III. Himno sobre el ayuno
Arrebatado el esposo
Pablo VI expuso en la constitución apostólica “Paenitemini” (17 febrero
1966) el sentido de la penitencia cristiana en nuestros días. Hemos de
ayunar. “Días vendrán en que les será arrebatado el novio; y ayunarán
entonces, en aquel día” (Mc 2,20).
Pero ¿cuál es el genuino ayuno
cristiano? Tratemos de meditarlo.
Ayuno de nuestra espera. Vivir
esperando es vivir en aflicción: saber quién eres, Jesús, y no verte es el
ayuno más duro.
Ayuno de ojos despiertos: oración
y ayuno van juntos. La oración, y, sobre todo, la oración nocturna, a
costa del sueño, es oblación. Jesús ha ofrecido esta oblación de amor.
Ayuno de cuerpo sobrio: hay un
ayuno directamente corporal, y la Iglesia, que pecaría si negara el
cuerpo, obra de Dios, aprecia el significado de este ayuno, que lava el
pecado. El oriente cristiano (Opúsculo del venerable Silvano del monte
Athos) ha cantado “el llanto de Adán”. El llanto de Adán – que también es
el nuestro – lava al pecador desnudo.
Ayuno y pan compartido: el ayuno,
según toda la tradición cristiana, que arranca ya del Antiguo Testamento (cf.
Is 58), ha de empalmar con las obras de amor. Nuestras privaciones han de
ser pan a la mesa de quien lo necesita.
Arrebatado el esposo,
es hora de nuestro ayuno;
saber quién eres, Jesús,
y no verte,
es el ayuno más duro.
Ayuno de nuestra espera
por ti, que reinas oculto;
mas pronto se ha de cambiar,
con tu día,
la pena en presencia y gusto.
Ayuno de ojos despiertos,
orando en claro y oscuro;
de noche junto a tu faz,
oh hermosura,
sácianos con dulce fruto.
Ayuno de cuerpo sobrio
contra el pecado corrupto;
el llanto del padre Adán,
por tus ojos,
lava al pecador desnudo.
Ayuno y pan compartido
con pobre de rostro enjuto;
es esta tu voluntad:
que tus bienes
los partamos todos juntos.
Señor un tiempo afligido
por el rescate del mundo,
hoy te alabamos a ti,
porque gozas,
cumplido tu santo ayuno. Amén.
Marzo 1984
RUFINO MARÍA GRÁNDEZ (letra) –
FIDEL AIZPURÚA (música), capuchinos, Himnario de las Horas. Editorial
Regina, Barcelona 1990, pp. 47-50.
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