EL EVANGELIO DE HOY
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Nuestro amado Padre Benedicto XVI meditaba ante los obispos de Portugal, en su reciente visita apostólica (mayo 2010), sobre la situación de la Iglesia hoy y se desahogaba: “Alguno podría decir: «La Iglesia tiene necesidad de grandes corrientes, movimientos y testimonios de santidad..., pero no los hay». A este respecto, os confieso la agradable sorpresa que he tenido al encontrarme con los movimientos y las nuevas comunidades eclesiales. Al observarlos, he tenido la alegría y la gracia de ver cómo, en un momento de fatiga de la Iglesia, en un momento en que se hablaba de «invierno de la Iglesia», el Espíritu Santo creaba una nueva primavera, despertando en jóvenes y adultos la alegría de ser cristianos, de vivir en la Iglesia, que es el Cuerpo vivo de Cristo. Gracias a los carismas, la radicalidad del Evangelio, el contenido objetivo de la fe, la corriente viva de su tradición se comunican de manera persuasiva y son acogidos como experiencia personal, como adhesión libre a todo lo que encierra el misterio de Cristo”.(Encuentro con los obispos de Portugal discurso del Santo Padre Benedicto XVI - Jueves 13 de Mayo de 2010). Y hace unos días, en la primeras Vísperas de San Pedro y San Pablo, nos lanzaba a la nueva evangelización de países que fueron entrañablemente cristianos y hoy se ven arrasados por el secularismo, y tal es la situación de mi Patria, España: “Recogiendo esta herencia (la nueva evangelización, lanzada pro Juan Pablo II), pude afirmar, al inicio de mi ministerio petrino, que la Iglesia es joven, abierta al futuro. Y lo repito hoy, cerca del sepulcro de san Pablo: la Iglesia es en el mundo una inmensa fuerza renovadora, no ciertamente por sus fuerzas, sino por la fuerza del Evangelio, en el que sopla el Espíritu Santo de Dios, el Dios Creador y Redentor del mundo” (San Pablo Extramuros, 28 junio 2010). “…En esta perspectiva, he decidido crear un nuevo Organismo, en la forma de “Consejo Pontificio”, con la tarea principal de promover una renovada evangelización en los países donde ya resonó el primer anuncio de la fe y están presentes Iglesias de antigua fundación, pero que están viviendo una progresiva secularización de la sociedad y una especie de “eclipse del sentido de Dios”, que constituyen un desafío a encontrar los medios adecuados para volver a proponer la perenne verdad del Evangelio de Cristo” (En la misma homilía). Gracias, Santo Padre. ¡Aquí estamos!
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