VI.
Himnos para Pasión y Semana
Santa
Común de Pasión
Himnos de la Santa Cruz - 3
Brille la Cruz del Verbo, luminosa
El cristiano tributa a la Cruz culto de adoración, porque en ella
contempla directa-mente a Jesús, Hijo de Dios, Salvador. La Cruz es, pues,
luz y gloria, amor infinito del Padre. En el himno hacemos referencia a
una obra poético espiritual del místico, vene-rado en al Iglesia Ortodoxa
como santo, San Silvano del Monte Athos (1866-1938), “Las lamentaciones de
Adán”, expulsado del Paraíso. Pero el autor concluye: “Adán había perdido
el Paraíso terrestre y lo buscaba llorando: Mi Paraíso, mi Paraíso, mi
maravilloso Paraíso. Pero el Señor, por su amor sobre la Cruz, le abrió
otro Paraíso, mejor que el primero, un Paraíso en los cielos donde
resplandece la luz de la Santísima Trinidad. ¿Qué daremos al Señor por su
amor hacia nosotros?”
Contemplamos la Cruz regia de Jesucristo, “trono de Cristo en las
familias”, la Cruz esparcida por montes y caminos (que algunos quiere
sacar hoy de nuestra civilización).
En suma, alabamos a la Cruz como “sacramento de nuestra eterna dicha”.
Brille la Cruz del Verbo,
luminosa,
brille como la carne sacratísima
de aquel Jesús nacido de la Virgen
que en la gloria del Padre vive y brilla.
Gemía Adán doliente y conturbado,
lágrimas Eva junto Adán vertía;
brillen sus rostros por la Cruz gloriosa,
Cruz que se enciende cuando el Verbo expira.
¡Salve, Cruz de los montes y caminos,
junto al enfermo suave medicina,
regio trono de Cristo en las familias,
Cruz de nuestra fe, salve Cruz bendita!
Reine el Señor crucificado
levantando la Cruz donde moría;
nuestros enfermos ojos buscan luz,
nuestros labios el río de la vida.
Te adoramos, oh Cruz que fabricamos
pecadores con manos deicidas;
te adoramos, ornato del Señor,
sacramento de nuestra eterna dicha. Amén
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