EL AÑO LITÚRGICO
TIEMPO ORDINARIO
HIMNOS DE COMPLETAS
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

 

 

IV

 La Vida se ocultaba

 

La Liturgia de las Horas no tiene Completas de sábado, sino Completas de después de las I Vísperas del domingo. Ya ha empezado la celebración del día del Señor. Para este momento preciso está pensado este himno de Completas.

Evocamos, pues, desde el principio el misterio pascual de Cristo, en el cual queremos sumergirnos en la celebración dominical. La Vida se ocultaba tras una muerte impía; la noche la guardaba y el sol la devolvía.

Contemplamos a Cristo Luz, que según la fe de la Iglesia, y según lo profesamos en el Credo, es Luz de Luz. Esta es la Luz que esperamos para el día de Cristo.

La Parusía de Cristo, ciertamente; mas ya con la alborada vendrá la Eucaristía. Eso va a ser el domingo, la Parusía de Jesús para la comunidad creyente.

Ahora que vamos a dormir, pedimos a Jesús: la noche reposada nos lleve a tu alegría.

Así es, la noche sosegada nos va a llevar suavemente a la celebración gozosa del domingo.
 

Este himno es para las Completas después de las I Vísperas del Domingo.
 

La Vida se ocultaba
tras una muerte impía;
la noche la guardaba
y el sol la devolvía.

Oh límpido lucero,
que brilla en lejanía,
cual Luz de Luz te espero
para el radiante día.

Pureza de tus fieles,
camino que nos guía,
con voces y laureles
será tu parusía.

Mas ya con la alborada
vendrá la Eucaristía;
la noche reposada
nos lleve a tu alegría.

Que viva y reine el Santo,
que muerto en cruz vencía,
y escuche en nuestro canto,
su gozo y melodía. Amén.


Belén, septiembre 1984.

RUFINO MARÍA GRÁNDEZ (letra) – FIDEL AIZPURÚA (música), capuchinos, Himnario de las Horas. Editorial Regina, Barcelona 1990. pp. 154-156.