EL EVANGELIO DE HOY
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

 

  


Domingo
XXXII ciclo C

Lc 20,27-38

 

Será el poder sin ribera
(Canto de comunión)


La eterna cuestión de la inmortalidad resuena en el Evangelio. Mas la inmortalidad no existe si el cuerpo no es incorporado a ella. Negarle al cuerpo el cielo, es negarle sus existencia en la tierra. El ser es un uno, y yo – mi nombre amparado bajo el nombre divino – he nacido para la vida: vivir sin muerte, vivir sin posibilidad de morir, que si tal posibilidad hubiera, la vida, envenenada en su raíz, no sería vida.

Jesús, cuando le preguntan para tentarle cómo puede ser la vida inmortal, hunde su mirada en la vida, que está inspirada por el poder de Dios, y canta la vida hasta el fondo. Si la vida no es resurrección, sería vida mutilada, indigna de Dios Creador. ¡He nacido para la inmortalidad! Cantemos la vida, y que la vida llene hoy también el universo antesala de la eternidad, reverbero de Dios Trinidad.

¡Qué dulce es el amor con esta perspectiva!


Estribillo
Será el poder sin ribera,
el amor y la alabanza:
¡oh, qué divina esperanza
la gloria que nos espera!

Estrofas
1. Anhelos del corazón
que busca inmortalidad,
la belleza, la bondad:
será la resurrección.
Y este cuerpo que parece
que va a perder el combate
tendrá un glorioso remate
en Cristo que lo ennoblece.

2. Será concordia y festín,
paz augusta siempre nueva,
que no cansa, que no ciega
creación total sin fin.
Será colmado deseo,
será infinita sorpresa,
el cielo será la mesa
del corazón a volteo.

3. Será la toda dulzura,
la que tiene que existir,
que nadie sabe decir
mientras la vida perdura.
Y será la plenitud
del ser medido por Dios,
pues uno serán los dos,
mi Dios y mi finitud.

4. Y ahora en el sacramento,
el cielo comienza ya,
que el cielo real está
donde Dios es alimento.
Yo me acerco estremecido,
con el alma descalzada,
y siento en una lazada
que su pecho se hace nido.

5. Me entrego para adorar
a Jesús, mi Dios conmigo;
no necesito testigo
en este sublime hogar.
Abrazo de comunión
que Dios mismo se ha inventado,
aquí estoy eternizado,
que contigo soy fusión. Amén.


Puebla, 4 noviembre 2010