EL AÑO LITÚRGICO
HIMNOS PASCUALES

P. Rufino María Grández, ofmcap.


 

III. Himnos pascuales enviados como felicitaciones

 

Tu cuerpo es preciosa lámpara


Al salir como felicitación pascual, la hoja de felicitación dice en portada: “Es la Pascua del Señor + 1980". Bajo el título: “Contemplación del Cuerpo santo de Jesús” y a un lado: “Para cantar al Señor en la noche de Pascua”. Aquel año la Pascua fue el 6 de abril.

La hermana Rosa María Riera le puso música (a mi gusto, delicadísima). Y ha sido dado a la imprenta en uno de sus obras musicales.

Tu cuerpo es preciosa lámpara. En el Museo de los Franciscanos de La Flagelación hay mucha lamparitas de barro, de origen cristiano. Cualquiera de esas lámparas puede evocar el cuerpo del Señor.

Tu cuerpo es ramo de abril. Paseando por la Sierra Urbasa (Navarra) vi un espino. La flor del espino es blanquísima. Así es el cuerpo sacratísimo de Cristo.

Tu cuerpo es lazo de amores. ¿Quién no ha tenido profundos amores…? Pero… ¡ay!, ¿cómo pueden durar esos amores? Tu cuerpo es lazo de amores.

Tu cuerpo es surco de penas. ¿Adónde pueden ir a verterse nuestra lágrimas, sino allí donde las vertió la mujer que bañó los pies de Jesús?

Tu cuerpo es espiritual. Y Pablo nos dijo que es la Iglesia es el cuerpo de Cristo.

Tu cuerpo sacramental. Es la Iglesia, sí, y es la comunión.


Tu cuerpo es preciosa lámpara
llagado y resucitado,
tu rostro es la luz del mundo,
nuestra casa tu costado.

Tu cuerpo es ramo de abril
y blanca flor del espino,
y el fruto que nadie sabe
tras la flor eres tú mismo!

Tu cuerpo es salud sin fin,
sano sin daño de días;
para el que busca vivir
es la raíz de la vida.

Tu cuerpo es lazo de amores,
de Dios y el hombre atadura;
amor que a tu cuerpo acude
como tu cuerpo perdura.

Tu cuerpo, surco de penas,
hoy es de luz y rocío;
que lo vean los que lloran
con ojos enrojecidos.

Tu cuerpo es espiritual,
es la Iglesia congregada,
tan fuerte con tu Cruz,
tan bello como tu Pascua.

Tu cuerpo sacramental
es de tu carne y tu sangre,
y la Iglesia que es tu Esposa,
se acerca para abrazarte. Amén.