EL AÑO LITÚRGICO
HIMNOS PASCUALES

P. Rufino María Grández, ofmcap.


 

III. Himnos pascuales enviados como felicitaciones

 

Pureza de la Iglesia, Cristo alzado


¡Si supiéramos adorar…, nuestro corazón sería un gran río sereno, que avanza pro al vida, riega y fecunda…!

¡Si supiéramos dar gracias…, nuestro corazón sería la paz de Dios – la Pax Christi – que no enseñaría el gozo secreto de la vida y de la esperanza…!

Este himno está compuesto para mirar a Cristo resucitado, y decirle al final de cada estrofa: ¡oh Cristo, gracias!

Al escribirlo, fue dedicado a las Comunidades Neocatecumenales, con quienes compartí la hermosa Vigilia Pascual: “En la Vigilia pascual del 3 de abril del año de gracia de 1994. Parroquia de Valvanera. Logroño".

(Y fue en la celebración de la Vigilia Pascual cuando amaneció una lucecita en mi corazón, un anhelo que llegó a cumplimiento: La hermosa Vigilia de Pascua. Cómo preparar y vivir la celebración principal del año. Editorial Regina, Barcelona 1995. 107).


Pureza de la Iglesia, Cristo alzado,
oh manto de justicia regalada,
Cordero santo, paz de los pecados,
¡oh Cristo, gracias!

Muy áspero camino fue la ruta,
de amores y fracasos enlazada,
experto de pobreza, fiel amigo,
¡oh Cristo, gracias!

Aliento de los hombres, senda buena,
hogar del desvalido, tarde calma,
Jesús ternura, ojos y caricia,
¡oh Cristo, gracias!

Señor Jesús, victoria del amor,
rumor de mis silencios y palabras,
laguna en la que el cielo se ha vertido,
¡oh Cristo, gracias!

Salud de los enfermos, vida de los muertos,
que llevas en tus manos traspasadas,
a ti te bendecimos, oh bendito,
¡oh Cristo, gracias!

A ti, Jesús, florida primavera,
de toda criatura eterna Pascua,
gozosa, a ti la Iglesia te bendice:
¡oh Cristo, gracias! Amén.


Logroño, 22 marzo 1994