(basado en Teresa de Jesús) En todos tus trabajos a Dios acude; arrójate en sus brazos, nada te turbe. No temas, no, a las cruces, mira adelante; que Dios está contigo; nada te espante. Mira que el sufrimiento con Él es nada, y presto como el viento todo se pasa. Y aunque su ausencia sea porfiada y cruda, tú más en Él espera, que Él no se muda. Y si aún dura en su ausencia, ten más confianza; mira que la paciencia todo lo alcanza. Que si contigo tienes a Dios por gracia, no anheles ya más bienes: Que sólo Él basta.
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