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“…Desde ahora acepto con alegría, y con absoluta sumisión a su santa voluntad, la muerte que Dios ha preparado para mí. Pido al Señor que acepte mi vida y también mi muerte en honor y gloria suyas; por todas las intenciones del Sagrado Corazón de Jesús y de María; por la Santa Iglesia y, especialmente, por el mantenimiento, santificación y perfección de nuestra Santa Orden, en particular los conventos Carmelitas de Colonia y Echt; en expiación por la falta de fe del pueblo judío y para que el Señor sea acogido por los suyos; para que venga a nosotros su Reino de Gloria, por la salvación de Alemania y la paz en el mundo. Finalmente, por todos mis seres queridos, vivos y muertos, y todos aquellos que Dios me dio. Que ninguno de ellos tome el camino de la perdición”. (Viernes de la Octava de Corpus Christi, 9 de junio de 1939, en el séptimo día de mis ejercicios). * * * ¿Quién era Edith Stein? Una mujer del todo singular cuya vida tiene una trayectoria fascinante. Edith Stein nació el día del Yom Kippur, el Gran Día de la Expiación, la mayor fiesta hebrea, en Breslau, Alemania, el 12 de octubre de 1891, en el seno de una familia hebrea, la menor de 11 hijos. De joven perdió la fe: "Con plena conciencia y por libre elección dejé de rezar". Obtuvo el doctorado en Filosofía con el filósofo Edmund Husserl, “summa cum laude” en Friburgo en Brisgovia, con una tesis "Sobre el problema de la empatía ". La discípula llegó a ser Asistente del profesor. De una tenacidad diamantina, que mantuvo toda la vida, buscó apasionadamente la verdad y la encontró en San Teresa de Jesús, leyendo de un tirón, toda una noche, la Vida de la Santa: "Cuando cerré el libro, me dije: esta es la verdad".
Recibió el bautismo el 1 de enero de 1922.
Era el día de la Circuncisión del Señor, la acogida de Jesús en la estirpe
de Abraham. "Había dejado de practicar mi religión hebrea y me sentía
nuevamente hebrea solamente tras mi retorno a Dios".
Sus guías espirituales le orientaban a la
vida intelectual como testimonio cristiano, frenando su deseo de una vida
en clausura. Al fin pudo cumplir su gran deseo. En 1933 entra en el Carmelo de Colonia. Un supremo dolor es su madre, con la que no puede compartir su fe en Cristo. "¿Por qué la has conocido (la fe cristiana)? No quiero decir nada contra Él. Habrá sido un hombre bueno. Pero ¿por qué se ha hecho Dios? ". Desde el Carmelo escribirá cada semana a su madre…, pero sin respuesta. Más tarde su hermana Rosa abrazaría la fe cristiana, y con ella iría al horno crematorio. Por la persecución a los judíos hubo de pasar a un Carmelo de Holanda (Echt). El 2 de agosto la Gestapo la detuvo. También a su hermana Rosa. "Ven, vayamos, por nuestro pueblo", le dijo a su hermana. Tenía 51 años. Unos días después, morían, con muchos otros de su pueblo judío, en los hornos crematorios del campo de concentración de Auschwitz el 9 de agosto de 1942. Fue beatificada por Juan Pablo II en Colonia, el 1 de mayo de 1987. Fue canonizada el 11 de octubre de 1998 y proclamada Patrona de Europa el 1 de octubre de 1999. La “Opera omnia” de Edith Stein, en alemán y en curso de publicación, son 26 volúmenes: Escritos biográficos (vol. 1-4); Escritos filosóficos (5-12); Escritos de Antropología y Pedagogía (13-16); Escritos de Mística y Espiritualidad (17-20); Traducciones (21-26). El himno quiere resaltar el perfil judío de nuestra hija de Israel. Si aludimos, pro ejemplo, a la reina Ester es por lo que escribió la carmelita: "Pienso continuamente en la reina Ester, que fue sacada de su pueblo para dar cuenta ante el rey. Yo soy una pequeña y débil Ester, pero el Rey que me ha elegido es infinitamente grande y misericordioso. Esto es un gran consuelo " (31.10.1938).
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