EL AÑO LITÚRGICO |
III. Himnos
pascuales enviados como felicitaciones Pascua 2012
Hermanos, ¿qué será la Pascua del Señor, si la Pascua es su íntimo y definitivo misterio, si la Pascua es su vera identidad…? Es su secreto filial que solo el Padre conoce: “Nadie conoce al Hijo más que el Padre…” (Mt 11,27). Jesús habló del grano y la espiga: “En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn 12,24). La Pascua es la espiga. Él es la espiga, y el mundo es un campo granado. Hablamos de la Pascua con el anhelo de decir algo que, en el fondo, solo es propiedad de Dios. Así, la ciencia nos da las llaves del mundo; al menos, las llaves de la antesala. ¿También la ciencia tiene que ver con el Misterio Pascual? Sin duda. La ciencia está en ese sepulcro sellado que abre la resurrección de Cristo. En suma, la resurrección de Jesús es el eje del mundo; es el hontanar de la historia. Hablamos humildemente para quienes se les ha dado el don de la fe, conscientes de que el mismo y único Dios actúa más allá de los ámbitos de la fe de la Iglesia. Y lo demás…, Dios lo sabe. A Él la gloria. A Él torne el amor.
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