EL AÑO LITÚRGICO
HIMNOS PASCUALES

P. Rufino María Grández, ofmcap.


 

I. Himnos múltiples para el tiempo pascual



El amor y la muerte han combatido


¿Quién podrá cantarle como se lo merece? Jesús, Señor, no lleves a mal que nosotros te cantemos, que ya sabemos, sí, que eres más hermoso que la hermosura de nuestras palabras y melodías... Más si te cantamos es porque, por ti, nos ha tocado en suerte una infinita partecita de tu hermosura.

He aquí, una vez más, un canto al Hermoso, a ese cuerpo que resucitado fue el amor vencedor. Que el amor es más fuerte que 1a muerte y le vence a 1a muerte, ya lo dijo el Cantar Divino (Ct 8,6) y lo han dicho todos los amantes locos y verdaderos. Pero esto hasta e1 presente solo se ha visto cumplido de modo acabado en Jesús. Ahí está su cuerpo perfecto, ahí está la Eucaristía, ahí está 1a gracia santificante. ¿No lo veis?

Oh Jesús, desvela tu rostro, porque tú estás con nosotros, realmente estás. Descubre tu cabeza de Rey invicto, porque muriendo en 1a Cruz eras nuestro Rey invicto.

¡Oh Jesús, amor y hermosura, a ti te cantamos!


El amor y la muerte
han combatido,
y la muerte al amor
no le ha podido.
Fue el amor lo primero
que el Padre quiso.

¡Ah!, qué cuerpo perfecto
- tacto divino - ;
con los labios y boca
yo lo he comido,
y esa sangre encendida
yo la he bebido.

La corona de espinas
la frente ha herido,
y de perlas preciosas
quedó ceñido;
reclinó la cabeza
cual Rey invicto.

Roja llama del día,
fuerte latido,
se quedaron los hombres
de luz vestidos,
y el pecado de Adán
se fue al olvido.

Es un canto de gloria
el Cuerpo Místico;
todos gracias te dicen,
¡oh Jesucristo!,
suave amor de la tierra,
cielo ofrecido. Amén.


Jerusalén, diciembre 1985

RUFINO MARÍA GRÁNDEZ (letra) – FIDEL AIZPURÚA (música), capuchinos, Himnario de las Horas. Editorial Regina, Barcelona 1990