EL EVANGELIO DE HOY
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

 

  


Domingo
XXXIV ciclo C

Himno a Jesucristo Rey del Universo
(Ciclos A-B-C)

Divino Rey del reino del amor



Hay varios modos de construir hipotéticamente una sociedad y un estado:

 

1) Una sociedad sin ningún Dios, bajo la mera soberanía del Hombre, consensuada desde la Filosofía que se pueda, relegando las múltiples religiones al ámbito privado (tendencia dominante hoy en España y Europa).

 

2) Una sociedad bajo la soberanía de un Dios o de muchos dioses (que ha sido milenariamente la tendencia de la humanidad).


3) Una sociedad bajo la soberanía de Cristo (Ortodoxia, Cristianismo, Catolicismo…), “ordenando”… este tipo de ciudadanía como forma de convivencia social, pública.
Todo ello, según se deja entender, con varios matices.


Y hay múltiples modo de construir mi vida: sin Dios, con Dios, y específicamente con Cristo, dando acogida a Cristo en mí y haciendo que él, mi origen y mi fin, sea mi presente: mi respiración, mi amor, mi proyección en familia y respetuosamente en todos los ámbitos de mi actuación. En suma, por gracia, me siento cristiano en la raíz, en el tuétano, y prescindir de ello sería traición a mí mismo. A nadie podemos imponer nuestra fe, pero, como persona y ciudadano, nadie me puede impedir da testimonio público de mi fe.

 

Desde esta perspectiva cantamos a Cristo.



Divino Rey del reino del amor,
tú alzas corazones, tú fascinas,
y tú doblegas, suave, voluntades,
rendidamente en ti, Jesús, prendidas.

En medio de la tierra, tú eres fuego,
brasero en el altar que al cielo mira;
viniste a preparar un holocausto
y ardiendo está el amor con que calcinas.

No buscas un imperio de grandezas
ni por decreto o leyes tú dominas,
tú reinas desde dentro, donde nadie,
a nadie ser y vida sacrifica.

Tú eres Rey, mi único Señor,
y allí donde camine tú caminas,
tu paz divina a todos irradiando,
creando un mundo nuevo, una familia.

Mi casa es tu reinado y mi trabajo,
y yo te quiero dar ciudadanía,
que nadie como tú al mundo ama,
eternamente amigo de la vida.

¡Oh Cristo, flor en labios de amadores,
Palabra siempre nuestra, ardiente y viva,
la luz fontal de Dios es toda tuya,
derrámala en la tierra, reina y brilla! Amén.


Puebla, 14 noviembre 2010

 

Véase también:
Alzado en cruz de amor Jesús es Rey
¡Qué hermoso el Rey en la campaña!
Quiso el amor cantar un canto nuevo