo se
encuentra? Comentar aquí, para este poeta, no es más que recordar,
refrescar, ablandar, vivificar, poner de pie otra vez el verso suyo antiguo
que momificaron los escribas. Cristo vino a defender los derechos de la
Poesía contra la intrusión de los escribas, en este pleito terrible que dura
todavía, como el de los Sofistas contra la Verdad» 81.
«Dios no nos ha dado palabras muertas que debamos encerrar en cajas
grandes y pequeñas y conservar en aceite rancio como las momias de
Egipto. Dios no nos ha dado palabras en conserva para que las
custodiemos, sino palabras vivas para alimentarnos y alimentar a
otros»82.
Pero... ¿entendemos la Biblia los cristianos? La respuesta no
puede ser apodíctica. Hay textos muy claros, otros resultan más
complicados. Veamos algunos ejemplos:
—Is 58: disputa judicial en la que el profeta denuncia los pecados
de Israel (v.1). El pueblo presenta su pliego de descargos:
consultan a Dios, cumplen con sus deberes religiosos, y... creen
tener derecho a exigir su respuesta (vs.2-3a). El Señor rebatirá sus
argumentos (vs. 3b ss).
¿Para qué ayunar, si no haces caso?
¿Mortificarnos, si tú no te fijas?
Mirad: el día de ayuno
buscáis vuestro interés,
y apremiáis a vuestros servidores;
mirad: ayunáis entre riñas y disputas,
dando puñetazos sin piedad.
Mover la cabeza como un junco,
acostarse sobre estera y ceniza,
¿a eso lo llamáis ayuno,
día agradable al Señor?
El ayuno que yo quiero es éste:
abrir las prisiones injustas,
dejar libres a los oprimidos.
Partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
vestir al que ves desnudo.
Entonces clamarás al Señor,
y te responderá 83.
—Mt 5,1ss: Al ver a la multitud, subió al monte... Tomó la palabra y los
instruyó..:
Dichosos los pobres de corazón,
porque el reinado de Dios les pertenece.
Dichosos los afligidos,
porque serán consolados.
Dichosos los desposeídos,
porque heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia
porque se saciarán... 84.
—En la teofanía de Ez 1 y 10, el profeta contempla la gloria del
Señor (=símbolo de la divinidad) que, elevándose del Templo,
abandona la ciudad de Jerusalén y procesionalmente se dirige a
Babilonia donde moran los desterrados. El texto ha sufrido tantos
retoques que resulta complicado incluso al especialista. Sólo a los
amantes de los «ovnis», les parecen claras las ruedas del carro.
Como muestra, unos pocos versículos del cap.1:
... Y vi que venía del norte un viento huracanado, una gran nube y un
zigzagueo de relámpagos...
En medio de éstos aparecía la figura de cuatro seres vivientes; tenían
forma humana, (cuatro rostros) y cuatro alas cada uno.
Sus piernas eran rectas, y sus pies como pezuñas de novillo... No se
volvían al caminar... Su rostro tenia esta figura: rostro de hombre, y rostro
de león... rostro de toro...
Miré y vi en el suelo una rueda al lado de cada uno de los cuatro seres
vivientes. El aspecto de las ruedas era como el brillo del crisólito... Su
hechura era como si una rueda estuviera encajada dentro de la otra...
Tenía pinas y llantas, y vi que la circunferencia de las cuatro llantas
estaba llena de ojos.
Al caminar los seres vivientes, avanzaban a su lado las ruedas; cuando
los seres vivientes se elevaban del suelo, se elevaban también las
ruedas...
Sobre la cabeza de los seres vivientes había una especie de
plataforma... Y por encima de la plataforma... había una especie de zafiro
en forma de trono; sobre esta especie de trono sobresalía una figura que
parecía un hombre...
... Al contemplarla, caí rostro en tierra...
—Ap 12: Una gran señal apareció en el cielo: una mujer revestida del
sol, la luna bajo los pies y en la cabeza una corona de doce estrellas.
Estaba encinta y gritaba de dolor en el trance del parto. Apareció otra
señal en el cielo: un dragón rojo enorme, con siete cabezas y diez
cuernos y siete turbantes en las cabezas... El dragón estaba frente a la
mujer en parto, dispuesto a devorar a la criatura en cuanto naciera. Dio a
luz un hijo varón, que ha de apacentar a todas las naciones con vara de
hierro... 85.
Por este camino de la facilidad o dificultad en la lectura de los
textos no solucionamos nada. Cualquier cristiano puede entender
muchas de sus páginas, para ello sólo se requiere saber escuchar;
pero para una lectura más fácil y provechosa se precisa una
orientación ya que la Biblia, en muchos aspectos, difiere de la obra
literaria moderna.
Una novela, una composición teatral, un poema actual... es fruto
de un tiempo más o menos largo en la vida de su autor. Hay quien
escribe directamente en el ordenador, sin necesidad de pruebas,
otro llena de tachones su manuscrito hasta casi ser ilegible... En su
gestación, existe el buen literato y, en el polo opuesto, el modesto
artesano... Es posible que, al escribir, use un lenguaje simbólico,
pero abierto a toda mente medianamente cultivada... El lector es
más o menos contemporáneo del escritor, con la misma o parecida
cultura...
Desde los primeros hasta los últimos escritos bíblicos, han
transcurrido más de mil años. Sus autores son muchos y de variado
gusto: el fino poeta (Isaías, Jeremías...) convive con el humilde
escritor que suda para componer un pobre poema (vg. el autor del
Sal 119), el sutil leguleyo da la mano al ampuloso predicador, el
soñador de un mundo universal y unido soporta al pobre
provinciano, dogmático y, con frecuencia, racista... Muchos de los
acontecimientos narrados se escriben cuando han pasado años, tal
vez siglos...; sus escritores no son reporteros directos sino
intérpretes, y, a veces, reintérpretes de lo interpretado. Así un texto
puede tener un sentido primero y otro/s más profundo/s: el oráculo
del Enmanuel en Is 7,10-17 se refiere al hijo del monarca, pero en el
contexto de este libro adquiere un nuevo significado (Is 11,1-9 no se
puede predicar de ningún mortal); Mt 1,20ss lo aplicará a Jesús de
Nazaret. Y lo que narran estos reporteros no tiene por qué ajustarse
a la exactitud histórica en todos y cada uno de sus detalles, basta
que su testimonio sea real o verdadero. La Biblia recoge la vida del
pueblo de Dios: muchos de sus acontecimientos se entienden mejor
en su etapa de su madurez, la del NT; otros sólo podrán ser
entendidos en la era escatológica ya que todo hecho humano,
mientras dura la existencia, está abierto a nuevos significados.
Las páginas bíblicas se hacen eco de situaciones históricas y
culturales... muy diversas. Es preciso estudiar Arqueología,
Geografía, Historia de Israel y pueblos limítrofes...
II) Significado de «Biblia»
Biblia < gr. «Biblía» (españ. «la biblia»—s.f.—< latín) es un plural
que indica libros (74 = 47 + 27; protestantes: 66 = 39 + 27) 86; junto
al articulo «ta» designa los libros sagrados de los cristianos,
divididos en dos grandes partes: AT y NT. El término «testamento»
traduce el hebreo «berît»: «alianza» de Dios con el pueblo israelita
y cristiano (nada tiene que ver con nuestro lex. «testamento»).
Lenguas usadas: hebreo, griego y arameo (pocos textos) para el
AT; griego, NT 87.
Orden de aparición de los libros en las biblias: no es uniforme.
Unas siguen la clasificación judía: ley, profetas (anteriores y
posteriores) y escritos; otras prefieren la traducción griega y latina:
ley, libros históricos (=profetas anteriores), profetas (=profetas
posteriores) y sapienciales (=escritos). Las Biblias protestantes
omiten los libros deuterocanónicos o los colocan al final con la
denominación «apócrifos», según su nomenclatura.
1) Diversidad de los libros bíblicos
—Por su forma y contenido: Prosa y poesía. Sus géneros
literarios son muy numerosos, según las diversas necesidades por
las que atravesó la comunidad que los creó: historia, leyes,
literatura parenética, discursos, cantos de vendimia y de siega,
epopeyas, oráculos de salvación y de condena, acertijos,
proverbios, cantos amorosos, cartas...
a) Género histórico. No hay que buscar en este género bíblico
los principios de objetividad y fidelidad de los que se precian, no
siempre con acierto, los historiadores modernos. Ya la biblia griega
llamaba «históricos» a obras, como Josué, Jueces.., que la biblia
judía tenia por «profetas anteriores» por no ser reportajes del
acontecer humano sino sólo interpretación: Josué no relata la
ocupación de Palestina, sólo intenta demostrar cómo los esforzados
de cualquier época, como Josué y los suyos, son los únicos que
ocuparán la tierra; Dios marcha a su lado. Por eso no hay que
asustarse de que la arqueología refute la descripción precisa bíblica
de la ocupación de Ay (Jos 7) al mostrarnos cómo esta ciudad había
sido destruida con anterioridad.
b) Con frecuencia, el hilo histórico de un libro se interrumpe y
se intercala un código de leyes. Muchas son aburridas, inútiles88,
con frecuencia injustas89, propias de una cultura menos refinada
que la nuestra 90; pero otras rezuman un profundo humanismo.
Junto al mandato aparece la razón o motivo para cumplirlo, algo
ajeno a nuestros códigos occidentales de leyes precisas, pero
asépticas y, con harta frecuencia, poco humanas. Algunas son tan
revolucionarias que ni el más lanzado partido político o sindicato del
s. XX se atrevería a defenderlas. Muchas sólo se proponen como
ideal —que nunca se alcanzó— pero revelan a gente soñadora y
utópica. Veamos algunas:
Ex 22,20-25: No oprimirás ni vejarás al emigrante, porque emigrantes
fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque
si les explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé... Si tomas en prenda
la capa de tu prójimo, se la devolverás antes de ponerse el sol, porque no
tiene otro vestido para cubrir su cuerpo y para acostarse. Si grita a mí, yo
lo escucharé, porque yo soy compasivo.
Ex 23, 7s: Abstente de las causas falsas: no harás morir al justo ni al
inocente ni absolverás al culpable, porque yo no absuelvo al culpable. No
aceptarás soborno, porque el soborno ciega al perspicaz y falsea la causa
del inocente.
Lv 25,8-17 habla 91 del año jubilar que se celebraba cada
cincuenta años y en el que cada uno debía recobrar, al menos
teóricamente, su propiedad, perdida y vendida a terceros, la mayor
parte de las veces por apuros económicos. La injusticia que sufrió el
suelo pasando a manos extrañas queda así, de alguna forma,
reparada. La tierra, don divino, sólo le pertenece a él y a quien la
distribuyó, no a los poderosos que se han aprovechado de los
desfavorecidos. «La tierra no se venderá sin derecho a retracto,
porque es mía, y en lo mío sois emigrantes y criados. Daréis
posibilidad de rescate a todas las tierras de vuestra propiedad» (Lv
25,23).
Lv 25, 35-38: Si un hermano tuyo se arruina y no puede mantenerse,
tú lo sustentarás para que viva contigo como el emigrante o el criado. No
le exijas ni intereses ni recargo. Respeta a tu Dios, y viva tu hermano
contigo. No le prestarás dinero a interés ni impondrás recargo a su
sustento. Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os saqué de Egipto para
daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.
Lv 25,39-42: Si un hermano tuyo se arruina y se te vende, no lo
tratarás como esclavo, sino como jornalero o criado... Porque son mis
siervos a quienes saqué de Egipto, y no pueden ser vendidos como
esclavos. No lo tratarás con dureza. Respeta a tu Dios.
Dt 15, 7s: Si hay entre los tuyos un pobre, un hermano tuyo, en una
ciudad tuya, en esa tierra tuya que va a darte el Señor, tu Dios, no
endurezcas el corazón ni cierres la mano a tu hermano pobre. Ábrele la
mano y préstale a la medida de su necesidad... Dale y no de mala gana,
pues por esa acción bendecirá el Señor, tu Dios, todas tus obras y todas
tus empresas...
c) Son abundantes los proverbios, máximas morales, acertijos,
consejos... El maestro se dirige al discípulo como padre que orienta
a su hijo. Algún refrán nos evoca a nuestra abuela, con refajo y
toca, que, al calor del hogar, nos da variados consejos para saber
desenvolvernos en la vida (alguien ha definido el refrán como
píldora de filosofía). En las cosas ordinarias de la vida también
topamos con Dios
No deseches al amigo viejo, porque al nuevo no lo conoces;
amigo nuevo es vino nuevo: deja que envejezca y lo beberás
(Eclo 9,10)
Fuelle para las brasas y leña para el fuego
es el pendenciero para atizar la riña
(Prov 26,21)
No te aficiones al sueño, que te empobrecerás;
despega los ojos y te saciarás de pan«
(Prov 20,13)
La puerta da vueltas en el quicio,
el perezoso en la cama
(Prov 26,14)
Perro que vuelve a su vómito
es el necio que insiste en sus sandeces
(Prov 26,11 )
Agarra un perro por las orejas
quien se mete en riña ajena
(Prov 26.17)
No pelees con un hombre rico:
pesará tu precio y estás perdido.
No disputes con un malhablado,
que es echar leña al fuego
(Eclo 8,2-3)
El rico ofende y encima se ufana,
el pobre es ofendido y encima pide perdón
(Eclo 13,3)
A quien toca la pez se le pega la mano,
quien se junta con el cínico aprende sus costumbres
(Eclo 13,1)
El necio ríe sonoramente,
el cauto apenas sonríe
(Eclo 21.20)
Los hijos y una ciudad perpetúan el nombre:
mejor que los dos el que encuentra sabiduría.
La prole y un plantío hacen florecer el nombre:
mejor que los dos una esposa enamorada.
El vino y el licor alegran el corazón:
mejor que los dos es gozar del amor.
Belleza y hermosura atraen los ojos:
mejor que los dos un campo que verdea.
Riqueza y poder alegran el corazón:
mejor que los dos el temor de Dios
(Eclo 40,18-27)
No seas celoso de tu propia mujer,
para que no aprenda a maltratarte;
no tengas celos de la mujer que amas,
y no te pisoteará.
No te enredes con la ramera,
y no le cederás tu fortuna:
sus miradas te enloquecerán
y te arruinarán frecuentando su casa
(Eclo 9,1-2.6-7)
Gobernante prudente educa a su pueblo.
A tal gobernante, tales ministros;
a tal alcalde, tales vecinos«.
(Eclo 10,1s)
Hay tres cosas que me rebasan
y una cuarta que no comprendo:
el camino del águila por el cielo,
el camino de la serpiente por la peña,
el camino de la nave por el mar,
el camino del varón por la doncella
(Prov 30,18s)
d) Existe poesía dramática, como Job, con tal fuerza y pasión...
que no envidia a ningún libro actual, ni siquiera al gran A. Camus.
Género lamentación, como Lamentaciones: canta el dolor de una
ciudad, Jerusalén, que ha perdido a sus hijos que han marchado al
destierro e invita a todo mortal a contemplar y no ser insensibles a
esta realidad, espina dorsal de la humanidad. En la Biblia, vibra el
alma del poeta lírico (Jr 11,18ss; 15,10-21; 17,14-18; 18,18-23;
20,1-18: confesiones); escoge con mimo, casi cincela sus palabras,
el excelso poeta Is l; declama sus versos el barroco Ezequiel; hace
uso de imágenes vivas Amós, el poeta social. Un puesto de honor
ocupa el poeta del amor, Oseas; el surrealista Zacarías aviva
nuestra fantasía... Escuchemos algún trozo:
¡Muera el día que nací,
la noche que dijo: «Han concebido un varón»!
Que ese día se vuelva tinieblas,
que Dios desde lo alto se desentienda de él
porque no me cerró las puertas del vientre
¿Por qué al salir del vientre no morí
o perecí al salir de las entrañas?
¿Por qué me recibió un regazo
y unos pechos me dieron de mamar?
Ahora reposaría tranquilo y dormiría en paz.
(Job 3,3-4. 10-13)
Me sedujiste, Señor.
y me dejé seducir;
me forzaste, me violaste.
Yo era el hazmerreír todo el día,
todos se burlaban de mi.
la palabra del Señor se me volvió
escarnio y burla constantes,
y me dije: No me acordaré de él.
Pero la sentía dentro como fuego
ardiente encerrado en los huesos.
(Jr 20,7ss)
...Mi amigo tenía una viña
en fértil collado.
La entrecavó, la decantó
y plantó buenas cepas.
(Is 5,1ss)
Tu madre es como vid sarmentosa
plantada al pie del agua:
produjo fronda y fruto
por la abundancia de agua.
Echó vástagos robustos
para cetros reales;
se elevó su estatura
hasta tocar las nubes.
Pero la desceparon con rabia
y la tiraron por tierra
y el viento solano secó su fruto.
Ahora está plantada en la estepa,
en terreno calcinado y sediento.
(Ez 19,10-13)
Os acostáis en lechos de marfil,
arrellanados en divanes
coméis carneros del rebaño
y terneras del establo.
Pues encabezaréis la cuerda de cautivos
y se acabará la orgia de disolutos.
(Am 6,4ss)
Me dijo el Señor: Vete otra vez,
ama a una mujer
amante de otro y adúltera,
como ama el Señor a los israelitas.
(Os 3.1 ss)
e) Existe literatura parenético/exhortativa (Dt..), amorosa
(Cantar), apocalíptica (parte de Daniel); abundan oráculos de
salvación y condena.., cartas, relatos litúrgicos..; existen libros con
fuerte carga de racismo (Macabeos; Esdras)..., sensibleros
(Tobías), poco religiosos (Lv, pura ceremonia, salvo cap.19 y poco
más), aburridos (Crónicas)... El pueblo se dirige a su Dios dándole
gracias, haciendo peticiones... (Salmos)
Tu talle es de palmera; tus pechos, los racimos.
Yo pensé: treparé a la palmera a recoger sus dátiles;
son para mí tus pechos como racimos de uvas;
tu aliento, como aroma de manzanas.
!Ay, tu boca es un vino generoso que fluye acariciando
y me moja los labios y los dientes!
(Cant 7,8-1 0)
Más adelante se me acercaron las autoridades para decirme:
— El pueblo de Israel, los sacerdotes y los levitas han cometido las
mismas abominaciones que los pueblos paganos..; ellos y sus hijos se
han casado con extranjeras, y la raza santa se ha mezclado con pueblos
paganos. Los jefes y los consejeros han sido los primeros en cometer
esta infamia (Esd 9,1-2).
Los cielos proclaman la gloria de Dios,
pregona el firmamento la actividad de sus manos.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que se oiga su voz,
a toda la tierra alcanza su discurso,
a los confines del orbe su lenguaje.
(Sal 19, 2ss)
¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?
Te queda lejos mi clamor, el rugido de mis palabras.
Dios mío, te llamo de día y no respondes,
de noche, y no me doy tregua.
(Sal 22,2ss)
f) La lista no es exhaustiva. Los géneros literarios bíblicos son
más abundantes.
—Por su mentalidad: la Biblia no recoge un único pensar; sin
excluirse, conviven progresistas y conservadores. Su contenido no
siempre es santo ni edificante: el rey David, se enamora de
Betsabé, una casada, y ordena colocar a su marido Urías en
primera fila de batalla para que muera y pueda casarse con ella (2
Sm 11); Jacob es un trapacero que engaña a su padre, hermano...
y a quien se ponga por delante... (Gn 25-27); violencia y guerra
llenan muchas de sus páginas..., pero también existen pasajes muy
duros contra la guerra civil (Jue 19-21). La Biblia no es un
devocionario o libro piadoso; presenta al hombre como es, con sus
cualidades y defectos, con sus frecuentes caídas y su capacidad de
levantarse... El AT y NT revelan mentalidades de épocas diversas,
con mayor o menor sensibilidad ética, y el Señor sabe amoldarse a
las coordenadas socio-culturales de la historia humana. Con mucha
gracia, Fray Luis de Granada afirmaba que Dios ha peinado a la
humanidad, a lo largo de ios siglos, con peines de púas más o
menos espesas, según su sensibilidad histórica. El hombre de cada
época tiene su idea de la divinidad, por eso San Juan de la Cruz
afirma: «Dios es como la fuente, de la cual cada uno coge como
lleva el vaso...». La forma ordinaria de actuar Dios es la
encarnación; y si se encarnó en la pobre carne humana haciéndose
hombre con todas sus limitaciones, ¿por qué su palabra no había
de encarnarse en cada sociedad concreta con todas sus
deficiencias? No pidamos milagros, al Señor le gustan poco, aunque
cada vez hilará más fino a la humanidad hasta llegar a la plenitud de
los tiempos con la venida del Mesías. Y tras su llegada, ya no
podemos volver los ojos atrás: no podemos añorar las guerras
santas (cruzadas a Tierra Santa, nacionales...), hay que eliminar
todo fundamentalismo o fanatismo religioso que intenta eliminar o, al
menor, desacreditar al que no piensa de la misma manera, no se
puede caer en la esclavitud de la ley habiendo alcanzado la libertad
de los hijos de Dios (el hombre está por encima del sábado), no...
—Por sus autores: anónimos los unos, siendo sus escritos fruto
más de una escuela que de un individuo: J, E, P, Dtr; otros tienen
nombre concreto. En ocasiones el libro atribuido a un autor no sólo
es de él: en Is se distinguen al menos tres, pertenecientes a la
misma escuela, pero de distintos siglos. Unos son grandes poetas
que pulen y cincelan el lenguaje, otros, pobres artesanos del
lenguaje, dedicados a recoger material muy antiguo y poniendo muy
poco de su propia cosecha...
—Por su influjo literario: mesopotámico (relatos de creación con
la planta de la vida..., diluvio, entronización del rey con ocasión del
Año Nuevo...), egipcia (proverbios, refranes, acertijos...), ugarítica,
griega (dicotomía de alma y cuerpo, inmortalidad..)...
Si todo lo agitamos en un cubo y lo vertemos sobre el papel... el
resultado es ese libro tan extraordinario, Ilamado Biblia.
2) Unidad de sus libros
A pesar de tanta variedad, los libros bíblicos forman una unidad.
Los principios de unidad son variados me contentaré con citar tres.
1 ) Dios, autor principal
Prescindo de él; cfr. cualquier Introducción a la Biblia 92.
2) Libro con unidad de sentido
a) En su estructura actual, la Biblia se abre con el comienzo del
mundo: creación de cielo y tierra (Gn 1,1), y su último libro, el
Apocalipsis, nos lleva a un nuevo comienzo: «Vi un cielo nuevo y
una tierra nueva...» (Ap 21,1). Comienzo y final de la historia, origen
del hombre y fin al que tiende; sólo el final del camino ilumina la
ruta. La perspectiva no puede ser más universal: todo el mundo 93,
todos los pueblos.
En su última sección (21,1-22,5), Apocalipsis se da la mano con
Génesis:
a) Si la primera palabra de Dios en Gn era un eficaz «hágase»
(Gn 1,3), la primera del sentado en el trono es «todo lo hago
nuevo» (=«renuevo», Ap 21,5);
b) desaparece el primer cielo y tierra (v.1) dejando paso a una
nueva creación o sociedad (hasta 4x se recalca el lex. «novedad»:
21,1 bis. 2.5) 94;
c) también el mar, símbolo del caos o fuerzas adversas (Gn 1),
deja de existir. Dios, a través de Jesús, ha destruido, de forma
definitiva, a las dos fieras y a Satán (20,1-10; cfr. Is 27,1; 51,8s; Sal
74, 13ss; Job 26,12s).
Abatido el enemigo, se instaura el nuevo reino de Dios, la nueva
humanidad sin pecado. La Jerusalén nueva, imagen de la ciudad de
los salvados, no está construida con material inanimado sino con
humanos. Con su bajada de lo alto, todo el cosmos se eleva a los
cielos, reiniciándose un nuevo noviazgo, gozoso y alegre, de Dios
con el pueblo (Os 2,16-25; Is 61,10; 62,4ss; Jr 2,1-3). La novia, la
nueva Jerusalén, es la morada de la divinidad. En el AT, la nube
(=símbolo divino) bajaba a la morada, aquí el símbolo se hace
realidad: la morada es el nuevo pueblo, y Dios en persona está
presente para protegerle. Eliminado ya todo atisbo de dolor, guerra,
persecución y muerte (22,3-5 añade nuevos datos), la felicidad
reina por doquier (v 4). El libro llega a su punto culminante al narrar
la lucha entre Satán y el Señor en la que éste vencerá a pesar de
las dificultades por las que atraviesa la comunidad. Dios creador es
la meta última de todo hombre. Las fuentes humanas de felicidad no
calman la sed. «Nos hiciste, Señor, para ti, e inquieto está nuestro
corazón hasta que descanse en ti» (S. Agustín).
b) Entre este pórtico y final universal, se abre un particularismo
mas o menos cerrado y angosto que llega a acongojarnos, a no
dejarnos respirar..., y del que nos ocuparemos después. Muchas
páginas de la Biblia están consagradas a un solo pueblo, el elegido.
Son abundantes las miras estrechas de muchas de sus gentes, el
sectarismo, a veces el racismo..., pero tampoco faltan textos con
una clara perspectiva universal. Ya en el texto programático de Gn
12,1ss, en Abrán, padre del pueblo hebreo, «... se bendecirán
todas las familias del mundo», (v.3). Isaías proclama la conversión
de Egipto y Asiria, sus enemigos tradicionales, e Israel será su
mediador (Is 19)... Y este universalismo llegará a su culmen con la
llegada de Jesús de Nazaret, el Salvador de toda la humanidad 95.
A Pedro, en la visión de Hch 10, Dios le enseña a «... no considerar
profano o impuro a ningún hombre» (v.28). Los textos que podrían
citarse son muchos; por seguir con el Ap, me ceñiré al análisis del
texto que habla de la nueva ciudad, Jerusalén (=Iglesia), donde
caben todos los hombres sin excepción: Ap 21,9-27. Uno de los
ángeles, asociado a las siete plagas anteriores a la caída de la
ciudad prostituta (Roma), es el que muestra al vidente de la novia la
ciudad santa (v. 9). El autor resalta el contraste entre la ciudad
santa (21,9-22,5) y la prostituta (17,1ss). Al lamento por la
destrucción sigue el gozo de la nueva esperanza. Y para describir,
de algún modo, esta realidad celeste el autor echa mano de
imágenes humanas, tomadas, en gran parte, de Ez 40ss: 1) como
Moisés (Dt 34,1), el vidente es transportado a la cima del monte
para contemplar la nueva Jerusalén, la gloria divina que mora en la
nueva humanidad (cfr. Ez 43,2-5). Por el resplandor que irradia se
asemeja al trono divino (v.11; cf. 4,3): el Señor mora en medio de
los suyos. 2) Marco de la ciudad (vs.12-14): vista desde lejos,
Jerusalén es una ciudad bien amurallada, con diversas puertas.
Estas, de tres en tres (simbolismo divino), están orientadas a los
cuatro puntos cardinales y abiertas (21,25) a todo el que la
contempla como firme promesa. El nº total de puertas es 12,
recibiendo cada una el nombre de una de las 12 tribus de Israel (cfr.
Ez 48,30-35); sobre cada uno de los 12 basamentos, que dan
cohesión a la muralla, el nombre de un apóstol. Así, con la
realización de todas las promesas, quedan unidos los dos
testamentos (nº 12 =plenitud). Sobre las 12 puertas montan guardia
12 ángeles (¿alusión a Gn 2-3? No es extraño que aparezca
también el motivo paradisíaco del árbol de la vida: 22,1-2; cfr. ls
11,ó-9; 51,3). 3) Tras darnos sus medidas (vs 15-17) y explicar el
material con que está construida la ciudad y la muralla (vs 18-21 a),
el autor describe el interior de la Nueva Jerusalén (vs. 21 b-27). En
la ciudad antigua, el templo era su centro, en la nueva ya no existe
porque toda la ciudad es morada de Dios. El sol y la luna de la
primera creación son superfluos ya que la luz de la presencia divina
ilumina continuamente la nueva Jerusalén. 4) La descripción que
hace de la nueva ciudad es extensa; al parecer, el autor no se
cansa nunca de contemplar este cuadro idílico que alimenta su
esperanza en medio de las persecuciones desencadenadas contra
la Iglesia.
c) Pero esta etapa no es la definitiva sino intermedia ya que, en
medio del dolor, esperamos con ansiedad una nueva manifestación
divina, la definitiva. Por eso concluye así el Apocalipsis: «... Ven,
Señor Jesús...» (22,20).
3) Historia de un pueblo que se perpetúa
Principio provisional que sólo sirve para hilvanar los diversos
textos bíblicos. No busquemos tras ellos un bonito bordado, ni tan
siquiera un impecable zurcido que nos impida ver las diversas
fuentes, escuelas, tradiciones, autores... de los escritos. No. Pero
detrás de cada libro, de cada puntada, de cada autor... Iate una
vida, y toda vida es historia. Al estar escrita por judíos, para
conocer la Biblia es preciso conocer la historia de Israel. Con la
venida de Jesús, ¿se rompe esta linea histórica? Para los cristianos,
el NT continúa el AT y lo perfecciona. La cristiandad es la nueva
creación salida de las manos divinas (2 Cor 5,17). La historia de
Israel continúa, pues, con el nuevo pueblo de Dios.
Una breve historia de este pueblo de Dios en el AT y NT, sus
momentos estelares es lo que desarrollaremos en capítulos
sucesivos. Y toparemos con un protagonista que no cesa de
intervenir en esta historia: el Señor. Aceptarlo, es objeto de nuestra
fe.
Ángel Gil Modrego
....................
1. ABBA EBAN, Legado. La civilización y los judíos, Sheva Publicaciones,
Madrid 1987, pgs. 13-15. He modificado algo su traducción por resultar, a
veces, ininteligible.
2. Idem, pg. 41.
3. Idem, pg. 44.
4. Heb 1 1-2 Las citas bíblicas están tomadas de La Biblia del Peregrino,
Ega-Mensajero, Bilbao 1993.
5. PG 33,920.
6. PL 14,940.
7. Garnier, Sermón sexto de ia Navidad, PL 205, 609s; cfr. ALONSO
SCHOKEL, L., La Palabra Inspirada, Ed. Herder, Barcelona 1966, pgs. 39-44.
8. Gál 6,16.
9. 2 Cor 5, 17.
10. 1 Cor 10,1-1.
11. Heb 11,20-38.
12. Heb 11,39-40.
13. Para el gran público, es interesante la lectura de Los Hechos de los
Apóstoles, Cuadernos Bíblicos, n.° 21, Ed Verbo Divino, Estella 1990. Siempre
resultan originales las ideas de J M. Cabodevilla, Cristo Vivo, BAC 232, Madrid
1970, pgs. 875ss. Me parece inútil citar aquí los grandes comentarios a
Hechos: son muy conocidos pero inaccesibles a la mayoría de los lectores de
esta publicación.
14. Hech 2.
15. Hech 2,42-47; 4,32-35; 5,12-16.
16. Cfr. Ios relatos sobre Ananías y Safira, el mago Elimas... (Hech
5,1-11;13,8-12...).
17. PAUL, A., Intertestament Cahiers Evangile, n.° 14. Editions du Cerf, pgs.
49-50 (ed. española, Intertestamento. Cuadernos Bíblicos, n.° 12, Ed. Verbo
Divino...).
18. Hech 1,1-11.
19. 2 Rey 2.
20. Hech 2.
21. Viento o aliento que sopla sobre las aguas dando vida (Gn 1), sobre el
Mar Rojo y salva (=nueva vida) al pueblo de Israel, arrojando al mar al ejército
del faraón (Ex 15,8ss).
22. Jr 31,31-34
23. Lc 24,49; Hech 1,5-8.
24. Hech 2,39. Esta universalidad de la Iglesia aparece con claridad a partir
del cap. 6: predicación de Felipe, uno de los helenistas, a los samaritanos;
Pedro bautiza a un pagano sin cumplir los requisitos exigidos por la ley judía;
los helenistas en Antioquía y Pablo con Bernabé predican el evangelio a los
gentiles. Acalorado y esclarecedor Concilio de Jerusalén.
25. Hech 5,38-39. La actitud del rabino Gamaliel es encomiable: no es
fanático o fundamentalista ante la nueva secta (por tal tenían a los cristianos),
es comprensivo, se fía del Espíritu.... Además goza de un gran prestigio ya que
le hacen caso, aunque luego las autoridades de su pueblo azoten y prohíban a
los discípulos predicar a Jesús.
26. Sobre el poder eficaz de la palabra en el A y NT, cfr. ALONSO SCHOKEL,
L., La Palabra Inspirada, Ed Herder; Barcelona 1966, pgs. 303-339, donde se
estudian muchos textos de ambos testamentos.
27. Hch 3, 6.
28. 1 Cor 1,23-24.
29. Lexicon der biblischen Personen. Mit ihrem Fortieben in Judentum,
Christentum, islam Dichtung, Musik und Kunst, Stuttgart 1989 (vers. italiana:
Grande Dizionario llustrato dei Personaggi Biblici.
Storia-Letteratura-Arte-Musica. Edizioni Piemme, 1991).
30. Resulta indignante que en su elenco tan amplio no recoja a ningún
compositor español, ni siquiera a Tomás Luis de Victoria.
31. Is 6; Ez 1-3; Sir 49,7.
32. IS 49,1.5; Lc 1,15; Gál 1,15.
33. Ex 4,10.
34. Jr 15,17; 20,7ss.
35. Jr 18,18;20,2ss;37,15;38,4ss...
36. Jr 1,10.
37. Jr 1,6; 20,7.
38. Jr 1, 10.
39. Am 1,1.
40. Am 3,15; 5,11; 6,1ss...
41. Jr 34,1-7; 37,3-16.17-21; 38,24-28.
42. Jr 37,15s. Ya en tiempos del perverso rey Joaquín, hijo de Josías
(609-597), Jr había pronunciado en el atrio del templo de Jerusalén, un
discurso tremendamente comprometido (7,1-15;26) contra el recinto sacro y
contra la fe mágica del pueblo. El templo es morada de Dios, pero el Señor
sólo puede habitar en él si la conducta humana es íntegra. Con sus robos,
adulterios, injusticias... Ios hombres han convertido el lugar sacro en cueva de
bandidos; templo y ciudad serán arrasados. Este discurso le acarreó ser
encarcelado por el sacerdote Pasjur, jefe de policía (19,14-20,6; 29,26...).
Paradoja: ¡En aras del orden público se prohibe escuchar la palabra de Dios
en el templo! A Jr se le impidió la entrada, acusado de alta traición y falta de
patriotismo.
43. Jr 37,17-21.
44. Jr 38,4.6.
45. Jr 15,17.
46. Lc 12,51.
47. Is 6,10.
48. Ex 15,22-17,16; Nm 11-16;20.
49. Puede verse el gran ensayo de E. FROMM, El Miedo a la libertad, Ed.
Paidós, Buenos Aires 1968.
50. 1Cor 10,4.
51. Jn.4,13s; 7,37ss; Ap.7,17; 21,6; 22,17...
52. Jr.2,13; 17,13...
53. Jr 11,18-12,6;15,10-21;17,14-18:18 18-23.
54. Jr 29,26ss; 38,4ss.
55. Jr 16.1-13.
56. 2 Rey 18,13-16.
57. En el texto primitivo sólo se leía Efrata, nombre de clan (1 Crón 2,19-24)
que luego vino a designar una ciudad que se identifica, a veces, con Belén (Gn
48,7; Jos 15,59...). La adición de Belén, aquí, se explica por su clara alusión a
las promesas dinásticas de David, originario de Belén (1 Sam 17,22).
58. Mt 2, 6.
59. Miq 4,3s.
60. 2 Cron 32,8.
61. Sal 118,8;146,3.
62. Cfr Sal 2,12,34,9;40,5;146,5.
63. Ez 47,12, /Sal/001/E-CARDENAL, Salmos. Ed. Carlos Lohlé, Buenos
Aires, 1973,5, hace esta adaptación:
«Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido
ni asiste a sus mítines
ni se sienta en la mesa con los gansters
ni con ios Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio.
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans
Será como árbol plantado junto a la fuente».
64. Jr 23, 6s; Is 43,18-21.
65. Sal 126,5s.
66. Is 43 20; 48,21; 49,10.
67. Is 43,19; 49,11.
68. Is 35,5s; 42,7.16.
69. Asi se dice: «El Señor es mi pastor...», Sal 33.
70. Sal 78,71; en Is.44,18 se refiere a Ciro.
71. Jr 23,1-8.
72. RIGHETTI, M., Historia de la Liturgia, t. Il, BAC, n° 144, Madrid 1956, pgs.
198s.
73. Manuale Theologiae Moralis, t. II, Ed. Herder, Barcinone-Friburgi
Brisg-Romae 1961,15, nos. 476-478, pgs. 390ss.
74. «... Qui integrae missae assistere nequit, tenetur saltem parti essentiali
interesse, e. gr. consecrationi communioni, si hoc est possibile. Qui autem soli
parti accidentali, e. gr. usque ad Evangellum, assistere valet, ad nihil
tenetur...«. Más adelante, «Omissio levis censetur: omnia ab initio missae
usque ad offertorium exclusive; pariter omnia post communionem...».
«Omissio gravis censetur: omnia ab initio usque ad offertorium inclusive...», n°
478.
75. RIGHETTI, oc., pg. 241. El nuevo código de Derecho Canónico, en el
apartado «De los dias de fiesta», habla del domingo «como fiesta primordial
de precepto» que debe observarse en toda la Iglesia porque en él se celebra
el misterio pascual; los fieles tienen obligación de participar en la misa
dominical y de otras fiestas de precepto. No entra en casuísticas. Se
recomienda que los fieles participen en la liturgia de la palabra, en caso de
falta de ministro o por otra causa grave que imposibilite la participación en la
celebración eucarística (Libro IV, parte III, titulo Il, cap. Il, cánones 1246-1248).
76. Dei Verbum, Vl
77. PL 12,1078
78. Puede consultarse ALONSO SCHOKEL, L., «Pan de Vida», en Alonso
Schökel, L.-Artola, A., La palabra de Dios en la historia de los hombres, Ed. El
Mensajero-Universidad de Deusto, Bilbao 1991, pgs.587-595: raíces bíblicas y
patrísticas; sacramentalidad de la palabra; presencia litúrgica.
79. Cuarto tratado, cap. Xl: «Que el Cuerpo de Jesucristo y la Sagrada
Escritura son muy necesarios al ánima fiel», Colección Crisol, Ed. Aguilar,
México 1976.
80. Puede verse BOADA, R., La lectura de la Biblia, en «Concilio Vaticano II,
Comentarios a la Constitución Dei Verbum sobre la divina revelación», ed.
dirigida por Luis Alonso Schökel, BAC, n° 284, Madrid 1969, pgs. 765-780: la
lectura de la Biblia y los Santos Padres; la lectura de la Biblia en la Edad
Media; documentos de la Iglesia en relación con la lectura de la Biblia.
81. León FELIPE, ¿Qué es la Biblia?, en Obra Poética Escogida.
Selecciones Austral 25. Espasa-Calpe, Madrid 1977, pg. 99.
82. Charles PEGUY, El pórtico del misterio de la segunda virtud...
83. /Is/58/03-09 AYUNO-BÍBLICO: Citas de Biblia del Peregrino... El texto no
precisa comentario; expone con claridad: 1°) en qué no consiste ayunar (vs.
3b-5). Practicar el ayuno y cometer injusticia contra el hermano es pura farsa.
Bajo capa de práctica piadosa se esconde una vida hipócrita y falsa. b) Ayuno
que Dios quiere (vs.6-7): con los términos «abrir, hacer saltar, romper, dejar
libre, partir, hospedar, vestir..» el poeta recuerda el peligro de encerrarse en sí
mismo. Querer a Dios es liberarse del egoísmo para ofrecerse como don a
los demás. El ayuno bíblico es imagen plástica del hombre indigente que se
abre a Dios y al hermano, nunca exigencia moral («do ut des»). Ayunar es
compartir el pan con el hambriento, dar trabajo al parado, conformarse con
ganar «algo menos» para que otros logren ganar, al menos, «algo», abrir,
aunque sea un poco, tu mente al razonar del otro... Ayunar es... practicar la
justicia y el amor.
84. Un buen comentario sería ver la película de Passolini: «EI Evangelio de
Mateo».
85. Con frecuencia se aplica el texto a María. En sentido recto, el dragón se
refiere al imperio romano que trata de devorar a la Iglesia, mujer encinta, a
punto de dar a luz a las nuevas criaturas, Ios cristianos.
86. Los judíos sólo admiten los libros del AT escritos en hebreo, según el
canon o norma de fe de los rabinos de Palestina (alr. del 90 d. C.), no en
griego: Judit, Tobías, 1-2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico, y los pasajes
griegos de Ester, Baruc y carta de Jeremías (estos dos últimos van unidos en
alguna edición) Los textos griegos del AT fueron admitidos por los judíos de
Alejandría, donde se tradujo por primera vez la Biblia al griego a partir del s. lIl
a. C (LXX); éstos se denominan deuterocanónicos por haber sido admitidos
como norma de fe en segundo lugar. El Concilio de Trento los tiene por
divinos, siguiendo la tradición alejandrina. Los cristianos aceptamos el AT y
NT: los católicos todos los libros, los protestantes los admitidos por el canon
judío del AT preferido también por Jerónimo (llaman apócrifos a los libros
deuterocanónicos, y «pseudoapócrifos», a nuestros apócrifos).
87. Cada libro se divide en capítulos y versículos. Estas divisiones no son
originales: los capítulos los introdujo, en 1226, E. Langton; en 1551, R.
Estienne atribuyó a cada frase un número (=versículo). Finalidad: facilitar la
búsqueda y hallazgo de una frase o cita. Todas las Biblias las han aceptado.
Hoy resultan necesarias, aunque no siempre sean ajustadas o acertadas (así
el cap. 1 de Génesis se extiende hasta el cap. 2,4a).
Para citar se usa la abreviatura del libro (aparecerán en la
presentación de cada uno. Para el Eclesiástico se usan Eclo y Sir; para el
Eclesiastés, Ecl y Qoh), seguida de dos números separados por una coma: el
1° indica el capitulo (=cap.), el 2°, el/los versiculo/s (=v/vs): vg. Gn 1,2: Génesis,
cap. 1, v. 2. Para citar diversos capítulos se separan con punto y coma (vg. Gn
4; 8;16: Gn, cap. 4, 8 y 16). Si los cap. llevan vs. se escriben separados por una
coma (vg. Gn 1,2; 3,4: Gn, cap. 1, v. 2; y cap. 3, v. 4). Si los cap. están
separados por un guión, la cita abarca todos esos cap. (vg. Gn 2-16: Gn, cap.
2; 3; 4; 5... hasta el 16 inclusive). Si se citan varios vs. seguidos, se separan
entre si por un guión (vg. Gn 1,2-4: Gn, cap. 1, vs. 2 al 4 inclusive). Si los vs. no
van seguidos, se separan con un punto (vg. Gn 1,2-4.8: Gn, cap. 1, vs. 2 al 4 y
8). La cita Gn 1,2s indica Génesis, cap 1, v. 2 y siguiente; Gn 1,2ss: Gn, cap. 1,
vs. 2 y siguientes. Para dividir un versículo se le añade una letra (a, b, c, d...),
vg. Gn 2,4a: Gn, cap 2, v. 4, 1a parte.
Salmos suele tener diversa numeración en hebreo y en griego-latín.
Ordinariamente se da la numeración griega-latina, y entre paréntesis la
hebrea.
Así, pues, tras el término «histórico», se esconden nociones muy
diversas: desde una concepción casi moderna de la Historia (2a parte de 2
Sm y 1-2 Re) hasta una interpretación casi folclórica de la misma (vg.
narraciones de Gedeón, Sansón..: historietas de mozos de pueblo o sagas de
héroes donde datos históricos se mezclan con otros fantasiosos y milagreros)
pasando por la así llamada «historia popular primitiva» (Gn 1-11) o la
interpretación teológica del libro de Crónicas...
88. Así, las que se refieren a los diversos tipos de sacrificio (Lv 1-7), las de
la pureza ritual y expiación: animales comestibles e inmundos,
contaminaciones y expiación (Lv 11-16)... Algún ejemplo:
«Si tu ofrenda es a la sartén, ésta será de flor de harina ázima
amasada con aceite. La migarás y le echarás encima aceite. Es una ofrenda»,
(Lv 2,5s).
«Si es un cordero lo que ofrece... Pondrá la mano sobre la cabeza
de la víctima y lo degollará ante la tienda del encuentro... Del sacrificio de
comunión ofrecerán en oblación al Señor la grasa, la cola entera cortada
desde la rabadilla, la grasa que envuelve las vísceras y sus gorduras, los
riñones... El sacerdote la dejará quemarse sobre el altar. Es comida en
oblación al Señor» (Lv 3,7-11).
«De los animales terrestres podéis comer todos los rumiantes,
bisulcos, de pezuña partida; se exceptúan sólo los siguientes: el camello, que
es rumiante, pero no tiene la pezuña partida..; el tejón..; la liebre...» (Lv
11,3-8).
«Cuando uno tenga una úlcera ya curada y se le produzca sobre la
úlcera una inflamación blanquecina o una mancha rojiza clara, se hará
examinar por el sacerdote... Si la mancha aparece hundida y el pelo se ha
vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro. Pero si...» (Lv 13,18-23).
89. Baste con citar la exigencia de virginidad sólo para la mujer que se casa.
Es una posesión más del marido y puede exigirla. Así, si uno se casa y
después la aborrece denunciando que no era virgen cuando cohabitó con ella,
puede ocurrir: a) que la denuncia sea falsa. En ese caso los padres de la
joven muestran a los ancianos de la ciudad las pruebas pertinentes de su
virginidad: la sábana. El marido no podrá despedirla sólo será multado. b)
«Pero si su denuncia era verdadera, si la joven no era virgen, la sacarán a la
puerta de la casa paterna y los hombres de la ciudad la apedrearán hasta que
muera...» (Dt 22,13-20).
90. En casuística criminal, todo se soluciona con la pena capital: «El que
hiere a su padre o a su madre, es reo de muerte. El que secuestra a un
hombre, para venderlo o retenerlo. es reo de muerte» (Ex 21,15s).
91. El texto es muy largo para citarlo, Puede leerse en una buena traducción.
Sólo explico su contenido.
92. ALONSO SCHÖKEL, L., La palabra inspirada. Herder, Barcelona 1966. A
las clásicas imágenes de «instru- mento, dictado y mensajero» de cualquier
Introducción a la Biblia para explicar la inspiración, este autor añade otra de
origen literario: «la del autor y sus personajes».
93. Los hebreos no tienen palabra para designar el «cosmos» griego, por
eso recurren a cielos y tierra (=todo io que se ve arriba y abajo).
94. Esta nueva creación nos hace olvidar la presente: «... Con la esperanza
de que esa humanidad se eman- ciparía de la esclavitud de la corrupción para
obtener la libertad gloriosa de los hijos de Dios» (Rm. 8,20s; cfr. Is 65,17;
66,22).
95. Cfr. Westermann. Cl.. Mille ans et un jour. Les Éditions du Cerf. París
1975, pgs 19ss.
......................
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y nueva versión del NT de Nueva Biblia Española. Excelente versión;
introducciones y notas abundantes, incorporadas en el texto en la última
reimpresión).
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