VI.
Himnos para Pasión y Semana
Santa
Domingo de Ramos
Jerusalén, Iglesia del Mesías
El Domingo de Ramos, que es "Domingo de Ramos en la Pasión del Señor"
lleva dentro de sí la doble faceta del misterio: la alegría del Hosanna,
que presagia la Pascua cierta de nuestro Redentor y el dolor insondable de
la Pasión en la cual fuimos santificados.
En este momento, nosotros, Iglesia
del Mesías, en virtud de la fuerza sacramental que lleva consigo la
liturgia, queremos abrir nuestro corazón a lo más bello que tiene la
entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Es la entrada del Mesías al pueblo
de las bienaventuranzas. Los que han acogido el amor de Dios acogen al
Mesías, y así lo recibimos nosotros.
Invitamos a la Iglesia, y en la
Iglesia a nosotros mismos, a acoger a Jesús Mesías, que llega según el
designio de Dios, de acuerdo a las profecías. Él es el amor regalado que
nosotros recibimos y en el cual queremos permanecer.
1. Jerusalén, Iglesia del Mesías,
recibe al Salvador, que a ti se acerca;
con blancas vestiduras y con palmas
arrójale tu Hosanna y tu poema.
2. Jesús de Nazaret cual Rey de paz
un trono se ha escogido en esta fiesta:
cabalga al lomo suave de borrica
conforme a Zacarías el profeta.
3. El pueblo humilde sale a recibirlo,
y son los niños limpios pregoneros;
Jerusalén, ciudad la más amada,
su amor te está brindando, Pascua y Cena.
4. Acoge con piedad su ofrecimiento,
ciudad privilegiada de su herencia,
arroja tus vestidos a sus plantas,
y dale tus abrazos sin reservas.
5. Jesús de la Pasión, designio eterno,
que el Padre te pidió que lo cumpliera,
hoy blandimos las gracias en las palmas
por tu infinito amor y tu obediencia.
6. ¡Misterio de los siglos, Cristo Amado,
que solo Amor de Dios nos transparentas,
recibe de tu Iglesia peregrina
amor y siempre amor hasta tu vuelta! Amén.
Alfaro (La Rioja), Domingo de Ramos 2008.
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