TIEMPO DE NAVIDAD
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.
 

 


Epifanía del Señor
2


Dios es luz


“Y este es el mensaje que hemos oído de él y que os anunciamos: Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna” (1Jn 1,5). La luz, en las religiones, es uno de los símbolos primordiales de la divinidad.

Epifanía es fiesta de la luz, y todos los años leemos en la Eucaristía este pasaje esplendente: “¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti. Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora” (Is 60, 1-3).

Bajo la claridad de estos textos se ha compuesto el himno.


Dios es luz
y luz de su luz es el Verbo;
es Cristo la luz de la vida,
naciendo es estrella y sendero.

Dios es luz,
morada de todo lo bello;
venid al portal, cabalgata
de oriente y de todos los pueblos.

Dios es luz,
en él no hay pecado ni infierno;
venid a Belén, caminantes,
saciad en un Niño el deseo.

Dios es luz,
Él es mi confianza y sosiego;
vayamos, cristianos, cual reyes
con oro, con mirra e incienso.

Dios es luz
y en pajas la luz está ardiendo;
vayamos, humildes, con gozo
y un beso en los labios llevemos.

Dios es luz:
bendito en su trono del cielo,
bendito en la cuna encarnado,
bendito con júbilo eterno. Amén.


Estella, 6 enero 2002