EL EVANGELIO DE HOY
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

 

  


Domingo
II ciclo C
Jn 2,1-11


La copa de dulce vino
(Cántico de comunión)


Caná de Galilea es una escena espiritual, inicio y paradigma de la vida pública de Jesús. En el fondo, las nupcias de Jesús con su santa Iglesia. Es una escena sacramento, escena mística.

La vivimos en la Eucaristía no solamente como escucha de revelación, sino como comunión eucarística de amor.

En la tradición rabínica se dice que Dios, al crear el mundo, guardó consigo algunas cosas para la hora del Mesías. Dios guardó un vino para su Mesías. Acaso san Juan aluda a esta tradición, que podría proceder de tiempos arcaicos.

En todo caso, el vino que da Jesús es el vino nuevo de la nueva Alianza. Su comunidad y esposa es la Iglesia, y el encuentro que inicia la escatología es la santa comunión.

¡Vayamos a este banquete nupcial!

¡Vayamos a esta teofanía, la tercera teofanía, que forma trinidad con la teofanía a los Magos, y con la teofanía en el Bautismo!


La copa de dulce vino
de Caná de Galilea
mi alma de ti desea,
Jesús, esposo divino.

Ese era el vino guardado
para las Bodas del Hijo,
la copa del regocijo
que inaugura su reinado.

Era el vino del inicio
que Dios consigo tenía
y ahora en la Eucaristía
es sangre del sacrificio.

La copa de dulce vino
de Caná de Galilea
mi alma de ti desea,
Jesús, esposo divino.

No era tu Hora, decías,
pues era apenas comenzar,
mas la Madre hizo actuar:
¡Es la hora del Mesías!

Madre amada, profetisa,
que ves donde no se ve,
Jesús acepta tu fe,
y obra en su Hora inidivisa

La copa de dulce vino
de Caná de Galilea
mi alma de ti desea,
Jesús, esposo divino.

Este signo es la primicia
de los que vienen después:
Jesús nos da lo que es,
que es don del Padre y delicia.

Y así nos mostró su gloria
a nuestros ojos creyentes,
bella lumbre de videntes
al comienzo de su historia.

La copa de dulce vino
de Caná de Galilea
mi alma de ti desea,
Jesús, esposo divino.

La Eucaristía es Caná
y Jesús Esposo santo;
yo me cobijo en tu manto,
mi Jesús, mi Berajá
1.

De este momento hasta el cielo
no hay más paso que la espera,
que ya tengo aquí a mi vera
quien es eterno consuelo.

La copa de dulce vino
de Caná de Galilea
mi alma de ti desea,
Jesús, esposo divino.

Tercera Teofanía,
tras los Magos y el Bautismo,
muy adentro de mí mismo
ya tengo cuanto quería.

Yo te amo, yo te adoro,
y te digo ¡Jesús mío!,
mi vida entera la fío
a ti, y a ti me incorporo. Amén.

La copa de dulce vino
de Caná de Galilea
mi alma de ti desea,
Jesús, esposo divino.


1. Berajá es una palabra hebrea que significa “bendición”. Para el cristiano la Berajá por excelencia es la Eucaristía.

Puebla, 11 enero 2010.