AŃO SACERDOTAL EN POESÍA
P. RUFINO MARÍA GRÁNDEZ, ofmcap.

 


 

Del corazón de Jesús


 


La Congregación para el Clero, al darnos el logotipo de este Ańo Sacerdotal, nos ha dado en varias lenguas, la explicación y el mensaje:

“La iconografía corresponde a aquella del Sagrado Corazón, como hecho de que la Jornada anual de la santificación sacerdotal ha coincidido siempre, desde su institución, con la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Es por eso que inmediatamente presenta el tema de la específica santidad a la que es llamado el ministro sagrado.

La visibilidad del Corazón, que expande sus rayos, hace recordar la frase del Santo Cura de Ars, quien define el sacerdocio como “el amor del Corazón de Jesús”.

La estola, que reviste la figura de Jesús, lleva a considerar su Ser de Sumo y Eterno Sacerdote y el hecho de que todo presbítero debe constituir continuidad de aquel Único Sacerdote en la historia y entre las futuras generaciones.

Los brazos abiertos quieren manifestar la forma típica orante y de meditación, que son propias del sacerdote. Las llagas en las manos y en el costado, visibles en la figura del logo, recuerdan el único sacrificio redentor y quieren dar a conocer la satisfacción vicaria y la total entrega de sí, típicas en el sacerdocio. La actitud de acoger parece que quiere decir: “Venid a mi todos los que estáis cansados y oprimidos que yo os aliviaré”. Invitación consoladora para cada sacerdote, que sufre la fatiga del trabajo diario movido por la caridad pastoral, también en los campos más áridos y llenos de piedras y que, a su vez, muestra la misma actitud a favor de aquellos que le son cercanos, como de aquellos lejanos”.
(Fuente: www.annussacerdotalis.org).

* * *

La imagen del corazón de Jesús, nos lleva a la Cruz sobre el Calvario. Providencialmente allí estaban todos: María con los discípulos, los judíos y los gentiles, que eran los romanos. De aquel corazón manaba la gracia que se esparcía por todos.
Pues el Sacerdote está para llevar ese corazón al mundo.


1
Del corazón de Jesús
ha brotado el ministerio,
y de ahí el sacerdocio
es sangre, ternura y fuego:
del corazón de Jesús,
que quedó por siempre abierto.

2
Corazón, un sol de rayos,
que encienden el mundo entero,
nadie que humano se diga
a este amor es nunca ajeno:
del corazón de Jesús,
el horno del pan más tierno.

3
Esos brazos extendidos,
para el abrazo dispuestos,
son arco de bendición
que traen el don del cielo:
del corazón de Jesús
nacieron los sacramentos.

4
Manos abiertas llagadas,
que son su Alianza y sello,
para tocar y sanar,
y crear al hombre nuevo;
del corazón de Jesús
nació el Nuevo Testamento.

5
Sacerdote pobrecillo,
Sacerdote de su pecho,
el amor, solo el amor,
sea tu conocimiento:
del corazón de Jesús
aprende tu reglamento.

6
En la cruz estaban todos,
juntos en el mismo cerco,
los judíos y gentiles,
María con los primeros:
del corazón de Jesús
se vertía el Evangelio.

7
Sacerdote de su sangre,
de su perdón al extremo,
de su amor enloquecido,
de su infinito silencio:
del corazón de Jesús
nacía el latido eterno

8
Sacerdote con Jesús,
de su santísimo cuerpo,
sacerdote humildemente,
de todas las gracias riego:
del corazón de Jesús
sacerdote verdadero.


Puebla, 30 enero 2010.