TIEMPO DE NAVIDAD
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.
 

 

Misterio de Navidad
HIMNOS VARIOS

(XXIII)


Triunfa el amor


Llega a mis oídos la noticia: “Se marchó, sin reproche, porque, sencillamente..., se había enamorado...” Con sumo respeto escucho, ajeno a toda crítica. Sí, el amor mueve el sol y las demás estrellas, como lo dijo el gran Poeta del abismo y Paraíso en el último verso de la Divina Comedia.

El amor hizo la hermosura; el amor nos dio la paz; el amor nos dará la eternidad. Triunfa el amor. Mas ¿qué amor?

El amor de Dios, que antecede a todo amor, que origina todo amor, y que se ha derramado y se ha derretido en nuestros corazones, y que brilla, sereno o encendido, en nuestras mejillas. En efecto, triunfa el amor.

Y el Dios escondido quiere que su amor sea palpable, físicamente cordial, para que esta oleada divina apacigüe el ímpetu del amor humano que nos arrebata.

Triunfa el amor..., tiene que triunfar el amor, cuando “el débil corazón se agita / batido, dulce, en derredor”. Triunfa el amor, cuando, en efecto, su historia es la cuna, la cruz y la resurrección.

Triunfa el amor y por su triunfo vive, y, al vivir, “el Verbo oculto junto al Padre”, busca una alianza nueva y eterna en mis brazos y en mi cuerpo entero. “Se abrazan él y yo por siempre / y un Hombre Bienamado es Dios”.

Adoremos, enternecidos, a Cristo, presencia del amor de Dios en medio de nosotros.


Triunfa el amor,
porque el enamorado es Dios.
El débil corazón se agita
batido, dulce, en derredor,
mas una mano poderosa
siente bajar a esta prisión.
Triunfa el amor.

Triunfa el amor,
arde en la cuna en Navidad.
El Dios de la ternura vive,
pequeño infante en un portal,
y Dios sonríe complacido,
al verse en pajas y en pañal.
Triunfa el amor.

Triunfa el amor,
carne mortal y encarnación.
El Verbo oculto junto al Padre
es hombre, pálpito y sudor;
se abrazan él y yo por siempre
y un Hombre Bienamado es Dios.
Triunfa el amor.

Triunfa el amor,
vino entregado a mi heredad.
Con palma un día lo aclamamos,
le dimos muerte sin piedad,
mas él resucitó, bendito,
en él curada mi maldad.
Triunfa el amor.

Triunfa el amor,
canto de gracia en él, por él.
Honor y paz a Jesucristo,
con voces bellas y laurel;
y al Padre Dios con el Espíritu
ascienda, bella, nuestra fe.
Triunfa el amor.


12 diciembre 2002