EL AÑO LITÚRGICO
EL CAMINO CUARESMAL

P. Rufino María Grández, ofmcap.

 

VI. Himnos para la Hora intermedia



Cuando llegó el instante de tu muerte

Himno para Completas


Al componer este himno para Completas nos acordamos de la muerte de David, de aquellas palabras sencillas y augustas que le dice a su hijo Salomón, al darle los últimos consejos: “Yo emprendo el camino de todos…Ego ingrediar viam universae terrae…” (1Re 2,2). Es el camino de todos los mortales. Y la palabra mortales resuena por tres veces en este himno, una en cada estrofa. Es nuestra condición y destino.

El sueño de la noche, cuando el corazón se abandona a lo infinito, y la muerte, son como dos realidades paralelas de nuestra finitud.

Ahora bien, detrás está Cristo, y a ese Cristo inmortal es a quien cantamos en las tres estrofas. Y, al final, le ofrecemos a Cristo “el sueño necesario” como una oblación de amor.


Cuando llegó el instante de tu muerte
inclinaste la frente hacia la tierra,
como todos los mortales;
mas no eras tú el hombre derribado,
sino el Hijo que muerto nos contempla.

Cuando me llegue el tránsito esperado
y siga sin retorno por mi senda,
como todos los mortales,
el sueño de tu rostro será lumbre
y tu gloria mi gloria verdadera.

El silencio sagrado de la noche
tu paz y tu venida nos recuerdan,
Cristo, luz de los mortales;
acepta nuestro sueño necesario
como secreto amor que a ti se llega. Amén


24 noviembre 1980