TIEMPO DE NAVIDAD |
San Proclo de Constantinopla (siglo V) se expresa así: “Pues en la solemnidad anterior, que era la del nacimiento del Salvador, se alegraba la tierra, porque sostenía al Señor en el pesebre; en la presente festividad, en cambio, que es la de las Teofanías, el mar es quien salta y se estremece de júbilo; y lo hace porque en medio del Jordán encontró la bendición santificadora.
En la solemnidad anterior se
nos mostraba un niño débil, que atestiguaba nuestra propia imperfección;
en cambio, en la festividad de hoy se nos presenta ya como un hombre
perfecto, mostrando que procede, como perfecto que es, de quien también lo
es. En aquel caso, el Rey vestía la púrpura de su cuerpo; en éste, la
fuente rodea como recubre al río. Hoy la creación entera resuena de himnos: Bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el que viene en todo momento: pues no es ahora la primera vez” (San Proclo de Constantinopla, Sermón 7 en la santa Teofanía, Liturgia de las Horas: 9 de enero). La celebración de la Epifanía y el Bautismo del Señor son el abrazo de la Iglesia latina con la Iglesia de Oriente. Unidos en el amor celebremos los divinos misterios.
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