P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

FLOS SANCTORUM



27 de mayo

BEATO JOSÉ TOUS Y SOLER


José Tous y Soler nació el 31 de marzo de 1811, noveno de once hermanos, en el seno de una familia arraigada en la fe, en Igualada. Muy joven inicia su camino franciscano en el convento capuchino de Santa Madrona, profesando como Fray José de Igualada. Es ordenado sacerdote (1834) y a los pocos meses, en la desamortización de 1835, él, como sus compañeros, padece la cárcel transitoria y el destierro. Estas circunstancias le llevan a Francia e Italia, y recala en Toulouse, dedicado durante siete años a los humildes servicios sacerdotales.

Vuelve a España en 1843, y, no pudiendo vestir el hábito capuchino y practicar la vida conventual, vive en su familia, incardinado a una parroquia. Viendo la gran necesidad de educación de la infancia y juventud, inicia con tres jóvenes – Isabel, Marta y María – un instituto para la educación cristiana, que recibirá el nombre de Hermanas Capuchinas de la Divina Pastora (hoy, Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor), inspirado en el ideal evangélico de san Francisco, según la tradición capuchina, y de santa Clara, instituto que se ha expandido en varios países.

Murió de un infarto en el momento en que en una casa de la congregación, celebrando la santa Misa, cuando en el Canon pronunciaba el Memento de los vivos.

Fue beatificado hace un mes en Barcelona, el 25 de abril de 2010, presidiendo la celebración el Cardenal Tarsicio Bertone.


La gracia capuchina ha florecido
en un hermano nuestro, vivo ejemplo,
José Tous y Soler, beato en Cristo,
de hermanas y de hermanos, luz y empeño.

La Iglesia padecía recia lucha,
pagada con la cárcel y el destierro,
y un pobre capuchino en el exilio
aquí y allí fue humilde misionero.

Volvió a la patria, Cristo lo llamaba,
cual Buen Pastor, al pastoreo:
y al lado de la Madre en el Calvario,
nacía una familia y un anhelo.

Mirando unidos a Francisco y Clara,
buscaba el fundador el Evangelio,
y en oración y paz surgía, humilde,
la Hermana Capuchina para el pueblo.

La “Fe y Confianza en Dios” su guía era,
la clave de su obra, su secreto:
¡oh Padre de Jesús, oh Padre bueno,
sea tu Voluntad mi fiel sendero!

Murió junto al altar diciendo Misa,
caído al Ofertorio y al Memento;
latió su corazón con el de Cristo,
y Dios los hizo un solo ofrecimiento.

¡Honor al Buen Pastor de su rebaño,
que por la Madre sigue bendiciendo:
el río de tu amor inunde el mundo,
y todos lo vivamos y anunciemos! Amén.


Barcelona, en la Beatificación del P. José Tous y Soler, en el Domingo IV de Pascua, Domingo del Buen Pastor, 25 abril 2010.