EL EVANGELIO DE HOY
Domingo 22º - Ciclo B

P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

 

  

Pureza del corazón

(Mc 7,1-23)

Cántico de comunión

 

Si yo tuviera un corazón humilde, pobre y sencillo… sería el hombre más feliz de la tierra: sería un “corazón puro”, sería morada de Dios… y ¡solo Dios basta! Claro que esto es también verdad en mí…, pero uno quisiera más, más…

A modo de ejemplo, he aquí las doce palabras que emplea el Evangelio para decir qué es un corazón puro, un corazón que está libre de estas inmundicias: “fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez” (Mc 7,21-22). Estos son los limpios de corazón que verán a Dios.

Esa es la pureza que Jesús predica. Él lo sabe perfectamente porque su corazón es puro.

Los buscadores de Dios han anhelado esa pureza integral. “Quienes buscan la verdad tienen que ser más humildes que el polvo. El mundo aplasta el polvo bajo sus pies, pero los buscadores de la verdad tienen que ser tan humildes que hasta el polvo pueda aplastarlos. Sólo entonces, y a partir de entonces, obtendrán un vislumbre de la verdad” (Gandhi, en la Introducción a su Autobiografía).

 

Estribillo

Pureza de corazón
para ser digna morada
de la Palabra Encarnada
que viene en la Comunión.

 

Estrofas


1. Tus ojos son mi pureza
cuando traspasan mi alma
y dejan en mi brillando
el brillo de tu mirada.
¡Cristo, reflejo del Padre,
y luz sin ninguna mancha!
 

2. Pureza que es sencillez
la que a Jesús agradaba,
sin pliegues y sin repliegues,
alma tersa, tierra franca.
¡Jesús, candor de sencillos,
hazme como el agua clara!


3. Pureza que es la verdad
o la humildad ataviada,
que es la divina hermosura
en la condición humana.
¡Jesús, mi Dios sin engaño,
hazme verdad sustanciada!


4. Pureza de Eucaristía,
la Hostia de harina blanca,
Cordero que nos lavaste
con tu sangre inmaculada.
¡Vísteme de blanca túnica
para cantarte en la patria! Amén

 

Agosto 2009