Domingo
XXVII,
ciclo A
Mt 21,33-43
Jesús, manjar y vino de alegría
Canción para la Comunión
Si la parábola está hablando de Jesús..., parábola por él pensada, por
él lanzada, esta autobiografía nos resulta del todo dramática. La
historia de Jesús comienza donde Dios comienza. La historia de Jesús de
lejos va viniendo..., va viniendo...; atraviesa los Profetas..., y ahora
va a desembocar fuera de la viña.
Pero Jesús es triunfo, porque él cuenta con la peana de
nuestro amor. Su Iglesia es su triunfo. Y desde ahí cantamos al Señor.
Desde ahí reconvertimos la Canción del amado de Isaías. “Mi amigo tenía
una viña en un fértil collado” (Is 5,1). Sí la tiene.
Su viña es su santa Iglesia. Y en medio de ella, la Eucaristía. Cantemos
Estribillo
Jesús, manjar y vino de alegría
Jesús Resucitado,
amor viviente y santa Eucaristía.
Estrofas
1. Y fuera de la viña lo mataron,
¡Jesús, perdón por ellos!
malvados viñadores que eso hicieron,
y de sangre sus túnicas tiñeron.
2. El canto del amor cantar yo quiero,
Jesús, si me permites,
decirte que tú tienes una viña,
por ti plantada, Iglesia bendecida.
3. Y en esta viña tienes un lagar,
Jesús, de sangre tuya,
divina Eucaristía que nos sacia
pues llena el corazón de toda gracia.
4. Por eso entre los hijos de los hombres,
Jesús, ninguno nunca,
ha sido ni será el más amado,
amor del Padre, ahora comulgado.
5. Recibe este homenaje, amado mío,
Jesús, mi don entero,
y a estos viñadores de tu herencia
regálales la paz de tu presencia.
6. ¡Cantar de mis cantares, Jesucristo,
a ti, cantar purísimo,
cantar que el santo Espíritu alimenta,
todo su amor la Iglesia te presenta!
Puebla de los Ángeles, 28 septiembre 2011.
|