TIEMPO DE NAVIDAD
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.
 

 

Misterio de Navidad
HIMNOS VARIOS


Decid a la noche clara


Este himno para la liturgia, por su ritmo y compostura tiene los aires de un villancico. El que canta es un juglar de Dios que está ante el portal; es como un pastorcito de Belén que le interpela a la noche clara que tome en sus manos el arpa y cante salmos de David con la Virgen santa. Esta estrofilla inicial da el tono a toda la canción.
El cantor ve a todo el universo que gira en torno al portal, e invita a todas las criaturas a cantar el misterio de Belén. Y esto no lo hace por un bello motivo ornamental, sino porque sucede que el juglar es también teólogo, y sabe que, según la vieja profecía, como toda la creación comparte el pecado del hombre y queda por él dañada (Os 4,3), también toda la creación, salvada por Jesucristo, queda en él restaurada y glorificada (Is 11,6; Jl 4,18; Rm 8, 19-22. “Cantad, criaturas todas, que todas estáis salvadas”.

(Nota. El himno pasó a formar parte de la Liturgia de las Horas en Navidad).


Decid a la noche clara
tome en sus manos el arpa,
y salmos de David cante,
cante con la Virgen santa.

Ángeles del cielo vienen,
de luz son las bellas alas,
y un canto divino traen
para estas nupcias sagradas.

Y al amanecer las aves
y el alba que se levanta,
con silbos del universo
cantadle vuestra alabanza.

Del Padre eterno nacido
nace en carne la palabra,
con nosotros vida y muerte,
y una muerte ensangrentada.

Al Hijo de Dios cantemos,
¡ay, gracia desenfrenada!
Ni los cielos sospecharon
que el mismo Dios se encarnara.

¡Oh gracia para adorar,
que nunca cupo más alta!
Tú para hacernos divinos
humano a nosotros bajas.

Cantad, criaturas todas,
que todas estáis salvadas,
y con la boca quedaos
al Padre diciendo: ¡Gracias! Amén.


Miranda de Arga (Navarra), para Navidad de 1977