TIEMPO DE NAVIDAD
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.
 

 

Hora Intermedia
(Tercia)


Un Niño nos ha nacido


El comienzo del himno nos sitúa, por medio de la referencia de Is 9,5, en lo que es el corazón de la liturgia navideña, el anuncio de que Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado. María está en el centro de este misterio. María lo ha recibido por el Espíritu Santo.

Pero he aquí que María es el punto donde desemboca toda la raza humana. María no es receptáculo de la Encarnación separada de nosotros; lo es unida a nosotros. Entiéndase de qué unión se trata. Es unión de naturaleza. La naturaleza humana, que asume el Verbo, se asume en María, como naturaleza nuestra. La naturaleza estaba palpitante en las entrañas de María.

Siendo, pues, María la representante de toda la naturaleza humana, pedimos para la familia de Cristo, germen de toda la familia humana - para la Iglesia -, la actitud del corazón creyente de María. Según la palabra del Señor: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen (Lc 8,21).

Este himno y los dos que siguen valen indiferentemente para Tercia, Sexta y Nona.


Un Niño nos ha nacido,
un Hijo se nos ha dado;
María lo ha recibido
por el Espíritu Santo.

María unida a nosotros
le da posada y abrazo;
en ella Dios tiene cuerpo,
por nosotros encarnado.

La Iglesia sea ella virgen
discípula de unos labios,
porque el que sabe escuchar
"ése es mi madre y mi hermano".

¡Oh Verbo que de la altura
sin mancharte te haces barro,
a ti, familia divina,
a ti, oh Dios, te alabamos! Amén


Jerusalén, 1985