EL AÑO LITÚRGICO
TIEMPO ORDINARIO
HIMNOS FERIALES
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

 

Himnos feriales para Vísperas


Miércoles


De un río de agua viva y creadora


En este himno evocamos la obra cotidiana de Jesús como entrega de la Palabra que el Padre le ha confiado. La Voluntad del Padre, la Palabra del Padre, era su alimento (Jn 4,34), y aquella ansia de fuego y sangre era lo que movilizaba su existencia (cf. Lc 12,49-50). La Palabra, que es viva y creadora, latía en su corazón.

Y él mismo, el Verbo de Dios, era la Palabra, oh Verbo que a nosotros descendías. Y esto era el pan de cada día que Jesús nos entregaba, Palabra de Dios comunicada en parábolas sencillas. Amablemente nos lo recuerda san Marcos: “Y les anunciaba la palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle” (Mc 4,33).

Y cada tarde, al tiempo del reposo, Jesús podía bendecir al Padre, porque había sembrado el Evangelio, y él nos aseguró “que el grano brota y crece” (Mc 4,27), por la fuerza pujante que Dios ha puesto dentro: la vida brotará con fuerte espiga.

Es lo que queremos contemplar en esta tarde. La cosecha de la semilla sembrada por Jesús ha llenado la tierra. Aquella siembra fue siembra bendecida.

Jesús Resucitado sigue comunicando el Evangelio. Bien Podemos decir: la Voz Viviente sigue predicando; esta voz es la voz de los testigos, también la nuestra: testigos tuyos llevan la Noticia. Misterio de la Iglesia que prolonga la Palabra del Señor.

El Espíritu de Jesús Resucitado nos asiste, porque el Espíritu Santo es el protagonista de la misión evangelizadora de la Iglesia (Redemptoris misio, III).


De un río de agua viva y creadora
tu corazón latía,
porque era tu alimento la Palabra,
la sangre que tu rostro enrojecía.

Palabra amor que tú nos entregabas,
el pan de cada día,
palabra de parábolas humildes,
oh Verbo, que a nosotros descendías.

Y cada tarde, al tiempo del reposo
al Padre bendecías:
sembrado está en el campo el Evangelio,
la vida brotará con fuerte espiga.

Acepta tu cosecha, Sembrador
de siembra bendecida;
la Voz Viviente sigue predicando,
testigos tuyos llevan la Noticia.

Jesús, divino Verbo, luz Poniente,
belleza sin mancilla,
bendito que sembraste el universo
con vida por tus labios esparcida. Amén.


Año 2001