Domingo
XXVI,
ciclo A
Mt 21, 28-32
Dos hijos había
Canción espiritual para vivir en verdad
Dos hijos había, el bueno y el malo (Mt 21, 28-32), pero nos quedamos
con el malo..., porque al fin, el vivió en la verdad. Fue un descarado
con su padre, se arrepintió, y, al fin, fue obediente. Arrepentido vivió
en la verdad.
Quisiéramos vivir en verdad, porque la verdad es siempre
más hermosa que la mentira, aunque fuera la verdad de nuestros
pecados...
Estribillo
Dos hijos había:
el bueno y el malo;
el bueno con halo,
mas no obedecía
Estrofas
1. Bonita apariencia,
corteses modales,
mas no son señales
de buena conciencia.
Que no es el que dice:
Jesús mi Señor,
sino el pecador.
¡perdón, mal lo hice!
2. No hay cosa más bella
que andar en verdad,
tomar la humildad
por guía y estrella.
Y ser el que soy
por dentro y por fuera,
y al ver mi manera
sabrán dónde voy.
3. Que al verme la cara
contemplen ni alma,
mi pena o mi calma
como en agua clara.
Yo busco anhelante
al Dios que está ahí;
si vienes a mí
no te desencante.
4. Que el sí sea sí,
por gracia y muy firme
y al punto de irme...,
diré: lo cumplí.
Que el no sea no
muy claro y valiente,
y diga obediente:
Jesús me ayudó.
5. Jesús, en tus manos,
la vida es verdad,
la sinceridad
fulgor de cristianos.
Tu rostro piadoso
me abra el paraíso,
que ya lo diviso,
misericordioso.
Puebla, 20 septiembre 2011
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