EL AÑO LITÚRGICO
HIMNOS PASCUALES

P. Rufino María Grández, ofmcap.


 

III. Himnos pascuales enviados como felicitaciones

 

Estaba María al alba


Himno pascual…, himno nupcial…, himno que evoca el Cantar de los cantares…, himno de la Magdalena…, himno de la Iglesia enamorada…, himno para hoy…., himno del amor eterno.

Es la exégesis espiritual del encuentro de Jesús con María la Magdalena, la que estuvo junto a la Cruz y “la Apóstol de los Apóstoles”, como la llamaron los Santos Padres.

“Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Dícenle ellos: « Mujer, ¿por qué lloras? » Ella les respondió: « Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. » Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús…” (Jn 20,11-14)

Fue nuestra felicitación pascual de 1979. (Nada extraño que, evocando el Cantar de los cantares, pusiéramos como ilustración el encuentro del Esposo y la Esposa, como lo ha diseñado The Ancor Bible en el comentario al Cantar).

Parece que el himno ha tenido fortuna al pasar a la Liturgia de las Horas en la edición de Latinoamérica.


Estaba María al alba,
llamándole con sus lágrimas

 

Vino la Gloria del Padre
y amaneció el primer día.
Envuelto en la blanca túnica
de su propia luz divina,
la sábana de la muerte
dejada en tumba vacía ,
Jesús alzado reinaba,
pero ella no lo veía.

 

Estaba María al alba,
la fiel esposa que aguarda.

 

Mueva el Espíritu el aura
en el jardín de la vida.
Las flores huelan la Pascua
de la carne sin mancilla,
y quede quieta la esposa
sin preguntas ni fatiga.
(Ya está delante el esposo,
venido de la colina!

 

Estaba María al alba,
porque era la enamorada.

 

"¡María!", la voz amada.
"¡Rabbuní!", dice María.
El amor se hizo un abrazo
junto a las plantas benditas;
las llagas glorificadas
ríos de fuego y delicia;
Jesús, Esposo divino,
María, esposa cautiva.

 

Estaba María al alba,
con una unción preparada.

 

Jesús en las azucenas
al claro del bello día.
En los brazos del Esposo
La Iglesia se regocija.
¡Gloria al señor encontrado,
gloria al Dios de la alegría,
gloria al Amor más amado,
gloria y paz, y Pascua y dicha!

 

Estaba María al alba;
es Pascua en la Iglesia santa.
Amén. (Aleluya!


Pascua, abril 1979