EL AÑO LITÚRGICO
HIMNOS PASCUALES

P. Rufino María Grández, ofmcap.


 

I. Himnos múltiples para el tiempo pascual



Vence, Creador invicto


Este himno es una aclamación, un augurio a Cristo: Vence. Todas las estrofas (versos de ocho con terminación de diez, desprendiéndose de la asonancia o consonancia) no quieren ser otra cosa sino repetición del augurio.

“En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: Yo he vencido al mundo” (Jn 16,33). Y los cristianos, en sus inscripciones y en sus palabras, desde el principio hasta hoy han aclamado y seguiremos aclamando a Cristo: “¡Vence!”. En griego este imperativo de triunfo y confesión dice: Nika, palabras que encontramos en las inscripciones cristianas y que la Iglesia griega sigue utilizando hasta nuestros días.

Le aclamamos, le cantamos, le felicitamos a Cristo: Vence, vive, sé quién eres, goza, fulge; lumbre para siempre a ti. Lo demás…, palabras que explayen el corazón en la grandeza de Cristo, que recuerden su vida y que afirmen nuestra esperanza.

Esto es el himno, que puede cantarse en Laudes, en Vísperas, y también al finalizar el día con Completas.


Vence, Creador invicto,
que en tu pensamiento llevas
al primer formado Adán
y al postrer humano de la historia.

Vive para siempre, Vida,
¡oh belleza en alma y cuerpo!,
que eres el perfecto amor,
senda sin error de caminantes.

Sé quién eres, Hijo eterno,
hombre entero de los hombres,
Hijo experto de dolores,
Dios de Dios, Señor que fuiste siervo.

Goza, fulge en tu hermosura,
ebrio ya de toda dicha,
tú que bebiste mi copa,
cáliz de mi crimen y amargura.

Lumbre para siempre a ti,
fuego en el seno divino,
oh Jesús, dulce victoria,
Bienamado al Padre retornado. Amén.


Rufino María GRÁNDEZ (letra) – Fidel AIZPURÚA (música), capuchinos. Himnos para el Señor. Editorial Regina 1983. Pp. 155-157.