EL AÑO LITÚRGICO
HIMNOS PASCUALES

P. Rufino María Grández, ofmcap.


 

III. Himnos pascuales enviados como felicitaciones

 

El amor es más fuerte que la muerte


"EI amor es más fuerte que la Muerte", dice el Cantar Divino (8,6).

Si, más fuerte que la muerte. El Amor vence a la muerte. Y tu cuerpo viviente lo proclama. EI cuerpo de Jesús, que traspasa la muerte, que está viviendo mas allá de la muerte es la proclamación de que el Amor vence a la muerte.

Este himno es un canto de exaltación al amor - todas las estrofas lo anuncian - y un canto a Cristo pascual que vive corporalmente. EI Señor es el eje del amor

La eternidad del hombre (evieternidad, dicen los teólogos), ¿de donde procede sino del amor del Padre a Jesús, del amor que el Padre nos tiene a través de Jesús...? Convocados por ti, por ti vivimos, del amor que te sacia tu nos sacias.

Por amor de Cristo se crearon cielo y tierra. Toda la historia de Dios "ad intra" y "ad extra" es una historia de amor en su Hijo.

Sufrió en la humana caravana, pero del dolor te levantas y nos muestras cual trofeo de amor tus santas llagas.

Ante esto el corazón busca, ardiente y veloz como una saeta de fuego; el deseo esta sediento sin poder apaciguarse... EI Cuerpo de Cristo nos dará el reposo.


El amor es más fuerte que la muerte
y tu cuerpo viviente lo proclama;
tú traspasas, Señor, lo que fenece,
desde siempre y por siempre tú nos amas.

Por tu amor, oh Jesús, eternos somos,
del amor increado das tu gracia;
convocados por ti, por ti vivimos,
del amor que te sacia tú nos sacias.

Oh Jesús Nazareno y peregrino
de la humana y doliente caravana,
del dolor te levantas y nos muestras,
cual trofeo de amor, tus santas llagas.

Oh pasión amorosa que es saeta,
oh sediento deseo que no calla,
reposad en el cuerpo sacrosanto
del que ofrece el abrazo de llegada.

Es más grande que el tiempo y el espacio
el amor que en Jesús es nuestra alianza;
por tu amor se crearon cielo y tierra,
por amor del que es Hijo en carne humana.

Esta ofrenda de amor recibe, oh Cristo,
de la Iglesia, tu esposa bienamada;
para ti nuestro gozo y alabanza
en la espera de verte cara a cara. Amén.


RUFINO MARÍA GRÁNDEZ (letra) – FIDEL AIZPURÚA (música), capuchinos, Himnario de las Horas. Editorial Regina, Barcelona 1990