Lectura popular de la Biblia

Félix Eduardo Cisterna
cmf

 

LEER LA BIBLIA PARA LEER LA VIDA

Las comunidades cristianas nunca han considerado que la lectura bíblica sea un fin en sí misma. Ellas son conscientes que el texto bíblico se ofrece en orden a suscitar actitudes, comportamientos y acciones que traduzcan adecuadamente el designio de Dios sobre la vida y la historia de los hombres.

La lectura bíblica, por tanto, se inscribe en el marco de lo que se exige a la fe del pueblo o de la comunidad creyente en un determinado momento, en el hoy para responder adecuadamente a los desafíos de su realidad.

De esa forma la lectura bíblica se coloca en la misma dinámica que dio origen al texto bíblico. Este surgió de la vida de fe de un pueblo o comunidad del pasado que buscaba responder a su realidad que, respecto a nosotros, pertenece al tiempo ya acontecido.

Una lectura bíblica debe tomar en consideración esos cinco elementos que constituyen el marco donde brota una Palabra de Dios, capaz de expresar el designio salvífico divino para el presente.

Por tanto se deberán tener en cuenta tres ejes o coordenadas en la lectura, a saber:

  1. El eje comunidad <--> realidad de hoy en que se busca dar concreción al designio divino. Este eje, puede ser llamado el "contexto" de la lectura.

  2. El eje del "texto" entendido como un sistema de significación.

  3. El eje comunidad <--> realidad del pasado que fue la ocasión o el "pretexto" de la composición del texto bíblico.

La Palabra de Dios sólo puede surgir cuando todos los ejes mencionados ocupan su debido lugar. El olvido de cualquiera de ellos produce la distorsión de la lectura como puede verse claramente en ciertos tipos de lectura, que podemos caricaturizar del modo siguiente: 

El subjetivismo bíblico: El lector que lee el texto está tan inmerso en los problemas que lo acucian que éstos le impiden considerar de forma adecuada el significado del texto y la situación que le dio origen. Éstos sirven solo de ocasión para hablar de la problemática que preocupa en ese momento. El texto desaparece en los sentimientos, ideas, actitudes de los lectores. En la edad moderna esta actitud nace como reacción del "pietismo" contra un biblicismo exagerado, producido por la "sola Scriptura", y se prolonga en nuestros días en la lectura de "ciertos grupos carismáticos". 

Se trata por tanto de un exclusivismo del "contexto ".

 

Fundamentalismo bíblico. Para éste el texto es el único criterio válido para la lectura. A lo sumo, los lectores deben "copiar" en su vida el texto, abstrayéndolo de la propia situación o de las circunstancias que se viven.

Los lectores no tienen peso propio, a lo más se consideran como marionetas que adecuan su actuación al movimiento de las mancas divinas.

De esa forma el fundamentalismo coloca al hombre en una estrecha malla que lo aprisiona y que le impide la respuesta libre a las cambiantes circunstancias de la historia humana. Ejemplos de esta lectura, son la prohibición de la transfusión de sangre por parte de los Testigos de Jehová y, más allá del principio de igualdad fundamental de Gal 3,28: "ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer", la defensa del racismo, de la esclavitud o del machismo a lo largo de la historia.

Se trata entonces de un exclusivismo del "texto". 

El cientificismo bíblico. Se da, con frecuencia, en los grupos de "estudio bíblico" o de "exégesis científica" en que el interés de la lectura lo ocupa el conocimiento intelectual de las circunstancias que dieron origen al texto.

El muro del tiempo constituye una barrera insalvable entre los problemas del presente y la ocasión/pretexto que dio origen al texto. El texto es una palabra que responde a preocupaciones y problemas del pasado, colocados a una distancia inconmensurable de los que surgen en la situación presente.

Se trata, por tanto, de un exclusivismo de la ocasión/pretexto.

 

Subjetivismo bíblico y fundamentalismo acercan los lectores al texto de tal modo que hacen desaparecer a uno de los elementos esenciales de la lectura. En el subjetivismo desaparece el texto, en el fundamentalismo desaparece el lector. Pero en uno y otro caso desaparece la posibilidad de dialogo. Ambas lecturas pueden ser llamadas "populares" en cuanto se hacen "con" el pueblo. Sin embargo encierran a éste en una red de preceptos que lo esclavizan o lo confirman en sus actitudes. Ambos tipos de lectura no son "para", es decir no aportan el beneficio que debe producir en los lectores el contacto con el texto bíblico.

El cientificismo bíblico revela una actitud opuesta. Distingue adecuadamente al lector y al texto pero colocando una distancia insuperable entre ambos e impidiendo un diálogo auténtico. Señalando las diferencias entre las situaciones del texto y las condiciones del presente hace caer en la cuenta de ciertos aspectos transitorios de aquellas y, de esa forma, puede suministrar ciertos beneficios "para" liberar al lector de esquemas o universos de comprensión ya superados. Sin embargo, su insistencia en lo puramente intelectual convierte al texto en objeto de estudiosos, vedado a quienes carecen del aparato intelectual necesario para este tipo de comprensión.

 

EL RECORRIDO DE LA LECTURA

Buscando integrar adecuadamente contexto, texto y pretexto proponemos la siguiente metodología que incluye:

a. el desarrollo de la lectura grupal

b. la preparación de los animadores de esta lectura grupal.

 

Lectura grupal

Aunque la preparación es previa y es cronológicamente anterior, tratemos de describir primeramente los pasos de la lectura grupal. Dichos pasos se refieren sucesivamente a:

  1. el contexto

  2. el texto

  3. el pretexto

  4. la vuelta al contexto

El "contexto" suministra el marco de la lectura. Está al inicio y al final en orden a señalar y poner de relieve que, la lectura de la Biblia tiene como fundamento y coronación la comprensión de la vida del cristiano. En un primer momento el contexto busca determinar la situación de la comunidad frente a los desafíos de la realidad. Se trata de analizar en que situación nos encontramos.

Sólo después de analizada esta situación podemos dirigir nuestra mirada al texto bíblico buscando determinar "lo que dice" el texto bíblico, lo que llamamos el "texto". Leer, repetir representar, interrogarnos sobre el significado de los vocablos y su finalidad son momentos importantes para tomar el texto en su densidad. De esa forma podemos descubrir el TEMA del texto.

Luego será necesario considerar la situación que hizo necesaria la colocación del TEMA. Es el momento del "pretexto" o de la determinación de "lo que decía" el texto, de su intención. Describir la TENSION que daba razón y justificaba la propuesta de este mensaje.

El último paso, "vuelta al contexto", trata de conectar los elementos adquiridos precedentemente por medio de una doble pregunta:

 

Preparación de la lectura grupal

Para la preparación previa, los animadores deben partir de la lectura del texto procurando esclarecer su contenido (qué dice el texto) y el pretexto (qué decía el texto).

Respecto a lo primero se pueden ayudar del modo siguiente. Colocar en columnas:

 

PERSONAJES

QUÉ /QUÉ HACEN

OPOSICIONES

PRINCIPAL OPOSICIÓN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Llamamos PERSONAJES a toda persona o cosa a la que se atribuye algo o realiza una acción. Se trata del sujeto gramatical. En la parábola de Lc 15,11-32, entre otros, son "personajes": "Un hombre".

Siguiendo el esquema vemos que "es padre" y que realiza la acción de "repartir la herencia".

En la tercera columna se registran todas las oposiciones entre los distintos personajes o en un mismo personaje: 

 

Luego de esta tercera etapa se pasa a determinar lo que da razón de todas las oposiciones. Se trata de responder a la pregunta: dónde se debe colocar el acento o cuál es el tema subrayar. En Lc 15,11-31 se trata de las diversas actitudes de aceptación o rechazo significadas respectivamente en las actitudes del padre y del hermano mayor.

 

Concluido este recorrido se trata de comprender el ámbito histórico en que se inscribe el mensaje. Para ello se puede utilizar: 

  1. Notas, introducciones bíblicas y comentarios o bibliografía más amplia. En nuestro caso la "condición" de "publicanos y pecadores" y de "escribas y fariseos" en la época.

     

  2. Ayudarse también del método de cuatro lados, colocando la información del texto según cuatro dimensiones, a saber: política, religiosa, económica y social.

  

 

El texto refleja entonces una "tensión" frente a la sociedad de marginación exigiendo la aceptación de los marginados, incluso los "culpables". 

Desde esta determinación es posible preparar el desarrollo de la reunión grupal por medio de la confección de preguntas sobre el contexto y el texto.

Las preguntas sobre el contexto deberán atender a la forma y al contenido. En cuanto a la forma las preguntas deberán ser:

 

 

Llamamos preguntas cerradas a aquellas que sólo admiten un "si" o un "no" como respuesta. No nos sirven ese tipo de preguntas porque no dan la posibilidad de expresar la opinión o visión sobre la realidad que tiene el interpelado.

En cuanto al contenido, las preguntas deben dar una respuesta según tres tipos, los dos primeros más centrados en el texto en cuanto tal, el tercero abriendo el grupo hacia el compromiso:

 

 

No es necesario que estos tres tipos de preguntas estén presentes en todas las sesiones. 

Luego de la confección de las preguntas sobre la realidad, se deberán formular preguntas que hagan centrar la atención en el TEMA o punto central del texto y en la TENSION histórica a la que responde. A veces este último aspecto puede ser ofrecido bajo forma de información histórica. En todo caso, debe ayudar a la comprensión esencial del texto sin desviar la atención del punto de vista fundamental.

A esta altura podernos presentar sucesivamente el recorrido de la preparación

 

PREPARACIÓN DE LA LECTURA

1

2

3

4

Determinación de

personajes / Qué son y qué hacen /

Oposiciones / Tema

Descubrir las tensiones en la

situación histórica

Confeccionar

preguntas sobre la

realidad

Confeccionar

Preguntas sobre el texto

 

ENCUENTRO GRUPAL

1

2

3

4

Diálogo a partir de las preguntas acerca de la realidad

Lectura del texto

Diálogo a partir de las preguntas sobre el texto

Sacar las consecuencias para la vida:

Qué nos dice Dios a través del texto

Qué le decimos a Dios (compromiso y celebración)