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EL AÑO LITÚRGICO |
IV La Vida se ocultaba
La Liturgia de las Horas no tiene Completas de sábado, sino Completas de después de las I Vísperas del domingo. Ya ha empezado la celebración del día del Señor. Para este momento preciso está pensado este himno de Completas. Evocamos, pues, desde el principio el misterio pascual de Cristo, en el cual queremos sumergirnos en la celebración dominical. La Vida se ocultaba tras una muerte impía; la noche la guardaba y el sol la devolvía. Contemplamos a Cristo Luz, que según la fe de la Iglesia, y según lo profesamos en el Credo, es Luz de Luz. Esta es la Luz que esperamos para el día de Cristo. La Parusía de Cristo, ciertamente; mas ya con la alborada vendrá la Eucaristía. Eso va a ser el domingo, la Parusía de Jesús para la comunidad creyente. Ahora que vamos a dormir, pedimos a Jesús: la noche reposada nos lleve a tu alegría.
Así es, la noche sosegada nos va a
llevar suavemente a la celebración gozosa del domingo.
Este himno es para las Completas después de las I Vísperas
del Domingo.
La Vida se ocultaba
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