El hombre ha sido
creado como un ser en relación, proyección y realización. Nadie se puede
privar de la relación con otras personas, animales, cosas y la naturaleza en
general. El hombre no es un ser isla que puede mantenerse solitario al tiempo
y al espacio en el que vive, crece y se desarrolla. Ya que de cualquier otro
modo, no sería posible un crecimiento armónico y un desarrollo pleno, su vivir
sería una existencia vacía y sin sentido. Es por eso, que el hombre y la mujer
necesitan un mínimo de relación que le permita proyectarse como tal; es decir:
si es infante, como niño; si es un adolescente o joven, pues como tal; si es
adulto o anciano, pues como corresponde a su edad.
La Amistad pues, no tiene edad, sexo o condición social. Por eso, como valor
innato del ser humano de crecer y plenificarse en su relación y realización,
la amistad proyecta desde lo más íntimo del corazón y revela lo que es el
misterio de cada hombre y mujer, entre quienes se da espontáneamente una
auténtica relación de amistad. La amistad entendida así es un DON y un
MISTERIO, que no depende de un solo individuo, sino de ambos. La amistad pues,
no se inventa, no se forza, ni mucho menos se anda de ofrecida banalmente.
Desde este sentido la auténtica amistad que humaniza las relaciones
interpersonales, es la que sólo es posible entre los Seres Humanos,
independientemente de la edad, sexo o condición social. Sería ilógico y
deshumanizante querer sostener una amistad profunda con cualquier animal, al
que simpáticamente se le llama "mascota" (perro, gato, loro, pez, etc.), o
algún objeto o cosa, ya que el mínimo de relación amistosa por muy buena que
esta pareciera no llenaría los más grandes anhelos de la persona, como: el
diálogo, la confianza, el compartir mutuo, la comprensión, el consejo, el
apoyo moral, etc. Respecto al animal u objeto con quien se cree ser amigos. En
cambio, la amistad entre las personas surte el efecto y la satisfacción de
tener en cualquier momento crítico de la vida, siempre una mano amiga y un
hombro en quien descansar y sobrellevar las carga de la vida.
Es así, que cualquier animal, objeto o cosa por muy cercanos que sean para mí
siempre quedarían cortos ante tales anhelos propios de todo ser humano.
Comprender pues, que la amistad es un DON de Dios y un MISTERIO, que como tal
no se inventa, atreviéndome a sostener que ni aún así nace o se hace, como
muchas veces se cree que yo solo tendré un amigo (a) cuando me nazca tenerlo,
y a quien quiera ofrecerla o cuando desee hacerla o entrabarla la buscare
incansablemente, aunque tenga que agotar los recursos habidos y por haber en
la búsqueda de uno o varios amigos (as). Aquí es donde se encuentra la razón
por la cual sostengo que la amistad es un DON. Como DON la amistad es un
regalo que tiene su fuente y culmen en Dios, creador del hombre a su imagen y
semejanza (Gen. 1, 26) Sólo Dios Autor de todo el universo, modelo de toda
relación divina y humana, entre su Hijo Jesucristo y en comunión con el
Espíritu Santo (Jn. 1, 1-10). Es quien ofrece continuamente este regalo a todo
hombre y a toda mujer que se abre ¡cuál flor del campo! En gratitud a recibir
en su persona y en su corazón el DON de la amistad, consciente de su Autor y
Fuente. Por eso, la amistad como DON se AGRADECE, se CULTIVA y se COMPARTE.
1. SE AGRADECE: Porque ¿Quién es digno de una auténtica y profunda amistad?
Amigo solo uno, pues ese uno entre mil es como el número premiado ofrecido en
gratitud, que viene a mi encuentro y yo salgo a su encuentro.
2. SE CULTIVA: Es obvio que todo crecimiento requiere de un proceso, de aquí
la necesidad de cultivar la amistad a través del diálogo, la confianza, el
respeto mutuo, el cariño, el afecto mutuo, etc. Valores que requieren de una
cierta dosis constante de repuesta y entrega personal.
3. SE COMPARTE: La auténtica amistad siempre es abierta hacia los demás, nunca
se cierra en sí misma, debe ser como una cedula viva que, se alimenta en si
misma y alimenta a los demás, contagiando positivamente a los otros de valores
y promoviendo un ambiente sano y fraterno.
La amistad como MISTERIO debe entenderse a partir de su culmen. Si viene de
Dios es porque conduce a Dios. Nadie sabe a ciencia cierta el ¿CUÁNDO, CÓMO Y
DÓNDE? Se da exactamente la amistad.
. ¿Cuándo viene a mí como regalo?
. ¿Cómo hay que agradecerla y cultivarla?
. ¿Dónde hay que compartirla?
Por eso, la amistad es un MISTERIO, ya que no se limita al tiempo y al espacio
de la historia humana, sino que una auténtica amistad es capáz de romper estos
parámetros y fronteras geográficas llevando a las personas a trascenderse, más
allá de lo que son capaces, creando hombres y mujeres de toda raza, lengua,
pueblo y nación (Apoc. 5,9), aún así sea del credo que sea. Ahora podremos
comprender lo que dice un pensamiento anónimo: "Las distancias no deben
separar a los amigos, porque la amistad es el puente de Corazón a Corazón"
Comprender la amistad así, nos dará la certeza de poder construir un mundo de
justicia y de paz, una sociedad más humana en la que se promueva la dignidad
de las personas, NO a costa de intereses egoístas e indiferentes a los
intereses de los marginados, desposeídas y desprotegidos. Pedir al Autor de la
Vida y de la Amistad, que nos haga ser auténticos Amigos en Él y con Él, para
cooperar con su Hijo Jesucristo en la redención y salvación del mundo,
realizando desde nuestra vocación concreta a la que hemos sido llamados, y por
la cual hemos optado libre y conscientemente hasta el final de los tiempos,
esto si quesera garantizar una calidad humana y cristiana en nuestras
relaciones de Amistad con Dios y con los hombres de cada generación futura,
agradeciendo la pasad y viviendo la presente en plenitud de vida y amor.
AMIGOS PARA SIEMPRE
¡QUIEN TIENE A DIOS POR AMIGO LO TIENE TODO!