IX. Algunos
cantos de comunión con diversos
Evangelios del tiempo pascual
En Ti,
Jesús, mi cepa y savia
Evangelio del día: Jn 15,1-8: Miércoles de la V semana de Pascua
En este breve párrafo evangélico aparece en labios de Jesús seis veces la
expresión "en mí"; lo contrario es "sin mí" (o fuera de mí, al margen de
mí, prescindiendo de mí: jôris emou). Nos invita Jesús a una
intimidad inmanente.
Para Pablo la
clave de la existencia cristiana es ser "en Cristo Jesús", vivir "en
Cristo Jesús", y el cristiano es definido como "el de en Cristo Jesús".
Esta es nuestra
mística; sustancialmente no hay otra, no puede haberla.
Nos conceda
Jesús la gracia de que esta mística, esencia de la comunión, sea la
historia de cada día.
(Versos de nueve sílabas, haciendo recargar el acento en la cuarta, y de
modo secundario en la segunda).
En Ti,
Jesús, mi cepa y savia,
en Ti la vena de mi vida,
en Ti el divino manantial,
en Ti mi ser vive y respira,
Jesús, dulzura de sentidos,
sustancia mía compartida.
Jesús, verdad por Ti contada,
narrada en bella alegoría:
el tronco-cepa lo eres Tú,
caudal secreto de energía,
y yo, nacido en tus entrañas,
yo soy sarmiento de la viña.
Morar en Ti siendo habitado,
permanecer sin fin de días,
y orar contigo al Padre amado,
perder mi yo cuando se agita:
tal es, Jesús, tu invitación
y tal, Señor, mi entera dicha.
Intimidad en tu palabra,
y amor pascual al que convidas,
Jesús, confín de mis deseos,
el Tú que al alma pacifica,
que seas Tú mi eterna alianza,
mi gracia pura y mi medida.
Acoge en tu bondad mi ofrenda
contigo al Padre está ofrecida;
Tú eres paz y comunión
plegaria libre siempre oída.
La gloria y fruto al Padre sea
Jesús, autor de maravillas. Amén.
9 mayo 2007
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