VI.
Himnos para Pasión y Semana
Santa
LUNES SANTO
Sobre el primer Cántico
del Siervo de Yahweh
Is 42,1-7
Desde la renovación de la sagrada Liturgia el Lunes, Martes y Miércoles
Santo, están marcados por el Primero, Segundo y Tercer Cántico del Siervo
del Señor. El Lunes escuchamos a Isaías 42,1 7.
No tengamos miedo en llamar a
Jesús "Siervo", pues el ser Siervo es el camino verdadero que nos conduce
a descubrir la filiación. Jesús Hombre es Jesús Siervo, y en su servicio,
que culmina en la Cruz, descubrimos su divina filiación. Hijo, Siervo y
Elegido, en la realidad concreta de Jesús, significan lo mismo: la
relación absoluta-mente única que mantiene con el Padre
Estamos invitados los cristianos a descubrir la relación que se establece
entre el Padre y Jesús. Jesús es indigencia ante el Padre, y es, al mismo
tiempo, la delicia del Padre. El Misterio de la Pascua, que junta en uno
la suma impotencia y la suma gloria, está significado en el seno de la
Trinidad. Cuando el Padre mira a su Hijo Encar-nado, ya estamos en el
Misterio Pascual, porque allí aparece la indigencia y la plenitud.
En suma, Jesús es el Elegido.
1. El Siervo brilla hermoso a
nuestros ojos,
misterio y complacencia de Dios mismo;
no hay nombre para él, mas si lo hubiera:
los tres son uno: Hijo, Siervo y Elegido.
2. No puede haber segundo, porque es Único,
y colma todo amor desde el principio:
vertido está mi Dios en su Unigénito,
su historia y su futuro es este Hijo.
3. El Hijo de los cielos, Nazareno,
nos dio su filiación en el servicio,
sirviendo en obediencia nos decía,
ser siervo es la forma de ser Hijo.
4. Por eso dice el Padre: "Mi elegido",
mi bien total unido a mi destino,
serás por siempre mío, en el Espíritu,
por siempre yo seré tu Dios contigo.
5. Si no resuena el grito por las plazas,
si no ejerce violencia, haciendo juicio,
si no apaga la mecha que aún humea,
¿en dónde está el Mesías escondido?
6. ¡Jesús, el Elegido y el Viviente,
Jesús en Cruz, la enseña y el camino,
Jesús, crisol de todo premio y mérito:
por siempre vive y reina como Ungido! Amén.
Lunes Santo, 28/III/2008
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