Misterio de Navidad
HIMNOS VARIOS
(XXX)
Jesús de la Encarnación
(Romance como canto para después de la Comunión
sobre Jn 1,1-18)
1. Jesús de la Encarnación,
eres la escondida senda
que desde el Padre ha venido
juntando el cielo y la tierra.
2. Se ha abierto la intimidad
de tu divina Belleza,
y un suave impulso de amor
me invita a pasar la puerta.
3. Por el Verbo soy tu hijo,
oh Padre, dulce experiencia:
que el Espíritu del Hijo
vaya corriendo en mis venas.
4. Un día retornaré
a esa mi Casa paterna,
y cara a cara he de ver
lo que hoy la fe me revela.
5. Jesús Verbo es Comunión
de eternidad y presencia,
de cuanto en él existía
antes que el mundo existiera.
6. Un rayo de luz divina
mi carne sedienta hiera,
para saber tu verdad,
oh Dios de mi eterna espera.
7. Y en tu verdad, tu hermosura,
la sola que el alma llena;
soy un mendigo de Dios
y el deseo es mi faena.
8. Tú existes, mi Dios fulgente,
más allá de las estrellas:
tú vives, fuente del ser,
el gozo y la paz suprema.
9. Tú eres Tú, tan solo Tú,
mi identidad verdadera,
y yo soy yo, pequeño Yo,
que tú me hiciste que fuera.
10. Y a tu corazón de Padre
me ensanchas el alma entera;
mi vocación eres Tú,
que otra menor no cumpliera.
11. Lo que mi vida apetece
es ver tu divina esencia:
tu claridad infinita
detrás de esta oscura niebla.
12. Me hiciste para la unión
al mandarme a la existencia,
me hiciste ser hambre y sed,
de ti, insaciable indigencia.
13. Jesús Verbo en ti vivía
antes que yo amaneciera,
pero en tu nido de amor
un pensamiento yo era.
14. Y hoy torno a aquel tiempo, Padre,
de tu Voluntad eterna;
Jesús estaba en tu seno
y yo era parte de su ofrenda.
15. Tejida en divinidad
mi vida inició carrera;
yo era en ti, y todo en ti,
que sin ti jamás viviera.
16. Mi Encarnación tiene Cruz,
tallada de su madera,
y tras la Cruz vendrá Pascua,
lejos quizás, quizás cerca.
17. Y ahora estoy en Comunión,
pan y vino de tu mesa:
Jesús de la Eucaristía,
mi fe, mi dulzura y fuerza.
18. El mundo y la historia que amo
en este pan se concentran:
Tú eres, Jesús, unidad,
reúne a mis fuerzas sueltas.
19. Tanta pasión, tanto amor,
que me ilumina y me ciega;
¡oh!, todo, sin nada mío,
todo, Jesús, tuyo sea.
20. Mi vida sea de luz,
prendida en tu ardiente cera,
mi solo Dios, mi Jesús,
a ti mi loa sincera.
Tres Ojitos (Chihuahua, México), 2 de marzo de 2007
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