EL AÑO LITÚRGICO
HIMNOS PASCUALES

P. Rufino María Grández, ofmcap.


 

IV. Himnos para la Ascensión y espera de Pentecostés

 

El Espíritu energía
(Sobre Rm 8,10 11)


Nos dice el texto bíblico de Romanos: “mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia. Y si el Espíri-tu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espí-ritu que habita en vosotros” (Rm 8,10-11).

Hay paralelismo exacto entre la resurrección de Jesús y la resurrección del cristiano. El agente es el Padre; la fuerza potente, mediadora, es el Espíritu; el destinatario de la resu-rrección es Jesús, soy yo.

Esto es lo que el himno quiere cantar al eco de unas palabras de la Escritura.


Estribillo (ad líbitum)
El Espíritu energía,
vida de amor,
resucitó a Jesús.

Estrofas
Murió su cuerpo del pecado
él, que era puro y todo santo,
y fue a la tumba con nosotros,
en surco, mesa y sueño hermano;
y se durmió cual criatura
que en Dios ha puesto su cuidado

Pero hubo Espíritu Paráclito,
y una oleada de lo alto
llenó el sepulcro luminoso
y entró en el cuerpo embalsamado;
Jesús, ¡oh alma toda libre!,
te alzaste al aire del Amado.

Del Santo Espíritu venía
al virginal materno tálamo,
del santo Espíritu volvía
a los divinos, tiernos, brazos;
oh Cristo, ruta de la vida,
canción de amor en el regazo.

Oculto queda en mi morada
el Don que a mí se me ha donado,
y de este cuerpo pobrecillo
saldrá mi ser transfigurado;
¡oh Espíritu de la alborada
prepárame para el abrazo!

¡Oh Espíritu vivificante,
Amor en el Resucitado,
oh Cristo, Dios en cuerpo y alma,
oh Padre, cielo consumado,
oh Trinidad santa, adorada,
honor por siempre en nuestros labios! Amén.


Estella, 10 de mayo de 2001 (Jueves de la IV semana).