LA MISION DE LA A.C.. ES LA MISION DEL APOSTOL
1.- OBJETIVO:
Asimilar la evangelización como la vocación primordial de la Iglesia, a la que como miembros de la Acción católica somos enviados para trabajar solidariamente, con la fuerza del Espíritu y así, tomar decididamente la insustituible función en la santificación de las estructuras temporales.
2.- REVISION DEL TRABAJO PERSONAL
Quienes participamos podemos comentar
nuestras experiencias sobre la tarea anterior.
3.- PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA
Voluntariamente responderemos con sinceridad a las siguientes preguntas.
a) ¿Qué imágenes vienen a tu mente cuando escuchas la palabra ‘Apóstol ‘ y la palabra ‘Misión’ ?
4.- DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA
Lectura compartida: cada quien leerá un párrafo.
Al final se harán los comentarios.
LA MISION DE LA ACCION CATOLICA ES LA MISION DEL APOSTOL.
“A NADIE LE ES LÍCITO PERMANCER OCIOSO”, cita la Exortación apostólica Christifideles Laici que nos dirigiera S.S. Juan Pablo II a los laicos sobre nuestra vocación y misión.
Este mensaje lo redactó para nosotros, laicos, el 30 de Diciembre de 1988. Han transcurrido ya 15 años
“PREDICACION INFATIGABLE”, cita la Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi redactado por S.S. Pablo VI acerca de la Evangelización del Mundo Contemporáneo.
Dirigido el 8 de Diciembre de 1975, pronto se cumplirán 30 años
Si nos atreviéramos a hacer un “recuento de daños“ pareciera que ignoramos por completo los mensajes.
Solo para ubicarnos en esta dolorosa realidad, vemos como,
- El número de bautizados que se han separado de nuestra Iglesia Católica ya sobrepasa cualquier cataclismo.
- La cantidad de sectas ha proliferado como una epidemia
- En todas las áreas del ser humano aparecen las huellas del cinismo y la ausencia de caridad.
¿Qué ha sido de nuestra ” Vocación y Misión en la Iglesia y en el mundo”? , ¿En dónde dejamos el ‘Esfuerzo orientado al anuncio del Evangelio’?
Sabemos y creemos, por la Sagrada Escritura, que Jesús, enviado del Padre a dar la Buena nueva a Israel, a los pobres y afligidos; deja esta tierra, envía a los apóstoles y los acredita con señales del Espíritu Santo
La Sagrada Escritura expresa la responsabilidad de cada miembro del Pueblo de Dios para que seamos instrumentos de unión y salvación.
‘Apóstol’ significa enviado y ‘Misión’ significa envío.
Cada bautizado es enviado por la Iglesia, como los Doce por Cristo y esta tarea misionera es obra común de los apóstoles y del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es el autor y agente principal de la evangelización.
El Espíritu anima al apóstol y esto es nuestro aliento pues nos afirma que no estamos solos en esta tarea, en este envío.
Anunciar la Buena Nueva, es anunciar el Evangelio, en boca de Jesús significa la llegada del Reino de Dios, en boca de los apóstoles significa la realización de las promesas de Dios a Israel.
Es la gracia del perdón y el don del Espíritu.
Como laico soy llamado a ser en el mundo testigo de la resurrección, de la vida del Señor Jesús y signo de Dios vivo.
Todos juntos y cada uno en particular hemos de alimentar al mundo con los frutos del Espíritu Santo y extender en él aquel espíritu que anima a los pobres, humildes y pacíficos, que el Señor proclamó bienaventurados en el Evangelio.
Por tanto, lo que el alma es en el cuerpo hemos de ser los cristianos en el mundo.
Evangelizar va mas allá del solamente anunciar el Evangelio, sino hacer que sea la Buena Nueva la que a uno lo libere en las circunstancias concretas en que vive, significa una sanación de toda la persona humana.
Es liberación de barreras sociales, renovación de toda la cultura y crítica radical del orden social.
Lleva en suma, a una madurez del juicio y de las relaciones con los demás.
Transforma todo según Cristo.
Cuando la predicación del Evangelio es acogida, trae consigo arrepentimiento y conversión. El hombre es capaz de reconocer la situación de pecado en que estaba y cree en el perdón que Dios le ofrece por Cristo, es una conversión del corazón, es una obra de Dios.
Es tiempo de recordar.
Leemos que el No. 70 de la Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi redactado por S.S. Pablo VI acerca de la Evangelización del Mundo Contemporáneo, nos dice:
“ Los seglares, cuya vocación específica los coloca en el corazón del mundo y a la guía de las más variadas tareas temporales, deben ejercer por lo mismo una forma singular de evangelización.
Su tarea primera e inmediata no es la institución y el desarrollo de la comunidad eclesial – esa es la función específica de los Pastores – sino el poner en práctica todas las posibilidades cristianas y evangélicas, escondidas pero a su vez ya presentes y activas en las cosas del mundo.
El campo propio de su actividad evangelizadora, es el mundo vasto y complejo de la política, de lo social, de la economía, y también de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida internacional, de los medios de comunicación de masas, así como otras realidades abiertas a la evangelización como el amor, la familia, la educación de los niños y los jóvenes, el trabajo profesional, el sufrimiento, etc.
Cuantos más seglares haya, impregnados del evangelio, responsables de estas realidades y claramente comprometidos en ellas, competentes para promoverlas y conscientes de que es necesario desplegar su plena capacidad cristiana, tantas veces oculta y asfixiada, tanto más estas realidades – sin perder o sacrificar nada de su coeficiente humano, al contrario, manifestando una dimensión trascendente frecuentemente desconocida – estarán al servicio de la edificación del Reino de Dios y por consiguiente de la salvación en Cristo Jesús. “
Si la misión de la Acción Católica es la misión del apóstol, mediante el testimonio de cada miembro de Acción Católica, de cada apóstol, Dios mismo es el que da testimonio.
Todavía falta en algunos militantes de Acción Católica un mayor compromiso efectivo, a causa de razones involuntarias como trabajo, estudio, hogar, pero a veces también por miedo a un mayor compromiso cristiano.
Miremos como lo hace S. Pablo, que encuentra el centro del Plan de Salvación en el Evangelio; y en la muerte y Resurrección de Jesús, una fuerza que va conquistando el mundo.
5.- ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS
Nos ponemos de pie.
Alguien lee el siguiente pasaje de la Sagrada Escritura.
“ Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión:
No tengas miedo, sigue hablando y no calles, pues en esta ciudad me he reservado un pueblo numeroso. Yo estoy contigo y nadie podrá hacerte daño”
(Hechos 18, 9-10)
6.- SILENCIO Y REFLEXION
Guardamos silencio para acoger la Palabra de Dios.
7.- CONFRONTAR NUESTRA REALIDAD PERSONAL
CON LA PALABRA DE DIOS
Todos podemos compartir nuestra reflexión en el
encuentro con la Palabra de Dios.
a) ¿Me dicen algo estas palabras que el Señor dirige a Pablo?
b) ¿ Podré esforzarme más, sin miedo, en mi misión?
c) Específicamente ¿cómo lo haré?
8.- ORACION COMUNITARIA
Haremos en voz alta – personal y voluntariamente –
la oración que Dios haga surgir en nuestro corazón.
9.- TAREA
Cuestionar mi desempeño como laico, miembro de la Acción Católica y tomando como referencia lo que he reflexionado hoy, analizarlo con sinceridad
10.- CANTO Y DESPEDIDA
sois la estrella que ha de alumbrar,
sois levadura, sois grano de sal,
antorcha que debe alumbrar.
II
Sois la mañana que vuelve a nacer,
sois espiga que empieza a granar,
sois aguijón y caricia a la vez
testigos que voy a enviar,
Coro:
ID AMIGOS POR EL MUNDO
ANUNCIANDO EL AMOR
MENSAJEROS DE LA VIDA, DE LA PAZ Y EL PERDON
SED AMIGOS, LOS TESTIGOS DE MI RESURRECCION
ID LLEVANDO MI PRESENCIA,
CON VOSOTROS ESTOY
Estrofas: III
Sois una llama que ha de encender
resplandores de fé y caridad
sois los pastores que han de guiar
al mundo por sendas de paz.
IV
Sois los amigos que quise escoger
sois palabra que intento gritar
sois Reino nuevo que empieza a engendrar
Justicia, Amor y Verdad.
Fuente
ACCION CATOLICA MEXICANA
JUNTA NACIONAL - COMISION DE ESTUDIO
TALLER PREPARATORIO PARA ASAMBLEAS