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VI.
Himnos para Pasión y Semana
Santa
Común de Pasión
Con gritos en sus venas doloridas
Pasión del Señor
El título preciso de este himno dice: La Pasión en el Huerto (Lc 22,39
53). Nos referimos, pues, específicamente a Lucas. El episodio del sudor
de sangre en la Oración de Jesús en el Huerto es propio de Lucas.
No es fácil traducir la partícula
comparativa del texto original (como…): “Su sudor se hizo como gotas
espesas de sangre que caían en tierra” (v. 43, Biblia de Jerusalén). Y
la versión oficial de la Conferencia episcopal: “Y le entró un sudor que
caía hasta el suelo como si fueran gotas espesas de sangre”.
En el himno decimos: “Mas
hágase, Señor, tu voluntad / a costa de la sangre que me baña”. El
que contempla el misterio es consciente de que no tiene fondo, y no es
ninguna licencia poética el hablar de la sangre que le baña.
El ángel del cielo le conforta. No
lo mencionamos, pero sí otro detalle lucano: el de la curación de la
oreja derecha del criado que fue herido por “uno de ellos”, de los Doce.
“Y, tocándole la oreja, lo curó” (v. 51).
Con gritos en sus
venas doloridas,
con lágrimas ardientes en su cara,
en honda soledad y dura noche,
Jesús se arroja a orar y el Padre calla.
Retira, por piedad, oh Padre mío,
retira de mi faz la copa amarga,
apártame las heces del pecado,
no obligues a ese trago a mi garganta.
Mas hágase, Señor, tu voluntad
a costa de la sangre que me baña;
que muera sin morir, en agonía,
sufriendo como Dios en alma humana.
Cual Dios sufría, siervo en su miseria
oliva en el trujal que era estrujada,
y cual Señor potente y compasivo
curaba la violencia de la espada.
¡Oh Cristo, di quién eres en el huerto,
arcilla de la arcilla, frágil masa,
y grande vencedor cuando te entregas,
oh Dios de amor, al beso y a las armas!
Zaragoza, 3 junio 1987 (En Ejercicios espirituales a las Clarisas
Capuchinas)
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