Domingo 31 ciclo B
(Este año suplantado por
Todos los Santos)
Mc 12,28-34
Los caminos del amor
He aquí un judío, docto y sincero, que busca el Reino de Dios. Jesús, el
Señor, nos admira, pero también el judío recibe toda nuestra simpatía.
“Acercóse uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había
respondido muy bien, le preguntó: « ¿Cuál es el primero de todos los
mandamientos? » Jesús le contestó: « El primero es: Escucha, Israel: El
Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con
todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus
fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe
otro mandamiento mayor que éstos. »
Le dijo el escriba: « Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que El es
único y que no hay otro fuera de El, y amarle con todo el corazón, con
toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si
mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.
» Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: « No
estás lejos del Reino de Dios. » Y nadie más se atrevía ya a hacerle
preguntas”.
Tomemos una palabra del relato: el amor. El amor es el tema de nuestras
búsqueda humana en todas las altitudes; es el tema de las camiones de los
jóvenes…; es el tema de mi callada historia que Dios y yo conocemos. San
Agustín, recordando su juventud a la deriva, escribió: amare et amari.
¡Amar y ser amado! Pensando en la década de sus setenta años habría
escrito lo mismo… pero en otro sentido, y quizás al revés: amari et amare.
Los caminos del amor
¿quién los conoce, Señor?
Nacimos con sed de amor,
que nadie puede apagar;
mi vocación es amar,
mas ser amado es mejor.
Porque nadie amar podría
si primero no ha sentido
que otro amor ha precedido
al amor que apetecía.
Los caminos del amor
¿quién los conoce, Señor?
El amor es la conquista
de mi Dios Conquistador,
que si Dios es Amador
¿quién habrá que se resista?
De siempre, de eternidad,
Dios Amor iba pensando,
y pensar es ser amando,
que el amor es la verdad.
Los caminos del amor
¿quién los conoce, Señor?
El principal mandamiento,
¿cuál es, egregio Maestro,
en este camino nuestro
que busca el fuego y el viento?
Nuestro Dios del Sinaí
que nos dio tal privilegio
¿qué quiere de un pueblo regio,
escogido para sí?
Los caminos del amor
¿quién los conoce, Señor?
Dios es amor y amor quiere:
¿no entendéis su corazón?,
¿es que pide otra oblación
aquel que de amor se muere?
Dios es amor por esencia,
y, al crear, amor respira
y lo demás es mentira,
fuera de su complacencia.
Los caminos del amor
¿quién los conoce, Señor?
Bien has hablado, Rabbí,
no inferior a los Profetas,
y ya mi conciencia aquietas,
que también lo pienso así.
¿Qué me importa el sacrificio,
grasa y sangre de animales,
si dentro quedan los males
del pecado en rebullicio?
Los caminos del amor
¿quién los conoce, Señor?
El mundo es simple y divino,
y lo hicimos complicado,
que todo lo hemos dañado
desde el primer desatino.
No vale añadir preceptos
sino saber dónde está
el don que el Padre nos da
para ser a Él aceptos.
Los caminos del amor
¿quién los conoce, Señor?
Amor es la vera vía,
amor a Dios y al hermano,
aquel amor humanado
que en Jesús resplandecía.
Y es el amor que yo ansío…;
caminos me enseñarás,
porque el amor, nada más,
será, Jesús, mi atavío.
30 octubre 2009
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